Hola, por andar escuchando el soundtrack de Coco por casi una semana, o bueno la canción de "Un poco loco" me dio una idea ya que si Héctor escribió todas la letras que Ernesto cantaba y le daba dedicatoria, porque no dedicarle una a su, gran amor.. :)

Cuando este escrita en cursiva son los pensamiento de Héctor.

Coco- pertenece a Disney/Pixar

-Compa, será imposible que conquistes a esa mujer… más bien domar a ese toro...- me dijo mi amigo, quien al ver mi expresión se preocupó- estás bromeando verdad- tome mi nueva guitarra con emoción y me dirigí a mi casa- viejo estás loco.

-Solo un poco loco- le respondí girando por la calle.

-Compa, no me culpes si te rompe la guitarra en la chaveta-fue lo último que escuche de él, cuando llegue a mi casa, no me detuve por ningún segundo a saludar a mi madre, que de seguro me iba a lanzar la chancla por no hacerlo otra vez, pero no me importaba solo quería componer una canción para esa hermosa mujer, Imelda.

-Ahora, Héctor piensa- me dije a mi mismo sentado en mi cama y con mi guitarra- ¿qué es lo que se de ella?

Al día siguiente….

-Viejo, olvídate de ella que esta fuera de tu alcance- me golpeo el brazo para llamar mi atención, que la tenía todita Imelda- te presentare a un viejas bien…..

-Si, si lo que digas- le respondí rápido seguí a Imelda hacia la plaza.

-Ernesto al ver que me fui refunfuño pero le causo algo de risa, si es que no fue otra cosa-Héctor…. Ya compa que si te ve que la estas siguiendo te va a dar una madriza.

-No si no me balconeas tu- le dije en voz baja para que ella no me escuchara- así que ahí nos vidrios- camine detrás de la gente o al menos lo más natural y distante de ella, afortunadamente no se daba cuenta o al menos eso esperaba.

-Señor, buenos días, cuanto es de estos chiles- decía ella a una vendedora.

-Son 2 centavos- Le respondió la señora, ella le dio el dinero con elegancia con porte como si fuera una persona de alta clase, y eso era lo que me derretía como manteca de ella.

-Oye nena, pa´ cuando sales por el pan- le dijo un señor, eso me hizo hervir la sangre, sin embargo como siempre Imelda se defendía ella sola.

-¡¿Que dijiste?!- lo tomo del cuello dejando al pobre anonadado- escúchame y escúcheme bien, me vuelves a decir nena y te mato, muy dolorosamente- el pobre solo pudo asentir y en cuento lo soltó salió corriendo. Se sacudió su vestido y tomo su bolsa- ¿y tu me ves?

-Yo….- dije al ver que me hablo- eh nada señorita, solo pasaba por ahí….

-Enserio- me cuestiono- porque si mal me acuerdo ustedes es ese cantante junto con el otro que están siempre los domingos tocando- camino hacia mi muy autoritaria y con fineza.

-S—si, ese tipejo que toca yo- como pude le conteste todo nervioso- me miro de pies a cabeza y luego me sonrió.

-Bueno, si no tiene nada más que decir, me disculpa, que tenga un buen día- se dio la vuelta y continúo su camino.

-I—gual que tenga un hermoso día- respondí lo más tranquilo que pude- sabe de mi- dije en voz baja pero muy feliz, sentía que estaba en el cielo.

Al día siguiente

-Héctor….

-No, Ernesto como te dije estoy loco, por esa mujer- le dije mientras me subía al techo para verla.

-Pero esto ya chole, bájale los huevos- me dijo muy preocupado- se supone que ellas deben estar a nuestros pies no al revés…. Buenas tardes señoritas- saludo a una jóvenes- ¡HECTOR!

Solo un poquito y ya casi- dije a punto de llegar a la cima pero algo salió mal y termine de nuevo en el piso.

¡Héctor!- corrió hacia mi Ernesto todo preocupado- ¿compa estas bien?- como pude asentí- pues que bueno porque ahí viene…

Viene quien….

¿Estás bien?- era Imelda que me había visto caer desde el techo

Yo… creo que no- dije no porque me doliera cada parte de mi cuerpo si no porque mi orgullo se había ido.

¿Te duele algo?

Mi orgullo- le dije en voz alta, ella se rio un poco, ¡la había hecho reír!

Pero ya enserio, ¿te lastimaste?- me pregunto tocando mi brazo que por su puesto me dolió hasta el alma.

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH- grite- creo que me rompe algo

Espérenme aquí voy por el médico- dijo ella corriendo.

Hay, Héctor- dijo con una mano en la cara- esa no es una forma de llamar la atención

Ni que me lo digas, oye y el techo como esta

Roto, y adivina quién viene pa´ aca con una chancla- me dijo algo angustiado.

Mi Santa Madre- el asintió.

Hola señora Delfina…. Que sorpresa como esta- le dijo pero no le respondió mi madre, solo me miraba toda confundida, preocupada y molesta con una chancla en la mano.

Ya me cayó el chahuistle…

Para mi fortuna Imelda llego a tiempo antes que mi santísima madre me rompiera el otro brazo, el doc. Me dijo que por suerte me había roto el brazo y no la cabeza, eso no me importaba lo que importaba era Imelda me había visto y la hice reír, esa hermosa risa ….

Héctor, ¿puedo pasar?

Si, pase Señorita Gómez- le dije acomodándome en mi cama.

Cuantas veces te tengo que decir, dime Imelda- me dijo mientras cerraba la puerta- te traje algo de comer, para que te recuperes pronto.

No tienes por qué hacer, Sr… digo Imelda, que compadecerte de un pobre como yo- le dije intentando suprimir mi emociono, llevaba casi toda una semana viniendo a verme.

Como crees, si por mi culpa esta así- me dijo algo apenada

¿A si?

Claro, por defender a mi hermanita de esos hombres, pobre de mi hermanita que solo piensa en estar alado de un hombre que… que- soltó un golpe a mi cama y por poco me daba- y en vez de darle a ese, te di a ti con el palo, lo siento.

¿Quieres decir que no me golpeaste porque te espiaba?- dije sin pensarlo

¿Qué?

Digo al estar encima del techo cualquiera pudo pensar que estaba espiándola a usted o a su santa hermanita- me miro con incredulidad y se rio de nuevo, que hermoso es escucharla.

De qué habla, si usted se ve como un hombre decente que mi madre sin duda aceptaría- eso me motivo más.- será mejor irme tengo que hacer la comida para el cumpleaños de mi abuelita, nos vemos Héctor- se despidió dejando la canasta.

Hasta luego, Imelda- regreso su mirada a mí y dándome una sonrisa. Ahhh en verdad me volvía a loco….

Un mes después…

-Héctor… Héctor… Héctor…

-¿Que paso Ernesto?

-Ya al fin te diste por vencido- lo mire algo molesto pero le di una sonrisa- hombre por dios ya le hablas, sales con ella, le ayudas con las cosas ya dile que te gusta, que te vuelve loco y más tonto de lo que estas…

-Hombre, me quejo de las mujercitas que llevas y traes como si te cambiaras los chones todos los días- le reclama

-Quibo, está bueno, ya cierro el pico pero eso si no me vengas llorando cuando te rompa ese corazoncito de músico- me dijo regresando a la plaza- pero eso si tenemos que ir a cantar- me tomo del hombro y la guitarra para la plaza donde los demás estaban listos. Nos habían contratado para cantar en una boda.

-Ahí estaban, creí que ya nos habían dejado plantados- nos dijo el novio un buen compadre.

-Chucho, como crees a tu solito en tu último día de soltero- le dijo Ernesto tratando de asustarlo

-Ernesto déjalo, que a él la lo tienen amarrado- conteste burlándome del también.

Chucho parecía que no le importaba lo que decíamos los dos- síganse burlándose, pero ya verán cuando estén amarrados también, a ver a que Santo le rezaran.

-Yo amarrado, lo siento Chucho pero no soy hombre de una sola mujer- dijo mirando a las damas de honor de la novia y entre ellas estaba Imelda.

-Y tu Héctor, ¿piensas lo mismo?- yo no le respondí o al menos eso recuerdo.

-Héctor vamos que estamos aquí por algo- dijo algo molesto tomando la guitarra y arrastrándome de nuevo.

Se dirigió a los músicos y les dijo- Arránquense ya saben cuál, ahora vamos Héctor a ver si me sigues la rima:

Comenzaron a tocar al escuchar la melodía ya sabía cuál era, la favorita de chucho, Coplas, sin embargo Ernesto se traía algo entre manos que no me agradaba.

*Ernesto canta:

La gente dice sincera
cada que se hace un casorio
Que el novio que entre la quiera
Si no que le hagan velorio.

Para esta novia no hay pena
puede ser un buen marido
Por qué Bueno es cosa buena
por lo menos de apellido.

Héctor Bueno es muy bueno
hijo de Bueno también
y tu abuelo hay que bueno
que se llamara como él.

Miro Imelda como si quisiera decirle lo que sentía por ella o quizás otra cosa.

*Héctor responde:

Procurare ser tan bueno
como dice mi apellido
Que se trague su veneno
el que velorio ha pedido.

Ernesto es Malo de apellido
retachar es su cuarteta
El nomás es presumido
por qué no es Malo...es maleta...

Ernesto Malo es muy malo,
malo por obligación,
y su abuelo...uy que malo
hay que comprarle su guión.

Que tramaba Ernesto…

*Ernesto responde:

En una mañana de oro
alguien nublaba el paisaje
eran un cuervo y un loro
arrancándose el plumaje.

Hay que olvidar lo pasado
y la culpable es la suerte
que bueno y malo mezclado
en regular se convierte.

Yo soy Malo no lo niego
pero quisiera mezclar
malo y bueno, lo quitado
algo que sea regular...

Comenzamos a echarnos miradas, retándonos

Con que esa nos traemos he Ernesto… Luego no me este lloriqueando…

*Héctor contesta:


Y ese alacrán de carroña
un colmenar visitaba,
para ver si la ponzoña
con la miel se le quitaba.

Como no será lo bueno
para el placer del malvado...
con la miel y su veneno
ahí anda el pobre purgado.

Que lo entienda y lo entienda
si es que lo sabe entender
y si acaso no lo entiende,
hay que obligarlo a entender

*Ernesto le contesta:

Te consta que no soy tonto
como tú... lo has presumido

*Héctor:

Tonto no... si entrometido
por el hambre de amistades.

-Esto no es bueno- dijo Imelda a su amiga María, caminaron hacia Chucho que se estaba divirtiendo.

-Chucho, detenlos- le pidió María

-¿Por qué? si esto esta requeté bueno- dijo todo emocionado como los demás invitados

-CHUCHO- le exclamaron las dos

-Está bueno-

*Ernesto- El hambre siempre la calmo
con el manjar del amigo

*Héctor: Mendigo es si no mendigo
el que roba a sus amigos.

*Ernesto.- Tú lo dices

*Héctor.- Lo sostengo

*Ernesto.- No te vayas a cansar

*Héctor.- No le saques*

*Ernesto.- No le saco*

*Héctor.- Pues se acabó este cantar...

Me lanze contra Ernesto y eso fue lo último que recuerdo, bueno después del golpe de Ernesto y el grito de Imelda hacia él y creo que a mí también.

Bueno espero que le haya gustado esta parte, quise incluir esta canción de Pedro Infante y Jorge Negrete por que me imagine que a pesar de que eran buenos amigos Hector y Ernesto, Hector sabia de todos los defectos de el pero aun así lo quería como buen amigo