Disclamer: Liv and Maddie y sus personajes pertenecen a Disney o sus respectivos dueños, y solo los usos para darle un sonido propio a la historia que ya conocemos.

Two shot, One Night

Capitulo único: Maybe never change…

En una casa como otras, de los suburbios cualquiera. El caos hizo acto de presencia.

-!Sal de hay! !Y enfréntame como un hombre! -El grito femenino vino, desde la habitación del único hijo de la familia.

-No... Creo que ya hice demasiado como hombre -La temblorosa voz de un chico, provino desde una gran caja. De las que eran para actos de magias.

-!Sal o te juro que esto se pondrá peor! - La chica rugió y uso una vara metálica para golpear la caja.

-!Déjame en paz! No hay forma de que esto sea solo mi culpa! -De manera lamentable se defendió.

-! Argh! !Estas diciendo que es mi culpa! -Ella aumento la intensidad de los golpes. El sonido estridente afecto al muchacho.

-!N-No hay forma de que te allá obligado! ... Sin importar como lo mires, esto es culpa de ambos -La sensatez del chico detuvo los golpes. El suspiro aliviado, ya que la cabeza comenzaba a dolerle por el sonido.

La chica volvió a la cama, y se desplomó boca abajo. Hundió la cara en la almohada, y dio un gran grito, comenzando a patalear de forma furiosa.

Tras unos minutos, el chico entre abrió la caja, verificando la situación. Al ver la chica en la cama no pudo evitar sonrojarse inmediatamente. Tras tomar valor, salió de su refugio.

La rubia sólo traía puesta una camisa, y al estar moviéndose rebelaba demasiada piel, pero. Nada que el no haya visto.

Al llegar al lado de la cama, el trato de tocar en el hombro de la chica, pero esta se adelanto.

-!P-p-por quwe!? -El adolescente exclamo de forma adolorida, rodó en el suelo con ambas manos en la nariz, lágrimas se acomodaron en la esquinas de sus ojos.

-No me toques -Ordeno como respuesta la rubia, mirándolo como si fuera basura. Luego se giró y cubrió con las sábanas.

A pesar de la patada rápida que casi le rompió la nariz, el pudo ver el rastro de lágrimas en el rostro níveo de ella.

El pelinegro volvió a ponerse de pie, su nariz mostraba un claro rojo. Con dudas se sentó en la cama al lado de la chica, que ahora parecía querer ignorarlo.

-Oye... Maddie, se que es una pregunta estúpida pero... estas bien? -La chica se sentó y giró hacia el casi al instante, en su mirada no existía algo parecido al cariño.

-! N-NO LO ESTOY! !Que rayos sucede contigo!? -El grito y reacción de la chica lo devolvieron al suelo. Ella prosiguió.

-!Y por que no te cubres!? -Se llevo a las manos a la cabeza en gesto de exasperación, sus mejillas ya rojas sólo aumentaron en color.

-Y-yo no recuerdo mucho de anoche, -p-pero cubrirse es algo tonto si piensas en lo que, seguramente hicimos -Explico su desnudez con una sonrisa nerviosa, buscando no provocar más, al dragón que era la chica delante suyo.

Esta de pronto se detuvo de sus gestos de desesperación, y lentamente busco la mirada de el. Este sudó frío al ver los orbes celestes de la chica, perdiendo todo brillo.

-No -Dijo ella de forma fría.

-Eh? -Soltó apenas el.

-No hicimos nada -La expresión de la chica comenzó a distorsionarse en una con clara locura y negación.

-Ma-Maddie? -La chica se bajó de la cama y gateó en su dirección.

-No hicimos nada -Repitió acercándose. El fue retrocediendo hasta quedar entre la pared y una perturbada Maddie.

-P-Pero, la mancha de sangre y también la... -El trato de ser coherente, pero se vio interrumpido. La chica coloco sus manos en el rostro del pelinegro, y lo sostuvo con una caricia enfermiza.

-Shh, Craig no lo entiendes? Todo es sólo un mal sueño -La sonrisa de la chica y caricias que le daba en el rostro. Fueron lo suficientemente perturbadoras para enmudecer al chico.

-Jejeje, ahora quiero que me digas que esto es solo un mal sueño -Pidió de forma dulcemente escalofriante. Pero el no respondió, el miedo era demasiado para siquiera pensar.

-Craig dímelo -Pidió nuevamente, y lágrimas comenzaron a rodar.

-Dímelo ahora -Las alarmas en la cabeza del adolescente ya se había fundido. Pero aunque el quisiera alejarse, no podía hacerlo.

-Dilo! -Ella llevo las manos al cuello de él. Y este las manos a la muñecas de ella, tratando de proteger su vida.

-Ma-Maddie de-detente -El forcejeaba con expresión aterrorizada. Pero la locura de la chica parecía darle más fuerza.

-!Di que me hiciste! -La histeria de la adolescente llegó a la crisis nerviosa.

-!Au-Auxi-Lio! -

El grito desesperado fue sólo escuchado por un vecino, este reconociendo la voz, continuo su camino. Realmente despreciaba al chico mago que solía perturbar sus tardes.

Maddie descendió por las escaleras, sus tíos les sonrieron. Al llegar al final quedó algo apenada por la forma que era admirada.

Pero no era para menos, el vestido que Liv le había obligado a llevar era muy lindo. Celeste y a semi modo princesa, también se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Pero claro, las zapatillas deportivas no encajaban mucho.

-Te vez hermosa Maddie -Sonrió por el cumplido de su tía.

-Y gracias nuevamente por aceptar ser la cita de Craig -Su tío se rió ligeramente.

-Nah, el hizo lo mismo, así que creo que estamos a manos -Sus tíos asintieron satisfechos.

-Oh, hay viene -La voz emocionada de su tía la guió a ver en dirección de lo alto de la escalera. Frunció el seño en gesto de molestia y confusión.

Craig bajo con expresión tranquila. Pero no estaba vestido como mago, si no con saco negro abierto completamente, una camisa púrpura semi abierta y pantalones de vestir negros, la falta de una corbata le dio un aire semi formal. El peinado hacia atrás, con algunos mechones rebeldes, lo hicieron parecer más maduró y al no llevar maquillaje, se podía decir que era algo apuesto o varonil?. Eso pensó Maddie.

-Hey, te ves bien -Le dijo Craig al llegar al final de las escaleras.

-Seh, tu también -Respondió con desconfianza.

-Pero creo que falta algo -Sonrió al quitar el pequeño ramillete púrpura de su pecho.

Maddie suspiro y adivino las intenciones de su primo. Ella tomó el ramillete celeste de su cabeza. Con el intercambio ahora sus vestimentas combinaban.

-Awww, son tan lindos -Con las mejillas sonrojadas la mujer de la casa hablo. Maddie se sonrojo, y Craig sonrió algo abochornado.

-Ahora una foto -Con alegría la cabeza del hogar hizo señas para que los chicos posaran.

Craig tomo a Maddie por sobre los hombros, esta acepto el gesto y ambos sonrieron.

Tras el clic y que sus familiares los despidieran, ambos subieron al coche de la familia. Craig como conductor.

-No sabía que tenías licencia -La chica mostró sus dudas al sentarse a su lado.

-Seh, el ser hijo único tiene sus ventajas, aunque realmente no conduzco mucho -Explico poniendo en marcha el motor. Se ajustaron los cinturones de seguridad y con la mirada Maddie pregunto si estaba segura con el conduciendo.

-Ten más fe en mi, si no fuera capaz de manejar no tendría mi licencia -Tras eso, el auto entro en marcha. La chica tuvo que aceptar la verdad dicha.

Tras unos minutos en la cual Maddie busco una buena estación de radio, ella hizo una pregunta.

-Y, por que no vistes como mago? -Lo que en verdad quiso decir fue, por que no vestiste así para mi baile? pero su orgullo le impido decirlo.

-Tks, de verdad crees que vestiría así para mi baile, no quiero pasar vergüenza frente a los que conozco -Hablo de forma algo fría.

-Voy a golpearte -Amenazo su prima, el sonrió de forma nerviosa.

-Pequeña broma, sabes que no tengo vergüenza, es sólo que se me prohibió entrar si asistía como mago -Explico sin quitar la vista del camino. La chica se cruzó de brazos, por que no hizo que en su escuela hicieran la misma prohibición? pensó.

Luego de minutos en los cuales Maddie discutió con Craig debido a un partido de básquet que era trasmitido por la radio, llegaron a la escuela.

Tras aparcar, el le abrió la puerta con gesto caballeresco y luego ofreció su brazo para escoltará. Ella pensó en rechazar, pero recordó, que a pesar de avergonzarla en su baile, también le había sacado unas sonrisas esa noche.

Para llegar al gimnasio se debía atravesar parte del complejo. En el camino Craig fue explicando las cosas del lugar, también saludando a conocidos.

Algunos directivos y otros miraron a Craig con envidia, incredulidad y lo que la chica definió como desprecio. Pero el adolescente afirmó que sólo era una etapa de incomprensión ante su magnificencia. Maddie dudo plenamente de esto.

Al llegar al gimnasio, Maddie sonrió junto a Craig. Buena música, ambiente y decoración, sin duda la noche invitaba a divertir.

El conocer personas nueva siempre era una gran experiencia, y las personas en el lugar eran muchas, por lo cual seguramente Maddie conocería a un par interesante.

-Hey Murray! pensé que no vendrías! -Craig tuvo que usar un tono algo alto debido a la música. Un adolescente de su edad de piel de color se giró.

-No existe razón para que no lo hiciera! -Murray tomado del brazo a una chica algo más alta que el se acercó.

-Por lo visto no soy el único con cita, aunque parezca increíble -El claro insulto solo causó risa entre los amigos.

-Ha! Buena esa! -Un galán junto a una diva se acercaron al pequeño grupo. Maddie sólo pudo describir a los adolescentes como el rey y la reina.

-Peter vuelve a tu trono, o tus súbditos van a cometer suicidio en masa -Solo los chicos rieron por el chiste. Un punk junto a una gótica aparecieron.

-Mhm? que extraño, me es difícil reconocer a un perro sin su correa - Pese a su apariencia de bonachón, el rey se defendió.

Tras hacer las presentaciones correspondientes, comenzaron a charlar animadamente. Todos los adolescentes estaban trajeados o sólo con una camisa simple y las chicas portaban preciosos vestidos. Sin dudas eran un grupo llamativos.

Para disgusto del directivo presente, ellos juntaron dos mesas para así poder estar más cómodos. Por suerte el presidente de la clase era uno de los que hacían esto. Por lo cual nadie dijo nada.

Maddie se sorprendió del grupo tan variado, y tras hablar bastante entre todos, pudo identificar a todos en el perfecto cuarteto de amigos.

El apuesto y popular presidente Johan.

El intelectual y reservado Murray.

El bravucón y tosco Jack.

Y el raro de Craig.

Suspiro con ligera tristeza. Cada uno traía a una pareja a su altura, es decir, el apuesto con una belleza. El intelectual con una brillante y el punk con una gótica. Lo que la convertía en la rara barbie deportista con el intento de mago, además de ser primos. Sabía que no podía refutar estos pensamientos.

-Existe alguna razón para que alguien me odie en el lugar? -Aprovechando que los amigos de Craig se habían ido por su propio rumbo, Maddie preguntó. Craig le devolvió una mirada de confusión.

Sin mirar ella dio a entender de qué girará hacia la izquierda. Allí una muy linda chica miraba hacia su mesa con saña, más precisamente, con odio a Maddie. El adolescente suspiro.

-Es mi ex -Maddie se ahogó con ponche, y tras limpiarse con una servilleta, rechazo.

-No, imposible -Craig no prestó atención al claro insulto de su prima.

-Termine con ella una semana antes de que fuera al baile contigo, al parecer sigue algo dolida -El vacío su vaso de ponche, el cual tenía un sabor particular. Pero no le presto atención.

-Pero es tan linda, por que terminaron? -Ella no salió de su asombró, está ves Craig mostró molestias.

-Quiso que abandonará la magia -Por primera vez Maddie presenció algo ajeno al optimismo en la actitud de su primo. No insistió ya que podía imaginar el escenario.

Los demás volvieron, y reanudaron la conversación.

-Pero ya enserio, de donde sacaste a Maddie? Sin ofender -Johan correcto como era se dirigió al final a la chica, esta solo agito la mano en gesto de no importarle.

-Me sorprende que aún duden de mi magnificencia -Se defendió con una sonrisa Craig.

Maddie se cuestiono el por qué Craig no había admitido que eran primos, tal vez no quería que se burlaban de ella o avergonzarla más de lo que hizo. Este le guiño como afirmando su pensamiento. Maddie sonrió sonrojada, su primo era considerado cuando quería. Los demás tomaron este silencioso acto como un acto de pareja.

-En fin, a esta altura puedo hablar -Quienes conocían a Jack advirtieron peligro, es frase sólo significa problemas.

-Que hiciste esta vez? -Murray con expresión de desconfianza, indagó. Causando una sonrisa de maldad por parte del punk.

-Jejeje, no han notado algo divertido en el ponche? -Todos miraron hacia sus vasos con desconfianza.

-Nos envenenaste? -Hablo Johan, con molestia marcada en sus finas facciones.

-Oye, no tanto -Se ofendió el bravucón.

-No es como si no lo hubieras hecho antes -Denunció Craig.

-Cierto, cierto -Consintió divertido Jack. Maddie comenzó a preocuparse por las amistades de Craig.

-Es alcohol verdad -Esa fue una afirmación mas que una pregunta.

-Como siempre el cerebro del grupo, llega tarde para adivinar a la astucia -Rió, pero sólo Craig lo acompañó.

-Por favor no beban, no hay razón para seguir a esta mala influencia -El correcto presidente se puso de pie para corroborar las bebidas contaminadas.

Por cada mesa había una jarra de ponche, también una gran mesa al otro lado del gimnasio, tenía bocadillos y un gran tazón de ponche.

-Tranquilo Sr. Santurron, solo es en estas mesas, no tienes que preocuparte por los otros. Pero entiendo si tienen miedo -El reto, y la mayoría se sintió tocada.

-No caigan en sus provocaciones. Que muchos a nuestra edad beban, no significa que nosotros también -Discurso Johan.

-*Puak, puak, puak* -Fue Craig quien hizo los sonidos de gallina. Maddie le frunció el seño.

-Que? no tengo magia -El se encogió de hombros.

-Esa no es una excusa! -El resto se rió por el regañado a Craig. Johan suspiro.

-Los hago cargo a ambos, de lo que ocurra -Señalo a Jack y Craig. Estos colocaron una mano en el pecho y inclinaron la cabeza.

-Si, mi señorito! -Rieron tras la broma.

Los vasos se llenaron y fueron vaciando, a esta altura la mayoría tenia las mejillas sonrojadas, pero aún no podía decirse que estaban ebrios.

Las conversaciones y bromas fueron subiendo de tono cono el tiempo. Y llegaron a un tema común y sensible para los adolescentes de dieciséis años.

-Vamos digan, quien lo hizo ya? estamos en confianza -La mala influencia del grupo afilo los dientes con esa pregunta.

La atmósfera se tornó caliente y muchos se sonrojaron. Pero nadie respondió.

-Oye, no me jodan, es que ninguno lo hicimos? -La sincera confesión hizo ahogarse a viarios.

-Me conocen! si yo lo hubiera echo, se lo restregaría en la cara a todos -Rió sonoramente, su novia a un lado, avergonzada se lamento por lo que le esperaba.

-En fin, necesito bailar -Sin más tomo a su novia y se dirigió al centro del gimnasio, que servía de pista de baile.

-Es una buena idea -Apoyo Murray.

Y así todos fueron a bailar, hasta quedar solo Craig junto a Maddie.

El adolescente vacío su vaso y se puso de pie. Sonriéndole le tendió la mano a ella.

-Es un baile no? -Contagiada por el optimismo de su primo, la chica tomo la mano de este.

-Seguro -Y así entraron a la pista.

Pero al tratar de dar los primeros pasos de baile, la música cambio a una romántica y la atmósfera alegre se convirtió se hizo más rosa.

Maddie trato de huir inmediatamente. Pero Craig se lo impidió.

-Oye, hay algo que quiero decirte -El le susurró al oído, esto causó una corriente en la columna de la chica. Esta se giró y se encontró con la sonrisa calma de su primo, tras pensarlo un poco, pensó que un lento no dañaría a nadie.

-Sabes... -El comenzó tras ponerse en posición de vals, un poco más pegados.

Tal vez era el alcohol o su conciencia, pero Craig necesitaba disculparse con Maddie.

-.. Lamento como me comporte en tu baile, creo que sólo pensaba en el acto -Maddie tenía su cabeza en el hombro de Craig. Sonrió por la disculpa.

-Esta bien. Me divertí un poco, y este baile lo recompensa, así que no te preocupes -Sonriendo, el adolescente se centro en su alrededor. Cruzo la mirada con sus amigos, y estos le sonrieron de igual forma.

Para el resto ellos eran una pareja, pero ambos sabían que sólo era una mentira blanca. No eran como los otros en el lugar, novios o promesas de ser algo más después de este día. Ellos simplemente eran primos, que decidieron ser la cita del otro.

Tal vez fue el momento, o la soledad de haberse separado de alguien importante en ese tiempo. Pero al cruzar la mirada, algo los atrapó.

Quizás fue el hecho de conocerse un poco más, y el descubrir que no todo es lo que parece. El ver al fin el lado atractivo del otro.

Lentamente el se inclinó y ella cerro los ojos, sin pensar claramente. Craig la tomo por la cintura, y ella lo abrazo por el cuello.

El beso fue simple, pero en ese momento, ideal. Se saborearon sin saber el por qué. Y al separarse quedaron en la confusión. Pero ninguno tubo tiempo para decir nada.

-!El magnífico! !El magnífico! !El magnífico! -Sus tres amigos salieron de la nada coreando. Alzaron a Craig en hombros y lo hicieron girar como mostrándolo al resto. La música volvió a cambiar y todos se contagiaron del ritmo alocado y festejaron al magnífico Craig.

Maddie no entendía nada, y también fue alzada en hombros. Observo a Craig y este le devolvió la misma mirada de confusión. Luego ambos rieron.

En el momento que dejaron de prestar a atención al resto, ellos fueron bailando hasta el centro de la pista, muchos se centraron en ellos ya que estos eran una pareja muy llamativa, y parecían tan ajenos al resto, como en otro mundo.

Algunas suspiraron cuando el se inclinó, otros silbaron cuando ella le tomó por el cuello. Y el beso, era ante ellos un gesto tan dulce que se les hizo imposible no decir un gran *Awww*.

Los amigos de Craig no pudieron evitar querer alzar al raro de su grupo. Quien había demostrado como pocas veces, su magnificencia.

Maddie se observó en el espejo del baño. Había ido en busca de calma, aún no comprendía, por que beso a Craig.

Una chica se puso a su lado, era la ex de Craig.

Una sensación de temor se instaló en la boca del estomago de Maddie. La chica era linda, pero también había sido novia de su primo. Por lo cual nadie le aseguraba que no fuera una loca.

-Hey.. -Fue interrumpida de forma brutalmente cortante.

-Muérete -Tras eso la chica se fue.

Si las actitudes mataran, en ese instante Maddie hubiera sido atravesada por un arpón.

Ahora con una segura enemiga se dispuso a mojar un poco sus manos. Olvidándose de la despechada, volvió al gimnasio.

Al llegar se encontró a todos nuevamente en las mesas. Los muchachos molestaban a Craig con cierto orgullo.

Maddie sonrió ampliamente, eran de su agrado los amigos sinceros y que se molestaban entre sí.

El baile fue llegando a su final. Y el grupo supo que habían bebido demasiado, por el comportamiento del ya no tan respetable presidente estudiantil.

-KYAHH -Grito la cita de Johan, este frotó su rostro en el generoso pecho de la chica.

-N-no Presi-dente compórtese! -La chica se quitó con esfuerzo a Johan de encima.

-Pero son tan suave~ -Exclamo como un niño, y al ser tan apuesto. La chica sintió un vuelco en el corazón.

Jack también había mostrado un comportamiento libidinoso, pero no tan adorable como el de Johan. Y su novia no tuvo otra que calmarlo a la fuerza. Ahora Jack descansaba en la mesa, tres claros chichones sobresalían de su cabeza.

Los únicos calmados eran Murray y su cita, ya que fueron los que menos bebieron. Y en cuanto a Craig y Maddie, pues ellos no mostraron una actitud lívida, pero...

-!Que sabes tú del cinco, tres, dos ! !El Capé nacho ! !Y la garra charrúa! -Rugió Craig, poniendo las manos sobre la mesa, y poniéndose de pie.

-!Y tu que sabes de la defensa ofensiva! ! Los campeonatos de los Bulls! ! O el corazón de los Lakers! -Maddie rugió de la misma forma y se colocó a la altura de su primo.

-!Tus Bulls están muertos! !Y tu DreamTeam fue aniquilado por los comunistas ! -Escupió con desprecio el adolescente.

-!C-Como te atreves! -Furiosa lo tomo por el cuello listo para partirlo.

Después de eso, fueron echados por los directivos. Con la promesa de que en la vuelta a clases les esperaban enormes castigos.

-Es tu culpa! -Maddie pecho a Craig. La imagen de dulce pareja, murió en los corazones de los que observaron su comportamiento.

-Mía!? Tu te atreves a comparar esa empresa del básquet con el fútbol mundial! Y yo tengo la culpa!? -Respondió con la indignación en cada sílaba.

-!Es todo! !Indulta una vez más el deporte que amo! !Y te arrancaré los dientes! -Lo tomo por el cuello y invadió el espacio vital del chico.

-Oye, jejeje, sabes hacer una volcada? -Con saña se burló en el rostro de Maddie. Esta se encendió en un rojo furia.

-!Hijo de...! -Se vio interrumpida por un grito.

-!Ustedes dos! !Déjense de joder! -Rugió Jack detrás de ellos. Claro que por su ebriedad se dirigió a otra pareja, la cual se alejó inmediatamente.

Maddie soltó a Craig y camino de forma enojada hacia el auto.

-Que hacen idiotas? Están ebrios! -Les recordó Jack. Ellos suspiraron.

-Dejen a Laila manejar, por algo le pedí que no tocará el ponche -Craig le lanzó la llave a la chica que ayudaba a andar a Jack.

Los otros ya se habían retirado en la limo del presidente.

Tras subirse en el coche, se prepararon para el camino a casa.

Jack vivía en la casa del frente, por lo cual su plan era simple. El asistiría al baile en moto, luego su hermano iría por esta. Y Jack volvería en el auto de Craig.

Cerro la puerta de la cochera y junto a Laila se dirigió a su casa.

-Esta bien dejarlos solos? -Pregunto su novia con dudas.

-Ellos están bien, saben lo que hacen, igual que nosotros -El viaje le quitó ebriedad, ya que el bebía de ves en ves. Pero sus mejillas sonrojadas no eran por el alcohol.

La chica entendió el mensaje, y sonrojada, apretó más la mano de el.

Tal vez fue por que ella siempre acepto un reto y era alguien obstinada y competitiva.

O por que el demostró que cuando algo se le metía en la cabeza, no escuchaba y sólo pensaba en eso.

O simplemente la ebriedad y calor del momento.

Pero en algún momento del viaje y su discusión, el le robó un beso. Ella lo abofeteo, y el volvió a besarla. Esta vez ella respondió con su lengua.

Y desde entonces habían estado en los asientos de atrás combatiendo con sus lenguas. Tratando de ser el más dominante.

-Subamos... a mi... cuarto -Entre besos Craig hablo. Maddie sólo asintió. Pero al bajar del coche ella se subió en el. Enredando sus piernas alrededor de la cintura del adolescente, ella volvió a besarlo. El no perdió el equilibrio, sorprendiéndola gratamente. El se dispuso a caminar aún con ella encima.

Conocía perfectamente el camino hasta su cuarto, por lo que aún sin el don de la vista, y guiado por meros instintos, el se manejó bien.

-Y... Tus... padres -Ella mordió su labio antes de separarse. Necesitaban algo de aire.

-Se fueron por el fin de semanas -El pateo la puerta de su cuarto. Y al llegar a la cama, depósito a la chica con gentileza.

Se quitó los zapatos y el traje. Ella las zapatillas deportivas y parte de su vestido, quedando en una especie de malla.

El, maravillado por el cuerpo de ella se puso encima. Acariciado las piernas de ella produciéndole un escalofrío agradable.

Se miraron a los ojos, los rostros expectantes y sonrojados. Se preguntaron algo que habían decidido ya en el auto. Presos de los efectos de la bebida y un extraño deseó.

Se volvieron a besar, y las caricias de el subieron en busca de deshacerse de toda tela. Ella desabrochó la camisa de el y observó con sorpresa cuando esté se la quitó.

Tocó el pecho y luego acaricio los hombros y partes de los brazos. El chico que siempre considero débil, había crecido. Las marcas de los músculos no eran exageradas, pero estaban allí. No alguien muy atlético pero sin dudas alguien trabajador. Pensó Maddie.

-Has visto los equipos de magos? debo acarrear esas cosas sólo -Dijo riendo levemente. Ella lo beso como recompensando su esfuerzo, aprendiendo más de lo que alguna vez quiso.

El encontró el zip del vestido a un lado, y tras poder quitarlo, contempló su obra.

Maddie mostró pudor al verse en sólo bragas y brassier. Craig sonriendo se deshizo de sus pantalones, quedando iguales.

El flexiono la pierna izquierda de ella. Aquella la cual ahora estaba cubierta por una tela en la rodilla. Como una cicatriz, un símbolo de orgullo y lamentación, de una guerrera.

El la beso en la rodilla, ganando un suspiro departe de la chica.

Tras darse cuenta de su vergonzoso sonido, lo pateo y coloco debajo de ella. Sonriendo de forma felina se soltó el cabello, la imagen sin duda golpeó al chico.

Maddie lo beso y entre sus labios tomo la lengua del chico, la succiono y jugo con ella de forma sensual. Sin dudas el alcohol había sacado lo mejor de ella. Pensó Craig.

Al separarse, un hilo de baba quedó entre ambos, luego desapareció.

Ambos se mostraron mutuo deseo, sus rostros sonrojados brillando por su comportamiento.

Quien sabe que los llevo a actuar así. A ser casi amantes de años. A besarse hasta que el aire les falte. Tal vez era su sentido de competir y tomar lo que llamaba su atención.

El llano deseo de querer derretir el corazón del otro.

-Ehh!? -La chica sintió algo duro en su trasero. Se giró y quedó impactado por el bulto en los bóxer del chico.

-N-no es mucho!? -Con temor pregunto, dudaba de que esto terminara bien.

-Eh? no se, son más de veinticinco centímetros, creo -Realmente no sabía si era mucho. Pero tenía una idea que era más que el promedio.

-Kgh! -Un quejido de sorpresa escapó de la chica. Craig dejando el tema de lado, tomo con sus manos los senos de la chica.

-Que suaves -Quedo maravillado, se sentó y frotó el rostro en los pechos de Maddie. Esta ahogaba gemidos, negándose a ser sumisa. Aprovecho la posición y frotó su intimidad con el miembro de Craig, este tembló.

Las nuevas sensaciones eran demasiado buenas, pero el tampoco quería quedarse atrás.

-Ahh! -El primer gemido escapó de entre los rozas labios de Maddie. Craig le había bajado el brassier y mordido un pezón con ligera fuerza.

Tras un cruce de miradas retadoras. El comenzó a atacar los senos de ella, causando gemidos involuntarios. Ella hundió las manos en la cabellera oscura de el, aumentando los movimientos de su pelvis.

Las acciones de ambos eran placenteras. Pero tras minutos, el supo que si esto continuaba sería su derrota. Por lo que le dio la batalla a Maddie, para poder continuar la guerra.

Ella sonrió victoriosa al ser recostada, sintiéndose más feliz de lo usual tras una victoria.

-Presumida -Tras decir eso la sonrisa de ella aumento.

-Mal perdedor -El también sonrió.

-Oye, ya saben lo que dicen, soldado que huye.. -El se quitó los bóxer, arrancándolos con fuerza, sorprendiendo a Maddie.

-...Vive para otra guerra -Con su longitud mostrada con orgullo, la mirada de el mostró todo el deseó por ganar. Ella trago duro.

Se despidió de sus muy húmedas bragas, y sin quejarse se término de quitar el brassier. Ambos quedaron completamente expuestos.

Las dudas y el temor de ella se achicaron, fiel a su capacidad de crecer ante la adversidad y un reto. Sonrió y su mirada se llenó de deseo. Y hizo un gesto muy atrevido.

Abrió sus piernas y con sus dedos los pliegues de su entrada. La erótica imagen se grabó en las retinas de Craig para el resto de su vida.

Acepto la invitación con una gota de saliva escapado de sus labios. Se posicionó sobre la chica, y está lo apresó entre sus piernas.

Otro cruces de miradas y el se hundió en ella, llenándola completamente con su longitud. Ambos quedaron paralizados por la sensación de fundirse en uno.

El había cerrado los ojos, y al abrirlo se encontró a una Maddie reteniendo las lágrimas. Con algo de preocupación busco la manera de confortarla. Y la idea de besarle la frente y decir algo cursi surco su mente. Y fue lo que trató de hacer.

-Yo no soy una estúpida princesa -Maddie adivino sus intenciones y le tomó por las mejillas fuertemente, y con su expresión amenazante y tono sombrío. Le dejo bien claro todo a un atemorizado Craig.

-S-Si señora -Respondió aún siendo sostenido por las mejillas. El olvido que no era cualquier chica con la que estaba, esta era Maddie.

Tras ser liberado, procedió a moverse. La sensación húmeda y blanda a su alrededor era embriagante. Hundió sus manos en los senos de la chica, y la besó.

Ella quien era más dominante en los besos, marco el ritmo. Algunas lágrimas habían escapado, pero ella tolero el dolor de perder su virginidad.

Inexpertos como eran, tuvieron que pasar unos minutos experimento, hasta alcanzar placer y velocidad.

El agradeció que Maddie careciera de uñas, por que si no, su espalda estaría hecha jirones.

Ella se despidió del dolor, y fue atrapada por una sensación de placer. Que aumentaba junto a la violencia de las penetraciones de Craig. Sentía perfectamente, como el miembro de este llegaba a lo más núcleo de su interior.

Los minutos fueron pasando y los gemidos y gruñidos ya no podían ser controlados, así como sus acciones.

El la presionó con fuerza por los hombros, buscando más apoyo, y con brutalidad la penetró, aumentando la velocidad.

Ella le abrazo y beso para luego morder el labio inferior de el, causándole una herida.

La cama seguía sus movimientos, y el sonido se mezcló en una sinfonía erótica.

Craig gruñó y repitió el nombre de ella un par de veces antes de llenarla. Maddie Gimió el nombre de él y sintió su liberación. Se vino en el acto y apretó fuertemente los dientes, algunas lágrimas se escaparon.

Ambos llegaron al clímax, y por la presión, una explosión de líquido blanco y rojo cubrió parte de sus intimidades, y las sábanas negras.

Se besaron y al separarse se quedaron hay, sólo viéndose a los ojos. Estos eran cristalinos y nublados.

Su respiración comenzó a normalizar y Craig salió de Maddie llevándose parte de la mezcla de sus esencias. Esta mezcla se derramó del interior de ella.

El mismo pensamiento cruzo la atontada mente de ambos. El inclinó la cabeza y hizo una pregunta con su mirada, llena de deseo.

Ella se cubrió los ojos con el antebrazo y giró la cabeza. Negándose a admitir algo en voz alta, pero luego de un momento, asintió.

Feliz cual niño, Craig se sentó a modo de indio, y puso sus brazos extendidos hacia atrás a modo de soporte.

Maddie suspiro y con gesto algo avergonzado se puso de pié. Se colocó sobre Craig, y bajo hasta quedar sobre el miembro de este.

Ella con sus dedos abrió sus pliegues, derramando las esencias de ambos sobre el miembro de el. Un acto completamente erótico, pensó este.

-Ups -Como una clara maldad, Craig le obligó a bajar completamente. Entro tan profundo en ella que Maddie no ahogo un sonoro grito, pequeñas lágrimas rodaron por su mejillas.

-H-Hijo de... -Maddie empujo a Craig dejándolo recostado.

Pese a estar siendo abofeteado, Craig rió. Era obvio para el que Maddie quería ser la que moviera las caderas, pero se le hizo imposible la tentación de volver a penetrarla.

Dándose cuenta de que el idiota debajo de ella, no se arrepentiría de su acto, ella detuvo sus ataques.

Olvidándose de la estupidez de Craig, comenzó a mover las caderas. Su expresión de disgusto cambio rápidamente. Y el sonido de piel chocando con piel se hizo más audible.

Cogió velocidad y fuerza con el tiempo, haciendo que sus gemidos sean opacados por los gruñidos de Craig. Este estaba en la gloria, atontado por la imagen de Maddie cabalgando sobre el, y el movimiento de los pechos de esta.

Al notarse admirada ella sonrió, y bajo la velocidad.

-Abre la boca -Ordeno para luego mover su boca de forma llamativa. Algo confundido Craig obedeció.

Con los pulgares ella abrió aún más la boca de el. Acerco su rostro y le soltó una generosa cantidad de saliva.

Por mero instinto Craig trago con un fuerte sonido. El rostro de ambos se coloro completamente. Maddie apretó con más fuerza, y sintió más hinchado el miembro de el.

-T-Tómalo como castigo -Maddie realmente no supo por que hizo aquello, y ahora se sentía muy avergonzada.

-Que va, me gustó -Confeso Craig, aumentando la vergüenza de ambos. Realmente era una pareja de raros. Fue un pensamiento mutuo.

La armonía se reanudó, y ella marco el ritmo. Pero esta vez el coloco ambas manos en las caderas de ella ayudándola a aumentar la velocidad.

Se besaron largamente, sin detener los movimientos. La sensación del interior de la chica era demasiado para el, y sabía que mucho tiempo no aguantaría. Ella estaba en las mismas condiciones y dejo notar su cansancio al bajar la velocidad.

Maddie se alejó, y tomo sus pechos con movimiento sensuales. Sin poder aguantar la imagen, Craig se sentó, y apretó el trasero de ella con urgencia.

Luego sacando fuerza de su deseo se puso de pie, sorprendiendo a la chica. Esta por reflejo coloco sus brazos por sobre los hombros de el y le apresó con sus piernas por la cintura.

-! Pero q...!? -Craig la interrumpió con un feroz beso. El tomo con más fuerza el trasero de ella, y la hizo subir y bajar de forma violenta. Toda protesta murió en el acto.

La nueva altura le dio más fuerza a su caída, por lo que las penetraciones golpeaban brutalmente en lo más profundo. Ella cabalgó con lo que le quedaba de energía, y el la hizo suya con cada fibra de su ser.

Quedaron encantados cuando sus movimientos se coordinaron, y los gritos y profundos gruñidos lo demostraron.

Se besaron presos del mayor de los clímax, temerosos de tan gran sensación. Cerraron los ojos sintiéndose morir.

El miembro de Craig se hinchó antes de llenarla por completo, lanzando un chorro que atravesó la entrada de lo más núcleo. Las paredes de ella apretaron con fuerza antes de liberar su esencia, provocando una explosión única de aquella mezcla.

Abrieron los ojos y mostraron sólo cansancio y una enorme satisfacción, sonrieron tras cruzar la mirada.

Craig la depósito con cuidado, para descansar y luego cayo a su lado.

Maddie no dudo en colocar la cabeza en el pecho del chico, pese a su naturaleza anti-cursísmo. Pero a esa altura ya no pensaba en nada y cerró los ojos.

Craig acomodo y estrecho más a la chica, como pudo y pese a las muecas de disgusto de esta. El logro poner una sábana sobre ellos. Y se despidió del último rastro de fuerza tras acomodar la almohada debajo de su cabeza.

Cerró los ojos y volvió a abrirlos. Ignoro que Maddie ya estaba babeando sobre el. Esta aun traía las gafas deportivas, las tomo y coloco en la mesita de luz.

Eran sin dudas unas buenas gafas, y ese fue el último sin sentido que pensó esa noche.

Se despertó desconcertada, la luz a través de las nubes grises tubo la culpa. Sin comprender sólo maldijo por lo bajo, su cabeza se encontraba revuelta y tenía un sabor extraño en la boca.

Se sentó y observó su entorno. El cuarto oscuro con varios objetos de magia le llamaron la atención. Vio su vestido en el suelo y una alerta apareció en su cabeza, también encontró su brassier azul junto a una tela del mismo color. Más ropas se encontraban en el suelo de madera.

Sintió una brisa en su abdomen y bajo la mirada. Abrió completamente los ojos, nada más que la sabana cubría su cuerpo.

Se giro y encontró a Craig recostado, este con los ojos abiertos le devolvió sólo incomprensión.

Craig se sentó y ambos se observaron con confusión, Ella comenzó a sonrojarse furiosamente, hasta quedar completamente roja. El por su parte se tiño de azul temeroso y sudó de forma exagerada.

-!Q-qqq-QUE!? -Craig no era lo suficientemente rápido para esquivar el golpe. Y el grito de Maddie lo había paralizado.

-Es-Espe-ra! -Pidió con un hilo de sangre cayendo de su labio. Maddie tomo un tubo de plata que Craig usaba en sus actos. Este quedó atemorizado.

-Oye! Alto! Maddie para! -Suplicando esquivo los golpes y agradeció que su prima no tuviera sus gafas, por que si no sería otra historia. Una donde el era apaleado sin piedad.

Maddie lo hizo correr por toda la habitación. Tan salida de si, que todo lo que gritaba eran palabras inexistentes.

Craig había intentado razonar con la chica, pero esta no escuchaba. Y no ayudaba que ambos estuvieran desnudos, la adrenalina y el ver los movimientos que se producían en el cuerpo de Maddie, causaron una obvia reacción de parte de su cuerpo.

Quedó atrapado en una esquina. La amalgama rojo y dorado que era su prima, alzo su arma lista para eliminarlo, sin salidas sólo quedó actuar por instintos.

-!NOOO! -El tubo cayo al suelo, y Craig aprovecho la brecha creada para huir, su objetivo, esconderse en su caja misteriosa y tratar de desaparecer. La sensación conocida en sus palmas, tras apretar los pechos de su prima, sólo aclaro más su teoría.

Llegó al lugar seguro, inmediatamente escuchó los golpes de Maddie, también rugidos indefinibles. Agradeció haber puesto un seguro interno.

Lo único que pudo pensar en ese caos fue...

Que carajos había pasado!?.

Maddie había desistido de matar a su primo. Ahora ella se encontraba con la espalda en la cama y las rodillas en el pecho, su cabeza entre ellas, en un gesto de desesperanza.

-No puede ser -Dijo por décima octava ves, negando con la cabeza lentamente.

En frente de ella, Craig tenía la espalda contra la pared. En una pose similar a la de un cadáver, casi se podía ver su alma tratando de irse de su cuerpo.

-No puede ser -Esto volvió a Craig a la vida, podía soportar mucho, pero su prima ya se estaba excediendo.

Si bien la situación no pintaba bien, Maddie hacia parecer que había cometido una serie de homicidios. El no era una persona mala o horrible para que la chica se lamentara tanto.

-Oye... -Todo el enojo o valor de Craig murió tras una mirada fría de Maddie.

Por suerte los teléfonos de ambos sonaron para bajar el ambiente hostil.

Craig los tomo ya que estaba más cerca. Con una mueca de desagrado Maddie tomo su teléfono, haciendo que el chico apretara los dientes.

El número era desconocido para ella, pero no para el. Pero el mensaje era el mismo.

"Felicidades ;3"

Craig se puso de pie y abrió la ventana pese al clima. Curiosa Maddie olvidó su tragedia y se acercó.

Al otro lado de la calle en la casa del frente, se apreciaban a dos personas en una situación similar a la suya.

Jack y si no mal recuerda Laila. Ambos en paños menores. El sonreía ampliamente y ella se mostró avergonzada.

Tras un saludo con la mano de parte de Jack, el y su novia formaron un corazón con las manos. Irradiando el amor que sentían en ese momento, en una atmósfera rosa.

Con expresiones pétreas, Craig cerró la ventana y Maddie bajo las cortinas. Ambos ignoraron el mensaje que les llegó después.

-Podrías vestirte -Pidió Maddie

-Tu también -Craig respondió.

Luego de unos segundos, sin mirarse, asintieron.

Craig se encontraba en la cocina, preparando el desayuno, o casi almuerzo ya que pasaban de la doce.

El rostro del "Hombre" brillaba de un tono rojizo. Prueba de que recordaba todo con lujo de detalles. Y no era el único.

Maddie se encontraba a la mesa de la cocina. Con la cabeza entre sus brazos, en un gesto de querer que la tierra la trague.

Casi se podía ver humo salir de la cabeza de la "Mujer", producto de la vergüenza. Por sus actos de la noche anterior y de esta mañana. Realmente no sabía cómo podría ver a Craig a los ojos nuevamente.

Solo basto con separarse y tomar una ducha por su cuenta, para que los recuerdos regresaran.

Craig coloco un plato enfrente de la abatida chica. Pero esta no se movió aunque el sonido de su vientre demostró su hambre.

-Sabes... estábamos ebrios... -Ya con su propio plato, y tras sentarse, comenzó a hablar Craig.

-Y pudo haber sido peor... pudimos terminar con un desconocido -Maddie levantó un poco la vista, y se encontró al chico con una mano en la boca, viendo en otra dirección con el rostro algo rojo.

La chica lo dudo pero acepto las excusas dadas como cierta, y con eso en mente se sentó de forma correcta.

-T-Tienes razón, y no es como si pudiéramos hacer algo ya -Ella sonrió de forma forzada.

-Exacto, lo hecho, hecho esta -Ambos rieron de forma nerviosa, y se negaron a cruzar la mirada. Y sólo se centraron en sus platos.

-Eh? no sabía que fueras cocinero -Exclamo sorprendida Maddie, olvidándose algo del tema anterior. Y se preguntó hace cuanto que el chico estaba cocinando.

-Sip, al ser hijo único con padres trabajadores, uno tiene que aprender. También gasto mucha energía diariamente, por lo que me gusta buscar nuevas recetas que me ayuden con eso -Explico sonriendo, agradecido del cambio de tema.

Ambos tenían aún sonrojó en sus rostros, pero se negaron a mostrarse tan avergonzado como se sentían ante el otro.

-Valla, yo no puedo recordar la última vez que siquiera use la estufa -Bromeo Maddie, conciente de sus pocas habilidades culinarias. Craig rió por la verdad dicha.

-Realmente no encajas con el tipo de chica hogareña -Señalo divertido, ella aceptó asintiendo.

-Y tu tampoco, yo creía que eras más del tipo de mago lujoso -Ella rió pero el no de ofendió, sabía que el maquillaje y su forma de ser lo mostraban mas mimado de lo que era.

-Lo se, pero soy más... -Craig coloco un pañuelo entre los platos, y luego hizo unos extravagantes movimientos con sus manos. Maddie elevó una ceja de forma escéptica.

-..!Mago de ilusiones! -Quito el pañuelo de forma teatral, y rebeló dos tazones con frutas picadas.

-!Ehhh?! Como lo hiciste? -Maddie quedó impactada, realmente dudo completamente de Craig.

-Un mago no rebela sus trucos -La chica no tubo otra que aplaudir. Su primo llevaba un camiseta y la fruta era de verdad, por lo cual, no tenía idea de como hizo el truco.

-Gracias, gracias -Tras el pequeño momento, Craig se sintió algo débil.

-Pero en fin, aunque sea algo hecho rápido, disfruta -Estaba hambriento y ella también.

Los ojos de Maddie brillaron. Omelet, tocino, ensalada, tazón de fruta y zumo natural. Si esto era algo rápido, como sería algo elaborado. Pensó la chica.

-Que es esto? -Confundida tomo unas píldoras que Craig había puesto al lado de su plato.

-Oh, lo olvide, sabes si se debe ingerir con los alimentos? -Respondió con otra pregunta. Ya que realmente no tenía mucha idea sobre esa medicina.

Maddie no insistió, negándose a volver al tema que ninguno quería seguir. Ella conocía la pastilla, pero nunca pasó por su cabeza la idea de ella usándola tan joven.

Píldora del día siguiente, leyó el reverso del frasco y luego ingirió una acompañada de zumo.

Irresponsable. Esa palabra surco la mente de ambos. Agitaron la cabeza como buscando no pensar en ello. Y se centraron en la comida.

-Delicioso~ -Exclamo Maddie, tras llevar un trozo del omelet a su boca.

-Nah, deberías probar mis magnificas empanadas, quedarías alucinando -El negó tras beber un poco de zumo. Y luego sonrió agradecido.

-Me gustaría, pero dudo volver en un tiempo -Sin ningún rastro de tristeza confesó, ya que realmente luego de lo vivido, no quería pasar mucho más tiempo en el lugar.

-Sip, será lo mejor... pero...-Craig se puso de pié y revisó los estantes ante la atenta mirada de Maddie.

-...La tía, a que hora llega? -Cuestiono mientras seguía su inspección. La chica trago un poco de tocino antes de responder.

-Ocho o nueve, aunque creo que papá vendrá a buscarme -Hablo sin tener muy claras las intenciones de su primo.

-Entonces hay tiempo, si no te molesta cenar antes de lo usual -Sonriendo volvió a su asiento, y reanudó su almuerzo-desayunó.

-Por mi no hay problemas -No quiso dejar ver el deseo que tenía por probar más comida hecha por el chico.

-Críeme, no te defraudaré -Craig rió con confianza. Maddie pensó que este lado del chico, era realmente agradable.

Las siguientes horas pasaron con una atmósfera algo tensa. Ambos ya estaban más calmados y coherentes que en las primeras horas del día.

Y el deseo de dar su opinión respecto a lo sucedido, había crecido. Por lo que en los últimos minutos, ambos se habían planteado el comenzar. Pero ninguno supo cómo.

Craig sentado en el sofá, hacia bailar una moneda entre sus dedos para luego hacerla desaparecer. La moneda aparecía en su otra mano y el proceso se repetía.

A su lado Maddie cambiaba de canal sin prestar mucha atención. Estaba buscando toda su voluntad para iniciar, se negó completamente a dejar que el tema la vuelva alterar como al principio del día.

-Sabes... quisiera hablar de... -Craig comenzó pero fue rápidamente interrumpido.

-No -

-Eh? pero.. -

-No! Yo debo comenzar! Por que esto no me afecta! -Con saña la chica clavo su dedo en el pecho de el, y lo que fue corriendo en el sofá.

-O-Ok, adelante -Un Craig nervioso, le dio la palabra a la obviamente afectada Maddie.

La chica se acomodó en su lugar y suspiro un par de veces.

Pero los minutos pasaron y Maddie no abrió la boca. Ante la expectante mirada de su primo.

-!No puedo hacerlo! -Exclamo sonrojada y se cubrió el rostro con un almohadón.

Craig había intentado no reírse, pero fallo de forma desastrosa. Y recibió un almohadonazo como castigo.

-Maddie, detente -Pidió cubriéndose la cabeza con ambos manos.

-Deja de reírte primero! -Molesta la chica continua su ataque, pero no pudo detener la risa de Craig.

-Pero eres tan adorable cuándo muestras vergüenza! -El ambiente cambio drásticamente, y Craig supo, que la había regado.

Maddie estrujó fuertemente el almohadón entre sus manos. Ella podía ser linda y otras cosas, pero adorable no. Adorable nunca.

-Se-Sentada -Muy bien, ordenarle a una chica como Maddie, alterada, como si fuera un cachorro, definitivamente no ayudaba.

-! Quédate quieto! -Los golpes con el almohadón eran tan fuerte que casi cortaban el aire.

-!No hay manera! -Craig se movió bien para esquivar pero recibía algunos golpes. Y se negaba a arrepentir la escena de esa mañana.

Tomo un almohadón y se giró, con velocidad y fuerza impacto en el hombro de la chica. Quien se quedó sin creerlo.

-M-Me golpeaste -Sorpresa y indignación marcaron el tono usado. Pero Craig no se mostró arrepentido.

-Claro que lo hice! No puedes atacar a alguien y esperar que no se defienda -Razono, en posición de no dar marcha atrás.

Maddie no respondió ni atacó. En duda de seguir. Quería golpear al sujeto que tenía en frente, pero sabía que debía dejar esa actitud.

Tras ver a la chica volver a sentarse, el hizo lo mismo, aunque más preparado, sólo por si acaso.

-Realmente debemos hablar de lo sucedido -Lo dijo rápido para no ser interrumpido. Pero Maddie ni siquiera lo miro. Suspiro y luego continúo.

-Yo también estoy avergonzado. Pero no todos los que se han emborrachado y terminaron junto alguien que no querían, tienen la oportunidad que nosotros. Debemos hablar, para poder definir esta experiencia como algo bueno o malo, y así poder avanzar con nuestras vidas sin arrepentimientos -Maddie lo había comprendido en ese instante, mientras Craig irradiaba magnificencia.

No es que el mago inútil que la acompañó a su baile o el chico raro que conoció al crecer y este Craig fueran otras personas. Simplemente Craig se enfocaba tanto en algo, que se olvidaba de este lado. Su pasión era tal que su personalidad cambiaba completamente. Para una luchadora como ella, esto era algo admirable.

-Por donde empezamos? -Finalmente hablo, y así dio inicio a una conversación muy pudorosa.

-Mhm... Me disculpo por lo que hice con tus bragas -Craig no sabía, pero creyó que cualquier principio serviría.

-No era importante, no te preocupes... Me sorprendió tu fuerza y... ya sabes... tu cuerpo -Maddie mantuvo la mirada agacha, pues era la única forma que encontró para expresarse.

-A mi el tuyo... eres más suave de lo que uno creía, sobretodo... tus, senos -Mirando al contrario donde se encontraba la chica, Craig hablo.

Los rostros de ambos ya eran de un fuerte tono rojo, pero se negaron a detenerse pese al aumento de temperatura en la habitación.

-Creo que fue muy atento... cuando besaste mi antigua lesión -Sonriendo coloco una mano sobre su rodilla izquierda.

-Gracias, tus besos realmente quitan el aliento -El la miro ganando confianza.

-Gracias, debo decir que tuve muchas dudas por tu tamaño –

-Mis dudas murieron cuando abriste las piernas, esa imagen fue lo mas erótico que vi en mi vida-

Pese que el tono de los recuerdos iba en aumento, también lo hacia su confianza. Estaban logrando vencer su pudor, pensaron ambos

-Lo note cuando me penetraste, y aunque dolió mucho, supe manejarlo -

-Si, lo dejaste muy claro, anti-princesas- Ambos rieron.

-Debo confesar, que nunca pensé en tener relaciones a esta edad –Mas tranquila se sintió capaz de abrirse.

-Aunque no lo creas, yo tampoco. Los últimos años solo me centre en la magia, ya sabes -Maddie asintió, lo entendía perfectamente.

-Si, solo un objetivo y nada mas -Craig sonrío, no había encontrado a muchos que compartiera su punto de vista.

Cruzaron miradas y se sonrieron, chocaron puños satisfechos. Tal vez si hubieran hablado de esto antes, las cosas serian distintas. Pensaron ambos.

-Y quieres continuar? -Hablo Craig tras unos minutos de silencio. El tenia algunas cosas mas que decir, pero tal vez ya podían definir la experiencia.

-Mmh, cuando me llenaste, la sensación fue tan, ya sabes –Maddie no encontró una palabra para definirlo.

-Si y no, es decir, yo fui quien te lleno, pero creo que sentimos lo mismo, fue algo mas grande que el placer –Craig rió ligeramente, sin saber si definió bien la sensación.

-Exacto, y me sorprendí de que pudiéramos continuar después de eso – Ella rió también.

-A mi también. Y debo disculparme por obligarte a bajar, y luego reírme, pero la tentación me pudo - Maddie no se mostró molesta por el recuerdo.

-Esta bien, yo te abofeteé y creo me excedí con lo de la saliva -No oculto su vergüenza.

-Nah, lo repito, me gustó. Pero quiero saber de donde vino eso? -

-No se, sólo fue el calor del momento -

Pese charlar animadamente, el sonrojo en ambos no había desaparecido.

-Yo creo que lo mejor fue cuando te alcé, pude llegar tan profundo, la sensación fue atrapante -

-Me sorprendió mucho, y dude que tuvieras las fuerzas para mantenerte -

-Ni tanto, sentí mis piernas como gelatinas por momentos -Ambos rieron y luego quedaron en silenció, sólo quedaba algo por decir.

-Y bien? -Hablo Maddie luego de unos minutos.

-Que? -Craig elevó una ceja.

-Dilo -

-Por que no lo dices tú? -

-No, tú debes hacerlo -

-Y eso donde está escrito? -

-Eres el hombre, es lo natural! -

-Cualquiera! Tu no respetas estereotipos femeninos, yo por que debo respetar los masculinos? -

-Por que si y punto! -

La razón de la discusión tonta era simple. Si ya era claro que ambos habían disfrutado de lo ocurrido, sólo quedaba que lo admitieran abiertamente. Pero ninguno quiso hacerlo.

-Esto es tonto, solo dilo! -Craig suspiro con un gesto de molestia.

-No! Tu dilo! -Maddie no dio el brazo a torcer.

-Eh sido el más racional en todo el día, al menos debes concederme esta! -Pidió el chico chocando la mirada con su prima.

-Exacto, eres el más racional, yo no, así que tú debes decirlo! -

-Oye sólo aceptas lo que te conviene! -

-Así es! -

-No estés orgullosa de eso! -

-!Argh! -

-!Argh! -

Después de los gritos exasperados, ambos se giraron en dirección contraria.

Maddie sabía que Craig tenía razón, y que el comportamiento que ella había tenido no fue el mejor. Sin dudas el chico merecía esta.

Después de meditarlo y mascullar algo despectivo, ella se decidió.

-Yo... disfrute de lo sucedido -Pese al tono usado. Craig la escuchó y satisfecho sonrió.

-Yo también lo disfrute -Ambos suspiraron luego de eso, quitándose un peso de encima.

-Pero tu lo disfrutaste más -Se señalaron y lo dijeron al mismo tiempo. Se observaron confundidos por el atrevimiento del otro.

-Jaja, buena broma -Maddie le sonrió y Craig le respondió con la misma sonrisa falsa.

-Si, casi caigo -Rió de forma muy fingida.

Maddie movió su lengua por el interior de su mejilla, en su típico gesto de molestia.

-Disculpa? -Dijo luego de un duelo de miradas.

-No, no te disculpes, errar es humano -La observó sin quitar su falso gesto de alegría.

-Acaso debo recordarte quien inició todo? -

-Yo lo hice, pero al menos no abrí mis piernas con el deseo marcado -

-!Idiota! ! Cursi amante de la saliva!

-! Barbie amante del hardcore! -

-! Admite que lo disfrutaste más! -

-!Tu lo disfrutaste más! -

Maddie lanzó bofetadas pero fue detenida por Craig y comenzaron a forcejear.

-!Te veniste primero, preso de tu lujuria! ! Así que admítelo! -

-!Como podrías siquiera saberlo!? !Te vi muy perdida, gimiendo y disfrutando, como para creerte! -

Maddie logro liberar una mano y tomo con fuerza la mejilla de Craig. Este hizo lo mismo.

Pronto ambos tenían las manos en las mejillas del otro y tiraban con fuerza.

-!Adwmitleo ! -Maddie se dio a entender entre ese infantil forcejeo.

-!Tui Haszlow! -Craig también trato de comunicarse.

Un sonido peculiar los detuvo. Y se giraron hacia atrás lentamente. Sus expresiones se habían hechos pétreas.

Al final de la escalera había una ventana, alargada que era usada en el verano.

En el marco de esta ventana abierta, se encontraba Jack, recostado, detrás de él Laila. El con las mejillas sonrojadas y lágrimas retenidas aguantaba muy mal la risa. Ella sonrojada se alteró al saberse descubiertos.

La moneda cual proyectil balístico impacto a los segundos en la frente de Jack. Maddie se asombró por el lanzamiento de Craig.

-S-Solo vinimos a saludar -Asustada Laila ayudó a su novio a ponerse de pie y luego le pecho en dirección de la casa de este.

Jack pese al daño recibido y la moneda marcada en su frente. Se carcajeó sonoramente.

-Yo... realmente lo disfrute mucho anoche -Confeso Maddie, tratando de consolar a su primo.

-Yo también -Craig coloco una mano sobre la mano que su prima puso en su hombro. Con claro gesto de tristeza.

Sin dudas, con lo que haya escuchado Jack, tenía tela de sobra para fastidiar a Craig, por un largo tiempo.

La alarma del teléfono sonó y fue señal de que Craig debía cocinar.

Este como un fantasma se dirigió a la cocina. Maddie sólo lo observó sin saber que decir.

-... Pero si mamá no te hubiera prometido, que yo te acompañaría a tu baile. Tu hubieras aceptado ir al mío!? -Maddie tuvo que elevar el tono ya que tenía prohibido entrar a la cocina, por suerte la puerta estaba abierta por lo cual no debía esforzarse mucho.

-Te soy sincero o te miento!? -La respuesta de Craig ya no le había gustado. Este concentrado en su cocina ya había borrado la aparición de Jack de su memoria.

-Dime la verdad mago inútil -Ella ordenó y rodó los ojos ante la forma de ser de su primo.

-No, ni lo hubiera pensado, ya que no eres muy mi tipo, sin ánimos de ofender -La vos junto a otros sonidos le llegaron.

-Nah, tu tampoco eres ni tipo -Con nada más que la verdad ella le restó importancia.

-Jejeje, eso no fue lo que dejaste notar ayer~ -Una ligera risa se dejó escuchar.

-Es lo mismo para ti genio -Sonriendo contradijo Maddie.

-Mhm, cierto, cierto -

Mas conversaciones banales, y sonidos de instrumentos culinarios después.

La idea de espiar fue calando en el interior de Maddie, aburrida por los pocos temas a tratar.

Se fue acercando con el máximo sigilo, y llegó a la puerta de la cocina. Agachada, asomo con sumo cuidado su cabeza.

Un destello rojo y una frutilla quedó entre sus labios, manchando parte de su rostro.

- Tengo tres mejores amigos, quienes son fieles adeptos a mis platillos. Y he dominado el arte de disciplinar a quien no sabe esperar. Espero no tener que hacerlo contigo -Las afiladas palabras del optimista chico, fueron acompañadas por un proyectil.

Maddie reaccionó a tiempo y la moneda solo alcanzó unas cuantas hebras doradas de su cabello. Impacta vio la moneda enterarse en el suelo, junto a muchas muecas y huellas similares. Supo que Craig no mentía y desistió de la idea de volver a espiar.

Comprendió perfectamente que la segunda pasión de su primo, era la cocina.

-Maddie... -Se encontró en un sitio oscuro, y un ente parecido a un humano comenzó a hablar. Este ser tenía grandes ojos azules en la panza y una gran fila de dientes.

-Maddie despierta~... -Cerro fuertemente los ojos y agito sus manos con molestia, tratando de sacar al ser de su conciencia.

-Despierta~ O voy a besarte ~ -Abrió los ojos de súbito y lanzó un gancho a lo que sea que tenía enfrenté.

-Mi carita! -Escucho a Craig lamentarse a su lado.

-!Que rayos crees que haces!? -Le rigió al chico que al lado del sofá, agachado se sostenía el rostro.

-!Yo debería preguntar eso! -Indignado se puso de pie, aun sosteniéndose la quijada.

-L-lo tienes merecido! No puedes hacerme esas bromas! -Maddie se negó a arrepentirse o disculparse.

-Comienzo a entender por qué no tenías cita para el bailé -Escupió despectivamente Craig.

-Que dijiste? -Con tono peligroso y afilada mirada, Maddie cuestiono.

-Dije que YO... -Se señaló con los pulgares.

-Comienzo a entender... -Llevo los dedos índices a la cabeza.

-Por que NO... -Hizo crus con sus ante brazos.

-Tenias cita... -Con sus manos fingió sostener una esfera.

-Para el bailé -Culmino con una pose de vals al aire.

Nunca en sus dieciséis años, Maddie había sido tratada de tal manera. Su rostro completamente rojo por la humillación.

-Sdjovx shkh -Tras ese sin sentido Maddie trato de golpear a Craig. Pero este tomo el puño de ella y la giró apresándola desde atrás.

-Ni creas! No soy un jodido saco de arena -Como pudo la sometió contra el sofá. Quedando sobre ella en una posición muy indecorosa.

-!Libérame! -Rugió forcejeando. Pero se encontró mucho más débil que el chico.

-Tengo noticias chica lista, perdiste tu virginidad hace solo horas, y acabas de despertar. Mientras yo estaba despierto bebiendo zumo energizante -Sonriendo con maldad explico Craig. Ante una incrédula Maddie.

-Ahh -No pudo evitar sonar de forma lamentablemente, cuando Craig apretó su trasero con fuerzas.

Este se inclinó sosteniendo ambas muñecas de la chica con una mano. Mordió la oreja de Maddie desde atrás, antes de hablar.

-Significa que puedo hacerte lo que quiera -Le susurró generando una corriente en su aún sensible cuerpo.

-N-no! -Sin escucharla, Craig mordisqueó, beso y lamió. Tanto en el cuello como en la oreja de su prisionera.

Tras minutos en los cuales los cuerpos de ambos aumentaron de temperatura. Craig al ver lo suficientemente roja a Maddie la soltó.

-Q-Que te sirva de lección! Si continúas atacando a las personas, no te quejes cuando estás tomen venganza - Con expresión avergonzada se dirigió a la cocina.

Maddie se sentó en el sofá, y casi se podía ver vapor salir de su rostro, pequeñas lágrimas eran retenidas. Se masajeo las muñecas y deseo con todo su ser seguir a su primo y darle una paliza, pero no debía.

Por que tenia razón, mientras el se mostró racional y atento desde el inicio del día. Ella sólo lo había agredido sin mas razón que su poca experiencia en algo así. Maddie no era tan violenta, pero se sentía tan insegura ante lo sucedido, que aún después de todo lo hablado, seguía a la defensiva.

-La cena esta lista -Craig llamo desde la cocina.

Maddie suspiro, debía disculparse, y no convertir una experiencia rara pero que disfruto en un recuerdo amargo.

Algunos minutos habían pasado y ninguno había pronunciado palabra, sentados frente a frente, ambos no cruzaban la mirada.

-Lo... -Craig fue cortado.

-No!... no lo digas -Maddie pidió, no podía permitir a su primo seguir siendo el chico amable y atento con ella, eso solo empeoraría las cosas.

-Yo lo siento, te he golpeado todo el día y tratado mal por algo que ambos decidimos, todo lo malo fue por mi culpa, perdón -Con las máximas de las sinceridades, Maddie mantuvo la mirada ante un atento Craig. Este negó.

-No es justo que cargues con toda la culpa, yo también hice mi parte y lo siento por eso. Perdón por tocarte indebidamente -Hablo con solo la verdad. Lamentado su comportamiento.

-No lo creo, te has comportado bien, y sólo estabas molesto por como te trate -

-No este bien. Tú solo actuabas así debido a lo ocurrido, es normal estar a la defensiva si despiertas al lado de alguien que no quieres -

-Deja de darme excusa -

-Tú deja de excusar lo que hice -

Cruzaron las miradas frunciendo el ceño, y luego suspiraron.

-Es que no podemos disculparnos sin discutir? -Pidió Maddie con gesto de molestia.

-Por que no lo dejamos como que ambos somos idiotas? -Hablo con sabiduría Craig, la chica asintió.

-Perdón por ser una idiota -

-Perdón por ser un Idiota -

Tras eso sonrieron satisfechos, sintiendo que la experiencia vivida volvió a convertirse en un buen recuerdo.

-Ahora, hora del show! -Con motivación se puso de pie.

En la mesa, tres tazones de plata eran cubiertos por pañuelos, coloco uno de los más pequeños frente a Maddie. El otro del mismo tamaño frente a su asiento. Finalmente descubrió el más grande y rebeló una generosa cantidad de perfectas empanadas.

-Contemplar, el arte de la ilusión - Craig hizo movimientos teatrales y volvió a colocar los pañuelos sobre los tazones. Ejecuto el clásico nada bajo la manga, claro que a pesar de tener una camiseta. Maddie no dijo nada al respecto, no queriendo entorpecer el acto, por miedo a quedarse sin comida.

-Mirad pues yo traigo el asombro! -Levantado el pañuelo frente a Maddie, reveló a este lleno de empanadas. Hizo lo mismo con el otro. Y cuando llego al más grande, antes lleno ahora vacío.

Levantó las manos en señal del que el truco no terminaba hay.

Coloco un pañuelo en su hombro y mostró los otros al derecho y al revés. Para demostrar que no había nada, hizo a uno una bola y lo cubrió con el otro.

Contó junto a Maddie hasta tres y al descubrirlo, tres pequeños limones aparecieron en su mano.

Los depósito en la mesa sobre el pañuelo y tomo al que tenía en el hombro. Y volvió a demostrar que este tampoco tenia nada. Con gesto concentrado comenzó a darle forma, hasta lograr un cuchillo o daga. Fingió al tocar el filo cortarse causando una risa departe de Maddie.

Tomo uno de los limones y con su daga de pañuelo logro cortarlo por la mitad, y hizo lo mismo con el otro. Y puso los trozos sobre el pañuelo de la mesa.

Volvió al pañuelo daga a su forma original y luego lo volvió a moldear, esta vez una rosa que dio a la chica presente. Esta lo acepto a esta altura con el asombro marcado en sus facciones. Tomo a la rosa sin creerlo, realmente era una tela, con forma y peso.

Tomo a los trozos y al aún limón enteró y los puso dentro del tazón vacío. Lo cubrió con el pañuelo de la mesa y luego hizo desaparecer lo que segundos antes había puesto hay.

Tras unos movimientos con el pañuelo lo hizo dividir como si siempre hubieran sido dos. Coloco ambos a un lado de los tazones con empanadas.

-Corte, y corte -Tras decir eso levantó los pañuelos y rebeló dos platos con cuatros trozos de limones.

Volvió a unir los pañuelos y lo coloco en el tazón. Rebeló al limón enteró tras levantar el pañuelo, Volvió a cubrirlo y está vez una pequeña bandeja verde con pan apareció.

Tras colocar la bandeja a un lado, prosiguió a hacer movimientos extravagantes con el pañuelo. Lo coloco sobre el tazón y noto que no lo cubría completamente. Con gesto de tener una idea hizo que el pañuelo entrará en una sola mano. Tiro del único trozo que se podía ver pero no salió el pañuelo si no un pequeño salero. Confundido lo puso en la mesa.

Volvió a intentar sacar el pañuelo de su mano y está vez lo hizo aunque era más grande. Comprobó y ahora cubría plenamente al razón vacío. Con fuerza comenzó a achicar la forma del tazón produciendo un sonido de metal. Cuando solo quedó un pequeño cuadro, elevo la tela y un florero trasparente y artesanal con detalles de plata apareció.

-Por favor, cubre completamente la rosa entre tus manos -Con voz calma pidió a una alucinada Maddie. Esta obedeció pero sintió las espinas y se detuvo.

-Confía en mi -A esta altura del truco no había forma que Maddie rechazase esa petición. Sintió las manos de Craig sobre las suyas dándole seguridad. Contaron hasta tres y cubrieron completamente la rosa. Pero esta vez las espinas no se sintieron.

-Sopla y piensa en alguna flor, luego abre las manos -Pidió y ella obedeció. Sorprendida a más no poder. Una simple margarita se encontraba entre sus manos. Sonriendo Craig la tomo.

-Et finit -Dijo y coloco la margarita en el florero artesanal.

-!Whou! !Whou! -Con ávido Maddie aplaudió y victoreo, sin entrar en su maravillado ser.

-Gracias, gracias. Son el mejor público -Sonriendo algo avergonzado Craig bromeó.

-!Pero por que rayos no hiciste eso en mi baile!? -Sonriendo ampliamente cuestiono Maddie.

-Es un truco muy personal y no me siento seguro con comida ajena -Confeso divertido.

-Fue increíble -Sin miedo a parecer una niña, la chica continua felicitando.

-Me alegra aprobar en magia, pero también quiero saber tu opinión sobre mi arte culinario -Craig se sentó y invito a Maddie probar su platillo.

-Claro -Feliz por el magnífico entretenimiento, Maddie llevo una empanada hacia su boca.

-Ahh -Un suspiro encantado escapó entre sus labios. Llevo unos dedos hacia su mejilla y inclinó la cabeza con las mejillas sonrojadas. Cerro los ojos en un gesto casi de éxtasis.

-Ehhh~? Me tomaste una foto~? -Con una expresión carente de molestia o perturbación, Maddie se expresó de forma adorable.

-Nah, Te dije que mis empanadas te harían alucinar, seguro lo imaginaste - Divertido se aprovechó del estado de la ahora niña frente a él.

-Whaa~ También son de jamón y queso~? -Craig rió sin evitarlo. Realmente quería decir lo adorable que era su prima en ese momento. Pero había aprendido su lección.

Maddie y Craig estaban listos para despedirse. Sin remordimientos ni ápices de tristeza, sólo un lindo recuerdo de su primera vez. Con sus altibajos y demás. Listos para no verse en el tiempo que la vida quiera.

Siempre la curiosidad de querer conocer un poco más a alguien estaba. Pero en este casó lo mejor prensaron, sería dejar las cosas mientras todo iba bien. Y convertirlo en un accidente feliz o algo de una noche si se quiere.

El volvería a su magia y sus amigos. Ella a su equipo y aventura familiares y de amistades.

Ya sólo faltaba que alguien fuera por Maddie, y mientras esperaban, veían en la tranquilidad del sofá una muy buena película.

Los golpes en la puerta fueron algo extraño ya que existía un timbre. Al notar que estos no paraban, ambos fueron confundidos a la puerta principal.

Tras abrirla encontraron a Pete, con una clara expresión agitada.

-Papa estas bien? -Preocupada cuestiono Maddie. Pero su padre no respondió y por un largo momento observó con saña a Craig, haciéndolo sentir incómodo.

La alerta se activó en ambos tras un pensamiento. Pero era imposible no? El no podría saber lo que hicieron, nadie de hecho, más que Jack y Laila. Pero era ridículo pensar siquiera en la posibilidad de que ellos hayan hablado, sobre todo específicamente al padre de Maddie.

Aprovecho la teatralidad que adquirió en sus actos, Craig sonrió demostrando pura inocencia e ignorancia. Sorprendiendo incluso a Maddie.

-Se ve cansado tío Pete, quiere que le traiga algo? -La voz no tembló y no dejo ver malas intenciones. El hombre mayor se quedó algo confundido.

-Hicieron algo que no debían? -Cuestiono finalmente estrechando la mirada.

-Solo ir al baile, divertirse y luego volver. Ya cené con Craig si es lo que te preocupa -Maddie había levantado un ceja, sin mirarse nerviosa o falsa, evitando mentir pero sin decir toda la verdad. Por que había cosas que no podía decirle a su padre, no son poner en peligro a terceros.

-En serio? -Taladro con sus pupilas la mirada de su sobrino, pero este ni siquiera se inmutó.

-También hubo magia, si es que le interesa saber -Explico moviendo sus manos y sacando una moneda para luego desaparecerla.

Pete suspiro y se rasco la cabeza con confusión. Pero claro los jóvenes no comprendieron el por qué.

-Oh, eso me recuerda -Craig saco un pañuelo y lo coloco sobre su brazo.

-Un presente? -Se quedó confundido, lo que debía ser un bol plástico con empanadas dentro, era uno lleno de limones.

-Bueno, no todo los trucos salen bien -Explico con algo de vergüenza, ante la incrédula mirada del padre he hija.

-Esperen sólo un momento -Craig fue y volvió de la cocina con otro bol, esta vez era el correcto.

-Eh? No debiste -Maddie contenta trato de tomar el bol pero su padre se adelantó.

-Tengo entendido que eres un excelente cocinero - Dijo mientras inspeccionaba las empanadas.

-No, no tanto -Mintió Maddie para evitar que su padre seguramente tras probar una empanada, decida comerse todo.

-Sip, soy más normal de lo que mis padres le hicieron creer -Intuyo todo perfectamente el mago. Maddie le sonrió agradecida.

-Despídete Maddie, nos vemos Craig, salúdame a tus padres -Tras las formalidades, el hombre dejo en paz el bol y se dirigió a su auto.

-Pues es todo supongo -Hablo Maddie.

-Sip, es más difícil de lo que parecía -Confeso Craig.

Se miraron un momento y luego sonrieron, leyendo sus mentes. Se dieron un abrazo ya que lo creyeron la mejor forma de decir adiós.

-Gracias por ser accidentalmente, mi primera vez -En voz baja dijeron al unísono.

Tras separarse, rieron levemente. Ahora ya no había nada más que decir.

-Espero no verte en mucho tiempo -Ella le sonrió tras alzar el pequeño bolso que había preparado para su estadía en el lugar.

-Yo también lo espero -El le siguió la corriente.

Observo como ella subió al auto y se agitaron las manos para luego poner en marcha. El la vio hasta desaparecer en la distancia. Luego cerró la puerta, cerrando también un importante capítulo de su corta vida.

Bostezando se dirigió a su cuarto tras apagar las luces y revisar puertas y ventanas. Encendió su teléfono ya que después del mensaje de Jack se negó a atender a cualquier persona.

Quedó sorprendido de la cantidad de mensajes que había, muchos amigos y familiares. Su preocupación no bajo cuando noto que la mayoría traían un link, eliminando algún accidente de sus padres.

Tras abril el link y ver el cargar de YouTube. Se quedó paralizado.

-Oh, Oh -Fue lo único que reaccionó a decir, y deslumbró posibles problemas en el futuro.