Aviso: este drable participa del concurso de la pagina *Neji y Hinata* de facebook.
Advertencia: AU, mundo moderno, OC.
La despedida
Hinata acariciaba el cabello de su hija mientras ella dormía, observaba sus rasgos, cada uno de ellos. Despacio, deslizó su mano por la suave piel de su mejilla, perfiló su rostro, acarició su pequeña nariz.
Sentía que su corazón se le oprimía cada vez que pensaba que no podría verla en mucho tiempo.
« ¿En qué momento creciste tanto, mi niña?», pensó con nostalgia.
Recordó la primera vez que la vio, tan pequeña, tan frágil, ahora era toda una Hyuga, fuerte y orgullosa. Recordó, también, sus primeras palabras, sus primeros pasos, y en lo mucho que le costó soltar su mano el primer día de escuela. Y ahora lo tendría que volver a hacer.
Su pequeña quería ir a estudiar al extranjero, ese era su sueño; conocer muchos países, muchas personas. No quería un trabajo de oficina como su padre, solía decir, quería estudiar medicina y formar parte de los cuerpos de paz. Así era Hikari, con el espíritu inquieto, indomable como el viento. Y aunque le dolería en el alma, Hinata sabía que debía dejarla ir.
Secó sus lágrimas, solo para que otras nuevas volvieran a cubrir su rostro, se incorporó y se dio la vuelta para salir de la habitación de su hija, y vio a Neji apoyado en el marco de la puerta. Su expresión era serena y comprensiva, abrió sus brazos y la estrechó en un fuerte abrazo.
—Estará bien —susurró él.
—Lo sé.
El barullo en el aeropuerto parecía ser más de lo normal, tal vez se debía a que era fin de año. Y ni el entusiasmo de Hikari podía calmar la angustia en Hinata. Neji, también se notaba tenso, pero aun así estaba constantemente dándole muestras de apoyo a ambas.
Cuando el número del vuelo de su hija fue anunciado, Hinata, instintivamente apretó la mano de su marido y mordió su labio para no soltar el llanto.
—Promete que llamaras en cuanto llegues.
—Lo prometo mamá —respondió mientras se abrazaban—. Tú promete ser fuerte, y no llorar mucho —pidió con una sonrisa empapada de llanto. Hinata asintió mientras rompía el abrazo. Era el turno de Neji.
—Pórtate bien Hikari, con juicio. Eres una Hyuga.
—Me ofende que pienses que tienes que recordármelo papá —contentó la aludida con un deje de broma.
—….Te voy a extrañar demasiado hija. Llama cualquier cosa, no importa la hora.
—Yo también te voy a extrañar, no te imaginas cuanto. Cuida bien de mamá.
—No tienes que decirlo.
—lo sé…. Papá, no podré extrañarte si no me dejas ir.
Neji sonrió con culpa y dejo que un par de lágrimas corrieran libres por su rostro.
—Te amo —dijo, soltándola al fin.
—Yo también te amo. Los amo mucho a ambos. Te amo mucho mamá —envolvió en otro abrazo a Hinata, tal vez consiente de lo mucho que le costaba esa despedida—, ya no llores…. —Le sonrió—. Me voy antes de que ya no pueda irme.
Se alejó despidiéndose de ambos con un gesto de la mano. Hinata la miraba sin poder contener ese torrente emocional por más tiempo, pero no quería que la viera llorar más, también quería cumplirle la promesa.
Neji, al percatarse de su estado, la abrazó por los hombros y la llevo en frente del gran ventanal donde se podían apreciar los aviones listos para partir, y dijo las únicas palabras que Hinata necesitaba escuchar.
—Yo seré tu fuerza, llora todo lo quieras, será nuestro secreto.
N/A: Bueno, en realidad, este pequeño drabble fue improvisado, así de última hora. Estaba escribiendo otro, mucho más largo y con más temática materna, pero llevaba dos días de bloqueo, y no quería volver a fallarle a la página *Neji y Hinata*
Muchas gracias si llegaste hasta aquí.
Toda crítica es bienvenida.
Sonríe, siempre.
Los quiere: Gaby.
