Esta historia fue un pequeño regalo a una amiga para que se animara, pero a resultado en algo largo y tediosos y enrevesado y sobretodo cómico, ¡así que espero que lo disfruten!

Traducciones abajo.

Hetalia no me pertenece, si no SIR seguiría vivo cual Prusia.


Guía para ligar con Chibitalia

- ¡Lo siento señor Austria!

- ¡Italiaaaa!

Italia corría por el pasillo, disculpándose una y otra vez mientras Austria le perseguía. Tras una puerta, El Sacro Imperio Romano les observaba. ¿Qué habría hecho Italia esta vez...?

- Señor Austria, ¿qué ha pasado? -intervino Hungría, que venía de hacer la colada. Encontrarse la persecución al entrar era algo cotidiano, pero la pregunta siempre salía sola.

- ¡Ita...! -se quedó sin aire. Perseguir al pequeño era todo un reto, todos lo sabían- ¡Italia ha vuelto a pintar... -se quedó otra vez sin aire.

- Señor Austria, pruebe a respirar, será lo mejor -le cortó Hungría entre risas.

- ¡No es gracioso! -se quejó el castaño cuando ya hubo recuperado oxígeno- ¡Italia ha vuelto a pintar un bigote a uno de mis cuadros! ¡Al rey Alberto V Duque de Austria, Rey de Hungría, Rey de Bohemia y II Rey de los Roma...! -con tal nombre ya estaba igual.

- … Nos. Señor Austria, con el primer titulo bastaba. Ya le regañaré yo, usted tómese un descanso, un vaso de agua, un "respiro"...

- Será lo mejor.

Cuando el castaño se hubo ido, Italia salió de su escondite debajo de una mesita y saltó sobre Hungría.

- ¡El Señor Austria da mucho miedo!

- Venga, no pasa nada, ¡pero no vuelvas a pintar sus cuadros! Ya ves como se pone.

- ¡Pero da miedo!

Sacro Imperio se quedó mirando como Hungría le "regañaba" y después se iba a tender la colada. Italia se despidió de ella con una sonrisa y siguió barriendo.

Ah, era tan mona cuando barría, llevando esa enorme escoba... Y su sonrisa iluminaba la mañana...

- Ve... -Italia se giró y le descubrió en la puerta entreabierta. El Imperio siempre le miraba tan fijamente que le hacía temblar- ¡Ve! ¡Sacro Imperio Romano!

- Italia...

Y el nombrado salió corriendo antes de que pudiera hacer algo. Siempre era lo mismo, nunca se atrevía a hablar con ella... Era tan tímida... Y él... Igual.

Como siempre, esa vez tampoco se atrevió a confesarle su amor.

/( º0º)/

Francia, aburrido de caminar por sus tierras y pelearse con Inglaterra (y mira que era difícil aburrirse de eso), fue a casa de Austria. Allí siempre había gente, y mucho barullo. Y estaba el pequeño Italia, tan mono con su traje de sirvienta...

- ¿Francia? ¿Tú por aquí? -se giró Hungría, que estaba en el patio y por tanto fue la primera en verle.

- Bonjour, Mademoiselle! He venido a ver a mis queridos vecinos, no pasada nada, ¿no?

- No, pero creí que estabas peleándote con Inglaterra...

- Non, non, eso es un pequeño pasatiempo; es más importante fomentar la socialización, cooperación y pacificación entre las naciones -anunció con tono diplomático, haciendo a Hungría reírse.

- Pues hoy no hay mucha pelea por aquí, todo perfectamente.

- Jo...

- ¡Sabía que venías a eso, pillín! -rió la húngara, y el otro asintió, ¿a qué iba a ir si no? La casa de Austria podía ser tan divertida como muerta- Italia está barriendo en algún pasillo, y Sacro Imperio Romano... no lo sé. Persiguiéndole, seguramente.

- Oh, pues me voy a acompañarle, au revoir, Mademoiselle! -se fue corriendo por el patio.

- Estos niños... -suspiró Hungría- Siempre en busca de barullo...

\(º0º )\

El joven imperio estaba sentado en la hierba, leyendo un libro. Había intentado hablar con Italia, pero siempre salía corriendo. Y además estaba tan guapa cuando corría... Con su rulo moviéndose de arriba abajo... Que menos que quedarse parado mirándola.

- ¿Será ya la hora de comer...? -se quedó mirando al sol, cansado de leer.

- ¡Ha venido el frère aîné! -una sombra tapó el sol.

Sacro Imperio casi fue aplastado por el rubio galo, que había saltado sobre él.

- ¡¿Tú que haces aquí?!

- Oh, que forma más brusca de saludar tenéis en el norte, s'il vous plaît! -exclamó Francia, dramáticamente ofendido- Como buen hermano mayor, he venido a visitaros.

- ¡¿Pero tú no te estabas peleando con Inglaterra?!

- ¿Es que siempre tengo que estar peleando? Hasta a mi me gusta la paz: llevo dos días sin insultarle.

- Lo dices como si fuera mucho.

- Para mí es bastante.

El bajito suspiró. No le caía muy bien Francia, se metía mucho con Italia y siempre quería pelea. Seguro que si se quedaba con él, el Señor Austria se enfadaría. Se fue a levantar para irse a otra parte lejos del francés, pero este saltó encima suya.

- ¡¿A dónde vas?! ¡Soy tu invitado! -se quejó sobre él, impidiendo que se moviera.

- Para eso necesitas invitación y nadie te la ha dado, ¡y tengo mejores cosas que hacer que estar contigo! ¡Y pesas mucho!

- ¿Me estás llamando gordo? Bueno, la verdad es que tú eres bastante petit -rió-. ¡Quiero divertirme, así que entretenme con algo!

- ¿Y qué pasa si no lo hago?

- Fácil... -el galo se acercó a su oído- Yo me entretendré contigo.

Un escalofrío cruzó la espalda de Sacro Imperio.

- No hay que llegar a los extremos... no a esos -rió nerviosamente-. Vamos a jugar un escondite, tú te escondes y yo te busco, ¿vale?

- Parfait! -el extranjero se levantó rápidamente, subiéndose el vestido para poder correr.

- Venga, contaré hasta cien... -se tapó la cara con el sombrero- Uno, dos, tres, cuatro... -oyó pasos alejándose- cinco, seis, siete, ocho... -ruido de pasos volviendo y yéndose por otro camino- nueve, diez, once, doce, trece... -silencio, silencio y más silencio- catorce, quince, dieciséis, diecisiete...

- ¿Qué haces ahí, Sacro Imperio? -oyó a Hungría y se quitó el sombrero de la cara- ¿Cuentas pelusas ahí dentro o algo...?

- Nada, esteba entreteniendo a mi "invitado" -se puso el sombrero, satisfecho con su trabajo-. Seguro que se entretiene un par de horas, por ahí escondido.

Y se fue tranquilamente. ¿Dónde estaría Italia por esas horas?

/( º0º)/

Italia, como siempre, estaba barriendo. Esta vez la cocina, pues en un par de horas sería la hora de comer. El Señor Austria había estado tocando el piano, y había disfrutado de un buen tiempo escuchando. Tocaba tan bien...

- Ve... Me gustaría tocar así algún día... -suspiró.

Además, llevaba mucho tiempo sin que nadie le molestara, ¿dónde estaría El Sacro Imperio Romano? Temía que se hubiera ido a alguna batalla inesperada, como a veces ocurría, en esos días se estaba muy mal en el palacio.

Dejó la escoba y se fue a buscarle por los pasillos, total, ya había terminado de barrer. Se fue por el corredor principal; seguro que Sacro Imperio estaba en la biblioteca, era muy estudioso, y se echaba largas siestas entre los libros.

Entonces el chico apareció tras la puerta principal, bostezando y sin prestar mucha atención a su alrededor. Italia se quedó mirando como cruzaba el pasillo de lado a lado y desaparecía por otra puerta. Tras un segundo volvió en sus pasos.

El Sacro Imperio Romano se quedó mirándole.

- Italia...

- ¡Estás aquí! -Italia suspiró, aliviado. Bien, entonces no se había ido...

El Imperio se puso completamente rojo y salió corriendo al patio, cerrando de un portazo.

- Ve? -Italia no entendía bien por qué había huido, pero estaba en palacio y eso estaba bien.

Volvió a por su escoba, el Señor Austria se enfadaría si le pillaba sin hacer nada.

\(º0º )\

El Sacro Imperio Romano estaba otra vez tirado en la hierba, dando vueltas de un lado a otro con el gorro entre los brazos.

- ¡Me ha hablado, me ha dicho que estaba aquí...! -se decía, completamente rojo- No lo entiendo... ¡Pero ha sido precioso...!

- Oh , l'amour... siempre haciendo estragos por ahí... -oyó a alguien detrás suya.

Se levantó de un salto, descubriendo a Francia sentado algo más alto en la pendiente de la colina.

- ¡¿Me estás espiando?! -exclamó, rojo de vergüenza.

- ¡No me buscabas!

- ¿Qué? Eh... -dio un golpe en su sombrero- ¡Por Francia! Ala, te he pillado. Eso te pasa por no esconderte. Hago como que no presto atención y ya estás charlando conmigo...

- Vamos, Saint-Empire Romain Germanique... Te he estado mirando y ya no jugabas al escondite... -se tapó un lado de la boca como temiendo ser escuchado- Italia es guapa, ¿eh?

- … Sí, es bastante guapa...

- Te gusta mucho, ¿verdad?

- S- ¡¿Q-qué dices?! ¡No inventes! -se corrigió, completamente rojo.

- Vamos, no puedes engañar al frère aîné~ -rió, consiguiendo que el Imperio se escondiera bajo su sombrero- Tampoco es muy secreto: lo sé yo, lo sabe Romano, lo saben los pájaros que pasan en migración...

- ¡No digas tonterías!

- ¡Es la verdad, los pájaros saben muchas cosas! Ay, que bonita histoire d'amour... El príncipe y la sirvienta, un clásico.

El Sacro Imperio volvió a ocultarse bajo su sombrero, a esas alturas no valía la pena negarlo, Francia era demasiado listo.

- ¿Sabes? El hermano mayor tiene tiempo libre.

- No me digas...

- Eres tan tímido que me das pena, ¿sabes qué? ¡Te ayudaré a conquistarla!

- ¿Cómo?

- ¡El romanticismo tiene que continuar! ¡Quiero más capítulos en esta historia! Y si alguien sabe de esto, soy yo: todas las mujeres suspiran por mí.

- Tú solo eres un salido pervertido, no te necesito.

- ¡Eso duele! ¡¿Cómo puedes pensar algo tan sucio de mí?! -el francés mordió un pañuelo dramáticamente, pero tras un rato vio que era inútil convencerlo con eso y lo dejó- Oye, estarás de acuerdo conmigo en que no podéis pasaros la vida persiguiéndoos y huyendo entre vosotros.

El Imperio lo pensó detenidamente, pero la respuesta era más que obvia.

- … Tienes razón -suspiró-. Pero no hay nada que se pueda hacer... Ella no se fijará en mí.

- ¡Oh, esa mentira es más grande que las cejas de Anglaterre! ¡En esta relación alguien tiene que dar el primer paso, alante o atrás, y serás tú! -le apuntó con un dedo acusador- ¡Como el hermano mayor que soy, te ayudaré a convencerla de que eres el hombre de sus sueños!

El Sacro Imperio Romano le miró con desconfianza.

- ¿De verdad? ¿Sin tonterías ni nada? ¿No lo estás haciendo solo para divertite?

- S'il vous plaît, non! ¿No hay algo más serio que el amor? Por mi patria que te enseñaré las súper técnicas que utilizo para que todo el mundo caiga a mis brazos.

- … ¿Todo el mundo?

- Los hombre también me aman, petit Empire-el Imperio levantó una ceja- Volviendo al tema, ¿aceptas mi ayuda? -le tendió la mano.

- … Está bien -se la estrechó. Igualmente no tendría otra oportunidad.

Algo lejos, detrás de la ropa tendida, Hungría sonrío. Esos dos iban a montar una buena...


¡Fin! ¡Espero que este primer capítulo haya sido de vuestro agrado!

Traducciones:

Bounjour, mademoiselle! - ¡Buenos días, señorita!

Non, non - no, no

au revoir, Mademoiselle! - ¡adiós, Señorita!

frère aîné - hermano mayor

s'il vous plaît! - ¡por favor!

petit - pequeño

Parfait! - ¡Perfecto!

l'amour - (el) amor

Saint-Empire Romain Germanique - Sacro Imperio Romano Germánico

histoire d'amour - historia de amor

Anglaterre - Inglaterra

petit Empire - pequeño Imperio

Todas las traducciones eran del francés o.O parla mucho xD

Algunas son obvias, lo sé, pero siempre hay algún rezagado...

Reviews, comentarios, ataques psicológicos, recomendaciones, lo que sea, ¡estoy aquí!

Publicaré todos los jueves~

Ciao! Make pasta not war!