Sé que debo terminar mi historia anterior, pero la inspiración para ello no llega así que por casualidad me he encontrado con esta extraña pareja así que me he decidido a escribir sobre ella. Espero que os guste y me dejéis un reviews, por lo menos y que si son dos os agradeceré más.


Estaba en uno de los múltiples cuartos de ducha compartidos de NYADA, acaba de ducharme por lo que cerré el grifo y abrí la puerta de la ducha para encontrarme con una chica que me miraba de forma extraña, y solo fue al descubrir que yo también le miraba que desapareció, lo cual me dio algo de tiempo para ceñirme la toalla a la cintura.

Camine hacia donde ella lo había hecho y la encontré sacando unas cosas de una pequeña bolsa, la chica estaba de espaldas a mí, por lo que me acerque a uno de los muchos lavamanos que estaban allí.

—Hola. Eres novata, ¿no? — le pregunte haciendo que ella me mirase con una sonrisa en su rostro, por lo que yo también sonreí.

—Sí, soy Rachel Berry — dijo antes de continuar con lo que hacía — estoy especializada en el teatro musical.

—Yo también — le comente — Brody Weston, soy de tercero — le guiñe el ojo y ella se ruborizo.

—Hola — dijo apartando la mirada de la mía, por lo que me gire hacia el espejo para no incomodarle.

—Bueno, has sobrevivido a tu primera clase con Cassie, así que debes ser buena — dije para iniciar conversación.

—¿Siempre es tan horrible? — me preguntó mientras se peinaba el cabello. No pude evitar reír ante su comentario.

—Sí, es dura — dije encogiéndome de hombros — pero no habría tenido ese concierto de coro en la reanimación de Working el verano pasado — dije mientras revisaba el aspecto de mi cara, por si me había afeitado mal o algo así — si no me hubiera presionado tanto.

—¿Has estado en Broadway? — ella parecía realmente impresionada ante mi confesión.

—Trabajador del acero número tres — hice una pequeña reverencia a modo de presentación.

Ella sonrió, debo confesar que para apenas llevar 5 minutos de conocerla su sonrisa comenzaba a gustarme

—La obra duró, al menos, tres funciones, pero aun con todo…— quise restarle algo de importancia encogiéndome de hombros —. A mí también me gusta venir aquí por la noche

Su sonrisa, ¡demonios! Pensé mientras le miraba y ella continuaba trabajando con su cabello.

—La gente me lo hace pasar mal por mi ritual hidratante — dije mientras guardaba mis artículos personales en mi maleta.

—A mí también — confesó mientras terminaba de arreglar su cabello.

—Somos actores, ¿no? — Ella asintió — nuestra piel es como nuestro pincel y nuestro lienzo — eso hizo que ella riera y por lo tanto también yo.

—En realidad, últimamente no estoy durmiendo mucho — me miró — Lima, en Ohio, no es una ciudad muy ruidosa — dijo algo avergonzada —. Pienso que cuesta un poquito acostumbrase, pero… Sí.

—Estarás bien — le alenté, di un paso hacia ella y el desconcierto apareció en su rostro, hermoso por cierto —. Recuerda, estás aquí porque eres la mejor entre las mejores — mi voz se volvió seria —. Empieza a creerlo.

Me di la vuelta y camine un par de pasos.

—Y en caso de que te estés preguntando… — me gire para verle y sonreí — que lo estabas haciendo… — dije al ver su rostro — soy hetero.

Sonrió asintiendo ante mi respuesta por lo que me di la vuelta y salí del lugar. Comienzo a creer que esa tal Berry terminara siendo algo complicado en mi vida.

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Ahora estábamos en el salón redondo, grata sorpresa fue ver llegar a Rachel y sentarse a mi lado, sonreí mientras ella tomo asiento y me regalo su maravillosa sonrisa.

—Alumnos antiguos. Bienvenidos de nuevo — dijo la profesora — Nuevos estudiantes, bienvenidos a la sala redonda — señaló el lugar —. La acústica es perfecta y no hay esquinas. Lo que significa que aquí no hay donde esconderse.

Esta clase era una de las pocas donde uno se puede relajar. Rachel sonreía, supongo que esto le gusta.

—Es el primer año que los estudiantes tendrán la oportunidad de cantar en público dos veces — aclaro —. La primera vez hoy, el debut.

—También conocido como "La cosecha de primer año" — le susurre a Rachel, quien me miró sin entender.

—Y la segunda vez, en la muestra de invierno al final de semestre — hizo una pausa para darle suspenso a la situación — si sois invitados — caminó hacia donde estábamos sentados — ¿Podemos comenzar? — pregunto mientras se sentaba.

Rachel parecía algo relajada y yo no podía dejar de mirarle de reojo.

—Beatrice McClaine — dijo mientras revisaba su tabla de apuntes.

Una chica rubia se puso en pie y camino hacía el escenario.

—Mi nombre es Beatrice McClaine y cantaré "Ave María" — dijo con voz delicada a la audiencia — escrita por Franz Schubert.

Mire a Rachel, le sonreí y ella hizo lo mismo. La chica comenzó a cantar, apenas habían salido dos palabras de su boca cuando…

—Detente — dijo la profesora —. Cuando te acepté en NYADA, ¿Qué es lo que te dije que tenías que hacer? — Preguntó — Que debías practicar todo el verano — respondió ella misma

—Lo hice — intento defenderse la chica.

—No lo hiciste — le espeto molesta —. Creo que debes practicar un poco más e intentarlo en diciembre.

La pobre chica salió llorando del lugar.

—¿La acaba de cortar? — me preguntó Rachel por lo bajo.

—Suele ocurrir — dije despacio, lo último que quería es que ella se preocupara ahora por eso.

—Rachel Berry — le llamo la profesora.

Ella tardo un poco en ponerse de pie, pero cuando lo hizo se giró hacía mi por lo que le sonreí en señal de apoyo.

—Impresióname — le dijo la profesora cuando Rachel estuvo en el escenario. Por un momento su mirada se fijó en mí, sonreí dulcemente y asentí para ayudarle a continuar.

—Hola — dijo sonriendo, quizá algo nerviosa —. Soy Rachel Berry y cantaré "New York State Of Mind", escrita por Billy Joel — sonrió — popularizada por la señorita Barbra Streisand.

La música comenzó a sonar y poco después la voz de Rachel la acompaño. Ahora que le escuchaba cantar descubría que detrás de esa maravillosa sonrisa también se encontraba una voz estupenda.

¿Es que acaso esta mujer podría ser aún más perfecta? Me pregunte mientras sonreía excitado por su excelente demostración.

No pude evitarlo, cuando termino de cantar me puse en pie y aplaudí ante la mirada exhorta de los presentes, pero sin dejar de mirar a Rachel quien ahora me sonreía, ni siquiera me importo que la profesora se girase a mirarme e indicarme con esa mirada tan severa que me sentase.

—Bien — dijo la profesora volviendo su atención hacia Rachel.

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Caminaba por Central Park cuando me percate que Rachel estaba allí sentada en una de las bancas.

Me acerque a ella y pude ver que sostenía su móvil, en el aparecía la foto de un chico por lo que algo en mí se estrujo, ¿Cómo es posible que sienta celos si le conozco de hace apenas unas horas?

—¿Ese es tu novio? — le pregunte haciendo que ella se girara para verme.

—Hola — dijo sonriéndome antes de volver a mirar su móvil —. Si, este es Finn — pero su tono de voz cambio ligeramente —. Está en el ejército así que, en realidad, no hemos hablado mucho últimamente.

Mientras ella me contaba eso yo aproveche para sentarme a su lado.

—Tenía novia en casa cuando empecé en NYADA — suspiré —. Duramos seis semanas.

—No, eso no nos pasará a nosotros — se defendió —. No le voy a volver la espalda.

—¡Oh! Nadie ha dicho que lo hagas — dije sonriéndole —. De todos modos, he venido a decirte — comencé a cambiar de tema — que has arrasado en la clase de Tibideaux — ella me miró sonriendo —. Buen trabajo.

—Gracias — pude ver que se ruborizo levemente —. Ya sabes, es solo que salvo cuando estaba cantando esa canción, nunca me he sentido tan fuera de lugar como aquí — me miro —. Tan sola — dijo y suspiró con pesadez —. Empiezo a sentir como si estuviera a punto de vomitar todo el tiempo.

Apenas termino la frase ambos reímos, realmente necesitaba saber que me pasaba con Rachel.

—Bueno, es solo que te estás convirtiendo en una persona diferente — dije sonriéndole un poco —. Para eso viniste a New York — ella me miró —. Para ser una chica nueva y mejorada.

Ella pareció dudarlo y movía su móvil entre sus manos, parecía nerviosa.

—Déjame ver tu móvil — dije quitándoselo de las manos y comencé a buscar la aplicación de la cámara —. Vamos a tomar una foto.

A ella pareció agradarle la idea, incluso hizo una pose mientras tomaba la foto.

—Déjame ver — dijo por lo que le mostré la foto.

—Sales bien — le dije sonriendo y ella se ruborizo nuevamente —. No luches contra tu nueva yo — le aconseje — porque lo que he visto, va a tener que patear en serio — cogí una de sus manos con la mía — y añadir nuevos recuerdos a los viejos.

Ella miro nuevamente su móvil por lo que me puse en pie y sonreí.

—¿Te acompaño a clase? — le ofrecí extendiéndole la mano para que se pusiese de pie y ella sonrío antes de aceptarla.

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Después de dejar a Rachel en su clase me apresure a llegar a la mía, ya llegaría el momento de verle de nuevo. Camine sonriendo por los pasillos, parecía un chaval de nuevo.


Gracias por leer, os agradeceré más si me dejáis un reviews, o dos ;) Besos y abrazos, nos leemos luego.