Shaman king no me pertenece bla, bla, bla.
It's my life
Na, na, na, na, na, na, na, na
Drugs, gimme drugs, gimme drugs
I don't need it but I'll sell whatcha got
Take the cash and I'll keep it
Eight legs on the wall, hit the gas, kill em' all
And we crawl and we crawl and we crawl!
You be my detonator!Love, gimme me love, gimme me love
I don't need it but I take what I want from your heart
And I keep it in a bag, in a box
Put an 'x' on the floor
Gimme me more, gimme me more, gimme me more!
Shut up and sing it with me!
(Yoh)
Salí de baño después de haberme duchado y él aun estaba ahí, acostado boca abajo con la boca abierta y dejando salir varios litros de saliva sobre la almohada. Me reí, era muy cómico ver a Hao con resaca, normalmente él nunca se embriagaba al punto de vomitar pero el día de ayer todo se salió de control.
Una sonrisa ladina surcó mi rostro cuando los recuerdos del día anterior asaltaron mi mente, hace mucho tiempo que no me divertía tanto, y pensar que todo había comenzado con una simple tarde de chicos.
El día de ayer Ren, Horo Horo y Liserg visitaron nuestro departamento, al inicio estábamos jugando Rock band, nadie quería cantar, al parecer ninguno de los cinco tenemos buena voz, así que necesitábamos un poco de valor líquido para relajar nuestras cuerdas bucales sin que nos bajaran la autoestima las burlas de los demás. Abrimos una botella de tequila y nos servimos unos cuantos shots con limón y sal, eso nos ayudo a que Horo diera un paso al frente y que tomara el micrófono pero, al mismo tiempo, nuestra coordinación se atrofio y no podíamos pasar una sola canción.
Luego de muchos intentos –fallidos- de hacer sonar la canción de Enter sadman, como Metallica lo haría, Hao se exaspero y puso como castigo que el que se equivocara tendría que tomar un shot de tequila.
El juego se fue descontrolando poco a poco, el nivel de alcohol en nuestro organismo fue aumentando conforme nuestra duración en las canciones disminuía. Después de muchos vergonzosos fracasos cambiamos de juego. Poker ganó por mayoría de votos, pero desgraciadamente el resultado fue el mismo, esta vez el ganador de cada partida debía repartir cinco tragos entre los perdedores, si querías podías repartir todos los tragos a uno solo. Eso fue lo que hizo Ren –amodelblofeo- Tao y para desgracia de mi hermano él era su víctima cada vez que resultaba vencedor.
Unas cuantas partidas después y Hao estaba vomitando en el baño, no lo culpo el tequila es un arma mortal. Liserg y yo cargamos a mi hermano hasta mi cuarto, que era el que estaba relativamente más cerca del baño, y lo dejamos dormido en mi cama.
Es por eso que ahora se encontraba babeando MI almohada. Me puse mi uniforme y me dirigí a la cocina, necesitaba despertarlo de alguna manea o llegaríamos tarde al instituto. Pensé en despertarlo con un poco de agua pero no quería mojar mi cama así que mejor regrese al cuarto. Lo moví y no funciono. Gire su cuerpo y no funciono. Le pegue con una almohada y no funciono. Estaba a punto de darme por vencido cuando repare en mi guitarra eléctrica.
¡Ja! Esto sería muy divertido.
Coloque el amplificador cerca de su cabeza y subí el volumen, tome la plumilla, llené mis pulmones de aire y recorrí todas las cuerdas con un simple movimiento de muñeca.
El sonido hizo que Hao se sobresaltara y de un movimiento brusco termino en el piso. Yo reí, sabía que después de esto seguramente me mataría pero su cara de espanto valió totalmente la pena.
-¿Que mier…?
Mi carcajada retumbó en las paredes del departamento. Hao despertó por completo de su sueño y su cara de pánico cambio a una de irá, diablos, era momento de correr.
-¡Te voy a matar pedazo de imbécil!
Aventé la guitarra a la cama al mismo tiempo en que Hao se levantaba, traté de cerrar la puerta pero mi intento fue inútil ya que él estaba muy cerca. Corrí hasta la sala y me refugié en el extremo opuesto del sofá.
-Lo siento Hao, ¡fue inevitable! – mi corazón latía rápido y sentía la adrenalina correr por mis venas.
Hao trató de rodear el sillón y yo obviamente corrí al lado opuesto pero no me esperaba que se subiera al mueble y se lanzara como un luchador de la WWE. Cayó sobre mí y con su fuerza bruta me inmovilizó de brazos y piernas, me miró con una sonrisa malévola e inhaló profundamente.
-¡No eso no, lo que sea menos eso! – Supliqué como un indefenso bebe.
El muy asqueroso estaba a punto de dejarme caer un hilo de baba sobre mi -ya limpia- cara. Con un movimiento lento fue acercando su saliva a mí, intenté zafarme pero era imposible, cerré los ojos fuertemente y espere lo inevitable.
La sensación de viscosidad en mi mejilla era de las cosas más desagradables que había sentido en mi corta vida. Después de que acabara de hacer su porquería sobre mí me liberó y se limpió la comisura de la boca con su muñeca.
-¡Qué asco!
Tomé un pañuelo del bolsillo de mi pantalón y me limpié la cara. Genial tendría que lavarme de nuevo la cara.
-Ojo por ojo hermanito. – Me dijo mientras tomaba su toalla y se dirigía al baño.
¡Qué lindo es el amor fraternal!
Na, na, na, na, na, na, na
From mall security
Na, na, na, na, na, na, na
To every enemy
Na, na, na, na, na, na, na
We're on your property
Na, na, na, na, na, na, na
Standing in a V-formationLet's blow an artery
Na, na, na, na, na, na, na, na
Eat plastic surgery
Na, na, na, na, na, na, na, na
Keep your apology
Give us more detonation!
Na, na, na, na, na, na, na, na
A pesar de lo que ustedes piensan esta solo era otra mañana habitual en nuestras vidas desde que llegamos a Tokio, o sea hace un año.
Cuando cumplimos los diecisiete nuestros padres tomaron la decisión de mandarnos a vivir a Tokio para que "ampliáramos nuestros horizontes" lo que para nosotros significaba disfrutar de nuestra adolescencia en un departamento para nosotros solos, sin ninguna figura de autoridad a quien obedecer, sin reglas, solo nosotros dos.
Dirán que nuestros padres son muy tontos al mandarnos a vivir solos a otra ciudad ¿no? En realidad esto es una especie de prueba, es nuestro choque contra la realidad. En Aomori nosotros siempre teníamos a alguien que nos hiciera las cosas como: choferes, cocineros, servicio domestico, etc. A comparación de aquí, que no hay nadie que nos ayude. Nosotros tenemos que hacer el aseo, lavar nuestra ropa, cocinar y cuidarnos en general.
Desde el primer día que llegamos aprendimos a divertirnos sin tapujos, nos olvidamos del protocolo y de las reglas que había en Aomori, creamos un código de privacidad para saber cuando alguno estaba con alguien en su habitación: una corbata en la perilla era suficiente.
El primer mes nos la pasamos en fiestas y nos dedicamos a disfrutar la vida. Fue hasta que mis padres enviaron a Amidamaru a advertirnos: si no aprobábamos todas nuestras materias nos enviarían a un colegio militar. De solo recordar el folleto de aquel instituto se me eriza la piel. Esa pequeña visita nos hizo reconsiderar todo, esta era una gran oportunidad para divertirnos pero eso nos costaría un poco y nosotros estábamos dispuestos a hacer que lo fuera necesario con tal de proteger nuestra libertad.
Terminé de comer mi cereal y Hao termino de arreglarse. Salimos del departamento y nos subimos al auto, esta vez me tocaba conducir, mi hermano bajó la visera del lado del copiloto y se miró en el pequeño espejo.
-Antes de ir a la escuela pasa por una farmacia. – Acercó sus manos a sus pómulos y masajeó suavemente la zona. –Necesitare un galón de Gatorade para sobrevivir al entrenamiento. –
Fruncí el seño, se me había olvidado que hoy tendríamos practica de fútbol, suspire, y yo que tenía las esperanzas de holgazanear un rato después de las clases.
More, gimme more, gimme more
Oh, let me tell you about the sad man
Shut up and let me see your jazz hands
Remember when you were a mad man
Thought you was Batman
And hit the party with a gas can
Kiss me you animal!
Na, na, na, na, na, na, na, na
You run the company
Na, na, na, na, na, na, na, na
Fuck like a Kennedy
Na, na, na, na, na, na, na, na
I think we'd rather be
Burning your information
(Anna)
¿A qué enfermo se le había ocurrido poner física como la primera clase del día?
Suspire y acomode mi mejilla sobre mi mano, esto era tan aburrido, en serio creo que nadie le estaba poniendo atención al profesor quien insistía en explicar cómo la física afectaba cada una de nuestras decisiones en la vida, ¡si claro! Examiné todo el salón con mi mirada, era gracioso ver como todos estaban concentrados en tratar de mantenerse despiertos, la voz del profesor era como una canción de cuna, su tono era bastante débil y su atención estaba centrada en el pizarrón, era como si nadie del salón estuviera aquí, él daba su cátedra sin importar si nosotros aprendíamos o no.
Vi como Yoh Asakura sacaba cuidadosamente sus audífonos para enseguida conectarlos a su ipod y así perderse en su música, Horokeu aprovechaba el hecho de estar sentado casi al final del salón para poder dormir un rato mientras que Ren no paraba de bostezar.
Solté una pequeña risita burlona que hizo a Ren dirigir su atención a mí. Escribió algo en un pequeño pedazo de papel y me lo entrego discretamente, seguramente para que el profesor no nos regañara pero eso era imposible ya que él estaba sumergido en sus pensamientos y muy divertido resolviendo problemas de termodinámica.
"¿Cómo te fue ayer con Redseb?"
Fruncí el seño, eso era un tema que no quería iniciar y creo que él lo sabía porque en automático una sonrisa socarrona apareció en su rostro. Le aventé el papelito, choco con su mejilla pero en lugar de borrar su divertida expresión la marcó aun más.
Desgraciado. Muere tres veces.
Cruce mis brazo y evite su mirada, genial, ahora sería víctima de sus múltiples preguntas sobre cómo nos fue ayer, maldije el momento en que le conté mis planes para el fin de semana. El sonido del timbre retumbó por los pasillos del instituto y automáticamente todos volvieron a la vida. El profesor guardo sus cosas y salió diciendo un "Que tengan un buen día jóvenes" mientras que nosotros terminábamos de despabilarnos, algunos se estiraron mientras que otros cuantos salían del salón a tomar un poco de aire.
Traté de evitar a Ren saliendo rumbo a la cafetería pero mi esfuerzo fue en vano porque enseguida me alcanzó. Tomó mi brazo derecho y me detuvo.
-¿A dónde vas con tanta prisa?
Me giré a verlo y ahí estaba de nuevo su sonrisa ladina.
-A la cafetería, tengo hambre.
-Creo que se te olvida esto. – Alzó hasta la altura de su rostro mi pequeño monedero plateado. Maldición, estaba tan apurada por salir de ahí que olvide mi dinero. –Vamos, te acompaño.
Suspire, al parecer no me iba a poder librar de esta situación.
Caminamos por el pasillo en silencio, Ren pasó su brazo sobre mis hombros y yo rodeé su cintura.
-Y ¿Me vas a contar como te fue? – No volteó a verme pero no necesitaba hacerlo para saber que era una clara burla.
-Bien, supongo. –De verdad que no quería hablar de eso.
Llegamos hasta la cafetería y ahí pedí un sándwich y un té helado. Ren se ofreció a pagar mi comida y yo se lo agradecí dándole la mitad de ella. Nos sentamos en una mesa que estaba cerca de ahí.
-¿Te gustó?
Mis mejillas adquirieron una coloración rojiza al escuchar su comentario y casi muero ahogada con el estúpido sándwich de pollo, al parecer este pequeño interrogatorio sería igual o peor que el de Marion.
-¡Ren! – exclamé cuando termine de toser.
El solo rió y le dio un sorbo a mi té. –Oh vamos Anna, cuéntame.
¿Qué quería que le contara? Que nuestra "cita romántica" no había salido como yo lo esperaba.
-¿Para qué quieres saber?
Le quité mi té y le di un trago, el sonrió y alzó sus hombros.
-No lo sé, creo que es simple curiosidad. – Cruzó los brazos y se recargó en su asiento. –Aparte es muy divertido verte sonrojar.
O sea que solo se divertía con mi sufrimiento. Fruncí mi seño.
-Idiota.
Le dio un bocado a su almuerzo y esperó hasta tragarlo para volver a hablar.
-Entonces ¿cómo estuvo? – Alzó sus cejas de una forma sugestiva.
¡Por dios! Este hombre no se iba a dar por vencido hasta que le contara toda mi intimidad. Tomé aire y espere unos segundos para darle más dramatismo a la situación. Ustedes saben.
-¿Recuerdas cuando fuimos a Disneylandia? – Ren asintió. – ¿Cuántas veces nos subimos a la Hollywood tower of terror?
-Tres, creo.
-¿Sentiste algo después de eso?
Ren negó con la cabeza. -¿Pero, eso que tiene que ver con…?
-Redseb es mi Hollywood tower. –Lo interrumpí, Ren soltó una risa y me miró bastante divertido. –La primera vez fue divertida pero después de la segunda…-
-Perdió la emoción – Ren termino mi frase y yo sonreí mentalmente.
-Así es.- Él hizo bolita la envoltura del sándwich y la lanzó al bote de basura.
-Quien lo diría. Y el que se jacta de ser el Ron Jeremy de nuestra generación. - Se estaba divirtiendo demasiado con todo este asunto.
Rodé los ojos y me termine mi almuerzo. Sabía que Redseb presumía acerca de nuestra relación, ya me imaginaba como alardeaba sobre lo bien que no la pasábamos juntos, por desgracia él era el único que la pasaba bien yo simplemente la pasaba. Esta situación cada vez se estaba volviendo más frustrante para mí.
Nos quedamos callados por un momento hasta que él volvió con sus preguntas.
-¿Y nos se lo has comentado?
Recargue mi barbilla en mi mano y lo miré seriamente.
-Ya sabes cómo es, probablemente me diga que yo soy la del problema.
Y no estoy mintiendo, así es Redseb. Odia las críticas y tiene un ego casi tan grande como el Empire State.
-Te compadezco querida mía. – Tomo mi mano y la apretó levemente. Sonreí e hice lo mismo con su mano.
-¿Y tu como vas con Pilika? – Cambié el tema. La sola mención del nombre hizo que Ren ensanchara su sonrisa.
Era extraño, nunca creí que esos dos acabaran siendo pareja, no tenían casi nada en común pero se complementaban perfectamente. Cuando Horo se enteró casi se muere de la impresión y casi mata a Ren por cortejar a su hermanita.
-La próxima semana cumplimos seis meses.
-¿Seis, ya? – Me sorprendí, el tiempo pasa demasiado rápido. Ren asintió. –La admiro, ser novia de alguien que es probablemente adicto al sexo debe de ser una tarea difícil.
Ren se sonrojo y escupió lo que quedaba del té helado.
¡Trágate esa Ren! Ahora era mi turno de avergonzarlo.
Reí mientras le daba unas palmaditas en la espalda para evitar que muriera.
(Yoh)
-¡Más rápido Asakura! – Exclamó el profesor Yamada.
Estaba cansado, mis piernas me pesaban y sentía que mi corazón pronto se saldría de mi pecho. Aumenté mi ritmo, esquive la barrida de un chico y pateé el balón con lo que me restaba de energía, el portero se lazó y alcanzó a desviarlo. Mierda.
Despejó el esférico con una patada y yo detuve mi carrera. Estaba cansado y de seguro el profesor me sacaría del entrenamiento igual que a Hao.
-¡Asakura!
El profesor me llamo y me hizo una seña para que me acercara. Fuck! Estaba seguro que me regañaría. Corrí hasta donde estaba el entrenador, tenía una los ojos cerrados y se estaba masajeando el puente de su nariz.
-Entrenador. –Abrió los ojos y me miró seriamente.
-Sal Yoh. Koji entrarás tú. – Maldije mentalmente, estúpida resaca. –Mejor vete a descansar, recuerda que el torneo iniciara dentro de poco tiempo ¿de acuerdo?
Asentí con la cabeza, recogí mis cosas y me alejé del campo. Sabía que en el próximo entrenamiento de seguro hablaría conmigo y con Hao pero por ahora me sentía bien que no me haya gritado en frente de todo el equipo.
Busque a Hao en las gradas pero no lo encontré. Saque mi celular de mi maleta y marqué su número. No me contestó, extraño. Camine hacia los vestidores y ahí estaba, se encontraba hablando con una de las animadoras, me acerque a donde estaban y al fin la reconocí. Era Marion Phauna una de sus ex novias, de hecho su relación era bastante extraña.
Marion fue su primera novia aquí, en el instituto Shinra, pero se separaron después de unos meses. Ella fue la primera vez de Hao y el la de ella, en ocasiones aun se frecuentan para recordar los viejos tiempos. Ya saben a qué me refiero.
Hao subió su mano hasta su mejilla y la dejo ahí por un rato mientras que Marion acariciaba levemente su brazo. Aclaré mi garganta para interrumpir su discreto coqueteo. Ambos se separaron rápidamente y voltearon a verme.
-¡Yoh! – Marion camino hasta mí. Me abrazo y me dio un beso en la mejilla.
Correspondí el gesto. –Creí que llegarías hasta mañana.
Mari rió –Hubo un ligero cambio de planes. –Nos separamos.
-¿Ya acabó la practica? – Hao se acercó a nosotros.
Negué con la cabeza. –El profesor también me sacó.
Mari soltó una risita burlona y yo solo alboroté un poco mi pelo.
-Ahora que lo dicen es mejor que vuelva con las chicas, no quiero que me pase lo mismo que a ustedes.
Se despidió de nosotros. A mí me dio un beso en la mejilla pero a Hao le tocó uno en la comisura de los labios, se dio la vuelta y comenzó a caminar. Pude ver que mi hermano tenía una sonrisa boba y su atención estaba concentrada en cierta parte baja de la anatomía de Marion.
Le di un zape y él despertó.
-Hermanito cancela los planes que tengas para este viernes porque tenemos una cita.
Fruncí el seño. -¿Tenemos? Me suena a manada.
Hao pasó un brazo sobre mis hombros. –Sí. Tu, Anna, Marion y yo.
¿Anna? La única chica que conocía con ese nombre era Anna Kyoyama y realmente dudaba que ella quisiera salir en una cita doble, tenía entendido que no éramos de su agrado después de que Hao tratará de coquetear descaradamente con ella el primer día que la vio.
-¿Y por qué tengo que ir yo? –Aparté el brazo de Hao. No me gustaba que me incluyera en sus planes, normalmente se aprovechaba de mi y el siempre se salía con la suya. -Anna y yo no tenemos nada en común.
-Vamos ¿Acaso no puedes hacerle un favor a tu hermano favorito? – Puso sus ojos de cachorro. Genial ya había empezado con su chantaje emocional.
-Eres mi único hermano. – Crucé mis brazos y me metí a los vestidores. -¿Qué ganaré yo?
Hao me siguió. –Tendrás el placer de hacer tu buena acción del día. – Me desvestí. Era pésimo para convencer a las personas.
-Olvídalo.
Me metí a las regaderas y abrí la llave. Dejé que el agua fría mojara mi cabello, era justo lo que necesitaba para recuperar las energías perdidas en el entrenamiento. Hao se metió en la regadera que estaba junto a mí.
-De acuerdo, creo que tendré que cancelarle a Mari. Es una lástima. –Asentí, no había manera de que me convenciera de ir. –Por cierto ¿habías notado alguna vez que Munzer es bastante celoso?
Aquel apellido captó mi atención. Cuando llegamos a esta escuela Redseb Munzer se había encargado de hacernos una bonita novatada de bienvenida. Fue en una situación parecida a esta, mi hermano y yo nos estábamos bañando mientras que él y un par de sus amigos se habían encargado de regar nuestro uniforme por toda la escuela incluyendo nuestra ropa interior y toallas. Tuvimos que recorrer la escuela desnudos e ir recogiendo nuestras prendas una por una, incluso tuve que subirme a un árbol completamente denudo para recuperar mis bóxers.
¡Hijo de…!
-De acuerdo. Iré.
Si Munzer se enteraba que Anna había salido con nosotros seguramente moriría de un ataque de celos. Idiota, se lo tenía bien merecido.
Wanna try?
Wanna try?
Wanna try?
Wanna try?
Wanna try?
Now!
I'll be your detonator!
(Anna)
-Ni siquiera lo sueñes.
Cruce mis brazos y me senté en el sillón.
-Pero me pediste ayuda para evitar a Redseb el viernes. –Marion sacó dos hielos del congelador y los colocó en su vaso lleno de Coca-cola.
-Sí, pero no me refería a ir con tonto y retonto. – Mi prima casi escupió su bebida de la risa, tomó una servilleta y se limpió la boca.
¿Acaso algo le habían puesto a todas las bebida en Tokio? Marion era la segunda persona en el día que escupía su bebida en frente de mí.
-Yoh y Hao – Aclaró y se sentó a mi lado. –Son muy divertidos, aparte solo serán unas horas y no es como si fueran a violarte o algo por el estilo.
-Aun así. Prefiero caminar cinco kilómetros bajo granizo a ir con ellos.
-De acuerdo. –Alzó sus hombros y prendió la tele. –Espero que te diviertas con Redseb.
¡Fuck my life!
¿Qué era mejor estar con los gemelos Asakura o aguantar las indirectas sexuales –bastantes directas- de Redseb? Procese los pros y contras de mi situación, al parecer tendría que ir con Mari este viernes a la cita doble.
I'd rather go to hell
Than be in purgatory
Cut my hair
Gag and bore me
Pull this pin
Let this world explode!
Lo sé, todo es diferente ¡lo siento! Es solo que no se me ocurría como seguir desarrollando la historia y creo que de esta forma será más fácil hacerlo.
Quiero agradecer a los que me dieron su apoyo en la antigua versión y espero que les guste la nueva y pues ya saben cualquier comentario me lo pueden hacer llegar por medio de un review.
Debo admitir que se me hizo sumamente difícil elegir una canción para este nuevo inicio, quería que fuera una canción ruidosa, que te hiciera mover la cabeza de arriba abajo, saltar, tirar cosas. Recorrí toda mi biblioteca de itunes y ahí encontré esta canción, de hecho no soy muy fan de My chemical romance pero el hecho de que Brendan O'Brien haya producido su nuevo álbum llamó mi atención.
Pero bueno de vuelta al capítulo ¿Qué les pareció? ¿Cómo creen que les vaya a nuestros protagonistas en su cita doble? ¿Creen que Redseb se enteré?
Sin nada más que agregar, los dejo. Que tengan un bonito inicio de semana y ya saben: Pórtense mal XD. Nos leemos en el próximo capítulo :D
Canción: Na na na
Artista: My chemical romance
Album: Danger Days: The True Lives of the Fabulous Killjoys
