Hola de nuevo, les traigo una nueva historia quería publicarla más temprano pero con mi hermano al lado no puedo porque es algo chismoso lol. Espero que les guste y que lo disfruten.
¡Vendido!
Blaine miró por la ventana como pasaban brillando las extrañas casas. No tenía idea de a donde estaban ni a donde iban y se estaba sintiendo peor casa segundo que pasaba porque sus padres aún no le han dicho nada. Ambos estaban mirando por el parabrisas delantero y no habían respondido a ninguna de las preguntas de Blaine cuando comenzaron este viaje así que eventualmente se quedo en silencio.
Todo este asunto era inusual. Llegó de la escuela y sus padres estaban esperando y le dijeron que lo esperaban en el carro, estarían allí en pocos minutos, estaban tomando un viaje. Blaine había obedecido y al principio estaba interesado en la idea de un viaje y se había mantenido preguntando a donde iban pero ahora estaba confundido y, admitía, un poco asustado.
"Chicos… en serio, este lugar es tan… de aspecto lúgubre," Blaine susurró. "¿Qué estamos haciendo aquí? Este no es el tipo de vecindario en el que quiero estar."
Ellos intercambiaron una pequeña mirada y Blaine frunció el seño. Su madre se volteó y lo miró con una expresión seria.
"Eres consciente de que las cosas están un poco… ajustadas, ¿Recientemente?" Se preguntó y Blaine asintió. Él notó la tención en sus padres y la manera en que discutían el presupuesto en voz baja. Blaine estaba agradecido que asistía a Dalton con una beca completa porque odiaba la idea de regresar a la escuela pública después de su última experiencia.
"Bueno, por fin descubrimos como pagar nuestras deudas y volver a nuestros pies," ella continuó u Blaine sonrió y luego frunció el ceño, mirando de nuevo afuera al vecindario.
"Espero que no sea ilegal," medio bromeó. Su madre de mordió el labio. "¿Es ilegal?" Blaine los miro en estado de shock.
"De hecho es perfectamente legal," su padre interrumpió. "Desde la última modificación en el descubrimiento de los portadores."
Blaine frunció el ceño y alzó una ceja en confusión. Sabía sobre los portadores por supuesto. Un doctor en Europa los había descubierto antes de que Blaine naciera. Los portadores eran hombres que era capaces de concebir hijos. Ahora todos los chicos se ponían a prueba después de nacer. Desde entonces el tráfico se había abierto cuando los hombres ricos querían un juguete de cierta clase para jugar y productores de niños y estaban dispuestos a pagar una cantidad fuerte para conseguir lo que querían. La ley había sido alterada para hacer el tráfico legal en los últimos años y Blaine ha visto algunos de los esclavos alrededor. Nunca eran tratados muy bien. Eran usados como esclavos sexuales y herramientas de reproducción.
Blaine se estremeció al recordar un esclavo con un collar y nada más mientras su amo le hizo dar una vuelta con una cadena.
"No entiendo," comentó Blaine.
"Blaine, tú eres un portador," su madre dijo suavemente. Blaine se quedó inmóvil y miró entre sus padres esperando a que comenzaran a reír y le dijeran que era todo una broma para aligerar el ambiente pero ambos parecían muy serios.
"Yo… ustedes… no puedo serlo," dijo Blaine. "No lo soy. No lo soy."
"Lo eres. Lo mantuvimos oculto porque no queríamos que los traficantes vinieran a tocar la puerta ofreciendo dinero por ti especialmente después de que saliste," su padre respondió. "Pero ahora…"
"¿Ahora?" Blaine exigió, retrocediendo en su asiento. "¿Ahora? ¿Ahora que están en deuda sólo vas a venderme? ¿Así algún viejo espelúznate pueda violarme y obligarme a llevar su repugnante descendencia?"
Sintió las lágrimas ardiendo tras sus ojos y cuando su madre trato de alcanzar de nuevo una reconfortante mano se apartó.
"¡Tenemos que hacerlo Blaine, no hay otra opción!" Su padre espeto. "Sebastian Smythe dirige el tráfico aquí y nos ofreció una gran cantidad de dinero debido a tus… circunstancias."
"¿Circunstancias?" Blaine preguntó.
"Eres virgen."
"Oh…" Blaine cerró sus ojos y respiró profundamente mientras se pellizcaba. No, eso duele. Esto era real. Podía sentir como su respiración comenzaba a agudizar. Sus padres lo estaban vendiendo básicamente como esclavo sexual. Qué si era comprado por algún cruel, hombre viejo que golpeara y fuera agresivo sin pensar en el hecho de que nunca ha tenido sexo antes. Ni siquiera había besado a un chico antes. No era así como su vida se suponía que marchara.
Aspiró y trato de contener las lágrimas que amenazaban con desbordarse.
El coche comenzó a disminuir y el pico de pánico aumentó hasta que estaba abiertamente hiperventilando en el asiento trasero, llorando y rogando a sus padres de no hacerlo, sin control consciente de sus balbuceos mientras se acurrucaba sobre sí mismo. Sus padres lo ignoraron.
Se detuvieron frente a un gran edificio que parecía normal pero Blaine sabía que pasaba ahí adentro. Entrenamiento. Subastas.
Estaba a punto de convertirse en uno de ellos, un ser humano tratado peor que un animal.
"Vamos Blaine," su padre ordeno y Blaine negó con la cabeza, reduciéndose aún más en el asiento trasero. Su padre gruñó ásperamente y salió, cerrando la puerta antes de caminar al lado de Blaine. Intento alejarse de la puerta abierta pero su padre agarró su brazo y lo arrastró hacia fuera. Blaine tiró de su brazo y se esforzó, contemplando patadas o puñetazos a su padre pero su mente parecía haber olvidado todo de sus clases de boxeo y defensa personal así que estaba básicamente indefenso mientras su padre lo arrastraba hacia la entrada del edificio.
"Por favor, por favor, Papá, seguro que hay algo más." Blaine rogó con lágrimas. "Por favor. No hagas esto. Soy tu hijo. Por favor. Te amo."
Ellos continuaron ignorándolo mientras estaban zumbando a través de la puerta de seguridad.
Blaine comenzó a luchar de nuevo con forme se les acercaba un hombre con cara delgada y maliciosos ojos verdes acompañado de otros dos hombres. El hombre alto miró a Blaine con cruel diversión mientras el chico lloraba y rogaba porque lo llevaran a casa. Blaine de dio cuenta de que ese debe ser Sebastian Smythe, el traficante.
"Mi… se ve mucho más guapo en persona," Sebastian informo mientras continuaba mirando a Blaine que eventualmente trató de esconderse detrás de su padre.
Blaine trato de escapar pero los dos hombres se acercaron y lo agarraron entre ellos antes de prácticamente arrastrarlo por el pasillo. Su madre ahogó un sollozo y se dio media vuelta con forme sus gritos hacia ellos por ayuda morían a lo lejos.
"Sólo necesitan esperar aquí cerca de unos veinte minutos," Sebastian informó a los Anderson. "Tenemos que hacer un rápido examen físico para confirmar que de hecho es virgen o de lo contrario el precio tendrá que caer. Parece estar en buenas condiciones aun así. Comprobaremos su fertilidad y si es tan bueno como creo probablemente es entonces de hecho obtendrán un aumento en el precio que le ofrecí."
Ambos asintieron con la cabeza, incapaces de sentir alivio que pensaron harían con esto.
"Regresare una vez que terminemos," Sebastian les informo, caminado fuera para llevar acabo el examen físico de su nuevo portador.
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Blaine aún estaba siendo maltratado por los dos hombres cuando Sebastian entró en la habitación.
"Desnúdenlo y pónganlo en la mesa," Sebastian ordenó dirigiéndose a un mostrador y tirando de un par de guantes de látex, ignorando la suplica constante del chico. Blaine dejó de luchar inmediatamente cuando Sebastian volteó hacia él con una aguja alzada amenazadoramente. "Está bien, chico, el entrenamiento empieza ahora mismo. Dejas de llorar, dejas de luchar y dejas de hablar como bebé y dejas tu ropa en esa mesa o me veré obligado a sedarte y no quieres eso."
Blaine lo miró y se dio cuenta que iba en serio y trató de serenarse. Trató de calmar su acelerado corazón mientras comenzaba a quitarse la ropa, su rostro sonrojándose de un rojo brillante por la idea de estar tan expuesto frente a tres hombres adultos que nunca ha visto antes en su vida. Quién sabía lo que iban a hacer con él aquí.
Se detuvo en sus calzoncillos y escucho a Sebastian suspirando con exasperación.
"Necesitas acostumbrarte a estar desnudo, muchacho, probablemente no vas a tener que usar ropa mucho en el futuro," Sebastian le informó. Blaine, humillado y avergonzado, se quitó lo último de su ropa y trepó a la mesa de examen. Inmediatamente fue sujetado por correas de cuero en las muñecas, tobillos, estomago y muslos. Las correas de las piernas las mantenían muy separadas y cerró los ojos mientras más humillación se filtraba a través de él.
Sebastian se movió delante de él, sus ojos barriendo sobre él.
"Tus padres me dijeron que eres virgen," Sebastian dijo mientras se inclinaba para examinar entre las piernas de Blaine. El chico sintió más lágrimas deslizarse debajo de sus parpados.
"Lo soy," lloriqueo y luego dejo escapar un suave grito cuando sintió los dedos de Sebastian cubiertos con látex sondeando su entrada. "Por favor, no, soy virgen. Incluso nunca he besado a un chico. Por favor."
"Es protocolo, así que cállate," dijo Sebastian. "Pero resulta que te creo."
Blaine dejó escapar un sollozo de alivio cuando retiro su mano. Estaba devastado de que la primera vez que alguien lo tocara íntimamente fuera contra su voluntad y en una situación como esta. Pero bien podría superarlo, su primera vez tampoco iba a ser como lo imaginaba. Y tenía más probabilidades de terminar embarazado por la experiencia. Su vida oficialmente apestaba peor de lo que lo hizo en su vieja preparatoria.
Blaine se encogió cuando sintió la mano de Sebastian en su pene, examinando con atención antes examinar otras partes de su cuerpo con toques menos-que-suaves. Blaine se jadeó y se retorció cuando Sebastian le torció uno de sus pezones.
"Eres muy sensible, eso es bueno," musitó Sebastian, sonriendo fríamente. Blaine se apartó cuando sus ojos se posaron en él. "Pronto te voy a enseñar como rogar como una puta a tu maestro."
Blaine se quejó, cerrando sus ojos mientras Sebastian continuaba girando su pezón. No quería nada de esto.
"Buen chico," Sebastian murmuró. "Ya no vas a hablar sin permiso," Recorrió su mano por el cuerpo de Blaine una vez más, trazando sus bien definidos abdominales y tatareó."Alguien va a pagar buen dinero para que lleves sus hijos y cogerte día y noche."
Sebastian desapareció y regreso con una jeringa. Los ojos de Blaine se agrandaron y lucharon.
"¡Estaba siendo bueno!" protestó.
"Oh no, cálmate," Sebastian dijo en lo que se suponía era una voz suave pero meramente salió divertido. "Necesito sacar una muestra de sangre para revisar tu fertilidad. Es la única forma de hacerlo con precisión. Esto no dolerá en absoluto. No puedo arriesgarme a dañarte antes de ir a subasta."
Blaine cerró los ojos. Odiaba las agujas. Giro la cabeza hacia otro lado mientras Sebastian retiró la sangre rápidamente y la puso a través de una máquina. Regresó a Blaine y sosteniendo algo.
"Levanta tu cabeza," ordenó y Blaine hizo lo que le pidió. "Muy bien. Eres un aprendiz rápido."
Blaine se encogió. Se supone que la alabanza era para hacerlo sentir mejor pero eso sólo lo hizo sentir ganas de vomitar.
Sebastian fijó un collar de cuero alrededor se su cuello y luego deshizo los lazos que lo mantenían presionado. Guío a Blaine a un conjunto de escalas y anotó su peso seguido de numerosas medidas de su cuerpo. Midió su estatura, la longitud de sus extremidades, la longitud de su pene, el tamaño de la cintura, caderas y cuello.
"Eres tan bueno," Sebastian elogió. La máquina que marchaba con su muestra de sangre sonó y Sebastian fue hacia ella, registrando toda la información recuperada de su sangre en el archivo con la otra información. "Perfecto. Alta fertilidad. Tu sangre es saludable también. Tu ADN muestra buen potencial. Tus padres estarán felices, seré capaz de elevar tu precio por veinte mil dólares con estos resultados." Sebastian chasqueó los dedos. "Llévenlo a su habitación y denle un uniforme. Tengo que pagarle a los padres."
Blaine cerró los ojos contra otro mar de lágrimas y permitió que se lo llevaran.
Estaba algo contento de que no lo dejaran ver a sus padres por última vez antes de irse. Realmente no creía poder soportar la vista de ellos en ese momento. Ellos lo han vendido. ¿Qué clase de padres venden a su hijo para salir de deudas?
Aunque de que sabía que su hermano mayor Cooper había sido siempre el favorito. Tal vez se imaginaron que no importaba porque aun lo tenían a él.
Cooper.
¿Tan siquiera Coop sabía que había sido vendido? ¿Acaso sabía que su hermano pequeño era un portador? ¿Estaría enojado cuando venga y descubra que Blaine se había ido para siempre? ¿Estaría buscándolo?
Blaine fue empujado suavemente a una pequeña habitación blanca y se dejo caer en la cama de la esquina, una camisa gris y pantalones grises le fueron arrojados antes de que los hombres se fueran y cerraran la puerta detrás de ellos. Blaine se vistió, esperando sentirse menos expuesto, antes de acurrucarse haciéndose bolita en su cama y lloró, lamentándose en voz baja mientras todo su dolor le recorría el cuerpo. La ira y traición, la humillación y miedo. Todo eso converge de él a la vez haciéndole difícil respirar y pensar así que sólo sintió y se dejo vaciar fuera de él con sollozos y respiraciones temblorosas.
Y esto sólo se iba a poner mucho peor.
¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado, creo que esta historia solo la actualizare los Lunes o Martes porque los capítulos están un poco más largos pero aún no es seguro. Nos leemos la próxima semana :D
