Hey!

Bienvenidos a este lindo cúmulo de RWBY One-Shots!

Oh, por cierto, hice una pequeña encuesta por si les interesa:

Sobre que pareja de RWBY les gustaría leer proximamente? En mi perfil encontrarán la encuesta y sus posibles respuestas.

Un Rvw, un follow o un PM siempre alegra mi día e inspira a seguir escribiendo...


"Ni una copa más"

By: Leyla z

...

Eran las 2 de la mañana y Yang se había quedado despierta esperando llamada de su chica, era poco común de Blake acceder a salir a divertirse sin ella. Esa noche, Sun había aparecido insistente ante la pelinegra para acompañarle por un par de tragos a un bar nuevo exclusivo para faunus, Yang sabía que su chica jamás accedería por sí misma así que ella fue quién alentó a la pelinegra a acompañar a chico mono (y no por atractivo, sino por su herencia faunus) bajo un 'Vamos Blakey, también tú mereces salir de lo ordinario sin mi de por medio.' Oh como se reprochaba en ese instante haber insistido ante aquello.

"Sun, ¿Cómo la dejaste ponerse así?"

Al ver el estado en el que su chica colgaba del hombro del faunus rubio hizo una nota mental, subrayada-en negritas y cursiva, de jamás volver a confiar en su palabra, '¡Prometo que no habrá alcohol de por medio! Sun había prometido aquello haciendo que Blake accediera al final.

En ese momento Sun sujetaba el peso muerto de una muy alcoholizada Blake Belladonna, mientras observaba con diversión a una rubia bastante molesta permitirle la entrada a su habitación en la recamara del equipo RWBY, 'Suerte que Ruby y Weiss están en Vacuo en esa misión, así no tendré que escuchar sus reproches.'

Aun en el marco de la entrada a la habitación, Yang observaba molesta al rubio en espera de una explicación.

"¿Y bien?"

"Eh… Perdona Yang, no era mi intensión causar esto-"

"¡Pues le voy a decir a Neptune!"

"¡No!" Sun hizo un movimiento tratando de alcanzar a la rubia para detenerla pero era muy tarde ya y el peso de Blake a su lado lo volvió un poco más lento que de costumbre.

Sin dejar de observar con molestia a su chica, Yang marcaba rápidamente el número de Neptune para ponerle al tanto de la situación.

"Blake, eh, Blake, ¿Puedes caminar sola?" preguntaba susurrando el faunus.

"¿Eh? Sí, sii, so-solo quítate de miiii camino" Sun se mordió la lengua para evitar que la risa que purgaba por dejar su garganta fuera escuchada en el corredor del edificio al escuchar como la pelinegra arrastraba las palabras.

Blake bebida era una chica completamente encantadora, social y divertida. En algún punto en las conversaciones donde comparaban y relataban historias de pareja, se había atrevido a contar una infinidad de anécdotas sobre su vida sexual con Yang. Anécdotas que sobria le habrían avergonzado sobremanera.

En silencio, Sun observaba a Yang hablar en voz baja a su scroll negando molesta antes de asentir complacida ante alguna respuesta por parte del peli-azul al otro lado de la llamada.

Una vez que Yang terminó la llamada, anduvo hasta donde Sun y Blake le esperaban. "Estarás en serios problemas al volver a tu dormitorio chico mono, Neptune no sonaba nada contento."

Sun agachó su cabeza avergonzado. Estaba esperando convencer a su mejor-amigo-compañero y amante de regalarle algunas caricias sexys en la intimidad de su habitación al volver de su aventura nocturna en el bar 'Le Fauns', pero eso obviamente no ocurriría.

"¡Uhm, mmm Yang te ves hermoooosa!" exclamó Blake entusiasmada, "Podría comerte…completa."

Al escuchar esas palabras Yang se sonrojó. Muchísimo. Hasta ese momento en sus dos años de relación con la faunus jamás la había visto ebria, jamás. Nunca le pasó por la cabeza que Blake sería una chica ebria coqueta e insinuante.

Sun observaba perplejo la escena. Había pasado la gran mayoría de la noche al lado de Blake y pensaba que ya había visto todas las facetas de la ebria faunus, aparentemente estaba en un error. Parecía ser que, Blake ebria además de ser una excelente bailarina y comediante, era toda seguridad al coquetear. Observando a la pelinegra andar hasta donde estaba Yang sonrió ligeramente para inmediatamente alzar la mirada apenado, Blake estaba tocando indiscretamente a su chica, en ese momento decidió que su presencia no era más requerida.

"Ehm, es hora de que me vaya. Yang, de nuevo, lo siento mucho. No volverá a pasar." El alto rubio se volvía hacia la puerta a punto de salir, "Las veo después chicas!" se despidió cerrando la puerta del dormitorio tras él.

Una vez a solas, Yang trataba de alejar las manos de Blake de sobre sus pechos pero la pelinegra seguía terca en sus movimientos, suspirando con cansancio, la rubia le obligó a alzar el rostro para besar su frente al hablar, "Vamos Blake, ayúdame a meterte en la cama."

"Mmmm, la cama suena bien. Voy a comerte completa y tocarte to-"

"No cielo, no. Hoy no. ambas tuvimos un día largo y cansado, necesitas descansar."

"Mmm, pero no tengo sueño-" Blake hizo un puchero adorable, "Quiero besarte toda, comerte completita-" decía con necesidad mientras paseaba sus manos por la cintura de la rubia.

Yang sonrió divertida, ¿Cómo no hacerlo? Blake ebria no era nada parecida a Blake sobria en lo más mínimo. Parecía ser que todas sus inhibiciones y reservas habían sido olvidadas ahora que su mente se encontraba relajada. Ebria, Blake era mucho más adorable y mucho más sensual en sus movimientos. Yang observaba los ojos ámbar de Blake, los cuales suplicaban por su toque, labios y mejillas enrojecidas, un adorable puchero adornando aquellos labios…tomaba todo de sí el mantenerse firme en la decisión de la noche para Yang. El no saber cómo se sentiría Blake por la mañana al descubrir que, a pesar de su estado alcoholizado, se había atrevido a hacerla suya la noche anterior. Nunca antes habían discutido el tema porque, en toda realidad, si alguna de las dos fuese quien bebiera hasta el estado alcoholizado a discusión, ese alguien habría sido Yang. Y en dado caso, a la rubia no le importaría en lo más mínimo si Blake aprovechase la ocasión para tener sexo con ella.

"Sabes Blakey, entre más rápido duermas más rápido vas a despertar. Y cuando despiertes podemos hacer el amor todo el día si tú quieres."

"¿Todo el día?"

"Si Blakey," Yang no podía evitar sentirse como si regañase a un niño pequeño. Aunque pensándolo bien, un niño pequeño jamás habría tenido el más mínimo interés en lo que en ese momento buscaba Blake de ella.

"¡Okay!"

"Eh...E-En serio?" balbuceó Yang sorprendida, no pensó que la faunus accediera tan rápido.

"Sí pero solo si lo prometes."

"Prometido Blakey. Mañana. Ahora, ayúdame a desvestirte y colocarte en la cama."

Yang sabía que una ducha rápida quedaba fuera de discusión por lo que optó por ayudarla a entrar en la cama lo más rápido posible. La rubia la ayudó a andar hasta la litera de la parte de abajo, propiedad de la faunus, ayudándole a sentarse en la orilla. Se arrodilló entre los muslos separados de Blake tratando de ayudarle a sacarse la blusa.

"Agh! Ayuda! Está oscuro! Mis ojos…¡No veo nada! Yang, ¿Yang dónde estás?" los brazos de Blake estaban suspendidos en el aire, atrapados en la blusa a medio retirar moviéndose en busca de esta.

"Bla-Blake detente." Le tranquilizaba Yang, "Estoy aquí, cielo, tranquilízate."

La faunus por fin respiraba menos agitada permitiéndole a Yang retirar la blusa por completo de esta sin ningún incidente más. Una vez que la prenda quedó fuera del cuerpo de la pelinegra Yang le observaba fijamente. El sonrojo de las mejillas de Blake se extendía por su cuello hacia abajo cubriendo ligeramente sus pechos aún confinados dentro de su sujetador. Su cabello estaba revuelto y respiraba con dificultad por el esfuerzo anterior. Sexo. Blake se veía tal cual como lo hacía en los momentos íntimos sexuales. Yang tuvo que lamer súbitamente sus labios mientras mordía ligeramente el inferior de estos entre sus dientes. Comenzaba a tener problemas para lograr la simple tarea de ayudar a su chica a acostarse a dormir. No sabía cuánto más autocontrol quedaba dentro de ella, no con esas imágenes presenciales de su sexy novia.

Un par de soñolientos ojos color ámbar se iluminaron al notar la repentina distracción de la rubia y la dueña de estos puso manos a la obra, literalmente.

Blake tomó por la parte trasera superior de los muslos a Yang acercándola peligrosamente hasta ella. Deslizaba las palmas de sus manos recorriendo la piel en su camino hasta alcanzar su trasero y darle un ligero apretón con ambas manos. Pudo escuchar como Yang suspiraba pesadamente, y fue en ese momento que decidió, en alguna parte de su ebrio cerebro, que esa noche en efecto podría hacer suya a la rubia. Llevó una de sus manos hasta la parte del frente del pijama de Yang alzando el final de la tela exponiendo los músculos de su abdomen marcado. Blake sabía que esta área era un punto débil de la rubia y con delicadeza comenzó a lamer creando un ligero sendero con la punta de su lengua a través de la piel que lograba encontrar antes de soplar ligeramente sobre esta dejando que sus orejas felinas acariciaran tersamente sobre el camino recorrido. La reacción fue instantánea: Yang echó su cabeza atrás soltando un pequeño gemido de ansiedad. Blake sentía que esa reacción no era suficiente por lo que dio un pequeño mordisco en el mismo lugar que había estado lamiendo pasando a succionarle y lamer esa piel entre sus dientes. Yang gruñó empujando ligeramente su cadera hacia Blake, encontrándose con sus pechos.

"Blake, ¡No!" En ese momento Yang se sentía como si estuviera regañando a un cachorro de gato.

Con delicadeza empujó a Blake sobre su espalda dando unos pasos tras de sí poniendo un poco de distancia entre ella y aquella tentadora pelinegra.

Quién habría pensado que Blake podría ser tan… ¿Decidida? Yang jadeaba, sus ojos se dilataban bajo sus párpados al cerrarlos mientras contaba hasta diez buscando tranquilizar sus emociones. Comenzaba a regañarse a sí misma por dejar que Blake le hiciera reaccionar de aquella manera. Ella era la seguridad encarnada, Yang Xiao Long, y jamás antes nadie le había hecho sentir tanta necesidad de alguien como su chica la despertaba en ella. ¿Por qué Blake estaba venciéndola en su propio juego? ¿Cómo es posible que no pueda controlar sus hormonas e ir a dormir; la gente ebria ama dormir, no?Todos aquellos pensamientos se adueñaban de su mente, junto con eróticas imágenes de una jadeante y muy desnuda Blake bajo ella, mientras la rubia buscaba terminar su conteo tranquilizador. Cuando ojos violeta emergieron tras el par de párpados, se encontró con una desnuda Blake.

"Oh Dust," murmuraba nerviosamente para sí misma.

"Estoy lista para la cama, Blondie," Yang, por segunda vez esa noche, se ruborizó nuevamente. Blake raramente utilizaba aquel apodo con ella y cada vez que eso ocurría, la rubia no podía ocultar la emoción y alegría que causaba que su chica lo dijera con anhelo y deseo en su voz como hacía en ese momento.

Blake removía las cobijas hasta la base de la cama esperando a que Yang la acompañara.

"Em, ¿No te gustaría que te pasara tu Yukata? No quisiera te resfriar-"

"Uhm 'sta biem, no quiero usar nada," Murmuraba Blake. Cada palabra que decía le dejaba saber a Yang lo ebria que estaba. "Quítate las tuyas también."

"N-No sé si es buena idea-"

"Por fiii," canturreó Blake.

Yang suspiró resignada. Blake estaba siendo extremadamente adorable, el tono dulce, el sonrojo en su rostro y esas orejas expuestas sobre su cabello…la rubia luchaba por mantener escondida la sonrisa qué en su rostro luchaba por aparecer. Sacando la blusa y shorts de su pijama, Yang permaneció de pie en su lugar dejando a la faunus observar el ligero juego de lencería negro que esa noche vestía.

"Más," susurró Blake. Yang se detuvo a observar detenidamente a la faunus. Observarle con atención. Los ojos ámbar de Blake estaban mucho más brillantes que de costumbre bajo la penumbra de la noche. Aquella reacción la conocía bastante bien la rubia, era deseo y excitación por ella. Su piel ruborizada estaba aún más enrojecida haciéndole preguntarse a Yang si el alcohol tendría más que ver con ello. El pecho de Blake subía y bajaba pesadamente con cada inhalación que tomaba y sus labios estaban separados jadeando ante la vista de la rubia frente a ella.

Tomada por sorpresa y contra su juicio, Yang desabrochó su sujetador retirándolo de sí, deslizando inmediatamente después la parte restante de la lencería, muy lentamente.

Blake profirió un sonido de ansiedad viendo como la rubia se desvestía para ella. "Ven 'qui." Comenzaba a sentirse presa de sus deseos. Si no tocaba a Yang o esta no correspondía…

Aún con un mínimo de control dentro de sí, Yang trató de hacerle entrar en razón por última vez, "Blake, n-no estoy segura de…" decía mientras Blake se sentaba a la orilla de la cama acercándose a ella sobre sus rodillas.

"Te necesito," susurró como si la vida misma dependiera en la necesidad que sentía entre sus piernas, "No me hagas suplicarte, Yang."

Con Blake sobre sus rodillas, Yang podía sentir sus pechos contra los suyos. Inhalando pesadamente, la rubia sentía el fuego correr por sus venas, era un fuego totalmente distinto al que su semblanza podría brindarle. Su cuerpo temblaba, su sangre hervía gracias al simple hecho de querer ser una buena chica y no sobrepasarse con Blake. Rindiéndose ante la faunus, se inclinó al frente impactando sus labios contra los de Blake, un intenso murmullo satisfecho se escapó de su garganta al sentir los endurecidos pezones de la faunus restregarse contra los suyos.

Blake movía su lengua contra los labios de la rubia gimiendo nuevamente cuando la sintió abrirla para ella. Yang se sorprendió por un instante, pues para alguien que había consumido gran cantidad de alcohol Blake no sabía en absoluto a alcohol ya que todo lo que podía detectar era el ligero brillo labial sabor cereza, el favorito de su novia.

Yang se inclina hacia Blake un poco más buscando que esta se tumbase sobre su espalda. Riendo ligeramente, la rubia espera a que esta responda, pues la comúnmente rápida de acción de la pelinegra se hace notar por su ausencia dado el estado intoxicado de su cuerpo y mente esa noche.

Cabellos rubios creaban una cortina dorada justo como en tantas ocasiones anteriores que se cernía sobre Blake. Ligeramente deslizaba sus manos sobre los pechos descubiertos de la faunus, deteniéndose únicamente a pellizcar sobre cada pezón.

"Uh, Yang," murmuraba Blake, arqueando su espalda en busca de mayor contacto, "-no juegues, estoy lista para ti, ya."

Apiadándose de su pobre novia, Yang desliza sus manos hacia abajo encontrándose con el caliente y húmedo centro de su chica. Gruñó ante el contacto. Tenía que hacerlo pues no podía recordar la última vez que Blake había estado tan lista y húmeda. Recorría los húmedos pliegues con un par de sus dedos disfrutando la sensación que la faunus le brindaba.

Yang se sumerge en ella una vez más deslizando un par de sus dedos dentro de Blake.

"Sí! más Yang por favor!" Yang arquea una ceja interesada, ¿Más? Su chica sí que está deseosa esta noche. Yang nunca ha usado más de dos dedos en ella pues Blake era bastante estrecha. Esa quizá era una de sus cosas favoritas acerca de la faunus pues con eso le dejaba saber que era solo con Yang con quien había estado únicamente. La faunus era posesiva con la rubia pero Yang jamás admitiría que ella se ponía celosa si algún otro u otra ser viviente se le acercaba con intenciones de algo más que mera amistad. Yang no quería siquiera pensar en Blake estando con alguien más. Ella es suya. Yang sonrió maliciosamente, quizá ella era algo posesiva también.

Escuchó a la chica bajo ella pedir necesitadamente con un 'Por favor Yang' por segunda vez esa noche y decidió acceder a su petición dejándola sentir un dedo más junto al par que ya había adentrado en su angosto canal. Blake ronroneó y Yang sonreía satisfecha, aquel sonido era un gran indicador de lo magnífico que sentía la faunus bajo sus toques.

Adentrándose en ella con rapidez, deslizándose fuera y dentro con ritmo desquiciante, Yang por fin llevó su pulgar hasta el cúmulo de nervios recorriéndole sin piedad en círculos sin dejar de lado sus movimientos dentro de la faunus. Quería detenerse y hacerlo un poco más lento, pero Blake tenía otros planes haciéndole dejarse llevar por esta. Sin detener sus suaves movimientos sobre el clítoris de la pelinegra, le tomó por sorpresa cuando finalmente con un súbito movimiento de su pulgar al presionar rudamente lanzó a la cima del placer a la faunus.

"¡YANG!" se arqueaba ante la rubia, retorciéndose al disfrutar de su orgasmo que le azotaba de manera brutal. La rubia observaba con fascinación, casi hipnotizada a su chica mover la cabeza de lado a lado al ser presa del enorme placer que le azotaba. Yang solo podía pensar en lo sexy que Blake se miraba en ese momento.

Por fin el cuerpo de Blake dejó de convulsionarse y su respiración comenzaba a ser más tranquila. La chica quedó en absoluto silencio con los ojos cerrados, lo que alarmó a la rubia.

"Eh, Blake… ¿Blakey?" Sacudía ligeramente a su chica. Cuando escuchó que comenzaba roncar ligeramente, Yang respiró con tranquilidad al fin.

Riéndose ligeramente de la faunus, se posicionó al lado suyo cubriéndoles a ambas con la cobija que yacía a sus pies. Se abrazó a su novia besándole tiernamente en la frente.

"No vas a creer esto en la mañana, Blakey." Sonrió Yang con cariño a la chica entre sus brazos antes de acompañarla en sueños.

El día de mañana será divertido…

::D'END::


Que les ha parecido?

Espero les haya gustado tanto como para dejar algun coment por aqui xD

Oigan! He recibido interesantes peticiones por parte de ustedes mis queridisimos lectores... y someteré a votación interna. He creado una encuesta para saber cual es la pareja sobre la cuál les gustaría leer, les di opciones para elegir xD

No se les olvide pasarse por mi perfil y votar elegir las proximas protagonistas en otro sexy y explícito one shot (posiblemente 2 capis dependiendo).

LATERS!