Bleach no me pertenece.


1. Sic parvis magna.

Pareciera que aquel que se creía dueño del tiempo desapareció tan fácil como una burbuja. Desapareció de un corte de él ayudado por uno de sus mas grandes enemigos en su momento. Al momento de verlo desaparecer, sintió que todos los sentidos le fallaron, como si toda la responsabilidad que llevaba a cuestas también se fuera. Ya no le agradeció a él ni pudo hacer otra cosa porque para cuando se dio cuenta, ya se lo habían llevado. Simplemente estaba parado ahí, estático, como si no hubiese ocurrido nada.

Era como para no creerse, luego de tal esfuerzo ahora se sentía como globo desinflado. En el pecho le crecía una enorme sensación de "¿Y ahora qué?". Si bien no peleaba sin propósito, Ichigo jamás se paró a considerar qué era lo que realmente haría con su vida. No todos los chicos de su edad se enfrentaban a la inminente destrucción del mundo. Él simplemente se sentía con la obligación de proteger a los que lo necesitaban puesto que había sido bendecido con habilidades increíbles y había conocido a grandes amigos en la Sociedad de almas así que tenía que ayudarles.

Había alcanzado por fin la victoria pero no de una manera que se sintiera gloriosa sino que simplemente había derrotado a alguien y ya. Luego de repasar los acontecimientos, se dejó caer sentado en el suelo del lugar en donde se encontraba y luego se recostó a mirar el cielo.

- Llegando a casa, tomaré un baño e iré a dormir dos días- se dijo mientras estaba recostado pero de pronto recordó que no debía de estar tan relajado porque aunque hubiese ganado, no significaba que debía de tomarse ese descanso. Había lugares destruidos, personas desaparecidas... conocidos muertos y... ¡¿QUE PASÓ CON SUS AMIGOS?! ¡INOUE, SADO, RUKIA, ISHIDA!... ¡RENJI! quien tal vez era el que peor estaba.

¡Ya descansaría en la tumba!

Se levantó rápido como si tuviera un resorte en la espalda y se dirigió hacia donde sentía la energía espiritual de Rukia y Orihime. Iba tan rápido que hasta sintió que de fondo se escuchaba "Sweet dreams". *


Al llegar a donde estaba Rukia y los demás, se encontró con que Chad ya estaba allí presenciando cómo Inoue regresaba el brazo del pelirrojo pese a que se veía exhausta. No pudo evitar hacer la pregunta genérica.

- ¿Están todos bien?

- Sí, en lo que cabe... ¿qué pasó?- respondió la shinigami aliviada por verlo.

- La verdad es que no entendí nada, ya para cuando me dí cuenta, Ywach había desaparecido- dijo el pelinaranja nuevamente tomando asiento en el suelo para esperar a que Renji fuese curado.

- Tendremos tiempo de hablarlo después- comentó Chad también sentándose.

- Ya está, Abarai-kun... ¿cómo lo sientes?- preguntó Orihime casi en un susurro puesto que estaba en su límite.

- Muchas gracias, es como si no lo hubiesen cortado- respondió el pelirrojo, ambos se levantaron para acercarse a los demás. Rukia se levantó de inmediato para abrazarlo pero se detuvo porque él se volvió de nuevo hacia donde estaba Inoue como presintiendo que algo pasaría.

- Me alegro- murmuró la chica intentando mantener la conciencia pero no pudo y se desmayo, afortunadamente el teniente de la sexta división pudo atraparla.

- ¡Inoue!- se alarmó Ichigo bastante preocupado, fue hacia ella para ver qué había ocurrido.

- Solamente se desmayó, me asusté- dijo Rukia revisándola- ¡No debiste dejar que te curara!- le recriminó al pelirrojo quien todavía la sostenía.

- ¿Querías que me desangrara?

- ¡No seas idiota, ella estuvo ayudando a Ichigo y debió de estar más cansada que nosotros!

- ¡Obvio no se lo ordené! ¡ella vino de inmediato al verme!, tampoco me pude negar porque para cuando me dí cuenta ya me estaba curando, no es como si luego de que te corten un brazo puedas andar por ahí como si nada- dijo Renji y sin pensarlo, la cargó de manera nupcial. También su fuerza se había regenerado un poco.- Mejor nos vamos.

Ninguno de los presentes pudo evitar sonrojarse (y dos de ellos, sentir un poco de envidia) un poco ante tal visión, él de negro y ella de blanco...

- Yo me hago cargo- dijo Ichigo de repente poniéndose frente al pelirrojo quien de inmediato notó lo que había causado su acción. Miró de reojo a Rukia quien tenía el ceño fruncido pero al captar los ojos de él sobre ella, pudo comprender lo que quería hacer. Cómo adoraba que ella lo comprendiera con solamente una mirada.

- ¿Hacerte cargo? ¡si hasta te estás tambaleando! vas a tirar a la pobre Inoue- regañó la shinigami asestándole un ligero puñetazo en el hombro al pelinaranja causando que se cayera con facilidad. Ahí fue cuando Ichigo se dio cuenta de que tenía las piernas temblorosas y que las manos le hormigueaban debido a toda la fuerza y el esfuerzo que había ocupado y hecho.

- Andando entonces, con cuidado Abarai- dijo Chad quien tampoco perdió detalle.

- ¡No tienes por qué hacerlo!- dijo el shinigami sustituto levantándose con un poco de trabajo. Él realmente quería ayudar a Inoue, quería ser él el que la estuviese llevando de vuelta.

- ¿Que no? ¡me regeneró el brazo, es lo menos que puedo hacer!

- ¡Pero a mí me ayudó más!

- ¡Tú no puedes ni con tu alma ahora mismo! a mi no me quita nada hacer esto por ella, además simplemente la estoy llevando y eso no significa que cuando ella despierte ya estemos comprometidos o algo así.

- Pero...- iba a protestar el pelinaranja pero el teniente se adelanto dando pasos largos dejándolo con la palabra en la boca.

- ¡Ya no seas celoso! ¡Camina!- dijo Rukia caminando junto a Chad, quien al pasar a su lado le dio unas leves palmaditas en el hombro.

- No estoy celoso- dijo Ichigo al aire y los siguió, de inmediato se puso a la par de Abarai para vigilar que nada "raro" pasara.


De regreso a lo que una vez fue el esplendoroso Seireitei, fueron recibidos gratamente por los capitanes y tenientes restantes. No era tiempo para celebrar puesto que había habido bajas importantes y tenían que seguir adelante, que Ywach fuera vencido de una manera tan rápida era demasiado bueno como para ser cierto y tenían que estar listos ante un posible resurgimiento.

Naturalmente los heridos ya estaban siendo atendidos y todos los que estaban en condiciones de ayudar, ya se encontraban viendo qué podían hacer con todo el lugar.

Los shinigamis que requerían asistencia médica no estaban centrados solamente en la división asignada para ello sino que estaban esparcidos en pequeñas unidades, fue en una de ellas en donde llegaron Ichigo y compañía.

Rukia y Renji al no sentirse cansados o no estar heridos, decidieron ir a buscar a Byakuya para saber cómo estaba, Sado tampoco se encontraba grave y decidió irse a ayudar en aquella especie de campamento puesto que se veían cortos de personal, lo recibieron casi con los brazos abiertos; finalmente los pelinaranjas se quedaron solos, aunque realmente Ichigo vigilaba a Inoue porque seguía inconsciente. Le habían pasado una manta para hacerla sentir más a gusto.

- Sigue descansando, te lo mereces- murmuró él recostándose en el delgado colchón que tenían para los heridos. Quería seguir cuidando su sueño pero el cansancio ya no se lo permitía, acercó más su colchón al de ella para ver si podía sentir así cuando despertara. Decidió dormitar un poco porque no podía tener los ojos abiertos mas de cinco segundos.

¿Por qué será que luego de un gran esfuerzo no se siente de inmediato la victoria? Kurosaki todavía no se creía que había derrotado a aquella persona, había tardado tanto en alcanzarla y en la primer parte de la pelea se sentía como si estuviese enfrentando a Musashi Miyamoto con alfiler, de no ser porque tenía un escudo y curaciones constantes, aquel alfiler se habría roto como un palillo, cosa que sucedió pero de inmediato Orihime pudo arreglarlo con la ayuda de Ginjo y Tsukishima, a propósito ¿en dónde se metieron luego de ello?

Ahora no tenía cabeza para preguntarse por paraderos, solamente tenía en mente dos cosas: dormir y ver cómo despertaba la chica que estaba a su lado. Pudo conciliar un sueño en contra de su voluntad puesto que quería solamente dormitar pero el cansancio lo obligó a respirar profundo en pocos segundos.

- Yo soy Johnny "Boca Cerrada".

- ¿Dónde?- despertó Ichigo de golpe y se levantó envainando a Zangetsu todavía medio dormido pero cuando vio que no había nadie al rededor mas que shinigamis a lo lejos yendo de un lado a otro e Inoue hablando dormida. Se relajó luego de comprobar que ya todo había pasado y que en verdad ahora estaban tranquilos. ¿Cuánto habría dormido?

- Te dije que no le pusieras salsa- dijo la chica cubriéndose la boca con las manos y siguió murmurando bajo ellas.

- ¿Pero qué sueña?- preguntó él para después sentarse a su lado, cerca de la cabeza para aguardar a que despertara y por fin hablar con ella. Tenía la errónea idea de que por ser una chica, Orihime descansaría cual princesa, como lo alude su nombre, pero ciertamente, se removía como almeja viva con limón, respiraba con la boca abierta y hablaba dormida. No pudo evitar seguir observándola y tampoco pudo evitar el sonreír al hacerlo, se veía tan relajada, como si sus sueños no tuvieran cabida para pesadillas acerca de lo que acababan de pasar. En una de las tantas cosas que murmuraba, el shinigami sustituto no pudo evitar reír un poco.

- ¡Iggy, no te sacrifiques por Polnareff!- dijo ella sentándose de repente porque el sonido de la risa la despertó.

¡PLAF!

Al hacerlo, su cabeza dio de lleno con la nariz de Ichigo, quien al estar sentado sin tener sus piernas debajo, perdió el equilibrio y cayó hacia atrás poniendo una mano sobre la nariz porque comenzó a sangrarle ligeramente por el golpe. Hasta ese momento se dio cuenta que de verdad estaba MUY cerca de ella.

- ¡Auch!- dijo Orihime sobándose la frente sin darse cuenta de dónde estaba.

- ¿Estás bien? ¿te asusté?- preguntó el pelinaranja con voz ahogada porque intentaba detener el sangrado con el cuello de su ropa, así que tenía medio rostro cubierto.

- Sí, gra...- iba a responder ella pero pronto notó quién le había hablado, abrió los ojos a todo lo que le daban y aunque normalmente se sonrojara al verlo, ahora se puso completamente pálida y hasta sintió que le salieron canas.

- ¿Cómo te sientes?- dijo Ichigo repitiendo la pregunta genérica pero todavía con el rostro semicubierto, lo que menos quería ahora era ver sangre.

- ¿T-te golpee entre sueños?- preguntó la chica temerosa.

- Fue mi culpa, no debí de asustarte.

Eso era un sí escondido con una frase para que ella se tranquilizara.

- ¡Perdón, perdón, perdón!- decía ella ahora ocultando su rostro con las manos puesto que el rojo se apoderó de su rostro.

- Ya ya, mira... solamente fue el golpe, ya dejó de sangrar- le dijo él para calmarla y sin querer, comenzó a pasarle una mano por la espalda.

- En serio lo siento, a veces me muevo mucho cuando duermo- respondió la chica viéndolo por entre los dedos y se tensó un poco al sentir la caricia de él.

- Sí, ya lo noté.

- ¿Yo te desperté a ti con mi ruido?- preguntó Orihime mortificada.

- Dejémoslo en empate ¿sí?- dijo Ichigo para zanjar la cuestión, iba a empezar a decirle lo agradecido que estaba con ella pero de pronto se vio rodeado por los brazos de Orihime. En un arrebato de euforia, ella se atrevió a acercársele puesto que la felicidad la invadió al darse cuenta que ya se había acabado todo.

- Me alegro tanto de que estés bien, Kurosaki-kun- dijo ella comenzando a llorar mientras se aferraba a él.

- Inoue...- susurró él sorprendido y también la abrazó. Sintió calidez por todo el cuerpo al contacto, por fin podía sentirse aliviado al saber que ella estaba bien. Dejó que se desahogara un poco puesto que debía tener las emociones a flor de piel; primero debió de estar angustiada cuando no pudo recomponer su zanpakuto, luego la angustia se debió de haber incrementarlo al verlo partir para enfrentar a Ywach y luego a Renji sin un brazo, tal vez se sintió mejor al sentirlo regresar pero no tuvo tiempo ni de mirarlo ya que estaba curando al teniente.

- Por un momento temí lo peor, estaba tan preocupada- murmuró la pelinaranja separándose para dejar ver su lloroso rostro. Ichigo se sorprendió porque ella realmente se veía aliviada de verlo y de tenerlo abrazado. No pudo evitar sonrojarse un poco por la cercanía, pero la cosa no quedó en solamente el rubor sino que también su corazón latió ligeramente más rápido. Miró hacia ella, no pudo evitar sonreír al verla sonriendo pese a que hacia unos segundos se deshizo en lágrimas.

- Hace tiempo, había prometido que te protegería- dijo él haciendo que Orihime le prestara atención y lo miró mientras lo soltaba despacio porque ahora ya la pena la invadía pero no se arrepentía de haberlo abrazado para nada, de hecho, casi se le salen TODOS sus sentimientos.

- Y lo hiciste- afirmó ella para que él no se sintiera triste o culpable.

- Sí y procuré hacerlo ahora pero me dí cuenta de que tú también me protegiste esta vez, me ayudaste bastante. Te agradezco mucho, Inoue- dijo él suavizando su voz y la miró con dulzura pretendiendo ser amable pero realmente tuvo otro efecto en ella. Ahora su productiva imaginación le daría varias escenas con esa mirada y palabras.

- ¿D-dónde están Kuchiki-san y los demás?- preguntó la pelinaranja tratando de sosegar los pensamientos.

- Fueron a buscar a Byakuya, creo. De los demás, por ahora Sado está bien e Ishida está siendo atendido por su padre y el mío.

- Me alegro de que al final, decidiera ayudarnos.

- Sí pero tenemos que reclamarle muchas cosas ahora ¿no crees?- preguntó él sonriendo, ella asintió con el mismo gesto.- ¿Te sientes cansada? ¿te duele algo?

- No, estoy bien. Es más, quisiera ir a ayudar- dijo ella intentando levantarse pero Ichigo fue más rápido al hacerlo, luego le tendió una mano para ayudarla.

- Creo que es muy pronto y deberías descansar más pero te acompaño, si te sientes mal regresamos- ofreció el shinigami sustituto mirando a los alrededores, notó que al menos cuatro de cada cinco shinigamis que pasaban, miraban a la chica. ¿Por qué ahora tenía que pensar en el dichoso trajecito? si encontraba a Urahara le reclamaría por hacerla vestir así. Al menos Inoue había tomado la manta que la cubría para ponérsela sobre los hombros.

- ¿De verdad?- preguntó Orihime con el rostro iluminado y le tomó la mano con cuidado. Una pequeña descarga eléctrica le recorrió el cuerpo a Ichigo y quiso no soltar a la chica, pero ya de pie, ella lo soltó lentamente.

- Ajá, vamos.

Dejó que ella fuera adelante ya que +el sintió que debía cuidarle los pasos.

Ahora solamente tenía ganas de relajarse, pero también, de acompañar a Inoue a ver a los demás, solamente para ver que no le ocurriese algo... o que no la miraran de más.

Algo pequeño, diminuto como semilla de fresa estaba germinando en su pecho, pronto echaría raíces. Eso tan pequeño seguramente crecería cada día más.


"Sic parvis magna", que el traductor de google lo pone como "vocecita"y traducido literalmente sería algo como "tan pequeño grande"._. PERO el significado que se le imputa es "La grandeza nace de pequeños comienzos". Está en latín sólo porque sí, casi siempre uso el inglés, raramente el japonés y a veces el alemán por lo que decidí variarle.

* Referencia a "X-Men: Apocalypse" :

La primer maravilla, por orden de antigüedad es la pirámide de Giza, no creo que haga falta que hable de ello.

La relación en este capítulo es: al igual que una pirámide comienza con una piedra, una aventura comienza con un paso y un amor con una mirada.