CAPÍTULO 1: DESAPARICIÓN

Harry Potter estaba tumbado en su cama mirando arriba sin prestar atención al alboroto que había abajo en la cocina, con los ojos vidriosos, como si quisiera llorar pero ya no le quedasen lágrimas. En el suelo, un montón de cartas sin abrir. Finalmente, su tía había pillado a Dudley fumando y estaba llorando y gritando. Vernon también hacía sonar su voz.

De pronto los gritos se acercaron. Harry se levantó. Su tío acababa de abrir la puerta.

- ¡Potter! ¿Tú lo sabías, verdad?

Harry se quedó mirando a su tío durante unos momentos para después volver a tumbarse en la cama murmurando un leve sí. Vernon se le acercó y le zarandeó. "¡¿Y por qué no nos lo dijiste! ¿Es que no ves que Dud necesita ayuda? Tendremos que ingresarlo. Pero supongo que esto, para un fenómeno como tú, da absolutamente igual, ¿no?".

El muchacho se sumió en sus pensamientos. Fenómeno. Curioso, ciertamente curioso que quién más veces le había llamado de esta forma fuese el culpable de que se encontrara así en este momento... Nunca había creído que lo de Dudley fuese más que lo que tomaban muchos de los adolescentes que corrían por el barrio. Ahora le debía añadir como otra víctima de sus errores. La lista crecía año tras año...

Y toda la culpa era suya. ¿Por qué no podía haber muerto junto con sus padres? ¿Por qué no había muerto a finales de su primer curso en Hogwarts? O del segundo, o del cuarto, o durante su quinto año, con Sirius, y, sobretodo, ¿por qué no había muerto en lugar del que, finalmente, le había contado todo lo que sabía sobre su destino? ¿Por qué no había podido hacer nada para evitar la muerte del director?

Aquello tenía una respuesta, y él lo sabía. Todo había empezado con la maldita profecía y así debía acabar. Sabía que no tenía ningún sentido intentar acabar con su vida, pues nunca podría morir hasta vencer a Voldemort o que éste le matase.

Pero de aquí a estar encerrado en casa de sus tíos hasta la mayoría de edad... Era inhumano. Aunque se lo merecía por no haber podido evitar todas las muertes y víctimas de su alrededor. Y, además, se lo había prometido a Dumbledore. Era lo mínimo que podía hacer. Eso, y acabar, de una vez, con todos los horcruxes, incluyendo el último... el mismísimo Voldemort.

Intentando vencer las lágrimas que corrían por su cara el chico se durmió. Si en aquél momento alguno de sus familiares hubiese entrado en la habitación, probablemente habría podido ver como una luz blanca con reflejos plateados le rodeaba hasta obligar a cerrar los ojos. Cuando un humano cualquiera habría podido abrirlos, en aquél lugar tan solo habría podido encontrar las marcas de un cuerpo que había yacido sobre las sábanas de la cama.

Harry Potter se durmió y, sin quererlo, apareció en otro lugar.


¡¡¡¡¡¡¡¡¡Wenas!

Este fic lo empecé hace tiempo y sucedía después del quinto libro. Ahora que tengo tiempo, voy a modificarlo para que incluya los sucesos del sexto volumen... Antes los capítulos eran cortos, pero también voy a modificar esto... los capítulos serán más largos. Éste no, porque es como una introducción, más que un capítulo. Así, pues, ¡espero que os guste!