Holo! Este es un one-shot para la semana IchiHime en español.
Disclaimer:Bleach no me pertenece.
IchiHime Week: Día 2 - Gardenias
Her Flowers
Por Megumi Kurosaki
Orihime POV
Las flores.
Ellas sí que son hermosas, a pesar de que ya no es usual regalarlas, que es absurdo para algunos é inclusive que no siempre es bueno regalar algo que dura menos de una semana, hay que admitir que son hermosas. Ya sean rosas, jazmines, margaritas, camelias, claveles ó... ¿qué otras hay?
Oh, si, las gardenias. Probablemente son mis flores favoritas en todo este mundo ¿y por qué no lo serían? Son un deleite. Todo ser viviente con los cinco sentidos en orden lo sabe.
Ah, cómo me gustaría tener un ramo de gardenias en este instante para volverme loca con su aroma; la verdad, lo que en realidad quisiera es que Kurosaki-kun me regale unas gardenias pero ¡el universo es tan cruel! Él jamás haría eso y mucho menos debe saber que esas flores son mis favoritas, por lo cual no tiene caso ilusionarme ni nada por el estilo.
— Inoue — por alguna razón escuchaba que alguien me llamaba. —Inoue — ahí esta otra vez, ¿será algún hombrecillo azul que esta dentro de mi cabeza? — ¡Inoue! — el grito del chico en el cual estaba pensando hace unos momentos hizo que me sobresaltara y ahí estaba él, Ichigo Kurosaki, quien me miraba con sus penetrantes ojos marrones y su siempre cómico ceño fruncido.
— ¿Qué sucede, Kurosaki-kun? — pregunté con una sonrisa que lo sorprendió.
— ¿Cómo que qué sucede? Te estoy hablando desde hace rato y no contestas, ¿en qué tanto andas pensando? — me dijo esto con una leve molestia aunque la ultima pregunta sonó con algo de... ¿curiosidad?
— Oh, pensaba en el próximo número del manga que estoy siguiendo. No puedo esperar — dije simplemente. No le iba a decir que estaba pensando en él y la extraña idea de que me regale flores.
— Inoue, eres muy extraña — él suspiró. — Necesitaba preguntarte si tienes hecha la tarea de física.
La pequeña esperanza de que él me pidiera salir se desvaneció en cuando dijo eso. ¿Por qué tenia que ser así a veces? Dejándome triste con esas simples palabras.
— Claro, aquí tienes — le pasé una hoja y su cara sonrió al sostenerla.
— Gracias, Inoue. Te la alcanzo después — se marchó hasta su pupitre.
— Está bien, Kurosaki-kun — esto ultimo lo susurré, así que nadie pudo escucharme.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Ya habíamos salido de la escuela con Tatsuki-chan y nos dirigíamos a su casa, aunque antes compraríamos algo de comer ¡mi estomago hacía tanto ruido que creía que me comería a mi! Mientras caminábamos, le conté sobre mi ilusión de que Kurosaki-kun me regale mis flores preferidas.
— ¡¿Qué te regale que?! — gritó mi amiga, por un momento creí que todos en la calle nos estaban mirando.
— Eh... gardenias — dije inocentemente.
— Orihime, sé que quieres a ese idiota de Ichigo pero no pienses ni imagines que pasarán esas cosas, ya que terminarás triste por su culpa y si eso pasa, yo... — sabía que Tatsuki iba a amenazar a Kurosaki-kun de muerte, pero en ese instante deseaba interrumpirla.
— Yo quiero esperar algo de su parte... pero, tienes razón. Kurosaki-kun jamás haría algo romántico por mi — miré hacia abajo y por un momento pensé que iba a llorar. Tatsuki-chan notó esto.
— No es necesario que tengas que esperarlo. Tú sabes — dijo.
— ¿A qué te refieres? — pregunté con curiosidad, mirándola con un poquito de ilusión.
— Podrías regalarle tú a él. No es usual pero puedes intentarlo — lo pensé. Créanme que lo pensé mucho... durante cinco segundos, por supuesto. Una sonrisa se asomó en mi rostro y Tatsuki-chan me miró sin entender. Levanté mi brazo decidida, lo iba a hacer sin dudas.
— Tatsuki-chan, ¿podrías esperarme en tu casa? Tengo algo que hacer antes — le comenté.
— Si, claro, ¿qué tienes que hacer?
— Yo... ¡voy a regalarle gardenias a Kurosaki-kun! — le contesté para luego dirigirme rápidamente hacia donde queda la residencia Kurosaki, dejando a Tatsuki-chan perpleja.
— ¿Regalarle gardenias... a Ichigo? — fue lo que escuché no muy claramente. — ¡Oye, Orihime, espera! No hagas nada.
Admito que la escuché a lo lejos, pero no pude parar, ya estaba decidida. Ojalá Tatsuki-chan me perdone por eso. Cuando estaba a punto de llegar, mi mente reaccionó, ¿cómo es que iba a regalarle gardenias a Kurosaki-kun? No puedo creerlo, qué tonta soy.
¡Había olvidado comprarlas!
No podía ir a la casa de Kurosaki-kun sin las flores. Paré en seco a pesar de estar a una cuadra de llegar a la casa y doble en una esquina al ver una florería, ¡qué casualidad! Entré y una mujer muy hermosa me atendió.
— Bienvenida — me dijo, tenía cabellos negros y unos grandes ojos marrones — ¿En qué puedo ayudarla?
— Oh, si. Quisiera un ramo de gardenias, por favor — sonreí. — el más hermoso que tenga.
— ¿Es para alguien especial? — me preguntó mientras agarraba el ramo. No pude evitar sonrojarme un poco y asentí. Le pagué, me retiré y volví en dirección a la casa de Kurosaki-kun.
Cuando estuve en la puerta, me entró algo de miedo. Si, tenía el ramo más hermoso en mis manos; si, estaba a un paso de tocar el timbre y si, estaba decidida pero... mi cabeza solo pensaba en el rechazo. ¿Qué pasaría si Kurosaki-kun me rechaza y no acepta las gardenias? ¡No, no, no! No debo pensar tan negativamente en un momento así.
¿Lo hago? ¿Lo hago? Si, lo hago.
Tragué de forma pesada y, con mi mano completamente nerviosa, al fin toqué el timbre y no pasó mucho tiempo para que Yuzu-chan me abriera con una gran sonrisa.
— Orihime-chan, qué gusto verte — me dijo su hermanita. — ¿Qué te trae por aquí?
Me lo dijo al mismo tiempo que me hacía pasar.
— Eh... — no hice mas que sonrojarme y mirar hacia otro lado. — ¿Kurosaki-kun se encuentra en casa?
Oh, Yuzu-chan vio las flores, ¿me dirá algo al respecto? Está sonriendo, ¿eso es bueno? Supongo que es bueno pero...
— Iré a buscarlo, no me tardo — se fue hacia la habitación de Kurosaki-kun al parecer. Escuché que hablaban, pero no mucho ya que Kurosaki-kun apareció antes de lo que yo pensé.
— Oi, Inoue — me dijo mientras se acercaba. No llevaba el uniforme, sino unos vaqueros y una camiseta roja que lo hacia ver muy bien. — ¿Sucede algo?
Todo ese tiempo mantuve el ramo detrás mío para no levantar sospechas antes de tiempo, pero ya era momento de dárselas, no quedaba otra alternativa.
— ¡Acéptalas, por favor! — le dije haciendo una pequeña reverencia al entregar el presente. No vi su reacción, no quería verla, probablemente por el susto. ¿Estaba molesto? ¿sorprendido? ¿contento? Por Dios, ¿por qué no decía nada? Todo mi cuerpo temblaba y por un segundo creí que me desplomaría en el suelo junto al ramo de gardenias que todavía estaba en mis manos. Entonces, cuando estaba a punto de llorar, Kurosaki-kun agarró el ramo y yo abrí mis ojos enormemente para luego enderezarme y verlo.
Estaba sonrojado. Si, lo estaba. Kurosaki-kun se había sonrojado.
— I-inoue... yo — él solo miraba las gardenias y trataba de articular algunas palabras pero no lo lograba y eso no ayudaba en nada a mi corazón.
Nos miramos pero no mucho tiempo. Ya no lo soportaba.
— N-nos vemos mañana, Kurosaki-kun — me despedí rápidamente y abrí la puerta que curiosamente estaba sin seguro y huí velozmente, sintiendo que yo no tenia nada más que hacer allí.
Fin Orihime POV
Ichigo se sorprendió al ver a su compañera huir de esa forma, por lo cual tardó en reaccionar.
— ¡Aguarda, Inoue! — pero no, la pelinaranja ya se había ido. Estúpido Kurosaki.
Él suspiró pesadamente sin saber qué hacer pero entonces recordó el regalo de su amiga. Sostuvo el ramo cerca de su nariz para poder sentir ese maravilloso aroma.
— Gardenias — dijo sonriendo. — Las favoritas de Inoue.
Ya llamaría a Orihime a la noche pero, mientras, pondría las flores en agua.
FIN.
Muchas gracias por leer! Ojalá les guste.
Good bye
