Hola! este es mi primer Fanfic asi que no soy muy buena en estas cosas jijij! espero que les guste!
La historia comienza 7 años después de la guerra. El mundo por fin se dio un respiro de la guerra, aunque todavía no hay completa paz en el. Como leerán Aang y Katara gozan de su luna de miel( muy merecida) lo que les dará una ligera pista a nuevos problemas en la Nación del Fuego y en la nueva Ciudad Rupublica.
Capitulo I: La Luna de Miel
Aang
Comienzo a caminar y cada paso que doy siento como la arena debajo de mis pies comienza a humedecerse. Es una cálida tarde en la Isla Ember, donde he pasado los últimos días en nuestra luna de miel. Todavía recuerdo claramente aquella noche como si fuese sido hace unos segundos.
*flashback*
-¿Nervioso?- pregunto Zuko dándome una palmada en la espalda mientras termino de acomodar mi túnica naranja.
-Emocionado…- le corregí con una sonrisa –No puedo creer que hoy me case-
-Si… ya era hora, déjame decir que Katara y tú han pasado por mucho, ya era tiempo en que por fin tengan un poco de felicidad- dice mi amigo dándome una sonrisa, esa sonrisa de la que raras veces llego a observar en su rostro. Solo en momento de verdadera felicidad llega a ser adornada así.
-te agradezco que estés aquí Zuko- le digo con una inmensa felicidad
-¡Que va! Eres mi mejor amigo. No me perdería este momento por nada- me dice
Ambos bajamos hasta el jardín del Templo del aire del sur, después de varios meses de ardo trabajo en reconstruirlo por fin vuelve a ser el mismo de antes, bueno casi. El jardín que da vista a un lejano y hermoso atardecer entre las montañas hace ver el lugar mágico y romántico. Se pueden observar flores por doquier, pétalos de rosas tirados en el corredor, las columnas del altar igual decoradas hasta ocultar el mínimo metal que se pueda ver. Todo es hermoso. Comienzo a caminar directo al altar y puedo observar los rostros de todos nuestros amigos llenos de esperanza y amor, desde mi viejo amigo el Rey Bumi hasta Gran Gran, la abuela de Katara, quien eboza una gran sonrisa al verme. Es una mujer encantadora y respetuosa, siempre vio lo mejor para Katara, cuando supo lo de nuestro compromiso grito de la alegría literalmente y nos abrazó a ambos con una enorme sonrisa en su rostro.
-hey, hey…- murmureo Sokkaa un lado mío golpeándome con su codo en mis costillas-Aang, tengo que decirte que te admiro. Te casaras con mi hermana y eso si es demasiado-
Dejo escapar una ligera risa
-Pero… estoy feliz. Por ambos- dice Sokka sonriendo
una felicidad llena todo mi interior ante el comentario de mi futuro cuñado, no puedo ocultarlo he tenido una enorme sonrisa desde hace meses, desde que Katara acepto en casarse conmigo que es inevitable ocultarla.
-Gracias Sokka. Te prometo en cuidar bien a Katara-
-De eso no hay duda… Aunque si no fuese así, bueno no dudare en golpearte- se ríe. – claro que no… creo que es más probable que ella te golpe-
Rodé los ojos
una calmada música con el cuerno sun-ki comienza a tocar, lo que me hace llamar la atención de inmediato hacia la puerta de salida de las escaleras del templo. Todos nuestros amigos comienzan a levantarse para recibir a la novia y mi corazón comienza a latir rápidamente. Una criatura sumamente hermosa, delgada de piel morena con unos ojos azules como el zafiro sale de la puerta del templo, me quedo inmóvil ante tanta belleza en una sola mujer. Su vestido blanco con algunas incrustaciones azules en el hacen que su piel morena resalte más y que pierda momentáneamente mi respiración. Hakoda toma delicadamente de su brazo bajando de las escaleras directo al altar. Puedo ver una dulce sonrisa de mi futura esposa que hace que mi corazón comience a derretirse.
-Se ve preciosa- me susurra Sokka
-Si, demasiado- suspiro sin dejar de mirarla
Katara llega hasta a mí y puedo notar un rubor decorando sus mejillas que la hacer ver más tierna que nunca. Detrás de ella puedo ver a Suki tomando el velo de la novia con delicadeza y lo deja a un lado para ocupar su lugar a lado de Toph, quienes son las damas de honor.
-Estoy orgulloso de ustedes chicos- dice Hakoda dándome la mano de su hija
los ojos de mi prometida se llenan de hermosas lágrimas y le sonríe a su padre. Miro a Hakoda agradecido de tan hermosas palabras y lo más importante agradecido de poder entregarme a su hija.
-Gracias señor- le digo
tomo la mano de Katara con delicadeza lo que hace que una corriente eléctrica me recorra por todo mí ser lleno de una felicidad indiscutible. La amo, la amo con todo mí ser, con toda mi alma. Poso mi mirada en sus bellos ojos azules y no puedo creer que este momento sea real, parece como un sueño, es real ella está aquí y yo también y hoy por fin seremos marido y mujer.
-Te ves hermosa- le susurre lo que hizo ruborizarla a un más y a mí en cortar mi respiración.
Un hombre vestido elegantemente de azul como la Tribu del Agua del Sur comienza la ceremonia como tradicionalmente es en su nación. Ese fue el trato que hicimos Katara y yo. Ella quería una boda en la Tribu del Agua pero yo anhelaba en casarme en Templo del Aire, aunque a los pocos minutos acepte en tener una boda al estilo Tribu del Agua ella tuvo la mejor idea de todas. Casarnos en el templo pero al estilo tribu del agua, esa idea nos llenó a ambos de felicidad y a los pocos días ella y Suki comenzaron unos ligeros planes de boda.
-Tú también… te amo- me susurra de respuesta y sonríe.
-Yo también te amo- le contesto con una enorme sonrisa y entrelazo nuestros dedos.
Tengo la ligera sensación que mi corazón tendrá un paro cardiaco a tanta belleza y tanta dulzura que he visto hoy. La ceremonia pasa más rápido de lo que me imaginaba, podía escuchar los ligeros sozollos de nuestros amigos detrás de nosotros pero mi mirada era especialmente a Katara. Cuando el hombre de la tribu menciona las palabras "Katara ¿Aceptas al Avatar Aang como su esposo?" mi corazón bombeo toda la sangre existente en mí en menos de un segundo.
-Sí, acepto- dijo Katara mirándome con dulzura
en ese momento ya deseaba besar sus delicados y finos labios sin importar quién nos viese o que dirían pero la pregunta me seguía.
-Avatar Aang ¿Acepta a Katara como su esposa?-
-Sí, claro que acepto- dije rápidamente
Katara se ríe dulcemente ante mi rápida respuesta, música para mis oídos.
Llevamos también una pequeña tradición del Reino Tierra en entregar anillos que unieran simbólicamente nuestro amor. Toph fue la encargada de darnos los anillos que ella misma hizo, eran de un metal sumamente hermoso y único. Le puse su anillo a Katara y ella a mí. Mi corazón latía de felicidad y emoción mi alma se sentía en el paraíso, me sentía completo. Ella me completaba. Cuando por fin el hombre dijo "Puede besar a la novia" no lo dude ni un segundo. Tome de la cintura de mi ahora esposa y uní su cuerpo junto al mío al igual que uniendo nuestros labios en un dulce y apasionado beso. El beso de mi vida. Podía escuchar sus latidos al igual que los míos ambos latiendo al mismo ritmo. Por un pequeño momento solo estábamos ella y yo y todo era perfecto.
*fin del flashback*
Siento unos delicados y cálidos brazos rodeándome por detrás, me giro y miro a Katara con una sonrisa. No la escuche venir a mí.
-¿Listo para nadar?- me dice sonriendo
asiento
me toma de la mano llevándome al agua y presto atención al traje de baño que lleva puesto, un color azul y de dos piezas que hace llamar la atención a su delicada y escultural figura. La tomo de la cintura y cargo de ella en marcha nupcial, lo que la hizo carcajearse de felicidad y me besa la mejilla.
-No me dejes caer- me dice tomándome del cuello
Me rió
Comienzo a caminar más profundo hasta saber que tenemos toda la privacidad posible, aunque la tenemos. Zuko nos dio un regalo de bodas y a la vez una propuesta. Pasar toda una semana en la Isla Ember hospedados en la ahora re modelada casa de verano del Señor del Fuego con toda la atención de sus sirvientes y a la vez con toda la privacidad y lo más importante olvidarme de mis responsabilidades como Avatar por una semana y gozar de mi luna de miel. Dude por unos segundos pero al imaginarme estar con Katara juntos en esas hermosas playas me hizo aceptar.
Bese a mi esposa en sus delicados labios lo que pasa de ser un dulce beso a uno apasionado y feroz. Ella toma de mi cuello uniéndome más a ella ahogándome en su delicioso aroma, unos segundos después comienzo a besar su cuello al más fino tacto de mis labios y ella gime dulcemente. La deseo. La quiero unida a mí eternamente.
Antes de darme cuenta una bola de agua cae justo en mi cabeza empapándome y haciendo reír a Katara que comienza a alejarse de mí delicadamente.
-Cariño, hace falta un maremoto para tirarme- levante las cejas bromeando.
-Eso lo veremos cariño- dice y se pone en posición de ataque
sonrió y me pongo en posición esperando el primer ataque sorpresa, sus brazos y su pecho llegan a posar misteriosa y sensualmente que me hace perder la concentración. Una gran capa de hielo cubre la mayor parte de mi cuerpo y una risita sale de Katara.
-muy astuta- le digo
doy un giro de 360 grados deshaciendo el hielo de nuevo en agua, Katara comienza a lazar bolas de nieve y yo convierto el agua del hielo en un látigo de agua que ella lo congela en segundos y cae al mar.
-Cariño, hace falta más de un látigo para tirarme - me imita entre risas
Me rio y comienzo a hacer un pulpo, Katara comienza a lanzar flechas de hielo hacia a mí que termino esquivando muy fácilmente con un látigo, mientras que con otro la tomo de la cintura y la jalo hasta a mí. Ella hace una mueca al ver que quedó atrapada. Puedo escuchar su ligero jadeo y su piel mojada brillando con el sol me hace querer comerla a besos.
-Muy gracioso. Pero esto no termina- me susurra al oído
Junta sus brazos detrás de mí nuca y me besa, tomo de su espalda uniéndola a mi profundizando el beso cada vez más, mi corazón comienza a quemar por dentro sus besos son como un combustible que me hace seguir y seguir. Siento como el agua comienza a bajar de mi cintura y cuando abro ligeramente los ojos veo que ya estamos cerca de la orilla de la playa, estuve tan concentrado en sus besos que olvide que comenzaba a caminar de regreso. El cuerpo de mi esposa prácticamente cuelga de mí como un mono mientras que yo la sostengo de su espalda y trasero. Entre risas comienza a besarme el cuello que me hacen sentir un suave hormigueo. Camino hasta dejar atrás la playa y acercarme a la enorme casa de verano. Entre besos y caricias entramos a la casa, solo se escuchar el latido de nuestros corazones acelerados y nuestras respiraciones. Así que deduzco que se encuentra vacía. Separamos nuestros labios un momento para tomar todo el aire posible, Katara comienza a jadear y yo le comienzo a besar el cuello con dulzura. Ella comienza a reír de cosquillas.
-¡Ahí no! Tengo cosquillas- murmura entre risas
Me rio ligeramente ruborizado.
Me vuelve a besar, aun no puedo creer que tan hermosa mujer sea mía, sus caricias en mi espalda y sus dulces labios sabor a frutas del desayuno me hacen querer desear vivir este momento por toda mi existencia. Cuando llegamos a la habitación la bajo ligeramente acostándola sobre la cama que termina mojada en cuestión de segundos por su sedoso cabello. Me inclino ante ella empapándola con mi cuerpo.
-¿Quieres hacer esto?- le susurro dulcemente al oído. No hare algo que ella no quisiese.
-Si Aang. Lo quiero- Katara asiente ligeramente con una enorme sonrisa en su rostro. Esa sonrisa que me vuelve loco.
Una dulce caricia me recorre por la espalda haciéndome temblar, miro sus ojos tan dulces y tan excitantes al mismo tiempo esos enormes zafiros que me hacen suspirar. La beso en la frente y después en la nariz hasta terminar en sus dulces labios que me dan una gran bienvenida, una tan dulce y cálida, me uno cada vez más a su cuerpo pero con el cuidado de no aplastarla y sus manos me recorren toda la espalda haciéndome perder el control de mí mismo. Levanto ligeramente a mi esposa y comienzo a quitar la parte de arriba de su traje de baño, cuando de repente se escucha un golpe detrás de la puerta como si un enorme jarrón o más bien todo un enorme espejo cayera y se hiciera añicos en el suelo.
- Aang, ¿Qué fue eso?- susurra Katara con preocupación.
Aun jadeando miro mi cabeza en dirección hacia la puerta. Otro objeto al parecer pesado hace un enorme ruido que me hace sospechar. Fruncí el ceño ligeramente.
-Quédate aquí ¿de acuerdo?- le digo a Katara quien ya tiene una mirada de preocupación
Abro ligeramente la puerta asomándome para ver al alboroto que se escucha pero para mi sorpresa todo se encuentra solo y destruido.
-¿Qué está pasando aquí?- exigí saber pero solo el silencio me contesto
el enorme espejo que se encontraba en el pasillo ya es añicos plasmando todo en el suelo. Hago un ligero movimiento de aire-control para remover los vidrios rotos del camino. Comienzo a caminar hacia el salón principal de la casa y puedo observar que absolutamente todo está destruido ¿Qué paso aquí en estos 20 minutos?
-¡¿Hola?!-
Nadie contesta
Con mi tierra-control comienzo a sentir las vibraciones de toda la casa y para mi desgracia descubroque no se encuentra del todo vacía. Una enorme flama viene directo hacia a mí desde la ventana y al deshago con un movimiento de aire- control. Un hombre alto cubierto de la cabeza a los pies de negro entra saltando desde afuera y comienza a lanzar más y más flamas incendiándolo todo. Comienzo a apagar cada flama que lanza con aire-control.
-¿Quién eres?- le grito
el hombre contesta con otra bola de fuego y me protejo de una pared de piedra. Este salta justo arriba de mí y sin pensarlo lanzo una onda de aire pero la esquiva rápidamente.
-¡Fuera el Avatar!- grita a todo pulmón -¡Fuera el Señor del Fuego Zuko!-
mis ojos se abren como platos por unos segundos al escucharlo y le lanzo otra onda de aire que lo hace golpear la pared. Corro hasta el antes de que intente hacer otra cosa y otra flama sale de la ventana, esta vez una mujer se cruza en mi camino lo que me hace detenerme de golpe antes de chocar con ella. Ella saca una flama de su puño directo a mi estómago lo que me hace retroceder a un más y caer al suelo. Soplando para apagar la llama y haciéndola volar al techo y de regreso al suelo con un ligero golpe en su cabeza pero sin importancia porque cae a pocos metros de mi con las manos en puño.
-¡Aang!- escucho a Katara en el balcón observándonos con sus brazos con agua.
El hombre la mira con atención y comienza a correr hacia Katara casi trepando la pared con facilidad. Me levanto rápidamente y uso mi tierra control para hundir a la mujer hasta la cabeza que comienza a gritar de desesperación mientras corro a salvar a mi amada.
-¡Katara cuidado!- le grito
El hombre le lanza una bola de fuego a Katara que la apaga con facilidad evaporando su agua, con el otro brazo de agua toma el brazo del hombre elevándolo hasta golpear con el techo pero él se defiende lanzando otra bola de fuego justo frente a ella y en ese momento me interpongo entre la bola y ella apagándola con facilidad con aire-control y quemándome un poco mi pecho.
-¡Aang!- grita Katara
Gruño de dolor y miro al hombre levantándose del suelo e intentando escapar por el pasillo.
-Ah no. ¡Tú no escaparas!- gruñe Katara lanzando la última reserva de agua hacia el hombre golpeándolo y congelándolo en la pared.
-Aang… ¿estás bien?-
Asiento levantándome levemente. Aunque eso no es suficiente para calmarla porque se queda observando la quemadura en mí pecho.
Katara comienza a caminar con los puños cerrados y una mirada de completo odio hacia el hombre.
-¡¿Quién carajos eres?! – le gruño
parpadee dos veces al escuchar el lenguaje de mi esposa.
Me acerque al hombre y lentamente tire de su capucha descubriendo su rostro. Es un hombre joven mayor que nosotros. De unos veintitantos quizá o teintaipocos. De cabello castaño y ojos azabache sumamente fríos. En sus labios dibujan una enorme sonrisa pero no una sonrisa alegre si no que esta es más como vengativa.
-¿Quién eres?- le dije seriamente- ¿Y qué quieres?-
El hombre comenzó a reír como un verdadero lunatico.
-¡Fuera el Avatar!- grito mirando el techo - ¡Fuera el Señor del Fuego Zuko! -
Katara lo mira con odio y curiosidad ante lo que acaba de gritar.
-¿Por qué dices eso?- le digo
- El vendrá. El hará temblar todo el mundo ante su poder. El acabara con el Avatar y la Nación del Fuego-
Capitulo II muy pronto...
Comenten! aunque sean criticas siempre son buenas! :)
