Buenas…

En algún punto del manga me perdí. Juro por Dios que estaba al día, pero entre tantas mierdas me quede atrás y después me enteré que pronto sería el final, lo demás ustedes ya lo saben, los spoilers y la decepción que inundo a mi corazón. No solo era el Ichiruki, era el hecho de ver que aquel final no tuvo coherencia, no fue lo que se esperaba, en fin. Sinceramente, no lo he leído y tampoco pienso hacerlo.

Ahora me centro en las parejas. No debió ser así, Ichigo y Rukia pudieron haber quedado solteros, todos sin parejas, no me hubiera desagrado, es más, la noche antes de que se descubriera todo, yo dije "Venga, si quedan solos será mejor" pero no. Creo no estar loca al decir que Ichigo y Rukia tenían una conexión especial, se complementaban de maneras asombrosas y siempre digo que quisiera una relación como la de esos dos, porque eso va más allá que una amistad. Es tan profundo, tan hermoso. En fin, no me agrado el Ichihime, vale, Orihime si amaba a Ichigo, lo confeso y si, tuvieron ciertos momentos, pero no eran especiales, no había conexión, no eran tan profundos y únicos… A Ichigo no le interesaba Orihime, si como amiga, pero no más que eso.

Sobre Renji y Rukia, me queda un mal sabor de boca. No, no desprecio a Renji, es más, le amo, su personaje es tan sexy (Me lo cogería si pudiera) Pero yo lo veía más como un hermano para Rukia. Ahora viene lo gracioso. Si por mi hubiera sido, Rukia bien se hubiera quedado con Byakuya, le veía más conectada a él. Sé que lo suyo es de hermanos, pero venga, yo hubiera quedado complacida y es así como llego al punto importante.

Esta historia no toma en cuenta el RenRuki, no, no hay de eso, esto es algo diferente, porque Rukia no se casó con Renji, ni mucho menos tuvo una hija suya. Ichigo, para su mala suerte, si está casado con Orihime y tienen a Kazui. Aclaro, Rukia está casada y con el grandioso Byakuya. Esta historia es Ichiruki, pero también Byaruki, no sé, me gustan esas dos parejas y quiero plasmarlo aquí, espero sea de su agrado. Ahora vamooos a ello.

El Reencuentro

El tiempo vuela, él no se detiene, no espera por nadie y luego está el destino, él hace lo que se le da la gana. Maneja a todo el mundo a su antojo, les da lo que cree merecen y ellos, algunos, los cobardes simplemente se cruzan de brazos, miran a otro lado y se lo permiten. Otros no hacen lo mismo, ven la oportunidad y hacen lo que quieren. Van por lo que desean, sin dar tiempo a nada, son los que si aprovechan.

Byakuya lo posponía, Byakuya era cruel, controlador y en parte, creía que era lo correcto. Rukia ahora era su esposa, su mujer, suya y de nadie más, y lo sabía, aunque Rukia y el idiota de Kurosaki prefirieron ignorarlo, él no, él siempre lo supo. Los veía y podía ver esa conexión, esa mirada cómplice, esa entrega del uno por el otro, lo detestaba pero lo controlaba porque no tenía derecho a meterse en absolutamente nada, era problema de ellos dos. Pero Kurosaki fue tan imbécil de dejarle el camino libre, él se rindió, se cruzó de brazos y se casó con esa muchacha pelinaranja.

Lo maldecía, no una, varías veces, porque aunque para él era lo mejor, para Rukia, en su momento, fue lo peor. Él fue testigo de lo que sufrió Rukia, de lo difícil que fue para ella aceptar que Kurosaki no la amaba. Algo cambio en ella, ya no era tan risueña, ni la sentía tan viva como antes. Odiaba que Kurosaki fuera el motivo.

Byakuya se encargó de reconstruirla, fue su consuelo, él estuvo allí, haciendo de su vida algo mucho mejor y de pronto logro lo que tanto había esperado. El corazón de Rukia, su amor, su dedicación. Paso de ser "Nii-sama" a ser "Byakuya", pasó de ser un hermano a ser su esposo.

El tiempo transcurrió y Rukia obtuvo un inmenso regalo, la llegada de su amada Oyuky. Esa niña fue su todo, Rukia vivía para ella y para Byakuya, eran su vida, pero muy en el fondo aún había espacio para Ichigo.

Ichigo por su lado se casó con Orihime. Ella era su novia desde hace un tiempo y decidieron dar el siguiente paso ¿Apresurado? Sí, eso fue lo que le grito Ishida, El viejo también le pregunto si estaba seguro, que lo pensara, pero no le importó y llego el día de la boda. Invito a Rukia, espero a volverla a ver, más sin embargo, no llego y eso lo lastimo, después de todo, era un momento especial y quería tener a su amiga a su lado, apoyándolo. Tampoco llego Ishida, el que siempre lo hacía dudar, el que le pedía que pensara las cosas ¿Era lo correcto? ¿Realmente estaba enamorado de Orihime? ¿No había nadie más? A su mente llego Rukia, negó, ella era su amiga y era lo mejor.

Su vida fue tan tranquila como aburrida, pero llego Kazui a alegrar sus días. Su hijo era perfecto, lo amaba al igual que a su madre… Si, la amaba por haberle dado tan grandioso regalo, la oportunidad de ser padre. Era todo lo que quería y Orihime era tan feliz, lo veía en sus ojos, en su sonrisa, en la dedicación de día tras día. Les demostraba tanto amor, tanta entrega y dedicación, era grandiosa.

Orihime se le confeso a Ichigo, por primera vez vio la oportunidad. Ya no estaba Rukia, si, ella era el problema y Orihime se sentía mal por etiquetarla de esa manera, ella era su amiga pero ahora sin ella todo mejoro con Ichigo. Hacía todo por verlo sonreír, daba el cien en la relación y todo dio frutos. Ahora estaba casada y era madre del retoño de sus esfuerzos ¿Cómo no sentirse realizada? Aunque, había algo que la molestaba. Si, el recuerdo de Rukia. En este tiempo, se dio cuenta de que Ichigo le hablaba a Kazui de Rukia, la manera en la que la idealizaba, el cómo habla de ella, con ese brillo especial en sus ojos, lo odiaba.

Se quería sentir segura pero pronto llegaría Rukia y en ese preciso instante se sentía morir, temblaba, estaba tan nerviosa e intentaba no derramar ninguna lagrima ¿Por qué debería? No, ella tenía a Ichigo, tenía a un hijo suyo, ella era su esposa y nadie lo cambiaría, ni siquiera la visita de la Shinigami.

Llego el momento que tanto querían evitar Byakuya y Orihime, llego el momento de la verdad. Rukia e Ichigo se encontraron cara a cara y diablos, sonrieron de una manera tan especial. Sus respectivas parejas se preguntaron ¿En dónde estaba esa sonrisa y ese brillo cuando estaba conmigo?

—¡Ichigo!— Rukia pudo haberse lanzado a abrazarlo, pero no era lo correcto, solo le sonrió y él a ella —Orihime, hola.

—Rukia— Dios, se veía tan bien, los años transcurrían y ella tenía el poder de seguirse viendo tan preciosa como la primera vez. Sus ojos se encontraron con los de Byakuya. Si, llego a sus oídos lo del matrimonio y comprobarlo le produjo una extraña sensación —Byakuya.

Hasta aquí…

Lo dejo por aquí, tengo un gran problema, si, un mocoso llamado "Hermano" y si no fuera por él, lo continuaría, pero creo que dejarlo hasta aquí está bien.

No sé cómo se tomen está loca idea, espero sea de su agrado y si gustan que la continúe, por favor háganmelo saber. Acepto todo tipo de opiniones, ya sean halagos o críticas, eso sí, todo con su debido respeto. Hasta luego.