Epilogo.
_Lo siento, pero no puedo hacerme cargo de ti – Susurro la chica cargando al pequeño niño que estaba dormido en sus brazos – Perdón, mi Bonnie – La mujer dejo al niño en un basurero y se marchó –
Cuatro años después.
Hacía mucho frío, intente cubrirme con algo que parecía una manta muy sucia y rota, tiritaba de frío, la gente cruzaba frente a mí, me ignoraban, me recosté sobre el cartón e intente conciliar el sueño, pero el frío no me dejaba, tenía los ojos cerrados, aun tenia esperanza en dormirme, cuando sentí algo cálido cubriendo mi cabeza y luego mi cuerpo, abrí lentamente los ojos y vi a un chico, aparentaba más de 12 o 13, se miraba preocupado, se inclinó un poco me acaricio la mejilla, miro a un costado y sonrió.
_Scott, este niño estaba tiritando de frío ¿Podemos llevarlo? – Él me miro y se agacho, me acaricio la cabeza y le asintió al otro muchacho –
_Claro – Me volvió a mirar, me quito la chaqueta y el gorro que el rubio me había puesto, se los entrego y él se quitó el suyo, me lo puso - ¿Puedes caminar? Podría llevarte cargando si no puedes.
_S-sí puedo – Respondí tartamudeando aun con un poco de frío, él no dijo nada, me cargo en brazos y empezó a caminar, unos 15 minutos más tarde, estábamos frente a una gran casa, el chico que me cargaba cruzo la cerca y cuando estuve frente a la puerta de madera, dio tres golpes –
_Scott, no te has quejado del frío – Murmuro extrañado el muchacho que frotaba sus brazos, este le ignoro y volvió a tocar con más insistencia, unos segundos después esta se abría dejando ver a un muchacho castaño –
_Al fin abres – El chico iba a decir algo, pero fue interrumpido por un fuerte empujón, Scott lo había empujado, entro rápido a la casa, camino hasta la sala y había una chimenea, me sentó en el suelo y luego él se sentó, yo observe cada acción de este, puso sus manos frente al fuego y empezó a calentarse, hice lo mismo, sentía muy bien, cálido, algo que casi no sentía –
_Oye, Scott ¿Quién es el niño? – Pregunto él mismo que nos había abierto la puerta –
_Lo encontramos en la calle mientras regresábamos del Instituto – Habló el rubio respondiendo por Scott –
_Ah, bueno, Jeremy ayúdame a poner una nueva cama para él – Arrastro al chico a Dios sabrá donde, mire al mayor y él me sonrío con ternura –
_Y bien ¿Cuál es tu nombre? – Mire la dorsal de mi mano y se la mostré, en esta había un tatuaje con mi nombre – Bonnie… ¿Tu lo hiciste?
_No… Lo tengo desde que tengo memoria – Me miro con pena y alboroto mi cabello –
_Bueno, Bonnie, esta será tu nueva casa – Mis ojos se humedecieron y lo abrace – Ya, ya pequeño – Me abrazo con fuerza y nos separamos –
_Gracias – Intercambiamos sonrisas –
_Y ¿Qué edad tienes?
_Tengo 8 añitos – Murmure tímido –
_Genial – Me miro alegremente –
_Ven te llevare a tu habitación, espero no te moleste compartir – Negué sonriéndole al rubio, que me había tomado la mano y ayudado a ponerme de pie –
_Hablaremos más tarde, Bonnie – Asentí y subí las escaleras con el rubio, gracias a ellos mi vida mejoraría –
Espero que les guste la historia, este es solo el Epilogo y si les gusto, tal vez les guste lo demás capítulos 3
Con mucho amor.
Anónima.
