Una vez más me desperté sudando y con lágrimas en los ojos, llevaba varios días así y sin distinguir un día de otro. Me sentía vacío.
Flashback
-Deberías de divertirte más- me sonreía como si compartiera un secreto conmigo-.
-Y tú deberías de trabajar más-.
-Pero yo tengo un asistente, tú no-.
-Mientras yo sepa cómo hacer las cosas, no necesitaré de nadie para que las haga por mí- no me había fijado y se acercó a mí, me levantó el mentón y me besó-.
-Pues deberías contratarme para enseñarte a besar- sonrió y se alejó de mí, le detuve y le bajé un poco para regresarle el beso-.
-Eres muy molesto- su cara de sorprendido me lo decía todo, luego sonrió dulcemente y se acercó abrazándome cálidamente-.
-Yo también te amo- me dio un beso en la frente, cubrí mi rostro en su pecho y sonreí-.
End flashbak
Me senté a desayunar, alcé la vista y ahí estaba su taza; levemente sonreí, me puse a ver el vacío, escuché que se cayó algo sacándome de mis pensamientos, era mi gato, tiró una foto que me tomé con él, la levanté y la puse sobre la mesa. Recogí los trozos de vidrio que se quebraron y uno de ellos me cortó por accidente.
-Ay, maldición- agité un poco mi mano y luego me la metí a la boca-.
Él diría algo como "deberías tener más cuidado", "déjame ver", traería un curita y me lo pegaría con cuidado "para la próxima hazlo con calma" y me besaría la herida.
-Maldición… -volvieron a correr lágrimas por mi rostro- estúpido… Frogg ¿por qué te fuiste? ¿por qué no puedo dejar de pensar en ti? ¿Por qué me dejaste? –tomé mi manga y me limpié las lágrimas que volvían a recorrer mi rostro- ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! –grité a todo pulmón- ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?-.
Me senté, esperando un abrazo que nunca llegaría, palabras como "bonjour, ¿qué tal dormiste?", "¿qué acaso vives en la época pasada?", "Vamos Arthur, no seas tan amargado", "¿Qué haces ahí tirado?", "¿Quieres que te acompañe?", "Esta vez yo preparo la cena, no quiero que mi estómago vuelva a sufrir de intoxicación" o simples acciones como un beso en mi mano, mejilla o en mi frente nunca volverán. Sus manos, su calidez, sus abrazos, su respiración al hacer el amor, su forma de calmarme después de un día muy estresado, su sonrisa tonta y boba que ponía… su molesta presencia la necesitaba y él ya no estaba ahí.
