SENSACIONES
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Olivia se despierta bruscamente. Mira el reloj aturdida, apenas son las 3 de la madrugada. Intenta volver a dormirse, pero no lo consigue, aún tiene en la cabeza esa pesadilla que ha turbado su sueño, esa presencia que le rondaba, quería saber de quien se trataba, pero no podía ver su rostro, ni siquiera podía distinguir si se trataba de un hombre o de una mujer, lo único que sabía es que quería estar a su lado, era como si fuese parte de su vida, de su alma. Y eso le inquieta sobremanera. Hace días que siente así, como si le faltase algo importante, y por mucho que lo intenta no consigue descubrirlo.
Recuerda los tres últimos años, en como empezó a trabajar con el doctor Walter Bishop, como le sacó del psiquiátrico con una orden judicial. La muerte de John, como descubrió que habían experimentado con ella, pero nota como no puede acceder a ciertos recuerdos. A veces mira en el calendario y se queda pensando en lo que ocurrió durante aquel día, o determinada semana, incluso siente como si le faltasen dos meses, y se preocupa, es no es normal en ella, alguien que recuerda todo lo que pasa por delante de sus ojos. Aunque ya le ocurrió de pequeña, desde los 3 a los 9 años su memoria está en blanco y ahora pasa lo mismo. Intenta recordar si ha habido algún suceso traumático en su vida. Si, puede que el accidente que sufrió hace 2 años. Estuvo muy grave, en coma, sin posibilidad de recuperarse le dijeron, pero despertó milagrosamente. Si, puede que fuera eso lo que le afectó a la memoria, posiblemente sea esa la razón de las lagunas mentales. Piensa que lo mejor sería acudir a un médico. No, tiene mucho trabajo que hacer, no hay tiempo que perder y menos aún con esa gente del Otro Lado. Aunque quizás sea por eso que se siente tan extraña. Desde que el doctor Bishop le habló del Universo paralelo, su vida ha dado un giro radical. Y ahora los tiene que ver prácticamente a diario. Fue espeluznante encontrarse con ella misma, con un aspecto diferente eso si, el pelo, el gesto, la forma de vestir. Desde el primer momento sintió la tensión que existía entre ellas. Puede que fuese por la razón del encuentro. El otro Walter hablaba de que su universo corría peligro a causa de algo que se había hecho en el nuestro, y lo curioso es que no le pareció raro. Era como si ya supiese lo que ocurría, como si formase parte de su vida.
Los dos Walter explicaron entonces que por alguna razón que desconocían se había creado un agujero de gusano que comunicaba los dos mundos y que esa era la oportunidad para intentar resolver los problemas que existían entre los dos Universos. Decidieron unir fuerzas para tratar el asunto y aunque todos seguían desconfiando de todos, algo en el ambiente hacía que controlasen sus impulsos de venganza
Desde entonces, Olivia fue designada para proteger al doctor Bishop y por tanto le acompañaba cada vez que acudía a la Estatua de la Libertad, pese a la desazón que sentía al llegar al lugar, incluso peor a lo que estaba sufriendo ahora en la oscuridad de la noche, es como si la estuvieran observando y a veces tiene la sensación de una caricia en su rostro. No cree en fantasmas, está segura de que no existen, ella es una persona racional que sólo se basa en pruebas. La primera vez que pasó se levantó con su arma preparada y recorrió todo su apartamento buscando al intruso, pero no encontró a nadie. Si quizás debería visitar al médico
Por la mañana se dirige al FBI, no está prevista una nueva visita a la Estatua de la Libertad hasta el día siguiente, así que piensa que un poco de papeleo le vendrá bien para distraerse. Allí se encuentra con su compañero, el agente Lincoln Lee. Se supone que trabajan juntos desde hace 2 años, cuando Charlie Francis fue asesinado, aunque Olivia siente otra cosa, es como si sólo llevasen juntos apenas unos días.
- ¿Qué tal Olivia? ¿Todo bien? – pregunta Lincoln
- Si… gracias
- Has vuelto a tener pesadillas ¿verdad?
- si, tranquilo, no pasa nada
- ¿Y por que no me llamaste? Seguro que yo puedo quitártelas – asegura él en un susurro
- Aquí no Lincoln, no quiero que Broyles se entere de lo nuestro
- No te preocupes… discreción – afirma el agente guiñándole un ojo. Olivia esboza una sonrisa. Se supone que están juntos, que mantienen una relación, al menos eso es lo que dice su cabeza, pero no lo que siente en su corazón. Vuelve a tener esa sensación, algo no anda bien, nada lo está. Nota como comienza a ahogarse. Necesita salir de allí, tiene que encontrar algo que le calme. Se monta en su coche y comienza a conducir, no sabe donde ir. Al final se da cuenta de que, sin saber como, ha llegado hasta la casa del doctor Bishop. Quizás él pueda explicarle lo que le pasa.
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