Dos caminos,un sólo destino
Capítulo uno: "Día libre".
CONTIENE SPOILERS DEL SEXTO LIBRO.
NI LOS PERSONAJES NI LOS LUGARES ME PERTENECEN Y CON ESTE FF NO PRETENDO LUCRAR.
Una muchacha de alrededor de 19 años observa por última vez el lugar que la albergó durante dos años. Al hacerlo siente mucha nostalgia por dejar atrás aquel hermoso período de su vida, para regresar a su país, con las personas que realmente la habían echado de menos durante ese tiempo.
Sabía que debía regresar pero le iba a costar mucho volverse a acostumbrar a su antigua vida, a su familia, a sus amigos. Iba a extrañar demasiado aquel país que tanto la había ayudado a crecer como persona y a madurar como mujer.
Muchos recuerdos pasaban por su cabeza en ese momento. Algunos tristes pero la mayoría muy felices. El primero que se le venía a la cabeza fue cuando se bajó del avión, en un país extraño con tan sólo 17 años y muchas ideas en su mente. Ella sabía que su estadía no iba a ser nada fácil. Allí no tenía a nadie a quien recurrir si tenía un problema o si necesitaba hablar con alguien. Pero ese era su mayor desafío: demostrarse a sí misma que podía aprender a vivir como una persona adulta, enfrentando sus miedos sin necesitar que otros lo hicieran por ella, porque de eso se trata la vida.
Echó una última mirada al lugar y con lágrimas en los ojos pero una sonrisa en la cara, cerró la puerta de una vez y para siempre. Ahora sí deseaba llegar a su país para estar con sus seres queridos, a los que tanto había extrañado.
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En un espacioso departamento ubicado en Londres, completamente iluminado por la luz de la mañana, tres jóvenes de alrededor de 20 años comenzaban su día.
La primera en despertarse fue una muchacha bonita, de cabello castaño y enmarañado, aunque no tanto como en otros tiempos, llamada Hermione Granger.
Lo primero que hizo al abrir los ojos fue quitarse de encima a su peludo y enorme gato que se le había abalanzado para despertarla. Se desperezó, se puso su bata y se dirigió al baño.
Al salir se asomó a las otras dos habitaciones ocupadas del departamento y se encargó de despertar a los ocupantes muy "suavemente".
El único que pareció prestarle atención fue un pelirrojo alto y pecoso, que lo primero que hizo fue alcanzarla en la cocina.
- Hermione podrías ser más delicada para despertarme, no es necesario que me arrojes a tu apestoso gato encima - exclamó enojado Ronald Weasley, sirviéndose una taza de café.
Hermione que ya se veía venir otra de sus acostumbradas peleas, respiró profundo y trató de controlar sus impulsos, pero no pudo hacerlo.
Con cara de pocos amigos, le arrebató a Ron la taza de café y exclamó:
- Primero que nada, Ronald Weasley, hoy es tu turno de preparar el desayuno, cosa que no has hecho, por lo tanto no tomarás el café que preparé para MI.
Segundo, encima que te hago el favor de despertarte para que no llegues tarde a trabajar, cuestionas mis métodos y llamas "apestoso" al pobre Crookshanks, que nada malo te ha hecho- y sin decir nada más Hermione se retiró a su habitación con dos tazas de café en sus manos y con su gato siguiéndola triunfante.
Ahora sí Ron se había despertado completamente y con un pedazo de pergamino en la mano siguió a Hermione a su habitación, evitando que ella pudiera cerrar la puerta tras de sí.
- Hermione si lees este cronograma que tu tan organizadamente preparaste, podrás darte cuenta que hoy no era mi turno de preparar el desayuno sino el tuyo así que me debes una, niña- dijo Ron triunfalmente, con el pergamino en alto, sin darse cuenta que estaba empeorando las cosas aún más.
Enojada, Hermione le quitó el cronograma de sus manos y le indicó lo contrario.
- Evidentemente Ronald no sabes en que día vives. Para tu información hoy es lunes, es decir el día que te toca preparar el desayuno. Ayer, domingo, fue el turno de Harry y mañana, martes, me toca a mí.
Ron salió como una bala de la habitación mientras su amiga sonreía con satisfacción por la batalla ganada.
No pasaba un día en el que no pelearan por alguna estupidez. Durante sus años de escuela era lo mismo y ambos pensaron que con los años las cosas cambiarían, pero no, todo siguió siendo igual, sobre todo cuando ambos junto con Harry decidieron irse a vivir juntos tiempo después de terminar el colegio.
Luego de terminar Hogwarts Ron regresó a La Madriguera con su familia y Harry, mientras que Hermione volvió con sus padres al mundo muggle, pero sin abandonar el mundo mágico. Los dos chicos comenzaron a estudiar en la Academia de Aurores y Hermione empezó el curso de Medimagia.
El primero en decidir independizarse fue Harry, que luego de vivir durante un año entero con los Weasley decidió que ya era hora de irse a vivir solo. Si bien ellos eran su "familia", él sentía que ya los estaba incomodando y era lo menos que quería hacer, después de lo bien que ellos se habían portado con él desde el momento en que los conoció.
Siguió Hermione un año y medio después. Sus razones fueron que su lugar de estudio estaba demasiado lejos de su casa y que si bien amaba a sus padres, luego de la derrota de Voldemort, ellos estaban bastante alarmados con el hecho de que algo peor pudiera suceder y no querían que su hija volviera al mundo al que realmente pertenecía. Por eso, luego de pensarlo mucho decidió irse a vivir sola.
Finalmente a Ron se le ocurrió la magnífica idea de conseguir un departamento en Londres, cerca de la Academia de Aurores y de la universidad San Mungo (n de la a.: no se me ocurrió un nombre mejor para ponerle al lugar donde se estudia Medimagia. Ustedes entenderán que lo utilice para que se note que depende del Hospital), en donde los tres pudieran vivir juntos, como en los viejos tiempos.
Al mes de tomar esa decisión, se mudaron y hacía 4 meses que convivían en un hermoso departamento de varias habitaciones, en el piso 10, con una magnífica vista y luminosidad.
Hacía poco tiempo que los tres se habían recibido y Hermione había comenzado a trabajar en el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas. Luego de graduarse y terminar sus prácticas, le ofrecieron un puesto permanente en el área de emergencias, por su excelente desempeño y magníficas calificaciones.
Sus dos amigos habían comenzado a trabajar en el Departamento de Aurores del Ministerio y les estaba yendo realmente bien. Todos pensarían que luego de la derrota de Lord Voldemort a manos del Elegido y sus amigos, no quedarían más mortífagos dando vueltas por el mundo, pero no era así, aún quedaban muchos y su misión era encontrarlos.
Con todo el griterío de la pelea entre Ron y Hermione, el tercer ocupante de la casa hizo acto de presencia en la cocina. No tenía muy buena cara y su cuerpo temblaba ligeramente. Nada más verlo, Ron se dio cuenta que ese día iría sólo a trabajar.
- No hay un día en el que ustedes dos no se peleen, eh?- le dijo Harry a Ron, mientras se servía una tostada que el pelirrojo había preparado.
Ron no contestó nada a esto y siguió preparando el desayuno, aún molesto por haber perdido su batalla del día.
- Bueno veo que no me dirás nada, amigo. Aunque sea escúchame, ¿puedes avisarle a Locke que hoy no iré a trabajar,no me siento nada bien. Ayer me olvidé de cerrar la ventana a la noche y se largó a llover. Creo que me estoy resfriando- dijo Harry, sonándose la nariz a continuación.
Ron se volteó a ver a su amigo y le dijo:
- No te preocupes, yo le digo al jefe. Ve a dormir, así mañana ya te sientes mejor y puedes hacer de árbitro entre Hermione y yo.
Harry sonrió, murmuró un "nunca van a cambiar" y se fue de vuelta a su cuarto.
OooooooooooooooooooooooooO
En el aeropuerto muggle de Londres, Ginny Weasley volvía a pisar su país luego de dos años de ausencia.
Después de terminar la escuela, Ginny había decidido estudiar la carrera de Medimagia y por cosas de la vida ganó una beca para estudiar en New York durante el tiempo que durara la carrera, que junto con las prácticas alcanzaba los tres años.
Pero luego de pasar dos años en aquella ciudad, viviendo con gente que conoció al llegar y estudiando en un lugar completamente nuevo para ella, decidió que ya era hora de volver a su hogar y graduarse en su país. Extrañaba demasiado a sus seres queridos como para seguir soportando y aunque no se arrepentía ni por un momento de haberse ido, sentía que ya había terminado un ciclo y que debía regresar.
Por eso cuando bajó del avión sintió que el cuerpo le temblaba completamente y un sentimiento de tristeza le llenó el corazón cuando recordó que sus padres se encontraban en Rumania, visitando a su hermano Charlie y que aún les quedaba un tiempo antes de regresar.
Nadie sabía que ella iba a regresar porque había tomado la decisión de repente y además cuando le iba a avisar a su madre, ella se le adelantó diciéndole que se irían a Rumania y como Ginny no quería que sus padres se perdieran de viajar por su causa decidió callarse.
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Habían pasado un par de horas desde que Ron y Hermione dejaran el departamento con rumbo a sus respectivos trabajos cuando sonó fuertemente el timbre, despertando a Harry de su profundo letargo.
Soñoliento, el joven se colocó una bata por encima y se dirigió a abrir la puerta, sin saber quién podría estar tocando timbre a aquellas horas.
Sus amigos no podían ser ya que hubieran entrando sin tocar y no se imaginaba que alguien que conociera sus horarios podría pasar a la mañana por su casa.
Apenas abrir la puerta, una muchacha de su misma edad, muy hermosa, de largo y lacio cabello rojo y ojos verde pálido se le abalanzó, besándolo apasionadamente.
- Harry, tanto tiempo que no nos veíamos- dijo la joven cuando lo soltó.
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Hola a todos!
¿Cómo están,espero que muy bien!
Bueno, he regresado con una nueva historia post-Hogwarts.
Se trata de una historia romántica, que tendrá partes dramáticas pero también cómicas.Muchos triángulos amorosos,celos,peleas,confusiones,cuentas pendientes,amistades que en realidad son otra cosa,etc...
Espero que les guste mucho y que me digan que les parece a través de los review!
Besotes!
LunitaBlack!
16-10-05
23.57