Disclaimer: No, no, Kyōkai no Rinne no me pertenece. No, no, no soy Rumiko Takahashi.
[Este fic participa en el "Reto de iniciación para las almas perdidas" del foro El rincón de Rinne]
Advertencias: Fluff. Puro y duro.
Greed
Se podría decir que Rokudō Rinne era un shinigami avaricioso.
Pero una avaricia en el buen sentido, claro. Digamos que era lo que la gente llamaba «pobre», y como toda persona en desafortunada situación económica, soñaba continuamente con sushi de alta calidad y aquellos legendarios billetes de 1,000 que sólo conocía de rumores. Y los deseaba. Deseaba, codiciaba ser rico y comprar una comida lujosa y sofisticada, digamos, algo que no fuera ramen instantáneo. Sus más recurrentes fantasías incluían sushi de alta calidad, una grasienta hamburguesa con queso de aquellas tiendas de comida rápida, e incluso se atrevía a soñar con langostas servidas en elegantes platos rodeadas de lechuga fresca.
Oh, sí, Rinne codiciaba todas esas cosas. Codiciaba calefacción los días de invierno, aire acondicionado los días de verano. Codiciaba electricidad para su hogar, agua corriente (y caliente) también.
Pero era normal, se decía. Después de todo, era una persona «pobre». Soñar no costaba nada y Rinne se sentía indudablemente atraído hacia las cosas gratis. Mientras soñar no tuviera precio, él estaba bien.
Lo malo es que Rokudō Rinne no sólo codiciaba cosas relacionadas con dinero.
A veces, desafortunadamente, codiciaba sus sonrisas. Codiciaba tiempo a su lado. Y, por qué no, codiciaba sus bentōs.
Codiciaba a Mamiya Sakura.
Era su secreto mejor guardado —más aún que el lugar donde escondía sus ahorros—, y era, ciertamente, bastante vergonzoso. El desear pasar tiempo a su lado, el desear mirar su sonrisa, el desear… simplemente estar cerca. Desear tomar su mano, codiciar acercarse, anhelar comer a su lado bentōs caseros… no estaba bien.
Porque, siendo sinceros, ¿qué podía ofrecerle un shinigami pobre como él a alguien como Mamiya Sakura? Sólo tenía su haori, dos tatamis y un kotatsu maltrecho. No podía pagar el precio de su avaricia, y por ello fingía que no importaba, que cosas como la citas no le importaban, que no pensaba a Mamiya Sakura, y, sobre todo, que no la codiciaba. Por eso trabajaba duro, para que, quizá un día fuera capaz de ofrecerle algo más de lo que tenía, quizá poder ofrecerle una vida feliz.
Mientras tanto, miraba sus sonrisas, purificaba espíritus a su lado y disfrutaba cada bocado de los bentōs que ella preparaba.
Rokudō Rinne codiciaba una vida al lado de Mamiya Sakura.
Y quién sabe. Quizá ella también pecaba de codicia al querer permanecer más tiempo al lado de cierto shinigami pelirrojo.
[398 palabras]
Nota de la autora: Es mi primera incursión a este fandom, ¡y ciertamente estoy emocionada! Espero que les haya gustado, recemos por el IC y porque Rinne tenga dinero para comprar la comida de esta semana.
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¡Nos leemos!
