Hola a todos!!! Lo primero, gracias por entrar a mi fic, espero que os guste! Espero que me dejéis muchos RR (y q sean buenos jejej) :D
Como pone en le resumen esta historia es algo diferente al resto, pues Harry no va a estar en Griffindor sino en ...otra casa (si quereis saber cual, seguid leyendo!) y abarca desde que Harry entra a Hogwarts hasta unos cuantos años despues de salir (u sea q va a ser bastante largo...si estais muy impacientes por saber como sigue lo tengo más avanzado en la web oficial de HP) Sin más me despido, esperando que os guste
PD:Obviamente el 99% de los personajes no me pertenecen, son de Rowling! ¬¬U
Harry estaba sentado en la oscuridad. Esperaba con la mirada, esa profunda y triste mirada de ojos verdes, perdida en el infinito. Algunas preguntas surgieron en su cabeza:
"¿Cómo he llegado hasta aquí?"
"¿Cómo he podido hacer tantas cosas sin pararme a pensar en el daño que estaba causando?"
"Y cuando lo supe, ¿por qué seguí haciéndolo?"
"¿Realmente me merezco esto?"
"¿Cómo y cuándo comenzó todo?"
Y todas las respuestas las encontró en aquel día, del que hacían ya casi 15 años. El día en que recibió la carta. El día en el cual supo de verdad quien era. De LO que de en realidad era.
Los recuerdos danzaban por su mente, formando un remolino de alegrías, penas, miedos, sufrimiento...Y de repente, silencio. El torbellino pareció detenerse y Harry tuvo un recuerdo muy nítido:
Acaba de llegar a Hogwarts y, junto con los otros alumnos de primero, esperaba a que la profesora Mc. Gonagall les hiciera pasar al Gran Comedor, en el que se encontraban ya el resto de los alumnos, donde serían seleccionados para una de las 4 casas del colegio. Weasly, el chico que había conocido de camino a Hogwarts, le hablaba sobre cierta casa de muy mala fama, pero Harry estaba tan nervioso que apenas le escuchaba.
Un chico rubio y de cara afilada se les acercó, seguido por otros dos que bien podrían haber pasado por sus guardaespaldas. Miró a Harry y luego a Weasly, a éste último con una mueca de asco en la cara (que el pelirrojo le devolvió). Se dirigió a Harry, tendiéndole la mano:
-Hola, soy Draco Malf..."
En ese momento llegó la profesora, empujando, sin querer (aunque sin lamentarlo) a "Malf".
-Vamos señores, ya tendrán tiempo de hacer amigos más tarde. ¡Vamos! la selección debe comenzar AHORA MISMO- dijo malhumorada.
Entraron todos al Gran Comedor y el ritual (que finalmente sólo trataba de ponerse un viejo y raído sombrero) dio comienzo. Uno por uno los estudiantes fueron llamados y enviados a sus respectivas casas. Por fin le llegó su turno a Harry. Cuando la profesora dijo su nombre, todos se volvieron a verle, intentando atisbar su cicatriz bajo el rebelde pelo. Se sentó y se puso el sombrero. En su mente oyó las cavilaciones del ajado y viejo atavío. Intentó no pensar en nada, para facilitarle la tarea. A Harry le pareció que pasaba una eternidad hasta que el sombrero le dijo
" Has sido particularmente difícil de colocar, pero ya he tomado una decisión"
Y el sombrero gritó, para que todo el mundo pudiera oírlo: ¡ ¡ ¡SLYTHERIN! ! !
El Gran comedor quedó en silencio. Todos le miraban extrañados, incluso los profesores. Pero en la mirada del profesor Dumbledore (Harry sabía que era él por el cromo de la rana de chocolate) había algo más...¿decepción?
De pronto, los chicos de una de las mesas, los que iban de verde (Harry supuso eran los Slytherin)empezaron a gritar de júbilo y a aplaudir. Draco le hizo señas a Harry para que se sentara a su lado (pues él también había entrado en Slytherin). Pero Harry no se movió, no sabía que hacer. Además, la gente había comenzado a mirarle ahora como con asco, pero también como con miedo...
Miró a la profesora, esperando a que le dijera que podía irse. Pero ella parecía tan confundida como él. La mujer miró a Dumbledore, que asintió tristemente, indicando a Harry que podía ir a sentarse con los de su casa.
Muchas preguntas se agolpaban en su mente, intentando buscar una explicación a lo que acababa de pasar
"¿Por qué se quedaron todos callados cuando el sombrero me asignó a Slytherin?
¿Y por qué me miran todos como si acabara de cometer un crimen? Incluso los profesores, incluso Hagrid y Dumbledore..."
Finalmente, llegó a la mesa de su casa, y se sentó junto a Draco y sus dos gorilas (que obviamente, también estaban en aquella casa). Draco le tendió la mano y dijo:
-Por fin puedo presentarme. Soy Draco Malfoy, y éstos son Crabbe y Goyle
-Yo soy Harry Potter- contestó éste, estrechándole la mano
