Disclaimer: Siempre olvido esto, pero todos los  personajes de mis fics pertenecen a su propio copyright. En este caso Harry Potter y com. son originales de J.K.Rowling ect ect. ¬o¬u

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Otro año más había quedado atrás. Harry Potter miraba a sus espaldas, al castillo que se veía a lo lejos, Hogwarts, escuela de magia y brujería, el lugar que el joven  consideraba su hogar. Suspiró, de nuevo le esperaba un verano más con los Dursley.

"Ey, Harry" lo apremió Ron Weasley uno de sus mejores amigos. La pelirroja cabellera del alto muchacho asomaba por una ventana. Harry sonrió y se apresuró a entrar en el Hogwarts Express.

El famoso brujo fue el último en subir al tren, pero en cuanto lo hizo, sonó el silbato y el Hogwarts Express se puso en marcha. Encontró a Ron en el compartimiento habitual,  también estaban Ginny, su hermana menor que le saludo con la mano al entrar y su otra mejor amiga, Hermione Granger. Ron se sentaba junto a Hermione, Ginny frente a Ron. Los dos hermanos estaban ya en plena partida de ajedrez mágico, de momento ninguno de ellos llevaba ventaja, pero Ron parecía bastante confiado en su victoria. Hermione junto a la ventana leía un libro (cómo no).

"¡Ey, compañero! Te hemos guardado un sitio" Ron señaló el asiento libre frente a Hermione. Harry se sentó y enseguida dejó volar su mente mientras observaba el paisaje que pasaba junto a él. Pasaron los minutos y Harry no pudo evitar mirar a la chica que se sentaba frente a él, por un momento quedó embobado simplemente estudiando las facciones y expresiones de la joven. Sin saber por qué, una tonta sonrisa se dibujó en sus labios. Mientras, la contienda entre Ron y Ginny parecía estar en el clímax pues tanto uno como el otro se olvidaron del resto del mundo, concentrándose en sus piezas supervivientes, preparando el siguiente movimiento. "Torre a alfil . Toma esto, hermanito" sonrió triunfosa Ginny cuando la torre negra aplastó literalmente a uno de los alfiles blancos, Ron frunció el ceño "¿Cómo? ¡Ah! Espera Ginny, el juego no a acabado" 

Cuando Harry quiso darse cuenta, Hermione había elevado su mirada del texto. Marrón y verde se encontraron y se reflejaron uno al otro durante el tiempo que los dos jóvenes se mantuvieron las miradas. El tiempo pareció detenerse. Súbitamente el tren se zarandeó violentamente. Las piezas de ajedrez volaron por los aires, unos gritos de sorpresa se oyeron por todo el vagón. Y los viajeros fueron empujados por la inercia hacia la parte delantera."Meeeaoo" sonó Crookshanks volando al asiento de enfrente. Hedwing se quejó, pero a parte del balanceo, su jaula quedó intacta y en su sitio. Lo mismo sucedió con Pig, pero la bolita marrón no sé quejó, se limitó a saltar arriba y abajo entusiasmado.

 "Auch" Ron y Ginny se encontraron tirados por el suelo, las piezas de ajedrez esparcidas alrededor. Harry por su parte estaba demasiado distraído con sus problemas para ayudar a los Weasley. Hermione había caído sobre él, y Harry instintivamente se había aferrado a ella de forma protectora, como abrazándola. Los dos adolescentes quedaron congelados en la posición. Harry sintió cómo de repente, la temperatura se había elevado un par de grados, y si no conociese algo mejor, el muchacho juraría que el color subía a sus mejillas.

Harry se levantó nervioso y ayudó a una muda Hermione a incorporarse. Ella le dio las gracias y apartó la mirada, de algún modo avergonzada. Los gruñidos de Ron distrajeron a los dos chicos de tan comprometida situación. "Jo, ahora que estaba a esto..." Ron mostró su índice y pulgar formando una perfecta "o" "...de ganar" se quejó. "Ja" rió su hermana de forma irónica.

Los pelirrojos se giraron al ver que sus compañeros no respondían. "¿Harry?¿Hermione?" Se preocupó Ginny al verlos esquivándose el uno al otro (cosa no muy sencilla en un lugar tan pequeño). Ron también parecía inquieto "¿Estáis bien?". 

"Uh..." balbuceó Harry "Ne... necesito ir al servicio" dijo apresuradamente y corrió fuera del compartimiento por los pasillos (en dirección contraria al lavabo más cercano, debo añadir).

En el apartado en cuestión todas las cabezas se giraron hacia Hermione en busca de respuestas a tan extraño comportamiento. Hermione recogió su libro del suelo "¿Qué?" dijo de forma inocente " Ya  ha dicho que va al servicio" se sentó de nuevo y intentó retomar su lectura para cubrirse. Crookshanks retomó asiento entre su dueña y Ron.

Harry andaba nervioso por el pasillo. "¿Qué me está pasando?" se preguntaba " es sólo Hermione... la Hermione de siempre..." Abstraído como estaba no vio asomar a Draco Malfoy al final del corredor. Draco sonrió y sacó su varita. Pronunció el hechizo en voz alta. Harry oyó la voz y se giró para encontrarse una bola ámbar golpearle de lleno en el pecho.

"Ouch" fue lo único capaz de decir antes de caer de espaldas. Rápido de reflejos volvió a levantarse y sacó su varita para contraatacar a su Slytherin favorito. Draco estaba ahí plantado, una asombrada expresión en su rostro. Luego se transformó en una de ira. Harry preparó un hechizo " Expellia..." antes de que pudiese acabar el encantamiento 3 hechizos surgieron de su espalda y volaron hacia Draco, uno lo alcanzó. Al momento Draco Malfoy, se encontraba  bailando, sin ser dueño de su cuerpo. Dando vueltas y pasos de vals se fue maldiciendo a  Harry Potter. Harry parpadeó varias veces y se giró para encontrarse con su retaguardia. Neville, Seamus y Ron habían ido ayudarle. "Harry, ¿estas bien?" preguntó preocupado Ron. "Si, Harry, vimos como el hechizo te golpeó. ¿Estás bien?" secundó Seamus. "Harry..." empezó Neville, pero el muchacho le cortó un poco irritado " Sí. Sí, estoy bien" dijo. "Pero Harry, Malfoy..." "Lo sé, lo sé. Me pilló desprevenido, pero por lo visto el hechizo le falló" Harry recordó el aturdimiento y el enfado del Slytherin después de que él se levantara al parecer ileso. Fuese cual fuese el hechizo, Draco suspendió esta vez.

Ron y Harry volvieron al compartimiento. Después de que Ron explicase la historia del encuentro con Draco Malfoy en el pasillo, modificándola levemente y exagerando su maravillosa intervención, Hermione y Ginny se giraron preocupadas hacia Harry. Él se sintió incómodo, sobretodo por tener fijos en el esos ojitos chocolateados de Hermione. " Estoy bien, de verdad. ¿Es que nadie va a creerme?" dijo exasperado. "No sé, Harry. Malfoy es muy bueno en hechizos. Me extraña que halla cometido algún error" dudó la sabelotodo con un tono de preocupación. " Pero bueno, Hermione ¿Tú de que lado estás? Desde cuando defiendes las habilidades de Draco Malfoy" se molestó el pelirrojo. "Ron, no quise decir eso... pero es cierto que Draco es muy buen estudiante. Si al menos tú te esforzases la mitad que él" "¿Qué..." Y así otra discursión empezó entre los dos amigos. Ginny se encogió de hombros y negó con la cabeza. Harry suspiró. Esos dos no tenían remedio. Pero al famoso brujo le inquietaba algo, Hermione tenía razón. Draco no era de los que cometen errores. Pero el no se sentía diferente. Quizá esta vez el rubio sí se había equivocado, a fin de cuentas, nadie es perfecto, ni siquiera Hermione. Harry sonrió. La chica acudía a su mente con cualquier pensamiento. El viaje restante fue tranquilo y de lo más común.

Pronto el Hogwarts Express estacionaba en el andén 9 y ¾.  Todos os estudiantes se fueron apeando y corrían en busca de sus familias. No que Harry tuviese mucha prisa por encontrarse con la suya. Los Weasley se acercaron a despedirse del chico, invitándole de nuevo a la Madriguera a finales de verano. Harry vio pasar a lo lejos a Draco, el encantamiento ya no le tenía poseído, y era una lástima, Harry rió para sí. Ver a Draco Malfoy de bailarín era un buen recuerdo para crear un patronus más adelante. Hermione se acercó a la reunión de pelirrojos que tenían a Harry encerrado en un circulo. Mientras Fred y George atosigaban al héroe con alguno de sus chistes, Harry observó por el rabillo del ojo como Hermione hablaba con la Sra. Weasley y se despedía de Ginny y Ron. Pronto sería su turno. "Potter" le llamó esa familiar y odiosa voz del tío Vernon.. Después de dar los adioses de cada año, Harry se apartó de los Weasley y acoplando valor empezó a andar hacia su 'familia'. "Ey, Harry" le interceptó Hermione. "Que pases  un buen verano…" la chica ojeó al iracundo tío de Harry mirarles impaciente "... dentro de lo que cabe" sonrió disculpándose. Él le sonrío también. " Te escribiré. Hasta pronto Harry" la joven le dio un  fugaz beso en la mejilla y se fue en busca de sus padres. "Hasta pronto, Hermione, que tengas un feliz verano tú también" le deseó. Ella le contestó en la lejanía con una sonrisa y despidiéndose con una mano.

Harry liberó a Hedwing mientras su tío Vernon guardaba las maletas en el coche refunfuñando malhumorado. Mientras veía la manchita blanca que era Hedwing en el firmamento del mundo muggle hacerse más y más pequeña, Harry deseó ser también una lechuza para volar libre. De repente las tripas de Harry se revolvieron violentamente. "Ah" Empezó a sudar frío, sentía como todos sus huesos se retorcían, todas sus entrañas se convulsionaban. El calor era insoportable, el mundo empezó a dar vueltas, su visión se nubló y por un instante, Harry creía que iba a desmayarse "¿Qué me está pasando?" susurró, pero nadie lo oyó, Vernon estaba demasiado ocupado con el enorme baúl. "¿Voy a morir?" La idea le pareció tan absurda, después de todo lo que había hecho, lo que iba ha hacer en el futuro... Después del suplicio, el malestar se fue tal y como vino. Harry parpadeó. "¿Qué ha pasado?" se preguntó confundido. No fue hasta que quiso moverse que el chico notó el cambio. "¿Eh?" El muchacho se encontró andando a cuatro patas. Un momento, cuatro peludas, cortas y negras patas.

"¿Qué es esto?" gritó.

Continuará...

 XXDDD Ja ja ja. Hasta aquí el primer capítulo. Espero sea de vuestro agrado. Muchísimas gracias a todos los lectores. Y aquellos que leyeron mi anterior historia de Harry Potter también. Muchas gracias a todos.

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