Lo perdido…
-Hola- dijo una chica que dejo ver su cabello color morado al asomar la cabeza por debajo de un escritorio, alrededor había papeles y cosas regadas.
-Hola, ¿Estas bien?-pregunto Remus y se tomo el tiempo suficiente para observar a su alrededor y ver el desastre en esa habitación ocasionado por aquella chica.
Remus estiro la mano para ayudar a Tonks a levantarse, pensando que se había caído, pero Tonks simplemente no la tomo.
-¿Qué haces?- pregunto un tanto desconcertado.
-Estoy buscando algo- contesto
-¿Qué es algo?-
Tonks se levanto, se sacudió la túnica y miro a su alrededor.
-Ahora que me lo preguntas, no se que busco, se que al principio de la búsqueda estaba buscando algo importante, pero ahora he encontrado muchas cosas y no me acuerdo que buscaba- declaro Tonks al mismo tiempo que señalaba una pequeña montaña que había formado con varios objetos que había encontrado-Mira- Remus dirigió su mirada a aquella montaña.
-Mira este es Toots- dijo la chica alcanzando un pequeño muñeco, -lo tengo desde que era pequeña, pero cuando entre a trabajar al ministerio se marcho y pensé que me había abandonado, pero ya vi que no, siempre estuvo aquí.-
Remus después de reír dijo -Encantado de conocerte Toots- dirigió su vista a un pequeño saco lleno de pelusas con dos botones como ojos.
-Lo encontré- grito Tonks realmente emocionada –Mi calcetín, desde que lo perdí tuve que combinar su par con otro calcetín que lo único que tenían en común era el largo- declaro mientras se saco un zapato, dejando ver que era verdad lo que había dicho anteriormente, traía dos calcetines totalmente distintos, se quito un calcetín y se puso el que acababa de encontrar, logrando hacer el par.
Tonks se puso de pie y miro a su alrededor, dando se cuenta de todo el desastre que había provocado.
-¿Eso era lo que estabas buscando?-
-No se, creo que si,-dijo Tonks aun dudando de su respuesta –por cierto, ¿A que se debe su visita, señor?-
-Señor, Ah si, he venido a verla señorita, para saber como se encuentra-
-Normalmente me encuentro en perfectas condiciones, pero cuando usted viene a verme, siento dragones en el estomago-
-¿En serio, que casualidad, lo mismo me pasa cuando la veo- pronuncio mientras la tomaba de las manos, -nos tendremos que acostumbrar, ya que cuando nos casemos eso pasara muy a menudo-
Tonks se soltó de sus manos, se separo de el y comenzó a ponerse pálida.
-¿Qué pasa?-
-Ya recordé lo que estaba buscando-
-Bueno, ¿Qué era?-
-Este, el a-anillo de compromiso, no quería que se me perdiera y lo guarde muy bien, pero ahora no recuerdo donde lo guarde, ¿Qué vamos a hacer?-
-No te preocupes, mañana podemos ir a comprar otro.-
-No, ese tiene que ser el anillo, no puede ser ningún otro, yo voy a seguir buscando y vas a ver que lo voy a encontrar antes de la fiesta de compromiso.-
-Pero si la fiesta de compromiso es mañana.-
-¿En serio, por dios todo se me olvida, entonces hay que empezar a buscarlo.-
Remus y Tonks buscaron el anillo por todo el lugar, voltearon de cabeza la oficina de Tonks, pero sin éxito.
-¿Segura que te lo quitaste aquí?-
-Si, bueno puede ser que me lo haya quitado en mi casa.-
-Pues vamos para allá, por que aquí no esta-
-Si-
Tonks y Remus se aparecieron frente a una pequeña casa, Tonks se acerco a la puerta y la abrió, para dejar pasar a Remus, pero este no lo hizo, sostuvo la puerta y dejo pasar primero a Tonks.
-Bueno, hay que empezar a buscar-
-Si, ¿Por donde empezamos?-
-Yo empiezo en la cocina y tu puedes empezar en tu cuarto, ¿Qué te parece?-
-Me parece una muy buena idea, asegúrate de buscar en la azucarera, a veces guardo cosas ahí.-
-Tonks, Tonks, Tonks-
-¿Que?-
-Nada, vamos a apurarnos-
- Ah bueno-
Y así los dos continuaron buscando, después de que transcurrió una hora Tonks bajo las escaleras y se encontró con Remus buscando en los sillones de la sala, al parecer ya había acabado con la cocina, el se percato de su presencia.
-¿Tuviste suerte allá arriba?-
-No, ya estoy cansada y es muy tarde, ¿porque no dormimos y mañana continuamos con nuestra búsqueda?-
-Tienes razón, yo también estoy cansado-
Remus se dirigió a la puerta y estaba por salir.
-No te vayas, quédate conmigo-
-Pero Tonks no es correcto-
-¿Qué no es correcto, tu vas a dormir en el sillón-
-Ah- pronuncio mientras se dirigía al sillón de la sala.
-No seas tonto, ¿Cómo vas a dormir ahí, debe de estar muy incomodo, además aquí hace mucho frió-
-¿Entonces?-
-En mi cuarto hay un sillón que es un millón de veces mas cómodo que este, Vamos.- Remus iba a negarse, pero Tonks ya lo estaba jalando escaleras arriba.
-Te presento al sillón, te voy a dar una almohada y cobijas- y dicho esto Tonks abrió el armario para sacar las cobijas, pero estas estaban en la parte superior del armario, asi que comenzó a brincar para alcanzarlas.
-¿Necesitas ayuda?-
-No, ya casi las alcanzo-
-A mi me parece que si- pronuncio mientras se acercaba a Tonks en el momento en que ella estaba dando un salto y la tomo por la cintura tratando de levantarla para que alcanzara las cobijas, pero ella, al sentir la manos de Remus en su cintura perdió el equilibrio y se dejo caer encima de el.
-¿Estas bien?- pregunto Tonks alarmada.
-Si, solo que no puedo respirar muy bien-
-Ah-
-Creo que es porque estas sobre mi-
-Perdón no me había dado cuenta- dijo Tonks al mismo tiempo que se levantaba y ayudaba a Remus a levantarse y añadió –Mira, si las baje.-
-Veo que si sirvió mi ayuda-
-Si, gracias, siento que falta algo-
-¿Que?-
-La almohada!- declaro mientras quitaba la almohada de su cama, para ponerla en el sillón.
-¿Y tú?-
-¿Yo que?-
-Esta es tu almohada, ¿Cómo vas a dormir?-
-Yo no uso almohada, todas las mañanas la encuentro a metros de mi cama, simplemente no me acomodo-
-Ah bueno, pues a dormir-
Remus se quito su capa y se acostó en el sillón mientras que Tonks tomo su pijama y se dirigió al baño para ahí cambiarse.
A su regreso, su compañía ya se encontraba profundamente dormida, debía de estar muy cansado, así que se metió en su cama y trato de dormir, pero por alguna razón no se encontraba cómoda, trato de dormir por al menos media hora, hasta que decidió levantarse y comenzar a dar vueltas por la habitación.
Cuando la respuesta llego a su cabeza, en ningún lugar se sentía mas cómoda que junto a Remus y decidió acostarse junto a Remus en el sillón, el la abrazo entre sueños y a los pocos minutos Tonks logro dormirse.
