Disclaimer: Digimon no me pertenece.
Si el norte fuera el sur
Estoy aquí frente a mis emociones y falta de prudencia, parado a la orilla de un mar de falsa ilusiones y confusiones hostiles; que no me permiten pensar con claridad. Acompañado de lo que no imagine querer, pero de lo que me enamoré.
Tal vez si el norte fuera el sur, si el ayer fuera el hoy, todo sería diferente. Pero estamos donde nuestros pasos nos guiaron y a donde nuestras emociones nos condujeron.
—¿Sigues pensando en lo de ayer? —escucho esa dulce voz a mi lado, la que nunca imagine adorar.
—Si.
No dice nada, solo se limita a mirarme con esos ojos amatista que antes detestaba y ahora no puedo dejar de admirar. Son como un par de soles fervientes que me brindan calor a mi alma atormentada. No merezco tan dulce sabor de calidez.
Como reconociendo mi pesar, Yolei me sujeta de la mano y siento todo en mi interior flotar cual viento. La suavidad de su piel me reconforta, hace que la tormenta dentro de mí se calme un poco convirtiendo el invierno en verano. Es como si nada ocurriera, somos solo nosotros dos en un valle de sueños rotos.
—Saldremos de esta —no despega ni un momento su vista de mi— el sé repondrá de esto, y nos perdonara. Pronto volveremos a los tiempos de alegría.
Lo dudo. Lo que fue del ayer se quedará estancado en ese momento, repercutirá en el hoy y traspasara al mañana. Hemos marcado su corazón con nuestra traición, manchado su alma con nuestra verdad. Pero quien manda en cuestiones del amor no es la razón ni la cordura.
—Temo que esos días no volverán jamás.
—Lo harán, ya verás.
Se aferra a un imposible, a una mentira que amenaza con borrar nuestra culpa. Su corazón no quiere sentir lo que en verdad hemos hecho, sus ojos se nublan para no ver lo que la realidad es.
Estamos en un camino sin retorno, y que nos ha llevado a un abismo de perdición y desconsuelo. Sin nadie que nos pueda sacar de allí, valiéndonos solo de nosotros dos.
Una lágrima traicionera se escapa de su ojo recorriendo la mejilla y morir en sus labios; aquellos que me hacen perder el juicio y que deseo cada mañana. Me sorprende cómo es que pasamos del aborrecimiento al amor, pero eso ya no importa.
—Nos odiara por siempre, ¿verdad?
No contestó a su pregunta, solo la abrazo con fuerza y ternura. Su cuerpo tiembla entre mis brazos, yo solo quiero protegerla y decirle que todo estará bien. Pero nuestro amor es incorrecto; casi en lo prohibido. Nos miramos después de nuestro abrazo, deseamos besarnos, pero nuestra falsa decencia nos lo impide. Quizás, si el norte fuera el sur, hoy nuestra historia sería diferente.
Bueno, vengo a traer una pequeña historia sobre esta pareja que no me llama mucho la atención. Estuve revisando mi carpeta y me encontré con este fic que tenia escrito, en verdad no se la razón de porque la escribí, pero bueno aquí la tienen jajaja. Es pequeño, pero espero que lo disfruten aun cuando no sea una de sus parejas favoritas o de su agrado.
