POV SANTANA
Santana caminaba de un lado a otro en la habitacion; no podia creer lo que habia visto. "Pero esto me lo va a tener que explicar" penso oscuramente mientras se decidia a hacer la tarea de ese dia.
POV QUINN
"Que no haya sido ella, por favor, no ella"-repetia en su mente como un mantra. La rubia no podia creer que de sus tres novias la que la habia visto fuera Santana. No queria ir a la casa que compartia con sus novias desde que estaban en universidad, ya que no estaba lista para el castigo que sabia le aguardaba.
Quinn deambulaba por las calles de New York evitando intencionalmente el camino que conducia a su casa hasta que vio la hora en su celular y se maldijo a si misma por estar tarde cuando sabia que Santana impuso una regla que decia claramente sobre el horario de llegada a casa desde que estaban en la ciudad nueva y desconocida. Recorrio el camino de 30 min en 15 cuando corrio y agradecio mentalmente a su loca entrenadora Sue Sylvester por las largas y pesadas jornadas de entrenamiento que le permitieron llegar con cinco min de sobra que uso para recuperar el aliento.
Una vez su corazon dejo de querer salir de su pecho entro a casa donde encontro el escenario menos esperado, la alta rubia y la morena pequeña paradas en esquinas diferentes de la sala de estar con sus manos en la nuca.
-¿Chicas, que paso, donde esta San?- pregunto obteniendo silencio como respuesta; por supuesto que ellas no hablarian en la esquina y menos con una Santana furiosa en casa. Cuando se dirigia al piso de arriba a buscarla Santana venia bajando las escaleras con una expresion cerrada en su rostro.
-Hasta que llegas, que les dio a las tres para venir a casa luego del toque de queda sin avisar ni nada- pregunto mientras la llevaba de la mano con las otras chicas que seguian juiciosamente mirando la pared.
-Por que llegas tarde- pregunto la latina a la rubia recie llegada. Quinn la vio confundida, ella no habia llegado tarde.- De que hablas San, llegue cinco minutos antes del toque de queda- le dijo enseñandole su reloj.
-¿Viste el reloj de la cocina, Quinn?, dice claramente que son las 19:30 pm, tienes media hora de retraso.¿Donde esta tu celular?, te llame un par de veces pero no salia la llamada.- Quinn escucho ese dato y saco su celular, estaba muerto.
-Me he quedado sin bateria, lo siento San, no sabia que era tan tarde, perdon- dijo en un tono sumiso mientras aguardaba esperanzadamente que no haya sido ella la que vio, lo cual significaba otro problema ya que debia callar a quien sea que la haya descubierto.
-Bueno, no estas en problemas por eso, ya que no fue tu culpa a diferencia de estas dos- dijo la latina mientras señalaba a las chicas en las cierto,penso Quinn, sus novias.-¿Que hicieron?
Santana volvio su mirada de las chicas a ella- Decidieron que no debian obedecer el toque de queda-dijo tranquilamente. Como siempre la morena mas baja decidio que no debia quedarse callada y replico el comentario de Santana- Fueron solo 20 minutos, no entiendo...auuuu- fue callada rapidamente por unas fuertes nalgadas que le dio Santana, Rachel intento salirse de su agarre lo que provoco que se ganara mas nalgadas aun.
-Ey! Sin frotar, sabes cuales son las reglas de estar en la esquina Rae, ahora quedate quieta- dijo la rubia en un tono firme que Rachel obedecio instantaneamente, no necesitaba que su novia rubia la castigue.
Santana dejo pasar los minutos restantes de su estadia en la esquina yendo a tomar agua seguida por una Quinn un poco renuente pero curiosa, ella sabia que Quinn sospechaba que la persona que vio fue ella pero no estaba completamente segura por lo que mantuvo la distancia pero sin ser obvia, segun la rubia claro. Le tendio un vaso de agua a Quinn el cual bebio avidamente, no se habia fijado que la rubia estaba un poco sudada y sin aliento.
-¿ Por que estas sudada, Q?¿Corriste hasta aqui o algo asi?- pregunto curiosa mientras la rubia se sonrojaba un poco-Bueno, tuve que correr un poco porque fui al parque a tomar un poco de aire antes de venir y cuando me fije era tarde y queria llegar antes del toque de queda, lo cual no sirvio de nada porque el estupido reloj no funcionaba igualmente- se rio un poco, mientras se enjuagaba el rostro y se secaba con un paño de cocina- ¿Como te fue mi amor?- le preguntomientras echaba sus brazos alrededor de la morena y le daba un fuerte abrazo.
-Mi dia fue aburrido la mayor parte, pero se puso un poco estresante cuando descubri algo que no me gusto para nada- fijo la latina mientras sentia que su novia se ponia rigida por un segundo antes de relajarse tratando de que ella no lo note.
-¿ Y que fue eso que descubriste San?- dijo casualmente tratabdo de evitar que el miedo y la angustia se filtre en su voz. Pero la latina tenia otra idea en mente y la dejo con su panico creciente alli en la cocina mientras alegaba que debia ir a sacar a las chicas de las esquinas.
Quinn la siguio un segundo despues, por supuesto que seria Santana, estaba tan muerta.
La latina caminaba tranquilamente sintiendo el panico que rodeaba a la rubia mientras sacaba a las chicas suavemente de las esquinas, Britt subio las escaleras alegando que tenia tarea luego de darle un rapido beso a cada una de sus novias y un lo siento a Santana. San la vio subir rapido antes de que una masa pequeña se arrojara contra ella y la hiciera caer al sofa, por supuesto que su pequeña diva seria tan dramatica luego de la esquina y unos pocos azotes. Cuando se calmo fue a la cocina a preparar la cena para las cuatro.
Al estar solas de nuevo, Santana tomo a Quinn suavemente del brazo y la condujo a la esquina, Quinn se paralizo al ver donde la llevaba y miro suplicante a Santana. - Piensa muy bien en lo que vas a decirme Quinn, no quiero mentiras, te quedaras aqui hasta que este la cena- dijo la latina mientras salia dejando a su novia rubia estupefacta, Quinn no se esperaba esto.
Rachel al ver entrar sola a su novia latina se preguntó donde estaba Quinn, Santana decidió responder a su pregunta no formulada- Quinn está en la esquina- dijo abrazando por la cintura a su pequeña novia. Rachel inmediatamente se giró en shock- ¿Por qué? Dijiste que no la castigarías por llegar tarde.
Santana no sabia si decirle aún, optó por la salida rápida -Bueno Rae, primero cenaremos y luego todas hablaremos con Quinn, me parece que tiene muchas cosas que explicarnos- terminó su oración con un rápido beso en los labios. -¿Qué estás preparando? Huele delicioso.- dijo mientras tomaba con el dedo un poco de la salsa que estaba en el bol
-Santana Lopez!, no metas tus manos sucias en la comida que estoy preparando, si quieres probar espera a la cena, y enserio lávate las manos- dijo la diva señalándola con la cuchara que tenía en la mano. Rindiéndose, Santana se ríe de su pequeño arrebato de divatude y la abraza, antes de salir corriendo luego de robar un poco más de salsa.-¡Santana!- grita frustrada Rachel al escuchar las carcajadas que venían de las escaleras mientras sigue cocinando.
Quinn se relaja un poco al escuchar las risitas de la latina que provenían del piso de arriba-Quizá no esté tan enfadada-pensó esperanzada.
Se estaba hartando de estar parada en la esquina como una niña maleducada y estuvo a punto de simplemente ir a hablar con Santana hasta que la responsable de su posición entraba y le decía que era hora de cenar y que se lavara las manos antes de retirarse al comedor.
Al entrar vio a Britt colocando los platos mientras Santana llevaba vasos y cubiertos; fue a ayudar a Rachel a llevar la comida, cosa que la morena agradeció con un breve beso en los labios.
Una vez sentadas las cuatro alrededor y habiendo avanzado su comida, Rachel decide preguntar.-San, yo sé que dijiste que hablaríamos luego de cenar pero enserio me está matando la curiosidad, tú estás muy seria y Quinn apenas y ha probado su plato, así que ¿qué ocurre?
-Rach, escúchame-dijo la latina- Cálmate nena, luego de cenar TODAS hablaremos sobre lo que pasa, no te angusties. Y tienes razón en algo- terminó volteándose hacia la rubia mas baja- Quinn, come, no lo diré de nuevo.- advirtió en un tono que no llamaba a discusión. Al escuchar la advertencia, la rubia prefirió comer y no arriesgarse a un castigo previo al castigo. Aunque San aún no hablaba con ella, sabía que lo que hizo estaba muy mal y que San pensaba hacérselo saber a las malas, lo que significaba ella sollozando como una bebé mientras duerme sobre su estómago.
Una vez terminado el postre, Quinn fue enviada por Santana a lavar los platos mientras informaba a las otras chicas sobre qué se trataría la reunión. Cuando terminó, tal y como se lo pidieron, fue a la sala de estar donde vio a las chicas de espaldas a ella. Se aclaró la garganta suavemente llamando la atención de las tres.
-Quinn, siéntate- dijo la latina en un tono firme señalando el sofá en el que estaba Rachel, la morena se movió para darle espacio suficiente para una charla seria, Quinn tenía mucho que explicar.
-San nos explicó que tiene algo que ver con tus estudios Quinn- tomó la iniciativa la rubia alta- Ahora explícanos a qué se refiere por favor.
Quinn vio a sus tres novias, vio la curiosidad en los rostros de Britt y Rae, y el enojo calmado en la de San. Pensó en inventar algo pero los nervios no la dejaban pensar en algo bueno y sinceramente no deseaba mas problemas.-San tiene razón chicas- empezó- Tiene que ver con mis estudios y juro que lo lamento. San- dijo frenéticamente voltenado a ver a la latina que la observaba casi sin parpadear- Lo lamento muco, me asusté con la prueba y por eso hice lo que hice, yo- se calló al ser interrumpida por una ansiosa Rachel-¿Pero qué hiciste, Quinn? Habla ya por favor-. La rubia al oír el tono desesperado de la morena baja se volteó hacia ella y tomó su mano mientras Brittany se acomodaba para verla desde ese ángulo, empezó- Chicas, un chico de mi clase me ofreció por cien dólares los cuatro examenes de la materia en la que tengo problemas- se detuvo agachando la cabeza avergonzada, no quería ver la decepción hacia ella, siguió con su explicación susurrando bajito- Acepté porque si no saco como mínimo un 750 perdería la materia y eso afectaría mi semestre, no quería que ustedes se decepcionaran de mí, por eso accedí. Pero en realidad solo eran los exámenes en blanco, nunca fueron las respuestas ni nada.- dijo rápidamente tratando de justificarse aunque sea un poco, sin embargo cuando quería continuar Santana la calló.- Suficiente Quinn, nada de lo que digas es excusa para lo que hiciste.- La latina se levantó y se paseó con aire furioso por la sala de estar mientras su novia penitente la miraba. La rubia se quedó callada y agachó la cabeza. Luego de un momento de murmurar en español para sí, Santana se detuvo y la volvió a observar.-¿Sabes lo que ocurriría si alguien se entera?Podrías ser víctima de chantaje y extorsión y todo por culpa de tus malas decisiones. ¿Y si algún maestro lo descubre? ¿ Y si el chico que te vendió los exámenes es descubierto, o decide venderte?¿Te has puesto a pensar que incluso podrías ir presa o perder tu carrera? Ya no somos niñas Quinn, todas tus malas decisiones tienen graves consecuencias, ya no es una nota del director o detención o quedar suspendida por unos días.- Santana terminó su discurso dejando a una aturdida Quinn, sabía que la latina tenía razón pero no sabía qué hacer, enserio necesitaba pasar esa clase pero probablemente debería haber considerado otras opciones en lugar de la más fácil.
-Quinn, ponte tu pijama y ve a pararte en la esquina de la habitación mientras Rae, San y yo discutimos tu castigo. Por suerte o mala suerte para ti, mañana es sábado y no hay que ir a la U.- ordenó la alta rubia con voz suave pero firme. Quinn se fue a hacer lo que dijeron con lágrimas en los ojos, no le gustaba sentir la decepción de sus novias con ella sabiendo que era completamente culpa suya.
Una vez la rubia abandonó la habitación, las tres chicas se reunieron, no podían creer lo que Quinn había hecho y no sabían que hacer, luego de diez minutos de que San sólo escuchara sugerencias que hacía la diva y eran vetadas por Britt alegando que era muy suave. En ese momento una idea golpeó a Santana, mientras sus novias seguían discutiendo.
-Podríamos revisarle a diario la tarea que le manden sin importar que sea larga o para la siguiente semana- dijo la diva pero una vez más Brittany desechó la idea- No Rach, la idea es que aprenda la lección, no matarla de sueño o agotamiento, eso no funcionaría-
-Yo tengo una idea- empezó a explicar Santana con una sonrisa un poco malvada que puso nerviosas a sus novias. Definitivamente no querían ser Quinn en ese momento.
Quinn estaba tan concentrada viendo a la pared y pensando en cuál podría ser su castigo que no escuchó cuando su novia latina entró en la habitación y se sobresaltó cuando la llamó.
-Quinn, ven aquí por favor-ordenó San siendo obedecida inmediatamente por una reticente Quinn.- Hemos discutido tu castigo y llegamos a la conclusión que será el más duro que hayas recibido hasta la fecha- explicó Santana tranquilamente viendo a su novia rubia palidecer; San le había dado unas buenas palizas antes y no quería saber que era peor. -Primero que nada- Santana continuó- mañana irás con el chico que te vendió los exámenes y se los regresarás aunque no quiera devolverte el dinero. Dejame hablar- dijo Santana al ver que Quinn iba a expresar su desacuerdo- No estás en posición de debatir nada así que guarda silencio; segundo, todos los días antes de la cena hasta que des el examen estarás una hora sentada escribiendo "La estafa es un delito penado por la ley; comprar exámenes para sacar buenas notas inmerecidas es una forma de estafa y engaño por lo que se vuelve un delito. No debo estafar ni mentir a nadie y mucho menos a mí misma"; tercero, estás conectada a tierra sin celular ni laptop mas que para la Universidad durante las proximas dos semana, si debes hacer tareas nos informas a cualquiera de las tres y cero chat a menos que sea importante o urgente- Quinn asintió esperando que llegue la peor parte- Cuarto; hoy te daré una paliza con el cepillo y luego irás a la cama inmediatamente. Luego de estos azotes estarás perdonada; pero a diario te voy a azotar con la mano luego de la cena como recordatorio y de ahí te quedarás sentada en la mesa con cualquiera de las tres supervisándote mientras estudias hasta las 22:30 pm. Luego de ese tiempo puedes estudiar cualquier otra cosa para el día siguiente o terminar alguna tarea que no alcanzaste a hacer en el día. Debes distribuir bien tu tiempo porque quiero que estés acostada a mas tardar a las 12:30 am.¿ Quedó claro tu castigo o tienes alguna duda?, sino es así sobre mi regazo.
Quinn pensó un momento, estaba aturdida, una azotaína diaria hasta el día del examen que era en una semana era demasiado, esperaba que no fueran tan duras despues de la que recibiría hoy.- No tengo ninguna duda San, confío en las tres y aunque me va a doler mucho realmente sé que lo merezco, fui muy mala.- terminó con un leve sollozo mientras agachaba la cabeza. San al ver la inseguridad en su rostro decidió calmarla, no era bueno que Quinn reciba un castigo en el estado mental en que se encontraba.- No eres mala nena, tu comportamiento y tus decisiones fueron erróneas pero tú no eres mala mi amor, lo juro. ¿Me crees?- vio una lucha interna reflejada en la expresión de la rubia dejando al final sólo la vergüenza por sus actos; eso tranquilizó a la latina.- Te creo- dijo con confianza Quinn mientras se colocaba sobre el regazo de Santana; ella estaría bien y sería perdonada.
- Bien, acabemos con esto;¿por qué serás castigada Quinn?- preguntó con firmeza y severidad. Quinn sintió que su estómago se hundía al saber lo que vendría; fue sacada de sus pensamientos sobre lo idiota que había sido al intentar hacer lo que hizo con uma fuerte nalgada.- Pregunté por qué estás en esta posicion Quinn Fabray- dijo dando otro azote que le dejó picando la mano-¡Au!, perdón San, seré castigada por comprar exámenes sin tener en cuenta que si me descubren me metería en serios problemas, realmente lo siento San- dijo esperando su destino. La latina asintió satisfecha con la respuesta y empezó dando azotes medio duros y pausados sobre los shorts de pijama que dejaban un leve picor en el trasero de la rubia, poco a poco Quinn empezó a sentir incomodidad pero aún no dolor total. Santana continuó hasta que Quinn empezó a retocerse un poco, luego se detuvo para bajarle la ropa de dormir y los panties hasta las rodillas y siguió dando nalgadas mucho más fuertes y firmes que le dejaban picando la mano, definitivamente Quinn sentía eso.
La rubia intentó evitar el castigo retorciéndose fuertemente del regazo de Santana pero la latina era más fuerte y le dio dos duros golpes en sus muslos -¡Suficiente, Quinn!, te puedes caer-
Quinn dejó de moverse por unos pocos segundos hasta que sintió que Santana castigaba la zona sensible para sentarse y empezó a suplicar.
-No más San, duele mucho- lloraba la rubia retorciéndose sin conseguir nada. De repente Santana se detuvo, Quinn giró su cabeza para ver a la latina tomar el cepillo y levantarlo en el aire y casi se levanta de su regazo pero la morena se lo esperaba y la acomodó nuevamente colocando su pierna bronceada suavemente sobre la pálida
