Hola: P

Acá les traigo un nuevo invento mío

Espero y les guste

Y gracias por el apoyo con las otras historias

Espero sus reviews y espero y esta sea de su agrado ya que será

Suspenso y terror

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-¿Podrías bajar un poco el volumen? –

-¿Qué sucede Donatello… no te agrada mi música? –

-A mí tampoco me gusta mucho –

-Tú no te metas Mikey, además a ti no te gusta nada de buena música –

-Raphael, podrías bajar el volumen y dejar de iniciar una discusión –

-No empieces Leo, señor de todos los aburridos -

-No empiecen chicos, se supone que vamos a la diversión total –

-Casey, estos chicos desde que los conozco se la viven peleando – Alexis ríe – si que saben divertirse –

Donatello

Mi nombre es Donatello tengo 19 años, hace cerca de tres meses que ya no somos la tortugas que éramos, encontramos un mútageno en el antiguo laboratorio del fallecido stockman, mis hermanos y yo junto con la aprobación de mi padre tomamos la decisión de cambiar, de ser humanos y tener una vida más o menos normal, ya con Sakí fuera del camino y nada mas lidiar con algunas pandillas… nuestra vida sería más sencilla y por fin normal, mi apariencia me agrado mucho, bueno me veo algo debilucho y flaco, pero eso no importa lo único que me molesta es mi pelo rebelde… pero que le voy a hacer... al menos es de color castaño y no rubio, creo que eso no me combinaría, me gusta mis jeans blancos y de preferencia mis camisas moradas, como la que llevo ahora bajo mi chamarra.

-Sigo insistiendo que la música de Raphael es diabólica –

Mikey, ahora es un chico de 18 años que trata de adaptarse a la vida social y humana, su apariencia lo delata más pequeño de edad… su cambio a humano fue asombroso, ahora es un joven de pelo alocado y un poco rubio… lo lleva un poco largo ya que dice ser su estilo, sus ojos tan azules como siempre y su ropa…hay su ropa, ahora es todo un profesional en patineta así que tiene que vestirse según los chicos de su edad, unos pantalones cortos por debajo de la cadera que Leonardo a cada momento sube de un tirón.

-No será que tú eres demasiado niño para esto –

Raphael, todo un chico fortachón de 20 años, de pelo negro también algo largo, su complexión hace ver que tiene músculos fuertes…pero lejos de lo que solíamos ser antes, ahora es todo un galán con las chicas que nos rodean, pero siempre terminan atraídas mas por Leonardo y eso hace que se enfrasquen en discusiones que son características de ellos, su forma de vestir lo hace ver algo rebelde, pantalones de mezclilla negros y una ajustada camisa roja y para que el acabado sea perfecto una chamarra negra de piel, típica de motociclistas.

-Raphael no comiences, deja de molestar a Mikey y por favor baja el volumen de tu música –

Leonardo, la voz de la razón y tranquilidad, si antes era un chico serio ahora lo era más, su apariencia antes se veía tranquila y ahora ¿adivinen? Igual… ahora era un joven de 21 años de piel blanca sus ojos color miel, su pelo igual de largo hasta la nuca, igual algo rebelde pero él lo hacía lucir bien… en especial un pequeño mechón que tapaba algo de su ojo, su forma de vestir, bueno … más conservadora, jeans no muy flojos pero no tan ajustados, tenis cómodos y ligeros, y una camisa azul bajo esa sudadera blanca, siempre tan recto y protector, eso… eso no lo cambiaria ni en un trasplante de cerebro, siempre he pensado que en cualquier situación por extrema que sea el nos sacaría adelante como lo ha hecho siempre.

-Casey, debo admitir que este viaje fue una idea genial –

En el tiempo que llevamos así, conocimos a más amigos, como Alexis otro chico de 20 años, es un Casey reproducido, pero es buen amigo.

-Si ya lo creo… ¿falta mucho para llegar? –

Ese es Uriel, otro que entro en nuestra banda de amigos como nos hace llamar Casey.

-Creo que falta como dos horas más de camino –

Mateo era quien conducía la camioneta que era de su padre.

-Aquí dice en el mapa que está más cerca… no creo que sea para tanto Mateo –

Y por ultimo tenemos a Julio otro joven que junto a nosotros se prepara para un fin de semana a lo que Casey llama reventón seguro.

Somos nueve jóvenes que nos aventuramos a un fin de semana al que llama Casey de locura, recibió una invitación por e-mail sobre una feria cerca de un pueblo no muy conocido, para ellos esto es algo normal un típico fin de semana de desenfreno, pero para nosotros es algo nuevo, nunca habíamos salido a una feria, así que espero que todo esto sea tan divertido y valga la pena, ya que el permiso de nuestro padre fue muy duro de obtener y más duro fue para mí separarme de toda la tecnología que hay en casa… pero ahora tenemos que conocer más cosas de lo que nos rodea.

-Hey Leo, ¿Cómo hiciste para obtener el permiso? – Casey pregunta.

-Pues… no fue tan sencillo –

-Yo sé como se lo dio – Raphael intervino – solo prometió que nos cuidaría y así no lo pensó tanto –

-¡Vaya! Comienzo creer que de verdad Leo es tan perfecto como lo pinta Raphael – comento Uriel.

-Ni tanto… solo es mi hermano el intrépido – termino Raphael.

-Ya en serio, me duele la cabeza Raph – Mikey de nuevo – por favor baja el volumen –

-Mikey tiene razón – Mateo continuo – no me concentro en el camino así –

-Oye mateo – comenzó a reír Alexis – sonaste tal como diría Leonardo –

-Creo que la influencia del más cuerdo nos afectara –

-Hey Casey… yo no estoy loco – tuve que intervenir – no me metas en tu grupo de locos –soy Donatello el inteligente.

-Ni yo estoy cuerdo – arqueo una ceja – soy más responsable que o es lo mismo – se defendió Leonardo.

-Mi cabeza me sigue doliendo – de nuevo Mikey.

Una hora y media más de camino y con la discusión de que era más o no tan cuerdo y de las constantes quejas de Mikey por fin llegamos a nuestro destino.

-Llegamos por fin – dijo Mateo.

Todos nos bajamos de la camioneta y admiramos por unos momentos en silencio aquel lugar, lleno de luces juegos mecánicos y algunos puestos de juegos pequeños, aquel lugar parecía un paraíso ante nosotros, mis hermanos y yo solo veíamos el lugar, solo antes lo admirábamos por televisión, pero ahora era tan real que solo bastaba un par de pasos y lo estaríamos disfrutando.

Leonardo se paso un poco más al frente y leyó en voz alta aquel gran letrero que anunciaba el lugar.

-Bienvenidos al sacrificio de diversión – hizo a un lado su pelo – qué modo de llamar la atención, no me gusta el nombre… –

-Que importa como se llame el lugar Leo – Casey le dio una palmada a mi hermano – diversión… aquí vamos –

-Iujuuu – grito Mikey – andando que esperamos –

-Bien – Raphael se estiro un poco – espero y haiga muchas chicas –

-Ya deja de pensar en eso – Alexis se abrocho su cinta del tenis – después de todo tu hermano te las gana –

-Pero Leonardo no les hace caso – Uriel se peina – así me las pasa a mí, después de todo soy el galán del grupo –

-Si, como no – André se pone su sudadera – aquí el galán soy yo –

-Para galanes de este grupo de feos – Mikey se agarro su pelo y los miro en todo arrogante – ese tengo que ser yo, soy el más lindo, tierno, simpático… -

-Desesperante y esta por demás decir que nada presumido – Raphael termino su frase.

Todos reímos ante el comentario y empezamos a entrar a la feria… esperando que todo fuera la diversión que soñamos… pero la cara de mi hermano Leonardo me dejo preocupado, el siempre a tenido el don de saber cuando algo terminara mal o simplemente que algo no anda bien en el ambiente, entramos empujándonos unos a otros jugando y riendo esperando que sea el fin de semana más divertido de nuestras jóvenes y nuevas vidas y que nunca olvidemos ese fin de semana… nunca.