En el año 2050 el efecto invernadero, logro colapsar el sistema del planeta tierra. Aun con la tecnología desarrollada con el tiempo, no fue posible hacer mucho, el derretimiento de los polos era inminente. Pero lograron instalar con el tiempo que quedaba grandes islas artificiales, que simulaban un continente del porte de Australia. Mucha gente vivía allí, en total habían 148 continentes artificiales, mas de 300 colonias; islas de menos tamaño, y por ultimo alrededor de 50 clanes; que correspondían a naves voladoras que funcionaban a base de agua. En el mundo quedaban solo 3 puntos sobre el nivel del crecido Mar; parte de la Cordillera de los Andes, Algunos picos del Everest, y una torre de piedra que se formo a causa de un movimiento sísmico, en el 2023, año que según algunas civilizaciones de antaño, consideraban como el fin del mundo. Pero no ocurrió el fin del mundo, pero si la muerte de una gran cantidad de personas alrededor del mundo. Japón desapareció, por ser una zona de la placa tectónica que era mas débil, y se hundía año tras año. La gran torre de piedra nació de ese punto, llevándose un trozo de Corea, y provocando una depresión en el lecho marino que llegaba hasta el manto. El caos fue total, el mar se evaporaba poco a poco, pero a fin de cuentas las bestia del fondo del mar se extinguió, y nadie pensó que unos años después casi todo quedaría bajo el agua, y criando nuevas especies marinas.
Algunas personas crearon las distintas naves, colonias, e islas, para reubicar alas pocas personas que quedaban de Japón, Korea, y otros países que se habían hundido en el incidente.
Ya en el 2500 apenas se recuerdan las plantas y otras cosas, la gente vive de plantas marinas, y fauna marina. Solo en los clanes se criaban aun plantas, árboles, y otros seres vivos.
Gabriele nació en una colonia, y como en las todos los tipos de naves, la vida era dura. Le dieron ese nombre con la esperanza de que fuera un ángel, y pudiese comprometerse con algún chico de los Clanes, y pudiesen tener algo de ayuda de parte de los hombres que vivían en el cielo. La criaron con varios maestros de distintas artes, le enseñaron todo lo que se podía dentro de una Colonia.
Quizás los rasgos de Gabriele no eran exactamente los de un ángel, tenia el cabello negro, mas bien gris oscuro, piel casi blanca, labios muy pálidos, y ojos también grises con un leve brillo. Siempre la hacían vestirse de blanco, y usar joyas o instrumentos de plata o color plata.
La entrenaron con los mejores instructores, y ella se comportaba según los instructores le ordenaran. Casi nunca por voluntad propia, solo acataba ordenes.
Pasaba el tiempo, y pareciera que Gabriele estaba hecha para ser una especie de esclava que obedecía cada palabra que le dieran, mientras fuera algo posible y sensato. Lo único que estaba en su voluntad era considerar si era bueno o malo.
No pasaba mucho tiempo con sus padres, peor aun así, amaba a sus padres. Eran las únicas personas que no le ordenaban nada, eran las únicas personas que la trataban como tal, no como una especie de mercancía. Eran las únicas personas que consideraban como ella se sentía, que mostraban algún sentimiento a parte del de ordenar alguna cosa. Realmente amaba a sus padres.
Y pasaron los años...
