"Gotea, gotea un rojo carmín. Que hermosos color el que estas dejando salir. Una dos, son como rosas, solo necesito unas cuantas gotas. Gotea, gotea, ese hermosos color."
Sonrió con malicia. De esa forma que solo él sabía sonreír, causando un pequeño escalofrío en la espalda del más alto y es que; desde que conocía al menor no cabía la menor duda que cuando sonreía de esa forma no ocurriría nada bueno.
-¿Qué sucede?-se atrevió a preguntar con suavidad, intentando no alterar los nervios de su pareja. Se sintió algo nervioso cuando no recibió una respuesta, más siguió insistiendo- Masaki, ¿qué sucede?
El de cabellos cyan le miro por una fracción de segundo, mas volvió la mirada hacia el suelo regresando a su enfermizo sonreír. Takuto se sintió nervioso y le temblaron levemente las manos. Su mejor amigo se lo advirtió. Las personas a su alrededor se lo advirtieron pero el pianista hizo caso omiso a ese constante insistir, alegando de que con él era diferente.
-Flash Back-
El día que Shindou le comento a su mejor amigo su interés por el peli azul este le miro con cierto temor. Primero se rió un poco, diciéndole que dejara semejante broma pero al ver la seriedad en el rostro de Takuto su expresión cambio drásticamente. Le miro más serio de lo que recordaba, jamás había visto esa seriedad en el rostro de su mejor amigo.
Kirino le tomo de los hombros susurrando algo que al principio pensó que era una broma pesada:
-Te lo diré solo porque eres mi mejor amigo y te aprecio- Shindou le miro con los ojos abiertos, invitándole a continuar.-Esto es algo que solo yo sé; júrame que no se lo dirás a nadie.-el peli rosa soltó un suspiro y miro incomodo a Takuto- Masaki…él… Tiene problemas de esquizofrenia- había dicho Ranmaru con una sonrisilla nerviosa. El castaño soltó una sutil carcajada, haciendo que su amigo pusiera los ojos en blanco- ¡No te estoy mintiendo joder! No te parece extraño cuando cambia de personalidad, cuando habla sólo….él mismo Kariya me lo dijo-susurró el oji cyan con la mirada gacha, haciendo que su receptor notara la sinceridad de sus palabras.-es peligroso estar con él.
-No creó que sea peligroso estar con él- debatió el otro- yo se que la esquizofrenia es una enfermedad delicada, pero no por ello es peligrosa- estaba molesto, le molestaba demasiado que su mejor amigo fuera tan exagerado e ingenuo para pensar aquello de una persona enferma.
-¡Hazme caso Takuto!
-Fin del Flashback-
Shindou decidió ignorar todas y cada una de las advertencias que le hicieron. Él estaba seguro de que estar con Masaki no era malo, ni peligroso. Pero luego de unos cuantos meses de relación tal vez debía cambiar de opinión.
Al principio el peli azul era un "amor" a su manera, pensó que los cambios repentinos de humor del peli cyan eran normales debido a su carácter, pero comenzó a notar que el pequeño bribón también hacia cosas bastante extrañas; como arrancarse el cabello o arañarse los brazos.
"Ellos me dicen que lo haga." Le susurro un día mientras Takuto le acariciaba el cabello intentando que no se lo arrancara. Era por eso que cuando Kariya se quedaba demasiado tiempo en silencio, Shindou se preocupaba de sobremanera pues significaba que "Ellos" le estaban hablando.
-Masaki-le llamo con más fuerza, haciendo que el ojiambar le volteará a ver, cambiando ese semblante tan aterrador que cargaba por uno más relajado.
-¿Qué?-pregunto con cierto fastidio. En parte le alegraba que el mayor le hubiese sacado de ese infierno de voces, en el que le decían cosas para nada bonitas
-Nada, solo vi que estabas demasiado ido-susurro con suavidad, acariciando la mejilla del menor.
-Sabes que odio que hagas eso.-su ceño se frunció y aunque su enojo no era real, quería aparentarlo.
-Pero si amo la cara que pones cuando interrumpo tus pensamientos- con delicadeza tomo la barbilla de Kariya y poco a poco fue acercando su rostro hacia el suyo, haciendo que el menor se sonrojara un poco.
-¿Qu…qué estás haciendo?-susurro con cierta vergüenza y molestia. Shindou tan solo sonrió de forma maliciosa haciendo caso omiso a las quejas del más joven, junto sus labios en un beso bastante lento, primero solo un pequeño roce, luego algo más profundo. Masaki al principio se opuso a este contacto pero luego poco a poco inició a corresponder. Cerró los ojos para disfrutar más de aquel romántico contacto sonriendo para sus adentros. Le encantaba que el más alto le demostrara que lo amaba, aunque fuera de esa forma tan estúpidamente empalagosa.
"¡Aléjate!" susurro una de las voces en su cabeza. "No haré que se aleje" respondió él. Esa voz debía aprender cuando quedarse callada. "Aléjalo o lo alejare yo" le amenazo otra de las voces de su cabeza.
Se separo de manera algo abrupta de los brazos del más alto, empujándolo con algo de violencia. Shindou le miro extrañado, ya algo acostumbrado a que el más bajo le hiciera aquello.
-Masaki, ¿estás bien?-pregunto al observar que el rostro de Kariya se había contraído en una mueca de frustración. - Te estoy hablando-le paso una mano enfrente de su rostro intentando de que el otro regresara en sí. Ya estaba algo acostumbrado a esos pequeños "ataques" que su pareja sufría por lo que sabía que aquellas acciones eran solo el inicio.
Kariya movía su cabeza de un lado a otro, intentando que las voces que lo atormentaban se alejaran o simplemente desaparecieran, era frustrante el escucharla pues tan solo le arruinaban el momento de la manera más cruel que podían:
-El no te ama, ¿lo sabes no? Tan solo está contigo porque siente lastima de ti.
-¡Cállate!
-Por qué te niegas en aceptarlo -la voz de su cabeza rió con malicia y crueldad- ¿qué no vez que ese estúpido pianista desea con todas sus fuerzas a ese gótico de tu misma edad?
Kariya se quedo un tiempo meditando mientras su mirada se cristalizaba levemente. Ellos estaban mintiendo. Le estaban jugando una broma pesada.
-No es verdad. No es verdad. ¡Estas mintiendo!-grito mientras se tomaba con desesperación la cabeza. Sabía que eso era mentira pero las voces en su cabeza no dejaban de insistirle. Sacudió todo su cuerpo, intentando que así se callaran- son unos mentirosos.
-¿Masaki?- el castaño le miro preocupado, sabía que el menor estaba sufriendo otro de sus repentinos ataques.- deja de escucharlos.- intento abrazarlo, pero el peli cyan lo empujo nuevamente, para luego tirar de sus hebras azulinas arrancándose unas cuantas-¡Basta ya!-corrió rápidamente hacia el más chico y lo tomo de los brazos, para luego apegarlo a su cuerpo.- calmate, ellos no son reales.
-Déjame- se removía de un lado a otro intentando desesperadamente que lo soltara, no quería que lo abrazara; él quería que esas voces se detuvieran.- cállalas. ¡Cállalas!-grito con desesperación mientras intentaba golpearlo, a lo que Shindou lo aferro con mucha más fuerza.
-No vez que cree que estás loco, tal y como todos lo piensan.
-No eres más que una escoria para la sociedad.
-Deberías estar muerto….
-Muerto….-Shindou le miro poniendo los ojos en blanco, no podía creer lo que acababa de escuchar de los labios de la persona que amaba.
-¿Qué dijiste?
-Debería estar muerto-miro hacia todos lados, perdido levemente en sus pensamientos y considerando muy seriamente hacerle caso a "ellos".
-Es verdad, no haces más que estorbarme-Masaki miro sorprendido a Shindou. ¿Él le había dicho eso- Masaki! ¿Me escuchaste? Deja de decir semejantes idioteces por amor a Dios…..Te prefiero muerto.
-¿Por qué dices eso? ¿No se supone que me amas?-pregunto con cierta desesperación. Takuto sintió que el alma se le iba del cuerpo. Maldita fueran esas voces que atormentaban a su pequeño, le estaban haciendo creer que él le decía eso cuando no sería capaz ni de dañarlo.
-No Masaki, yo nunca diría eso…. –le miro con ternura, mientras acaricio su cabello, pero al ver el rostro del bromista noto que sus palabras no estaban surgiendo efecto- No vez que a ti no te amo. Si al que amo es a Kyousuke…No hay persona en el mundo que no ame más que a ti.
Pero parecía que el otro no hacía caso a sus palabras sino que se dejaba influenciar por las palabras que su mente le susurraba.
-Mira, deberías ahogarte. Pienso que es eficaz.
-Yo considero que es mejor cortarte el cuello, así sería más fácil.
-¿Y si mejor lo matas a él?
-No sería capaz-susurro entre sollozos. Se clavo las uñas en su muñeca, intentando que así dejaran de atormentarle. –Cállense…..
-Masaki, deja de escucharlas- el pianista sabía que no debía soltar al peliazul ni aunque su vida dependiera de ello, pues la única vez que no lo había sujetado durante uno de esos ataques, Kariya había intentado saltar por la ventana. –Yo estoy aquí.
-Cállalas… si me amas cállalas.-rogo desesperado, aferrándose con fuerza a la su pecho- me quieren matar….-
-Créeme que si pudiera callarlas lo haría.
-Mátalo…
-No quiero.
-Entonces matate tú.
-¡NO QUIERO!-el menor rompió en llanto, perdiendo la batalla de emociones que tenía dentro con los "demonios" que le atormentaban. Clavo con fuerza sus uñas a la espalda del más alto, haciendo que este soltara un pequeño quejido, más intento disimularlo pues sabía que su única forma de ayudar al peliazul era dejándolo sacar su frustración.
Era verdaderamente frustrante el mirar cómo Masaki sufría de esos constantes ataques y no poder ayudarlo, ver como a cada momento esas voces hostigaban al más bajo haciendo que realizara cosas verdaderamente insanas como intentar apuñalarse o cortarse las venas e incluso matar a alguien…. Menos mal que el Kariya contaba con el cuidado de sus tutores y el de Ranmaru o de seguro ya le habría hecho caso a aquellas voces. Tan solo deseaba el momento en el que aquella pesadilla acabara para Kariya y así pudiera llevar una vida normal.
No había tenido otra opción más que llamar a Ranmaru para que este le ayudara a combatir ese ataque de histeria en el que Kariya se encontraba, en menos de dos horas todo se había sumido en una paz infinita que tan solo era interrumpida por el suave respirar del menor.
-Al fin se durmió-suspiro Kirino mientras se dejaba caer en el sillón de la habitación.
-¿Cómo lo hiciste?-la sorpresa era más que evidente ya que aun no se acostumbraba a ver lo rápido que el peli rosa calmaba a Masaki.
-Pues digamos que es de tanto estar con él… Se aprende a tratarlo. Yo se que debo darle un calmante o terminara sacándose los ojos, créeme que un día casi lo hace.- Shindou se puso más que pálido al escuchar aquello.-no te estoy mintiendo.
-No es que no te crea, pero es sorprendente.
-Lo sé- con delicadeza froto su frente, intentando que el stress acumulado desapareciera.- Masaki ya te conto que su psiquiatra le recomendó un hospital-le cuestiono mirándole por el rabillo del ojo. Shindou se sorprendió por unos instantes, sin embargo recordó que si se lo habían comentado, pero no había sido Kariya.
-Su padre me lo comento hace dos días, pero cuando le pregunte a Masaki, él lo negó todo.
-A mi me lo conto su psiquiatra… ya sabes…Akio-san confía mucho en mi -la sonrisa de prepotencia se asomo en sus finos labios, arrancándole una pequeña risilla a su mejor amigo.-Dice que si los ataques de Kariya continúan y el sigue sin tomar sus medicamentos deberán ingresarlo a un psiquiátrico.
-¿Por qué?
-Anda Shindou, ya ha intentado apuñalar a más de dos profesores y a tres alumnos, que no lo denunciaron porque saben de que padece… Fudou-san dijo que si esos repentinos ataques continúan no solo podría matar a alguien sino que también se podría matar a él.
Shindou soltó un largo bufido. No podía permitir que su Masaki estuviera encerrado, cuando él mismo sabia que el peli cyan odiaba estar enclaustrado.
-Yo hare que tome su medicamento-la seguridad de sus palabras sorprendieron a Ranmaru, haciendo que este soltara un pequeño suspiro- créeme.
-No dudo de ti, pero tratar con Masaki y más en ese estado es muy difícil.
-Yo sé que si lo podre hacer.- y aunque dudaba un poco de sus propias palabras, tenía todo el deseo del mundo de apoyar a Kariya; de sacarlo de ese agujero en el que estaba perdido.
Masaki POV
Gotea, gotea… Todo es rojo, y a la vez negro. Se siente como un abismo del que caigo pero aun así no llego al final. Es desesperante ¡quiero gritar! Pero aun así no suena nada. Tengo miedo quiero salir.
¿Dónde estoy?
-De aquí nadie te puede sacar-susurro una tenebrosa voz.
¿Por qué no puedo salir?- el temor fue más que evidente en mis palabras, y aunque sé que no puedo emitir ningún sonido por alguna extraña razón ellos pueden escuchar lo que pienso. Siento como algo sostiene con fuerza mis muñecas apretándolas sin ninguna piedad, haciéndome retorcerme de dolor.
-¿Te duele?
Me duele mucho, deja de hacerlo.
-No quiero…Estoy intentando deshacerme de un estorbo.-Frente a mi aparece un espejo, en el que puedo ver que unos hilos de color rojos están atados a mis muñecas, tobillos, cuello, vientre. Mi cuerpo esta arrodillado y algo amoratado. Me obligan a levantar la mirada, haciendo que suelte otro quejido.
Me duele.
-No me importa si te duele-me responde mi reflejo. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, veo como ese reflejo me sonríe con maldad haciendo que todos los pelos de mi cuerpo se ericen- por qué me temes, si yo soy tú y tú eres yo-esas palabras me desconciertan un poco.- Hagámoslo fácil…M-a-s-a-k-i~-canturrea el reflejo ante mí, mientras estira su mano. Intento alejarme con desesperación pero los hilos me sostienen aun con más fuerza, acercándome inevitablemente hacia mi reflejo.-Vamos a deshacernos de la basura que eres- al momento en el que su mano toca mi pecho siento un dolor indescriptible, como si una correntada eléctrica me hubiera tocado, haciendo que suelte un grito desgarrador. Su mano traspasa mi pecho, haciendo un crujido bastante desagradable. Siento como toca mi corazón, y sin piedad alguna lo intenta arrancar. Una…. Dos…. Y luego de eso, todo se volvió negro...
Fin Masaki POV
La calma en que aquella habitación estaba sumida se vio interrumpida por un grito bastante desgarrador, haciendo que los dos jóvenes que se encontraban en la sala se alteraran rápidamente. Ambos corrieron hacía el segundo nivel, temiendo que el menor hubiera cometido una locura que le costara la vida.
-¡Kariya! –el primero en ingresar a la habitación fue el peli rosa, que se llevo un tremendo susto al mirar al peli cyan lloriqueando en una esquina de ese tenebroso cuarto.- ¿estás bien? ¿Ocurrió algo?
-Aléjate. –susurro el menor con voz sombría, haciendo que el mayor se preocupara.- Ellos me quieren matar….
-Kariya… -Takuto ingreso a la habitación completamente asustado. Sabía que Masaki no se alteraba con tanta facilidad y el que hubiera gritado así significaba que el efecto del calmante había desaparecido. –Cálmate por amor a Dios…
El silencio reino en ese cuarto durante unos segundos, hasta que una pequeña risilla se hizo presente, una que le helo la sangre a ambos mayores. Miraron como el más chico se ponía de pie y tomaba unas tijeras que se encontraban a su lado. Kirino palideció, él ya había vivido una experiencia así con Kariya.
-Baja eso-su voz tembló, e intento desesperadamente que Masaki reaccionara- no hagas nada estúpido.- Dio dos pasos al frente, pero freno al instante en el que vio como Kariya se colocaba la tijera en el cuello. Takuto soltó un pequeño chillido.
-¡No te acerques!-esa no era la voz del más bajo, sino que era una voz un poco más grave y seria de lo normal- acércate un poco más, y hago que se apuñale.
-Déjalo…-susurro Ranmaru, intentando razonar con ese "ellos".
-No quiero~
-Masaki, se que tu puedes oírme. –Shindou se sintió al borde de las lágrimas, estaba deseando desesperadamente que el menor soltara esa arma…
-Shindou… -la voz cambio de tono nuevamente.- Dile que se callen…... ¡Dile que se callen! –Kariya se dejo caer al suelo, mientras tiraba de su cabello, de verdad deseaba que aquella pesadilla acabara antes de que "ellos" acabaran con él…
