Disclaimer: Personajes de J.K Rowling.

Nota: esta es la "versión completa" de mi participación en el mini reto de Septiembre de "La Copa de las Casas". Aunque no es demasiada la diferencia, hay algunas explicaciones un poco más largas que hacen que la historia no parezca incompleta.

Este drabble no participa de dicho reto.


Primer encuentro

Filius nunca fue un chico sociable, y así se había encargado de hacerlo saber. Siempre encerrado en sí mismo y sin interactuar más que lo necesario con el resto de la gente, él es consciente de que sus mejores amigos son los libros.

Por ese mismo motivo se sorprende cuando alguien más entra atropelladamente al vagón en el que se sentó cuando se subió al tren y se deja caer en el asiento frente al suyo.

Filius observa entonces a la joven, vestida todavía con el uniforme, y frunce un poco el ceño al reconocer los colores de su corbata. Es una Gryffindor.

No es que le moleste, pero a su criterio los miembros de esa casa tienden a siempre meterse en problemas, aún cuando son lo suficientemente inteligentes como para evitarlos.

La mirada femenina se cruza entonces con la de él, se miran ambos a través de las gafas –rasgo que tienen en común– y Filius se sorprende un poco al notar que ella parece algo preocupada por algún motivo.

Cortando el contacto, él voltea la cabeza con la intención de ignorar la otra presencia en el compartimiento, pero sus planes se ven interrumpidos cuando la escucha hablar.

–Necesito esconderme durante un tiempo –dice en voz baja pero igualmente audible.

Filius se plantea el no responderle, pero cuando mira por el rabillo del ojo se da cuenta de que efectivamente le está hablando y espera una contestación.

–Puedes quedarte en este vagón el tiempo que quieras –"siempre que no molestes" piensa para sus adentros–, no hay problema.

La ve asentir y relajarse en su lugar, apoyando la cabeza en el respaldo y cerrando los ojos. Ella parece más que dispuesta a hacerse invisible y él lo agradece, más que feliz de poder seguir encerrado en su mutismo y su mundo.

Sin embargo la curiosidad de saber por qué alguien estaría escondida en el viaje de regreso a casa para las vacaciones de Navidad lo hace salir de su aislamiento y se escucha preguntando:

–¿Por qué esconderse cuando se sabe sobre tu presencia en el tren? –los ojos verdes se abren para mirarlo.

–Nadie sabe que estoy de camino a casa –responde–. Mi padre enfermó y me consideran demasiado joven para poder comprender que él puede morir, así que me prohibieron ir a casa a verlo –se encoge de hombros–, supongo que mi madre solo desea protegerme y evitarme esa clase de despedidas tristes. Pero he conseguido echarme un encantamiento desilusionador por encima y colarme al tren antes de que se marche.

Eso hace que Filius se sorprenda, en primer lugar por el hecho de que esa chica sepa realizar un encantamiento como aquel y en segundo lugar por el coraje que demuestra; desobedeciendo una orden directa de su casa y rompiendo unas cuantas reglas del colegio de pasada.

–Eso es admirable –murmura por lo bajo, ella agradece con una sonrisa–. Estaré encantado de ayudar a que te escondas.

–Gracias… –él se da cuenta de que ella no sabe su nombre y espera que se lo diga.

–Filius Flitwick, pero puedes decirme Fill, como me llaman mis padres –ella asiente.

–Gracias, Fill. Mi nombre es Minerva McGonagall, Minnie para los amigos.


Espero que les haya gustado :).

Besos, Ceci.