Bienvenidos:Hoy os voy a presentar una historia diferente. Se trata de lo que en mi humilde opinión, habría ocurrido si Zack se hubiese salvado y hubiese conseguido llegar con Cloud a Midgar. Si queréis saber más, os insto a que sigáis leyendo. Por supuesto contiene romance y algo de humor. Espero que os guste.

-¿Cuántos años hace que no le veo? Me gustaría escuchar su voz…creo que le he enviado más de 80 cartas, y no me ha contestado a ninguna. Ni siquiera ha vuelto a cogerme el móvil.¿Se habrá ido con otra?Ya no sé que pensar…prometió que volvería para ayudarme a arreglar el carrito de las flores. Sólo él sabía como arreglármelo. ¿Le habrá pasado algo? Supongo que…tendré que olvidarme de él.

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-Escucha, tengo que ir a Midgar a ver a alguien. Se lo he prometido. Dime, ¿Qué harás cuando lleguemos a Midgar?.Yo voy a ser mercenario!!!¡Haré cualquier tipo de trabajo!!!¡Hey Cloud!¿Estás bien?

Zack movía una y otra vez el cuerpo inerte de Cloud en la camioneta, pero no obtenía respuestas de él. Cloud se hallaba con la mirada completamente perdida en el abismo. No comía, no reía, no hablaba. Hacía casi dos días que acababan de escapar del laboratorio, y sólo en la mirada de Zack, había brillo con esperanzas a un futuro y a que su mejor amigo se recuperase pronto. Cissnei los había ayudado, de hecho, a pesar del odio que Zack había tomado por Shinra, se estaba convenciendo de que quizás los turcos estaban moviendo algunos hilos para que los soldados los dejasen en paz. No había vuelto a ver a ninguno desde que saliendo de Nibelheim, intentaron llevarse a Cloud por la fuerza, y tuvo que enfrentarlos. Zack tocó el cristal de la ventanilla de la cmioneta en la que iban.

-¡Hey señor!¿Falta mucho para llegar?

-No, no queda mucho camino. Alrededor de 15 minutos.

Se asomó a uno de los bordes de la camioneta, y respiró el aire puro de las montañas. No estaba acostumbrado a ello desde que se fue a trabajar a SHinra. En Midgar no había aire puro, y tampoco podía verse el cielo azul. Le hubiese gustado quedarse en Gongaga con su familia, pero ahora Cloud y él eran uña y carne. Su mejor amigo. No iba a abandonarlo después de la valentía de Cloud al haber sido él quien tuvo las agallas de matar a Sephiroth tirándolo al reactor. Zack se culpaba de que Cloud se hubiese quedado así, quizás si él hubiera tenido la fuerza necesaria, habría matado a Sephiroth sin necesidad de herirse, y se habría llevado a Cloud de allí, antes de que Hojo, hubiera llegado con los soldados y los hubiera cogido inconscientes para después meterlos dentro de una vitrina de laboratorio, para experimentar con ellos como en vulgares ratas de laboratorio.

Quería verla. Quería ver a Aeris. Sabía que le había estado escribiendo cartas, y nunca pudo respondérselas. Habían pasado cuatro años….no podía creérselo. Quizás, ella ya no estuviera allí….

Cuando llegaron Zack cogió a Cloud y lo sacó de la camioneta. Cloud se arrastraba mientras seguía con sus ojos completamente negros debido a la intoxicación de mako, apenas podían vérsele las pupilas. Tardaron un poco, pero a paso lento, consiguieron llegar a Midgar. Zack miraba por los alrededores, por si alguien los seguía. Pero nada. Seguramente Tseng y Cissnei tenían que ver algo.

Se dirigió hacia la iglesia con Cloud como buenamente pudo.

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Aeris estaba agachada recogiendo las flores para poner en su cesta nueva de mimbre. Después de que se le hubiera roto el carrito, con el dinero que ganó vendiendo flores, Se había comprado una cómoda cestita. Mientras se levantaba delicadamente del suelo oyó un ruído en la puerta de la iglesia. Asustada creyendo que eran los Turcos, que venían por ella, se escondió tras uno de los pilares de la iglesia. No se movió de ahí hasta que le pareció reconocer una voz que la llamaba.

-¡Aeris!¡Aeris!

Aeris salió de detrás de la columna.¡ No podía creérselo. Era Zack. Su dulce primer amor. ¿Pero donde había estado todo ese tiempo?

Fue corriendo felizmente hacia él, pero se paró en seco al ver que no estaba sólo. Un muchacho aparentemente más pequeño que Zack, con la mirada completamente perdida en el infinito, y bastante guapo, aunque pareciese triste, estaba siendo sostenido por los brazos de Zack.

-¡Zack cuanto tiempo sin vert…!¿Y quién es este chico?

-Escucha Aeris. Se llama Cloud. Ayúdame con él. Vamos a ponerlo en el suelo y te lo contaré todo…

Se colocaron cada uno en un lado, y agarrando a Cloud cada uno de un brazo, lo colocaron en el suelo.

-¿estas bien? Dijo Aeris mientras ponía su mano en la mejilla de Cloud, pero la única respuesta que tuvo fue: Hgmmm Hugmmm, mientras observaba como la miraba con esos ojos que ni siquiera parecían ver.

-No creo que te conteste. Dijo Zack por fin. Está intoxicado con Mako. Lleva así dos días. No come, no habla….pobre Cloud.

-¿Qué te ha pasado Zack?¡Pensé que no volvería a verte!....

-Bueno, ha habido momentos en los que yo tambien lo pensé…Te contaré todo lo que nos ha pasado a Cloud y a mí.

Zack comenzó a contarle a Aeris lo que les había ocurrido desde su llegada a Nibelheim, de que Sephiroth se volvió loco y quemó el pueblo, de cómo Cloud se enfrentó a él hasta que los dos acabaron siendo objetos de horribles experimentos científicos.

-Entonces…¿dices que han hecho experimentos con vosotros?

-Si…Cuando desperté, estaba dentro de una vitrina de laboratorio inducido por el Mako. Rompí como pude el cristal y golpeé a uno de los científicos. Luego saqué a Cloud.

-Pero si los dos habéis estado en contacto con el mismo líquido…¿Cómo es que tú estás bien?

-Es difícil explicar…verás es que hay personas que lo soportan peor, porque son más débiles o quizás por que en su cuerpo se produce un rechazo, no lo sé…

-Pero…¿A los soldados no os inyectan eso?

-Si. Pero en pequeñas cantidades, Cloud está completamente intoxicado. Dijo Zack mirando al rubio.

-Si dices que Cloud pudo vencer a Sephiroth….¿Cómo no pudo soportarlo?

-Seguramente se le filtró Mako por la herida del pecho. Zack levantó un poco el jersey de Soldado de Cloud y le enseñó a Aeris la herida de la espada de Sephiroth. Parecía desgarrada, como si Sephiroth al clavarle su masamune hubiera tirado hacia arriba de él.

-Que horror….decía Aeris. ¿Cómo Sephiroth siendo vuestro comandante ha perdido así la cabeza?

-Me creas o no, la verdad es que en parte lo entiendo. Se puso a investigar sobre su pasado en la mansión de Nibelheim y resultó que él había sido el mayor experimento de todos. Vamos, que me explicó como hicieron experimentos con él estando aún en el vientre de su madre…Y lo de tus cartas….perdona, fue Tseng quien me lo dijo la última vez que me llamó. ¡Ah!Y el querido clon de Ángeal que estaba contigo en la iglesia me llevó una.

-No importa Zack…me alegra saber que estas bien.

-Aeris, ¿Te importaría cuidar de Cloud mientras yo voy a buscar algo de comer y ropa para Cloud.

-Claro que no. Vete tranquilo. Me quedaré aquí con él.

-¡Gracias eres la mejor! Dijo antes de darle un beso en la mejilla.

Cuando Zack salió corriendo por la puerta de la iglesia y Aeris se giró para mirar a Cloud, éste permanecía con la mirada fija siguiendo a Zack, luego la miró a ella.

-No te preocupes Cloud Zack ha ido a buscarte algo de comer. Yo cuidaré de ti mientras mientras tocaba sus frías mejillas con sus manos. Para no perderlo de vista, se sentó junto a él y le cogió la mano. Estaba helada, y sudaba. Aeris le apretó la mano fuertemente.

-¿Sabes?Creo que Zack te ha tomado cariño. Zack es muy buena persona, se preocupa mucho de los demás, aunque a veces es "demasiado agradable" con todo el mundo, sobre todo con las chicas….Bueno, no sé porque te estoy contando esto, no creo que te importe. Verás como te pones bien pronto….

Cloud echó la cabeza de repente, encima de su hombro y se quedó dormido.

Aeris sonrió al mirarlo. Le parecía un rostro realmente lindo…unas facciones angelicales, la expresión de Zack en cambio era más dura, pero de adolescente, Cloud parecía un verdadero ángel. Se dio cuenta de que tiritaba, asi que como no tenía nada con que taparlo, sólo se le ocurrió colocar su cabeza encima de sus piernas, y lo abrazó fuertemente por los brazos para darle algo de calor. La expresión de Cloud se volvió más ligera y tranquila, lo que provocó que poco a poco, Aeris se fuese quedando dormida tambien….CONTINUARÁ.

Bueno esta es una historia que me apetecía hacer. Ya sabéis que reviews, son bien recibidos, aunque sean amenazas de muerte, chocolate o cualquier cosa podéis enviármelo.

Mi correo es ashedalmascaarrobahotmailpuntocom para el que quiera escribirse conmigo de vez en cuando como Nyanda. Jjeje bsos