Disclaimer: Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi. La historia es mía.


Summary: Si sumamos no encontrar fragmentos, mas un juego absurdo, mas un saludo al suelo, ¿cual es el resultado? ¡Bien, adivinaste! El resultado es un Inuyasha furioso.


Aviso: Esta historia participa del "Mini-Reto Estacional" del foro "Siéntate".


Hojas. Hojas. Y más hojas. Eso era lo único que encontrábamos. No fragmentos, no demonios, ¡solo hojas!

Hacia dos días que íbamos de una aldea a otra, y Kagome no sentía la presencia de la perla. No podía estar mas frustrado, furioso…

El sonido del quiebre de decenas de frondas* seguido de su esparcimiento por los alrededores, provoco nuevas risas infantiles. Enfoque mi mirada en Sango y Kirara, quienes eran las nuevas participantes del estúpido juego que se llevaba a cabo desde que el otoño había llegado.

Tanto la exterminadora como la mononoke estaban cubiertas de rojo, amarillo y marrón, mientras reían junto a Kagome y el monje pervertido.

La furia escalo rápidamente nuevos niveles. A ellos parecía no importarles encontrar lo que necesitábamos, solo se la pasaban bromeando y distrayéndose. Un tic apareció en mi ceja izquierda cuando Shippo salto sobre otra pila, produciendo repetitivamente el sonido de quiebre de nervaduras*.

— ¡Basta!

Todos se giraron hacia mí, viéndome como si fuera el mismísimo Naraku.

— ¿Qué pasa, Inuyasha? ¿Esta todo bien? —Me pregunto Miroku luego de unos minutos de silencio.

—No, no esta todo bien. Desde hace dos días no encontramos ni rastro de Naraku ni de fragmentos, y ustedes no dejan de jugar.

—No es nuestra culpa… —Empezó a decir Sango, pero la interrumpí.

¿Qué no era su culpa? Si, claro, y Sesshomaru me tejera suéteres para Navidad, sea lo que sea eso.

— ¡Si no se la pasaran jugando ya tendríamos algo! —Mi humor exploto, dejando que el regaño saliera en forma de grito.

Kagome dio un paso al frente, saliendo de la fila que inconscientemente habían formado mis compañeros, y mirándome con reproche.

— ¿Y que quieres que hagamos? Nos has tenido yendo y viniendo sin parar, estamos cansados y aburridos. Ten en cuenta que nosotros somos humanos. —Su voz era fuerte y clara, un claro signo de su enfado y de que posibles siéntate llegarían. Pero, ¿Cuándo le hice caso a la alarma interior que me decía "cállate o terminaras en el piso"?

—Los humanos no son capaces de soportar nada.

Pude sentir claramente como la tensión cargaba el aire junto al aura amenazante de todos los miembros del grupo.

—Inuyasha

Ahí estaba, la alarma sonaba dentro de mi cabeza con toda su fuerza. Creo que, incluso, podía empezar a ver como el piso sonreía y me saludaba con un: hola, viejo amigo.

—Espera, Kagome…

Oh, pero ella no espero y la maldita palabra abandono sus labios, resonando en el bosque.

— ¡Siéntate!

El collar me impulso directo al suelo, haciendo que mi cara diera de lleno en una de las tantas montañas de hojas. Las finas laminas marrones volaron alrededor, enredándose entre mi cabello plateado.

Mientras gritaba insultos y maldiciones, esperando que el conjuro se deshiciera, me di cuenta de una cosa.

Desde ahora lo que mas furioso me pondría no serian los constantes viajes de Kagome al futuro, los reclamos de Sango, los insultos infantiles de Shippo ni las perversiones de Miroku. No, a partir de hoy el puesto numero uno en el ranking de cosas que me enfurecen y odio era para las hojas y el otoño.

Hojas. Hojas. Y más hojas. Como las detesto.

.


Glosario:

Frondas: según San Google es "Conjunto de hojas".

Nervaduras: segun Wikipedia es "Conjunto de nervios, especialmente los de una hoja" (Algo mas simple ¿vieron esas lineas en las laminas de las hojas? Bueno, es eso)


Mis prompts: Otoño y furia.

Espero que les guste este drabble.

Goodbye.