La naturaleza de la libertad

Todo espacio libre debe ser ocupado. Y hay uno entre Ron y Hermione. A veces, les gusta olvidarse de todo, correr lejos los hace libres. Y también felices. Respuestas a la tabla Naturaleza de la comunidad Retos a la Carta de LJ.

Notas de autora: Qué lejos estuve de FF todo este año. Pero como en todo, hay un giro, un regreso. Ésta es el mío. Estoy un poco nerviosilla por el resultado, ya que es lo primero que escribo después de tantos siglos, y por lo que vayan a pensar. Gracias a Revitaa, mi beta desde hace más de un año, y a Pecosa, del foro Los Malos fics, por sus consejos.
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DISCLAIMER: Si te suenan una castaña algo quisquillosa y un pelirrojo muy borde es porque son propiedad de JK.


24. Otoño.

Una hoja cae, el viento la arrastra en el vacío.

Hoy es veintiuno de septiembre.

Hogwarts parece estar encantado por la magia del equinoccio a medio día, más largo por las nubes oscuras características de la noche. La flauta del aire les canta cosas desconocidas en el oído, y sin embargo el mundo no se detiene ante la música que la llegada del otoño produce.

Es una fiesta natural. Se doblega ante su presencia, y las hojas se caen rendidas ante la grandeza de su aparición.

Un mundo gira, y gira.

La tapa del libro es de color café, parecido al de los troncos que están afuera cortándose para levantar el fuego que hará arder al invierno. La tapa tiene unas letras doradas encendidas, adentro parece invadirlo un mundo de psicodelia masiva. Abre la portada, y viaja por el índice. Ve algo que le interesa y entra a ese estado donde la vida se para, cuando todo lo que hay en el universo se convierte en estatuillas frías y grises para ignorar.

Pasa un segundo, y un mechón marrón de su pelo se cae de su sostén. Le molesta que cualquiera de sus cabellos le estorbe la vista cuando lee, y lo acomoda detrás de la oreja.

Afuera el aire es lo único que vive. Ella se da cuenta al ver con brevedad cómo la vida se le ha pasado en un río de letras que no encuentran fin. El murmullo de adolescencia renace; la euforia del equinoccio y los mares de hojas sobre el camino, son suficientes para que sus compañeros sean felices frente a ella.

¿Qué es la felicidad?

Él lo sabe cuando le arrebata un cabello castaño del orden en el que estaba sostenido, después de susurrar un hechizo no verbal, el primero que logró aprenderse. Percibe –y sabe muy bien- que la castaña se molesta cuando se atraviesa frente a ella, apartándola de los libros, y le gusta tanto que siempre se decide a descubrirse. Lo que le sabe mal es que ella nunca recuerde que es él quien la aleja de esos aburridos y enormes edificios superpoblados por palabras, y que la regresa a un mundo que es tan privilegiado por tener a la felicidad entre sus más valiosos habitantes.

Le gusta saber que ella se levanta de su asiento y comienza a ver la ventana y se dé cuenta de lo que es vivir. Él tiene poco tacto, y su intrépido carácter soez logra que Hermione Granger lo voltee a ver y se moleste con él.

Él sabe qué es la felicidad.

-Ronald¿te gustó de repente entrar en la biblioteca? –inquiere ella al verlo caminar hasta la misma ventana de donde ve al mundo sonreír.

-Digamos que sí, si tengo un motivo para entrar a ella –responde él como quien no quiere la cosa. Él quiere una cosa.

-¿Tienes motivos¿Uno de ellos, de casualidad, no es el tener que leer noventa más sesenta libros en un maratón de una semana para pasar Pociones con un Suficiente? Tú sabes que yo estoy aquí, frente a ti¿y no puedes pedirme ayuda? Sin duda, eres un testarudo.

-Y tú una orgullosa. –Él quiere defenderse. Por mucho que le guste la obstinada Hermione Granger, no se deja guiar por la necedad de ella, de ser su única compañera de estudio. Ron tiene otros intereses, por eso sus respuestas siempre son cortas.

-Si yo soy una orgullosa, tú eres una apocadísima persona que no sabe a qué recurrir cuando se mete en problemas. No sabes resolver tus apuros.

-¿Y si te enteras de cómo soluciono mis problemas ahora? –Él sonríe en seguida. La soledad y el silencio se han enterado de cómo el pelirrojo puede resolver con facilidad sus aprietos, especialmente cuando los tiene junto a Hermione Granger. La besa iniciando una carrera contra el tiempo, contra la hoja que está cayendo, contra las risas que allá abajo están, y contra el equinoccio que comenzará a matar al sol de una vez. Uno de sus dedos se detiene en su cintura de mujer, y ella detiene el roce.

-Solucionas muy bien tus problemas, Ronald. Entérate.

La noche está presente. El fuego comienza a producir el calor que se queda en sus huesos y en sus movimientos prematuros dentro del romance. Ella es discreta, y él también. Sus dedos están atrapados a escondidas, y nadie llega al porqué en otoño Hermione Granger y Ronald Weasley se han escapado de la soledad.

El porqué están juntos.