Una niña pequeña y peculiar se encontraba en un calabozo atrapada con cadenas, cada día imaginaba como era la luz pues llevaba años en esa celda oscura, no recordaba desde cuando estaba ahí, no sabía ni siquiera su nombre, solo estaba un poco consciente de que tenia vida pues intentaba moverse pero algo la detenía. Un buen día después de siglos en aquel calabozo una puerta se abrió, en ella entro una mujer de largos cabellos, su piel era roja como la sangre, sus manos eran dos garras inmensas y sus pies… pues no tenia pies, la pequeña no le tuvo miedo pues algo en esa mujer le resultaba familiar, la pequeña se adapto a la poca luz que entraba y al fin atino a decir…

- ¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo? ¿Qué es este lugar? ¿Por qué no puedo moverme?-

-shh no hagas ruido, he venido para que puedas escapar, solo será un momento tienes que ser muy fuerte ¿Entendido?-

La pequeña no entendió nada de lo que sucedía, de repente la mujer la abrazo, esta mujer misteriosa se desintegro con en el abrazo no sin antes llevarse consigo las cadenas que contenían a la niña, la niña sintió una profunda tristeza mezclada con miedo, al ser libre solo pudo armarse de valor y salió corriendo a través de un enorme pasillo, en este encontró tres puertas, algo en su interior le indico romperlas, algo le hizo entrar en cada cuarto. …

Para su sorpresa no era la única encerada en ese lugar, rápidamente con su mano derecha y en un ágil movimiento rompió las cadenas del primer cuarto y un pequeño quedo liberado. Este la miro pero no dijo nada solo la siguió a otro cuarto, ella procedió a romper la puerta y cadenas , esta vez una niña fue liberada, una vez terminada su tarea y sin decir palabra fue al último, ahí libero un tercer pequeño, los 4 salieron del cuarto en silencio y se detuvieron al final del pasillo, frente a ellos una puerta de 10 metros de alto, de un metro de grosor, dorada con una luz intensa que a cualquier humano cegaría se hizo presente, por suerte ellos no eran humanos , la pequeña intento romper la puerta pero esta no cedió como las anteriores, con un mirada todos se pusieron de acuerdo y arremetieron contra la puerta, no lograron romperla pero justo la desplazaron lo suficiente como para pasar al siguiente pasillo, dicho pasillo estaba rodeado por espejos, ellos nunca habían visto un espejo y los cuatro se contemplaron por un momento…

La pequeña era de aproximadamente un metro, sus ojos eran negros, su mano izquierda era hermosa, de dedos delgados con una piel blanca como nieve, en cambio su mano derecha no era una mano, más bien era una garra con piel roja , cada dedo era un peligro de 10cm afilado, ella miro a sus compañeros y no eran muy diferentes a ella, uno de los niños era idéntico a ella, en cambio el otro poseía garras del lado izquierdo y una mano fina del derecho al igual que la otra niña, los cuatro se miraban sorprendidos cuando oyeron un grito…

-¡Han escapado, ellos han escapado, la orden es matarlos, no deben llegar al exterior!

Semejante grito encogió sus corazones lo suficiente como para seguir corriendo hasta dar con el borde de un abismo, pero el abismo era blanco con mucha luz, al oír los pasos aproximarse a ellos solo decidieron saltar….

-¡Lucia despierta!, Lucia, vamos, llegaras tarde a clase, no puedes volver a faltar por quedarte a dormir, anda ya casi termina el ciclo escolar-

-Ya voy mamá.-

-Vamos nena, levántate, tu Laptop te espera, si no te levantas como te enfrentaras al tipo que logro borrar tu disco duro, debes ir a la escuela y aprender más sobre computadoras-

-Ahhhhh, Ok, en 10 minutos bajo-

Lucia se levanto de la cama todavía con lagañas impresionantes en los ojos, se dirigió al baño abrió el grifo y con un pequeño corcho evito que el agua se escapara, se remojo la cara y la alzo, se vio en el espejo, pero por alguna razón siempre que lo hacía cada mañana pensaba que esa no era ella, en voz baja dijo para sí….

-Quizás es por ese ridículo sueño, al menos quisiera que variara pero todas las lunas llenas sueño lo mismo, bahh es inútil nunca entenderé qué carajo significa, (girando la cabeza hacia la pared de su cuarto) ¡Mierda son las 6:50! No llegare a mi clase-

Como de rayo se vistió, no se le daba ser femenina pero hacia lo que podía, esa mañana al tener la mayor parte de su ropa sucia decidió usar un vestido rojo, este terminaba en la rodilla, era de encaje y mangas largas, se puso unas medias negras, unos tenis cómodos y corrió a la cocina ni siquiera saludo a su padre tan solo se limito a devorar los hotcakes y salir corriendo sin decir adiós….

-No es muy educada que digamos-

-¿Alguna vez lo ha sido?-

-No sea tan dura con ella Jacqueline, digamos que no se le da ser sociable-

Lucia era una chica reservada sin muchos amigos y con una sola pasión en la vida "el sistema binario", ella tenía 19 años, un promedio de diez y la ventaja de vivir a 5 minutos de la Universidad Libre de Brúcelas, sus clases comenzaban a las 7am y terminaban a las 4pm, no obstante ella se quedaba hasta la 7pm, no porque tuviera clases hasta esa hora, sino que le gustaba mucho enfadar al director hackeando el sistema de la escuela desde la biblioteca y combinando a los empleados en la plantilla escolar. Incluso una vez llego a poner a un profesor de recién ingreso como director y al director como conserje, claro solo virtualmente y a la hora de recibir sueldos es cuando se daban cuenta, nunca la cacharon ella era muy hábil y siempre que podía jodía a Pierre culpándolo de sus fechorías…

-¿Otra vez tarde Moliere?-

Lucia fingió que no había escuchado a su compañero y tomo asiento ignorando las miradas de todos…

-No soy invisible-

Pierre era un tipo que se sentía mucho, de hecho lo era, su afición por la computación había empezado a los 6 y desde ese momento nadie logro despegarlo de la computadora….

Tienes razón, las personas invisibles no joden tanto… -¿Qué quieres?-

-Un hola al menos-

-¡Hola vete a la mierda!-

El tiempo en clase se fue rápido y Lucia espero a que sus mejores amigos salieran de sus clases…

-Veo que alguien está en busca de novio-

Lucia miro a sus amigos frunciendo el seño…

-Si te refieres al vestido…. Solo se me hizo tarde-

Lucia tenía 3 amigos solamente, a los demás chicos o chicas los alejaba, prácticamente Estefano Andrew y Sara habían sido sus amigos desde que era niña los conoció en preescolar y a pesar que cada uno había tomado una carrera diferente seguían viéndose.

Sara era una chica ampliamente cuadrada "amaba el derecho" y si la ley decía algo eso era y punto, estaba a punto de terminar la carrera y esperando con ansias la oportunidad de entrar en la lista de jueces de la Corte Internacional de Justicia. Ella era caucásica de ojos verdes y cabellos rizados, media aproximadamente 1.70m y tenía una pasión compulsiva por combinar su ropa.

Andrew era más soñador, amaba escribir, muchas veces hacia canciones, estas las cantaba con mucho cariño y con una excelente voz a Monique su novia (la peor enemiga de Lucia), él era un chico caucásico de pelo negro, muy alto 1.80m, Andrew estudiaba filosofía, estaba empeñado en entender todo a su alrededor.

Por otro lado Estefano amaba a los animales y a los seres humanos por eso se encontraba en doble problema este ciclo escolar, estudiar medicina y veterinaria al mismo tiempo no era fácil, pero tenía algunas clases que contaban para ambas carreras, él era albino, el sol lo lastimaba mucho por eso siempre vestía con sombrero y lentes, el media lo mismo que Sara.

-Cierto que tú no tienes novio ni en tu sueños-

-¡Gracias por tu amabilidad Sara!-

-Ya chicas no peleen, yo se que les encanta demostrar su pasión interna pero bájenle, ¿tienen alguna idea de lo que el stress puede hacerle al cuerpo humano?-

-¿O de lo que un sermón sobre medicina cortesía de Estefano puede hacerle a nuestros oídos?-

Lucia sonrió ante el comentario de Andrew, si había algo que amaba de sus amigos era que podían mandarse a la mierda, pelearse e incluso golpearse pero siempre podía contar con ellos…

-¿Qué comeremos hoy?-

-Yo quiero Pizza-

-Yo helado-

-¿Y tú Luci?-

-Yo nada "Andy"-

Estefano y Sara sonrieron, la manera numero uno de molestar a Lucia era cortar su nombre, los jóvenes terminaron comiendo sushi, en tanto Lucia los ignoraba diplomáticamente perdida en un video en su computadora…

-¿Esta vez a causa de quién nos ignoras?-

-¿Quizás se Tuxide Mask?-

-¿Ohjiro? ¿Un tal Grey?-

-¡Vamos chicos déjenla en paz… ella es feliz con su mundo virtualmente desadaptado!-

-Al menos los personajes de mis animes no me interrumpo cuando me aventuro en un nuevo anime-

-¡Un día te va tragar la computadora!-

-No soy tan afortunada-

Lucia suspiro, ella amaba soñar pero no creía que la magia y lo demás existiera siempre fue escéptica ante milagros, la suerte, los trucos y todos eso, simplemente no creía que existiera otro mundo más allá de lo real, de lo que podía ver, de lo que podía tocar.

A pesar de eso a veces se encontraba en ensoñaciones después de ver un anime, imaginándose ser la protagonista, a veces se encontraba escribiendo corazoncitos justo con un nombre conocido, "el nombre era el de ese chico de su serie favorita" ella sabía que no era real, sin embargo para ella era lo más cercano a su chico ideal, inteligente, apasionado por la tecnología, sexi, entre muchas otras características que la hacían desear que él fuera real. Dentro de sus ensoñaciones ella se imaginaba abrazándolo y eso le producía risa ya que ella apenas media 1.60m, aunque no era fea, tenia ojos verdes (los de su padre), cabello negro y lacio, era morena clara ya que su madre era colombiana. Su madre y su padre se conocieron en Argentina, ellos se enamoraron perdidamente y decidieron ir a vivir a Bruselas, la ciudad natal de Pascal (así se llama el padre de Lucia)…

-¿Otra vez esa cara de boba enamorada?-

-No fastidien-

-¡Uy qué carácter!-

Lucia suspiro y cerró su laptop…

-Hoy me siento magnánima y voy a escucharlos-

-¡Gracias por darnos unos minutos de tu tiempo!-

-¿Y bien? ¿Qué han hecho?-

Los chicos se quedaron callados, la verdad es que ya habían terminado de platicar entre ellos.