Este fic participa del Reto de Apertura del foro "Mentes Criminales: Unidad de Análisis de Conducta"
DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Jeff Davis y a CBS
Amanecer
-Mm… hueles bien, decía el criminal que sujetaba con fuerza a Kate. Su hedor a sudor y tabaco provocó asco en la agente, que respondió con un golpe en su cara. Morgan estaba cerca, completamente dominado. Estaban rodeados de criminales, en una prisión, completamente desarmados. El hombre Hacía mucho tiempo no sentía la suavidad de una tersa piel femenina.
Su mano grande era repugnante. –Me gustas, linda… te voy a disfrutar como nunca, exclamó al acercar sus labios a su oreja. Kate cerró los ojos, y comenzó a sentir mucho terror…
-No, no… murmuraba en sueños. Chris, quien había despertado minutos antes, la llamaba con suavidad. Después del caso en la prisión texana, todas las noches, su esposa era sacudida por sueños.
-Kate, amor, es un sueño, despierta…
Poco a poco, la mujer fue saliendo de su estado de inconsciencia. Suspiró profundamente y abrió los ojos con alivio. Chris estaba junto a ella, viéndola con preocupación. Trató de sonreírle.-¿Qué? ¿Pasó algo?
-Sí, tenías pesadillas… otra vez.
Se enderezó en la cama y cambió su expresión tranquila por una de tristeza. –Tranquilo… no es nada.
-No digas eso, no sé qué pasó en ese último caso, pero debió ser muy terrible.
-Es parte del trabajo, estoy bien en serio.
-Sé que hay cosas que no puedes contarme, pero busca consejo, me preocupa verte así.
Lo besó y lo abrazó. Le gustaba sentirse así, en sus brazos, segura. –Lo haré. Ahora ve, grandulón, es hora de despertar a la bella durmiente.
Chris sonrió y fue a tocar la puerta de Meg. Kate se levantó y fue al baño, pero un mareo repentino hizo que parara en seco. Se sujetó de su cómoda por unos segundos. Quiso quitarle importancia, y trató de caminar, pero su presión bajó de repente, sus piernas empezaron a flaquear. Lo último que escuchó, fue la voz de Meg, que la llamaba con desesperación.
Abrió los ojos, pero no le era posible enfocar la vista y sentía una gran pesadez, Sintió algo que aprisionaba su brazo, trató de quitárselo pero unas manos desconocidas se lo impidieron.
-No, Kate. Debo tomarte la presión, le decía el paramédico que intentaba examinarla. Al lado de la puerta, Chris veía preocupado. Algo cerca estaba Meg, sentada en el sofá, con las piernas junto a su pecho y los ojos húmedos.
Por fin, terminó y llamó a Chris. Él cerró la puerta y se sentó junto a Kate, quien estaba enderezandose en la cama.
-¿Qué pasó?
-Meg te encontró desmayada junto a la puerta del baño. ¿Cómo estás?
-Bien… bueno, no sé, me siento algo débil, creo.
-Eso es normal, señora.
-¿Ella está enferma?
-Bueno… no soy la persona más idónea para darles esta noticia, pero supongo que no estarán tranquilos.
-¿Qué pasa?
-Todo parece indicar que usted está en estado.
Kate y Chris quedaron boquiabiertos. Los ojos de él se humedecieron inmediatamente, y una tímida sonrisa se asomó en el rostro de ella. -¿Está seguro?
-No completamente, le recomiendo que se haga exámenes médicos, pero sus síntomas corresponden a embarazo.
Ambos se abrazaron. Esa mañana, Kate llamó a Hotch, pidiendo el día. Lo que empezó como una mañana teñida por pesadillas, se convirtió en un amanecer brillante como en mucho tiempo Kate no había disfrutado.
