Titulo: Losing the virginity
Pareja: SasuSaku, mas adelante se vera si agrego mas parejas.
Rating: "M" así es contiene lemon, que incluiré mas adelante, si sos una persona sensible, te recomiendo que te abstengas a continuar leyendo.
Disclamer: Los personajes de Naruto no me pertenecen le pertenecen ha Masashi Kishimoto yo solo los uso como mero entretenimiento sin fines de lucro. La trama de este fic si es mía y no soporto el plagio.
Summary:
Una vez iniciada la guerra contra Konoha y a horas de la batalla final, Sasuke es retenido en la guarida.
-No podrás utilizar tu nuevo Sharingan hasta que no cojas con una maldita mujer- Interrumpió Madara antes de que la situación se fuera de sus manos.
-¿Y bien Sasuke? el tiempo se acaba ¿La rubia explosiva, el par de atrevidas gemelas, o la inocente morocha?
-¡Mierda! ¿Es necesario?
-Por su puesto que lo es, ahora elije o lo haré por ti.
Con parsimonia casi dolorosa, elevo su dedo índice y cuando iba a señalar a la chica que escogería, unos fuertes gritos se escucharon fuera de la habitación
-¡Bastardos juro que cuando me libere de estas cadenas voy a desfigurarles tanto su asqueroso rostro que no querrán volver a salir nunca mas en sus asquerosas vidas!
En un segundo a otro la puerta del salón salio volando, una fuerte patada había sido la causante. Del otro lado se encontraba una muchacha de peculiar cabello color rosa y ojos color esmeralda, tratando de ser contenida aquella monstrual fuerza por cuatro Ninjas.
-Sakura- Ordenó el Uchiha menor, solo oír su nombre con esa gruesa y varonil voz fue el remedio para que la chica dejara de poner resistencia. Abrió desmesuradamente los ojos, al tiempo que el dedo índice de su compañero se posaba en ella.
-Sasuke- susurró impresionada.
N/A:Hola amigos/as, vengo a presentarles una nueva historia, si se que tengo que cumplir con la actualización de Guns and Roses, y Eres casi perfecto, pero tienes un defecto, aunque esta idea se me paso por la cabeza y no podía dejar de compartirla con ustedes. Esta trama se desarrollara a partir del manga 539. Espero que les guste, es algo corto porque me centre en una especie de presentación, para probar al leyente, si realmente les atrapa y llama su atención háganmelo saber. Besotes.
By Bludtula.
Su paciencia no se destacaba entre una de sus virtudes. En la espera y de manera ansiosa a su líder Madara, mientras aquellas vendas producto de su ahora nuevo plan para lograr al fin sus objetivos, le daban la sensación de encierro, sujetando el diámetro completo de su cabeza para así evitar cualquier contacto con la luz y provocar una ceguera permanente.
Pudo oír el ruido de las bombas, dedujo que seria por lo menos a siete kilómetros de donde el se encontraba, la guerra había dado inicio, y el seguía ahí… esperando ferviente la orden del Uchiha mayor.
El ruido de la puerta atrajo su atención, era tiempo… lo podía sentir. Al fin vengaría a su familia, se encargaría de hacer pagar uno a uno, cada gota derramada del implacable Clan Uchiha.
-Sasuke- Conocía esa rasposa y ronca voz.
-Era hora, te has tardado demasiado ¿Qué estas esperando? Quítame esta porquería- Ordenó con aquel tono que lo caracterizaba, fría y déspota.
Justamente a eso he venido muchacho, y lamento tener que darte esta noticia, pero tus condiciones no son aptas aún, por el momento te mantendrás en la guarida, sin las vendas claro esta.
-Veo que no me estas entendiendo- Dijo el joven, con ira se levantó bruscamente de la cama.
-¿A dónde crees que vas?- Preguntó el hombre, cruzándose en su camino, bloqueando la única salida disponible
-No te confundas, que te halla permitido experimentar conmigo para insertarme los ojos de él, no significa que me tendrás como a uno de tus tantos peones, ahora hazte a un lado antes que lo haga yo- Advirtió, su cuerpo estaba tenso, preparado para cualquier tipo de ataque proveniente del hombre con mascara.
-No seas ridículo, no es conmigo con quien debes desquitarte, sino con la prole que se encuentra afuera, si te digo que es conveniente que te quedes aun aquí es por un motivo… Y uno muy importante- Contestó seco mientras tomaba asiento en el banco aun lado de la puerta
-Explícate.
No tienes oportunidad contra el Kitsune, no con eso ojos-
¡¿Qué mierda dices, acaso eres estupido? Tengo los ojos de Itachi- Exclamó colérico.
-Cuida tu tono- Clara fue la advertencia en aquellas palabras
Posees diecisiete años, una gran lista de mujeres besando el piso por el que caminas- Enumeró- Pero aun eres… aun eres virgen-Lo ultimo lo pronunció ya resignado
Ante estas palabras su desconcierto fue palpable, pero el rubor en sus mejillas lo fue aun más.
-Todo tiene un límite y tú lo has superado- Sin importar las consecuencias, tiro de las vendas como un maniático desgarrándolas al instante, trozos de tela caían como copos de nieve sobre el gastado piso, y unos ojos cual lava ardiente sulfuraban en el rostro desfigurado de ira de Sasuke.
No le importó el mareo en cuanto enfoco su vista, ni la punzada de dolor sobre su sien, mucho menos tener que decapitar en esos momentos al hombre que se estaba burlando de él frente a sus narices
Tomo impulso en sus pies y se dispuso a atacar.
-No podrás utilizar tu nuevo Sharingan hasta que no cojas con una maldita mujer- Interrumpió Madara antes de que la situación se fuera de sus manos.
Como si fueran palabras mágicas se detuvo, el rojo color del Sharingan desapareció, dándole paso al par de ónix que poseía.
-¿Qué dijiste?- Preguntó totalmente confundido.
-Lo que oìstes, tranquilo… tenemos tiempo hasta mañana en la noche, lo que voy a hacer ahora es llevarte hasta el salón. Me tome el atrevimiento de escoger a cuatro atractivas mujeres, solo elije la que quieras. Lo demás creo que no será necesario que te lo diga.
-Hmp.
No podía creerlo, se sentía un imbecil, un niño al que le dan su reprimenda por no haber hecho sus deberes. Alguna que otra vez había debatido internamente el hecho de saciar sus necesidades humanas, pero había llegado a la decisión de dejarlo aun lado y enfocarse solo y exclusivamente en sus objetivos. Tarde ahora se arrepentía de no haberle seguido el juego a las insinuaciones a Karin hace algunos meses atrás.
Alejo aquellos inútiles pensamientos, no valía la pena ya lamentarse algo que no tenia retorno, pero si podía arreglarlo, y eso era justamente lo que haría.
Siguió los pasos del hombre enmascarado, las cataratas de sus ojos desaparecían rápidamente, dándole una excelente definición. Sabía donde se dirigían, pasando el pasillo por donde transitaban se encontraba un lujoso salón, donde se llevaba a cabo las reuniones con los miembros que aun vivían de Akatsuki.
Este poseía tres juegos de sillones, uno de aproximadamente tres metros de largo, forrado de finos cueros, de la misma forma que los otros dos a diferencia que estos poseían dos metros.
A un costado se encontraba una mesa rectangular de cuatro metros de largo y dos de ancho, haciéndole compañía diez sillas del mismo material, aunque estas poseían en el respaldo y asiento un forrado de pana color verde musgo.
Lo demás eran reliquias del Clan Uchiha, espadas, armamentos, vestimenta, mapas, todo decorado detalladamente en la habitación.
Una vez dentro pudo notar que los sillones habían sido movidos, y en su lugar se encontraban cuatro exuberantes mujeres.
Tres de estas lo miraban descaradamente, con ropas vulgarmente chicas, casualidad o no poseían el mismo color rubio ceniza ¿Qué problema tenia Madara con las rubias?
Una de estas llevaba un Kimono, que más que vestido oriental, parecía lencería barata.
Debajo de la vestimenta se podía apreciar un desarrollado cuerpo. Como a quien no le importa el asunto, poso su mirada a las otras dos rubias.
Ambas gemelas, y por la vestimenta era notable que pertenecían al mundo Ninja. Sus ropas consistían en un par de calzas por debajo de las rodillas de color negras, cubriéndolas con un short corto color rojo y un top negro. Sus binchas tenían el emblema del sonido ¿Acaso no poseían personalidad, o siempre vestían iguales? Pensó el chico.
De la misma forma que ignoró a la primera, lo hizo con estas. La cuarta y última muchacha, era todo lo contrario. Llevaba un vestido barato hasta las rodillas color beige, así y todo se acentuaba muy bien a sus desarrolladas curvas. Su pelo era oscuro, y se destacaba un par de ojos color cielo. Tenia que admitir que era muy bonita, pero su mirada denotaba miedo, terror. Era obvio que no quería estar ahí.
-¿Y bien Sasuke? el tiempo se acaba ¿La rubia explosiva, el par de atrevidas gemelas, o la inocente morocha?
-¡Mierda! ¿Es necesario?
-Por su puesto que lo es, ahora elije o lo haré por ti.
Con parsimonia casi dolorosa, elevo su dedo índice y cuando iba a señalar a la chica que escogería, unos fuertes gritos se escucharon fuera de la habitación
-¡Bastardos juro que cuando me libere de estas cadenas voy a desfigurarles tanto su asqueroso rostro que no querrán volver a salir nunca mas en sus asquerosas vidas!
-¡¿Qué son esos gritos? ¡Por dios que timbre tiene esa mujer!- Exclamó molesto Madara por la interrupción.
En un segundo a otro la puerta del salón salio volando, una fuerte patada había sido la causante. Del otro lado se encontraba una muchacha de peculiar cabello color rosa y ojos color esmeralda, tratando de ser contenida aquella monstrual fuerza por cuatro Ninjas.
-Sakura- Ordenó el Uchiha menor, solo oír su nombre con esa gruesa y varonil voz fue el remedio para que la chica dejara de poner resistencia. Abrió desmesuradamente los ojos, al tiempo que el dedo índice de su compañero se posaba en ella.
-Sasuke- susurró impresionada.
