Prólogo.
Esta historia es sin ánimo de lucro. Está ambientada en la época post-juego de Shadow por lo que aviso tiene muchos spoilers de esa historia siendo así una especie de secuela de ese juego. Para los que quieran leer a pesar de no haber jugado ese juego y les de igual, aclaro que en el juego se llegó a dos conclusiones básicas, la primera es la de que Shadow fue creado por Gerald usando el ADN de Black Doom lo que convierte a Shadow en una especie de descendiente en plan "eres sangre de mi sangre" pero es Gerald quien en un video del final que le deja explicándole la verdad le llama "hijo mío" creando una especie de relación Geppeto-Pinocho. Por todo ello es la segunda conclusión, Gerald cuando le creó no sólo le dio los mismos poderes que poseen los aliens sino que hizo algunas mejoras, puesto que Sonic y cía se quedaron paralizados porque las plantas que salen por todo el juego eran tóxicas, a Shadow no le afecta ese gas, es completamente inmune. Mi fanfic además sigue la línea de uno de los finales básicos alternativos donde Shadow queda en ARK en plan guardián. Tras estas aclaraciones ya puedo dar paso al fanfic, espero lo disfruteis y cuidado con él porque es para mayores por sus escenas gore principalmente.
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Capítulo 1: Oscuridad Latente.
Había estado inquieto esos días, tenía una sensación que ya había sentido antes, pero era imposible, ya había acabado toda esa pesadilla de los alienígenas que llevaban su sangre, tanto él como el grupo de Sonic les habían vencido.
-Entonces ¿por qué sigo sintiendo su presencia?- Se asomó Shadow a la ventana de ARK mirando hacia el planeta.
Tras la batalla debieron quedar plantas ocultas y quizás más larvas de las que imaginaban, sin Black Doom que los guiase seguramente debieron esparcirse y ocultarse como pudieron por puro instinto de supervivencia. No iba a preguntarse nunca más quién era, no iba a volver a dudar sobre si merecía vivir o no, y lo más importante era que no iba a dejar que el planeta volviese a estar en peligro, porque realmente le gustaba ese planeta, había conocido a personajes interesantes que le habían marcado profundamente, había respirado hondo aquel aire puro en la jungla, había dormido sobre aquellas fuertes ramas de los árboles y había gritado desde la montaña más alta que era libre. Si el planeta tenía un espíritu protector inmortal sin duda era Shadow, nadie nunca sabría la cantidad de meteoritos que había destruido con sus poderes para evitar que cayesen sobre el planeta, ni cuántos incendios había apagado usando su Chaos Control para transportar agua, era su planeta y ahora no iba a ser una excepción que bajase de su reino para volver a protegerlo.
El Cyclone avanzó cauteloso por el interior de la cueva, la señal de radio no llegaba demasiado bien pero al menos mantenían el contacto.
-Tails.- Se escuchó llamar por la radio. -¿Encuentras algo?
-Por ahora no, pero sigo recibiendo unas señales leves.- Respondió Tails.
-Por aquí arriba encontré algunas plantas de esas feas, voy al final de la región, puede que ahí haya más larvas.- Se escuchó a trozos la trasmisión.
-No te alejes demasiado, Sonic, ve con cuidado y usa la mascarilla, recuerda que esas plantas son tóxicas.
Pero esto último no lo escuchó, ya se había alejado. Por su parte, Tails siguió avanzando siguiendo aquellas señales y al llegar al fondo no pudo dar crédito a lo que había ahí dentro, tanto las paredes como el techo estaban llenas de plantas tóxicas, su brillo violeta parpadeaba lentamente iluminando a Tails y el Cyclone, rápidamente se puso su mascarilla, no estaba paralizado por el aire tóxico sino por la visión que le llegaba por haber tantas larvas en un mismo lugar notando la presencia del zorro.
Se giraron hacia él avanzando en grupo, parecían torpes y hambrientas, de manera que Tails hizo retroceder el Cyclone primero despacio paso por paso, pero cuando una de las larvas saltó hacia él pulsó el botón de disparo y comenzó a caminar hacia atrás disparando a todas las que le siguieron saltando. Intentaba contactar con Sonic por radio, pero se había alejado demasiado y en un mal paso chocó contra una columna, dio un salto y al caer el suelo cedió.
El Cyclone paró la mayor parte del golpe, aún así Tails salió mareado del aparato y tras unos traspiés cayó, su mascarilla cayó a un metro de él, estando en el suelo vio delante suya un par de plantas más, debía haber también en esa parte de la cueva, estiró el brazo intentando alcanzar su mascarilla pero su visión se tornó cada vez más borrosa hasta que se desmayó.
Pisó con asco una de esas cosas y pateó otra más.
-Estoy harto de estos bichos ¿es que no paran de reproducirse?
-Al parecer no.- Cortó Shadow las palabras de Sonic.
Shadow había cogido por uno de los picos una larva, la agitó y la tiró por encima de su hombro cayendo sobre una planta que ardía.
-¡Hola Shadow!- Saludó animadamente Sonic.
Shadow no es que no quisiese saludarle, pero primero tenía que hacer algo, giró a Sonic del hombro y rebuscó en su mochila.
-Si me pides lo que buscas quizá te pueda ayudar.- Se cruzó de brazos Sonic. -¿has perdido otra vez las esmeraldas del caos?
Pero Shadow hizo como que no le había oído, sacó la mascarilla y se la dio.
-Póntela, yo soy inmune al tóxico pero recuerda que vosotros no.- Miró a otro lado. –No me hacen falta las esmeraldas para acabar con estos bichos.
-Sólo me la pongo porque no quiero quedarme paralizado y perderme la diversión.- Sonic la cogió y se la puso.
-Sí, por supuesto.
No acabó de decirlo que Sonic ya estaba en posición desafiante, le retaba a acabar con más bichos de esos que él. Encontró uno con un color más oscuro, lo cogió y se lo mostró a Shadow.
-Mira Shadow, un primo tuyo.- Sonrió Sonic.
-No digas tonterías, no se me parece en nada.
-Que sí, fíjate.
-¡No seas crío!- Intentó ocultar su risa Shadow. –Como te arranque una mano de un mordisco me voy a reír.
Y Sonic realmente tenía un aire tan infantil con aquel bicho en las manos que hizo reír a Shadow, girándose para que Sonic no lo viese.
-Hola, chicos.- Saludó Rouge volando hacia ellos. –Eh, Shadow, cuánto tiempo ¿te aburrías allá arriba y decidiste venir a jugar con Sonic? Te pega el rol paternal con el pequeño erizo azul.
-Tú siempre tan elocuente.- Fue el saludo de Shadow.
-¿Y tu esmeralda?- Le miró de reojo Rouge. -¿Ya la volviste a perder?
-Déjame en paz... no es culpa mía que cada vez que uso su máximo poder salgan disparadas.- Se cruzó de brazos Shadow.
-Hasta las esmeraldas te temen.- Rió Rouge.
-¡Mira Rouge!- Le mostró Sonic aquel bicho.
Con un fuerte grito, Rouge le dio una patada a las manos de Sonic y la larva acabó por los aires aterrizando en la cabeza de Shadow.
-Pero mira que eres burra.- Sacudió las manos Sonic.
Se quedaron mirando a Shadow que estaba con cara de fastidio y la larva arrastrándose por su cabeza.
-Sácate eso de encima que te va a sorber el seso...- Hizo un gesto de asco Rouge.
Agitó la cabeza cayendo el bicho al suelo, Shadow lo pisó sin ninguna compasión hasta que el líquido verde manchó tanto el suelo como su zapatilla.
-Bueno, pasadlo bien, yo me voy a buscar a Tails que ya tarda.- Se despidió Sonic.
Cuando se alejó un poco Rouge cambió el tono de voz.
-¿Qué tal estás?- Le pilló por sorpresa aquella pregunta.
-Bien.- Dijo algo seco Shadow.
-Viviendo allá arriba no pensé que quisieses volver a mezclarte con todo esto, al fin y al cabo ya habías decidido dejar tu pasado atrás.- Pero por la mirada de Shadow sabía que no debía preocuparse por ello. –Supongo que me preocupo demasiado.
Rouge miró al suelo, al pie que Shadow aún tenía sobre los restos de la larva, Shadow miró también, luego se miró las manos.
-Aunque mi ADN sea parecido, no soy uno de ellos.- Alzó la mirada. –No son mi familia y justamente fui creado para acabar con esta amenaza.- Agitó el brazo delante de ella. –Hago lo que quiero y voy a donde quiero, estos seres no son mi vida pero sí parte de mi destino, si entran cucarachas en casa hay que exterminarlas y no vas a darle mayor importancia.
-Al menos lo tienes claro.- Sonrió Rouge cogiéndose el codo con una mano.
Fue abriendo los ojos, se sentía mareado y aunque le dolía al respirar se sentía mejor, tenía su máscara no puesta pero sí delante de su cara y al mirar al frente encontró que las plantas estaban rotas, desgarradas, había unas piedras brillantes que dejaban el lugar en penumbra. Lentamente se fue incorporando, primero se quedó sentado en el suelo, estaba escuchando algo, era como si hubiese alguien más ahí, más de un alguien, escuchaba un sonido crepitante, como el de un rumiante masticando, entre el silencio supuesto de aquella cueva se escuchaba cada vez con más claridad cómo el ruido de la masticación acallaba con sus ecos las gotas de agua que dejaban caer las estalactitas. Su corazón se empezó a acelerar como no lo había hecho nunca, casi no podía moverse, giró rápidamente la cabeza, había visto algo moverse sobre lo poco que quedaba de una de las plantas, una pequeña figura oscura deslizándose, se preparó para ponerse en pie y salir corriendo, pero al apoyar una mano más atrás notó que tocaba algo, era viscoso, latente y estaba algo frío, un escalofrío le recorrió desde la mano que lo había tocado hasta el hombro, temblando empezó a separar la mano esperando que no lo hubiese notado, hasta que aquello se giró hacia él haciendo un sonido como un gruñido muy fino, por ello Tails se puso en pie y salió corriendo hacia su Cyclone, pero tropezó y cayó de morros al suelo, justo delante de él había otra de aquellas criaturas que se quedó delante de él.
Tails se paralizó de miedo temblando y con dos lágrimas en los ojos a punto de salir, cerró los ojos y se agazapó esperando que o atacasen o pasasen de él, pero al esperar un rato y no pasar nada abrió un ojo levemente. Aquella criatura se le había quedado mirando, como si estuviese estudiando sus movimientos e intentase entender qué hacía, así que como Tails no se movió del sitio empezó a reptar por su brazo hasta llegar a su cara, le observó, le olió, hizo otro gruñido más flojo y se bajó, era como si no le considerasen una amenaza o como si simplemente no le encontrasen interesante.
Un grupito de aquellos bichos se acercaron a una planta cerca del Cyclone y tras olerla comenzaron a devorarla, Tails no lo entendió, pensó que aquellas plantas las plantaron los Black Arms para intoxicar el aire y así paralizar a sus enemigos, entonces ¿por qué aquellas larvas se las estaban comiendo? Aunque ahora que estaba fuera de peligro se sentía más tranquilo, pudo llegar hasta el Cyclone y alcanzar una potente linterna, apuntó con ella a la larva que estaba más cerca de él, comenzaba a entender, aunque en principio le parecieron las mismas, esas larvas eran algo distintas, su aspecto no era como las que ellos conocían, en vez de ovaladas con el ojo en el centro tenían más pinta de babosa con un único y pequeño ojo en la punta, bajo él tenía una enorme boca, toda la larva parecía una boca, y a los lados un par de pequeños tentáculos que parecían usar para tocar y oler, eran un poco más pequeñas de color negro y rojo, además de lo más importante, se alimentaban de esas plantas que tanto tiempo llevaban intentando destruir, hubo variaciones genéticas desde que habían llegado al planeta, pero esa variedad no las había visto nunca, era el avance más importante que había encontrado ¿acaso la propia naturaleza del planeta había mutado genéticamente a aquellas larvas para crearles un enemigo natural? Su espíritu científico le pedía a gritos que buscase más información sin acordarse de dónde estaba.
Temeroso aún pero decidido se acercó a una de esas criaturas, la acarició con la mano y notó que éstas no le temían, también estaban curiosas por el nuevo ser que había penetrado en su colonia oculta. La tuvo un ratito en brazos, examinándola, intentando saber cómo funcionaba, qué era exactamente ¿un reptil, una babosa? Su piel tenía una capa de viscosidad recubriéndola, seguramente por aquel lugar donde se criaban tan húmedo, sacó su pañuelo y comenzó a secarlo, debajo la piel era realmente como la de una babosa, rugosa y blanda. Por su parte aquello también inspeccionaba, olía la mano de Tails sobre la que estaba con aquellos pequeños tentáculos, cuando pasó su otra mano por delante el bicho se metió una parte de la mano de Tails en la boca, por un momento Tails se asustó, pensó "ya me he quedado sin mano" pero no sintió dolor, simplemente tenía esa parte en la boca, era como si con aquello pudiese obtener más información del extraño.
Los bebes se meten en la boca todo lo que encuentran porque es la parte más sensible que tienen para reconocer su entorno, así que Tails supuso que era algo parecido la acción que aquel ser, pero de pronto la larva pareció mirar arriba, dio un salto de la mano de Tails y se alejó soltando pequeños gruñiditos que los otros escucharon y corrieron también. No entendía por qué de pronto les había dado aquel ataque de pánico, él no había hecho nada, ni siquiera veía nada en la dirección donde había mirando la larva antes de salir corriendo, se volvió a girar hacia donde se había ido, buscando los huecos donde se estaban metiendo y escuchó un gran ruido de algo cayendo sobre el metálico Cyclone, no se quiso dar la vuelta, escuchaba detrás suya los gruñidos de algo más grande que esas larvas, aquel asqueroso aliento soplabas detrás de su cabeza moviendo levemente el pelo de sus orejas, se quedó quieto hasta que una de las pequeñas larvas comenzó a correr de nuevo, entonces aquella bestia se abalanzó sobre el bicho y lo mordió fuerte, zarandeándolo hasta que quedó destrozado entre los chillidos de aquella pequeña criatura. Tails estaba horrorizado, aunque su sangre fuese verde seguía siendo sangre goteando al suelo y salpicando las paredes, el monstruo lo arrojó chocándolo con el Cyclone dejando una marca verde en él, ante eso los demás comenzaron a correr despavoridos, insensatos huyendo de lugares que eran más seguros presas del pánico y de aquello que comenzó a correr tras ellos intentando cazar otro. Tails contempló aquella masacre sin saber cómo reaccionar "enemigos naturales" había pensado hacía un momento, miró al pequeño ya muerto a su lado y a los que estaba destrozando aquella fiera, pensó que si esas larvas no se hubiesen comido las plantas tóxicas él ya estaría muerto, apretó fuerte su linterna y le dio con ella al enemigo apartándolo de las larvas negras.
Ese monstruo era más bajo que Tails, sólo tenía dos fuertes patas traseras y en la cabeza cuatro ojos amarillentos con una enorme boca llena de puntiagudos dientes. A la bestia aquel golpe le había sentado como un tortazo desafiante, le había girado la cara y ahora volvía lentamente a su posición inicial esta vez encarándose a Tails con unos gruñidos más profundos y rabiosos. No se echó atrás, no era un cobarde y le debía la vida a aquellos pequeños, se puso en guardia, atento, de manera que cuando el enorme bicho dio el salto hacia él Tails estaba preparado, giró y le dio con las colas haciendo que se estrellase contra una pared, enseguida se levantó y volvió a atacarle, Tails volvió a pegarle con la linterna, esta vez del golpe terminó de romperse y aunque consiguió hacerle rebotar la cabeza contra el suelo al monstruo se volvió contra él como si fuese inmune al dolor y cargó contra Tails dándole un cabezazo en el estómago y tirándole al suelo, apretando una de sus patas en el pecho de Tails intentando aplastarle, abriendo mucho la boca dispuesto a arrancarle de un bocado la cabeza, Tails puso un brazo delante y aunque le mordió el brazo no pudo llegar hasta su cabeza, forcejearon, intentó sacárselo de encima notando la garra de la pata del monstruo intentando rasgarle el torso, hizo fuerza y ayudado por sus colas se impulsó para echarle, no quería quedarse encogido pero le dolía, y el enemigo no esperó a que se recuperase, así como le echó se volvió a abalanzar sobre él girándole y dejándole boca abajo con su pata sobre el cuello y la espalda de Tails, que esta vez por la posición no pudo ni alcanzarle con las colas. Antes de dar el mordisco final algo se abalanzó sobre su opresor apartándole de él que ya había dejado de forcejear.
En un primer momento pensó que había sido Sonic, aunque al no moverse vio otros dos seres saltando sobre él esquivándole para ir a donde su compañero, intentó recobrar el aliento y notó que le tiraban de los pelillos de la cara, abrió los ojos un poco más y vio a una de las larvas con sus pelillos en la boca estirando, no podría asegurarlo pero le pareció que era el mismo que antes había tenido en brazos, se sentó en el suelo sosteniendo su brazo herido con un gesto de dolor y con la larva sobre su hombro, miró en la dirección donde habían saltado sus tres rescatadores y tuvo que apartar la mirada, aunque ahora no hubiese prácticamente luz por haberse roto su linterna, entre la penumbra se podía ver a aquellos tres seres desgarrando la carne del monstruo que le había atacado, desmembrándole vorazmente. Le dieron ganas de vomitar aunque al menos ahora estaba a salvo teóricamente, porque cuando aquellos tres se le acercaron estuvieron en el mismo plan que las larvas, le olisquearon y pasaron de él, incluso le ignoraron cuando Tails se puso en pie, dejó a la larva que tenía sobre el hombro en el suelo y se volvió al Cyclone dando tumbos, tenía miedo de encontrarse más de esos bichos desarrollados allá arriba, pero tenía que vencerles, debía salir y contar todo lo que había descubierto, porque aunque finalmente destruyó la colonia enemiga sabía que habría más ocultas por el planeta, debía explicarles que las larvas enemigas habían empezado a desarrollarse y que una nueva evolución había nacido para enfrentarse a ellas.
Sonic frenó delante de la entrada de la cueva y llamó por la radio a Tails, aunque este no respondió, pero no se preocupó porque escuchó al Cyclone caminando hacia la salida.
-Eh, Tails, mi zona ya está limpia ¿qué tal por aquí?- Sonic cortó sus palabras al verle salir. -¿Estás bien?
Tails se sacudió, a la luz del día se le veía algo sucio y con un pañuelo ensangrentado alrededor de su brazo.
-El suelo cedió... ah pero tengo cosas importantes que contarte ¿por qué te alejaste tanto? No pude contactar contigo por radio.- Sonó impaciente Tails.
-Perdona, pero lo importante ahora es que descanses, ya nos contarás con más calma luego lo que has visto ahí abajo.- Se rascó Sonic la cabeza.
Tails intentó explicarle un poco por encima lo de las colonias, que se estaban desarrollando y que debía haber más, que la de ahí ya estaba eliminada pero que no acababa ahí, Sonic le hizo subir al Cyclone cortadas sus palabras por una llamada por radio.
-¿Tails? Mi zona está limpia también.- Era la voz de Knuckles.
-OK, tenéis que venir a mi taller, tengo cosas que explicaros.
-Primero descansa, recupérate un poco, quedamos de aquí a dos días y nos lo cuentas todo, así tienes tiempo de hacer una presentación de las tuyas con hologramas y todo, ahora voy a dar una vuelta que antes vi a Shadow y a Rouge, deberíamos avisarles también, pueden interesarle tus descubrimientos.- Dijo Sonic estirando del calcetín que tenía arrugado. –Mientras déjame a mí lo de destruir monstruitos.
-¡No, Sonic! Espera a que os cuente todo, ahí abajo vi mutaciones, son peligrosos, confía en mí.
Sonic se le quedó mirando, sí que confiaba en él, pero no quería verle así, tenía marcas en la espalda y en el pecho, rasgaduras hechas por aquel monstruo, el brazo sangrando, él no quería eso, se suponía que Tails sólo iba a investigar una posible colonia de larvas, no de monstruos.
-Ve a casa, Tails, nos tomaremos todos estos dos día de descanso.
-Vale, no hagáis nada hasta que os informe, hay nuevas evoluciones.
-Y nuevas formas de cargárnoslos.- Rió Sonic.
-Eso precisamente no...- Empezó a decir Tails.
Pero Sonic ya había salido corriendo.
Cuando llegó al taller se quedó un momento sentado en el Cyclone, le dolía el brazo como si le hubiese mordido un perro, bajó y fue al baño, se quitó el pañuelo del brazo y observó la herida, sí que parecía la mordedura de un perro, con las señales de los puntiagudos dientes de haber intentado desgarrarle el brazo. Abrió y cerró la mano intentando averiguar si había daños internos, si había algo más de lo que se veía, por suerte aunque le dolió pudo mover todos los dedos. Se dio una ducha y se limpió bien las heridas, luego se sentó en la sala de estar a curarse. Un ruido en la cocina le alertó, pensó que quizá Sonic había venido.
-Sí claro, como en tu casa, por lo menos podrías saludar.- Se quejó Tails acabando de vendarse el brazo.
Pero al entrar en la cocina sólo vio restos de pan en el suelo, ahí no había nadie. Otro sonido al fondo de la cocina, Tails se asustó.
-¿Sonic? Venga, deja de hacer el tonto, no hace gracia.
El sonido paró en cuanto empezó a hablar. Tails cogió la escoba que estaba en un lateral y comenzó a caminar despacito en dirección al último ruido, a medida que se acercaba su corazón latía más rápido, giró de golpe tras la nevera pero ahí sólo estaba el cubo de basura, respiró aliviado pensando que eran imaginaciones suyas hasta que algo saltó desde el cubo hacia él, que le dio un manotazo gritando, dio un paso atrás con los ojos cerrados alzando la escoba, cuando los abrió vio en el suelo panza arriba algo familiar, aunque le pareciesen todos iguales aquel parecía el mismo bicho de la cueva.
-¿Cómo has llegado hasta aquí?- Bajó Tails la escoba.
Aquello se dio la vuelta gruñendo, por la expresión podría decirse que parecía enfadado. Tails le observó un momento.
-Debería destruirte aquí mismo, aún no sé si realmente estás de nuestro lado.
Por supuesto la larva no entendió nada de lo que había dicho, simplemente se acercó a olisquear las zapatillas de Tails metiéndose la punta de la zapatilla en la boca intentando reconocer aquello.
-Qué asco...- Sacudió con cuidado su zapatilla. –Supongo que ayudaría si pudiese estudiarte.- Tails lo alzó en brazos delante de su cara investigándolo. –Podrías ayudarnos comiéndote esas plantas tóxicas.
La expresión de la larva ahora era distinta, parecía un animalillo despierto y curioso, seguramente por eso se coló en el Cyclone y ahora había estado inspeccionando la basura, todo aquello era nuevo para él.
continuará...
