No, soy rubia, tampoco inglesa y mucho menos millonaria, por lo tanto no soy J. K. Rowling y ninguno de estos personajes me pertenece.


"Siénteme"

¿Y si tuvieras un buen novio? ¿Y si él fuera decente, el sexo bueno y tuvieran una relación estable? ¿Arriesgarías todo, por nada? ¿Y si ese nada fuera el rubio con chaqueta de cuero?


CAPÍTULO UNO

—¿Ya vas a llegar?

—Ya casi.

Sigues montándolo, haciendo ese rítmico movimiento de caderas que sueles disfrutar. Levantas un poco tu trasero y luego lo dejas caer. Gimes un poco. Sientes un leve cosquilleo y sabes que lo estás haciendo bien. Pero bien no es suficiente. Cierras los ojos e intentas concentrarte. Canalizas todo tu ser en un solo punto. Sientes en un solo punto. Importa un solo punto. Vives, comes y respiras por ese punto. Funciona. Un escalofrío recorre tu espalda y sueltas un gemido alto y prolongado.

Un gemido que él interpreta mal. Sientes cómo comienza a ir un poco más rápido, un poco más fuerte. Quieres abrir la boca y pedirle que se contenga, que aguante un poco más, pero también sientes cómo el comienza a ponerse rígido. Decides continuar con el movimiento y poco después oyes el característico gemido que indica que terminó.

Te levantas. Tomas una toalla y te diriges al baño. Después de que ambos están aseados y vestidos, continúan viendo la película que interrumpieron minutos antes. Sientes una vibración en tu bolsillo. Sabes que no es nada. No puede ser. Nada no te mensajea a esa hora y menos cuando sabe que estás con él. Sin embargo, no resistes la curiosidad y te levantas, con la excusa de ir nuevamente al baño. Sacas el teléfono. Las tres palabras que brillan en la pantalla te hacen sentir más placer que toda la actividad previa.

"¿Hoy, a medianoche?"

oOo

"Llamada entrante

Nada"

"Siempre tan puntual" piensas. El reloj acaba de indicar las doce en punto y tu teléfono comienza a vibrar anunciando que él te está llamando. Esperas los quince segundos de rigor antes de contestarle. No comienzan con un aburrido saludo, ni se hacen las molestas preguntas acerca de tu estado de ánimo. Comienza a hablar tranquilamente, con la esa voz tan profunda que tanto te gusta. En la oscuridad de tu cuarto, no necesitas nada más para mantenerte despierta.

—Dime porqué seguimos haciendo esto —preguntas después de un rato.

—Porque no puedes resistirte a mí, querida —contesta con voz galante, dejando la sutil broma de fondo.

Tener una querida en muchos países es una frase para indicar que un hombre tiene una amante. ¿Eso es lo que son? ¿amantes? Siempre pensaste que un beso era la línea. Ustedes nunca se han besado. Nunca han estado desnudo el uno frente al otro. Nunca se han tocado más allá de lo permitido públicamente. Entonces ¿por qué la palabra amantes parece tan propia para describirlos?

—¿Cuándo vas a dejarlo?

—Cuándo me ofrezcas todo lo que él.

Un futuro feliz asegurado. Una gran familia. Un estupendo grupo de amigos. La aprobación de la sociedad. Tú y tu novio son la pareja perfecta. Amigos desde siempre, se dieron cuenta del amor mutuo a los diecisiete. Tuvieron juntos todas sus primeras veces, desde el dulce primer beso hasta el aún más dulce primer orgasmo. Si no se han casado, es porque aún son muy jóvenes. Pero ustedes juntos, son el ideal, el sueño dorado, la meta a alcanzar.

—Entonces, estaré sentado en la última fila cuando te cases con la Comadreja.

—Te enviaré un beso desde el altar.

Porque Nada nunca te dará todo lo que quieres. Con él, tu vida es una aventura, no una tranquila rutina. A su lado, tu pequeño corazón experimenta la verdadera felicidad, pero también el dolor más real que existe. Y su voz, ¡Dios! su voz hace que sientas más placer que el que podría darte tu novio con cualquier parte de su cuerpo. Así que no, Nada jamás te dará lo que quieres.

—Debería colgar —dices cuando está a punto de amanecer —Quedé de verlo en un par de horas.

—Cógetelo bien. A ver si puedes dejar de pensar en mí —contesta con su habitual seguridad —Dulces sueños, querida.

"Maldito Malfoy" piensas antes de caer dormida.

oOo

—Hola —te saluda tu alto novio con un beso en la frente.

—Hola —contestas con una brillante sonrisa.

Te toma de la mano y salen de la estación de tren donde regularmente se ven. Caminan hacia el centro de Londres, dispuestos a aprovechar la tarde, raramente soleada. Pasean entre las calles, entran a una tienda de música, te roba besos cada que un semáforo los fuerza a detenerse. Te gusta ver lo rojo que luce su cabello con el Sol. Lo abrazas espontáneamente por la espalda. Para la hora del té deciden buscar una cafetería, pero antes de hallarla, entran a una farmacia a comprar más preservativos, pues se les han terminado.

Acaban en tu casa, como es costumbre, poniendo palomitas en el microondas y decidiendo que película ver. Cuando tienen todo dispuesto, ven el reloj y descubren que todavía tienen más de una hora hasta que el turno de tus padres, en la clínica dental donde trabajan, termine. Él comienza a besarte sin mucha prisa, colocando suavemente su mano en tu cintura. Sabes lo que pretende, aunque nunca te lo diga. Sin mucha ceremonia, abres el botón y bajas el cierre de su pantalón. Le quitas la prenda, mientras él se coloca la protección. Agradeces el haberte puesto vestido, cuando en un sólo moviendo él se deshace de tu ropa interior. Te colocas a horcadas a él y comienzas a moverte rítmicamente.

El sofá en el que están se localiza justo debajo de una ventana, la cual tiene las cortinas corridas, pues siempre toman esa precaución nada más llegar. Tus manos van hacia el respaldo del sofá, buscando un apoyo para marcar mejor el ritmo y con ese pretexto, logras colar tus dedos más allá y deslizar un poco la tela, apenas lo suficiente para echar un vistazo a la calle. Disfrutas haciendo eso. Te gusta la sensación de estar haciendo algo indebido, a la vista de todos. Te excita saber que alguien podría voltear y verte, adivinar lo que sucede por la forma en que te mueves. Te atrae lo prohibido.

Quizá es por eso que, cuando el teléfono vuelva a sonar de esta noche, volverás a contestar.


Este es mi intento de descifrar al dramione, a la vez de un pequeño regalo a todas las amantes de esa pareja que me sigue y a las cuales nunca he complacido dejando a Hermione y Draco juntos y en paz.

La historia ya está terminada, son cuatro capítulos y actualizaré cada jueves.

Espero que les guste.

Kisses de Chocolate, Aliathna.

P.D. Por si alguna le suena, esta historia ya la había subido antes, a otra cuenta. Dicha cuenta ha sido desactivada, y la historia fue editada.