Autor Original: kokoyuki27
ID: 3036240
Notas de la traductora:
¡Aloha~!
¡Fanfic nuevo y de una pareja nueva! Normalmente no suelo empezar fanfics de este modo pero, en esta ocasión, ha sido para animar a una amiga que esta un tanto decaída y, por lo lejos que estamos, no se me ocurría mucho más para intentar subirle los ánimos. ¡Anímate Micchiiiiii~!
Y bueno, poco más que añadir, espero que los demás también lo disfrutéis~
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Capitulo 1
Era viernes por la mañana y España estaba ya en su huerta de tomates, atendiendo a sus tomates cuando ciertos gritos se escucharon.
"¡España! ¡Deja tu estúpida huerta tranquila y ve a salvar a mi hermano de ese estúpido Alemania!" ordenó Romano mientras marchaba hacia la huerta de España, aplastando unos pocos brotes inocentes por accidente.
"De acuerdo~ Cualquier cosa por mi pequeño Roma~" sonrió España mientras cogía sus guantas y le daba unas palmaditas a Romano en la cabeza.
"¡No me toques! ¡Estás todo sudado! ¡No me llames Roma tampoco! Es repugnante. Mejor se rápido, me voy en diez minutos" espetó Romano y volvió de nuevo a la casa.
"-Sigh- Ser el jefe hoy en día está claro que es difícil. Ah~ ¿Qué sucedió con mi pequeño y adorable Roma-"
España fue golpeado en la cara por cierto tomate volador.
"¡Cierra la boca y prepárate! ¡O me iré sin tin!" gritó Romano, en su mano había otro tomate.
"¡De acuerdo, estoy yendo! Ahh, ha pasado mucho tiempo desde que vi a Ita-chan, me pregunto cómo es-"
Otro tomate chocó contra su cara en un golpe perfecto.
"¡No te atrevas a planear hacerle algo a ese estúpido hermano mío!" Romano cerró de un portazo la puerta tras él.
"Ahh~ Mi Roma es tan violento de un modo tan adorable~" España lamió el tomate salpicado cerca de sus labios, dulce.
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Básicamente, así es como España y Romano acabaron fuera de casa de Alemania.
"Entonces, justo ahora, vamos a hacer esto y a ir a por algo de beber juntos" sugirió España mientras alzaba su mano para tocar el timbre.
"Quita de en medio" Romano se adelantó un paso a España y simplemente echó la puerta debajo de una patada con facilidad, como si el timbre nunca hubiese existido.
"¡Oii! ¡Bastardo patata! ¡Estoy aquí para salvar a mi tonto hermano! Prepara tu trasero para ser pateado" gritó Romano mientras entraba en casa de Alemania y cogía a un sorprendido Italia.
"Ahh, sí" respondió simplemente Alemania sin siquiera alzar la mirada de su periódico. Esto no era de ningún modo algo nuevo para él.
"Roma~ deberías haber dicho primero hola. Hey, Ita-chan, ¿cómo estás?" España entró tras Romano y saludó con una sonrisa despreocupada en su rostro.
"¡España nii-san! ¡Es tan bueno verte de nuevo!" Italia le devolvió la sonrisa.
"¡España, bastardo! ¡Ahora no es el momento de saludos! ¡Rápido y ayúdame a sacar a mi hermano de aquí!" ordenó Romano.
"De acuerdo, estoy en ello. Alemania, no te importa que Ita-chan se quede con nosotros durante un tiempo, ¿verdad?" preguntó España mientras palmeaba la espalda de Alemania.
"Solo tráelo de vuelva cuando hayáis acabado" Alemania, todavía con el periódico de lo más entretenido, decidió no alzar la mirada.
"¡Ja! ¡Que te crees que sería tan estúpido y le dejaría volver de nuevo! ¡Él quizás sea tonto, pero yo no! ¡No vas a engañarme, bastardo patata! ¡España! ¡Vámonos ya de aquí!" gritó Romano y en pocos minutos, los tres se habían ido.
"-Sigh- Y yo que estaba esperando que abriría la puerta como una persona normal por una vez. Quizás debería cambiarla por una de metal" Alemania finalmente alzó la mirada y murmuró para sí mismo.
Finalmente, al menos una semana de paz y tiempo a solas, y Alemania disfrutaba de su tiempo a solas.
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Romano despertó por el delicioso aroma a pasta y arrastró sus pesadas piernas hacia el comedor.
"España, ¿qué vamos a -" Romano se frotó los ojos, adormilado, y murmuró mientras se acercaba a la cocina, pero inmediatamente detuvo sus pasos y se escondió tras una pared, lejos de la vista.
España e Italia estaban en la cocina.
De repente, estaba completamente vestido mientras se asomaba lentamente por la pared, espiándoles. No sabía por qué estaba haciendo esto, pero algo en él le decía que tenía que hacerse.
Entonces, empezó a escuchar al mismo tiempo.
"¡Wow! ¡Esa pasta huele bien! Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que comí la comida de Ita-chan. No puedo esperar" España se rio con calidez.
"Ve~ Si es hermano mayor España, cocinaré para ti en cualquier momento" Italia movió la pasta en la olla.
"¿De verdad? Ahh~ Me siento el hermano mayor más afortunado del mundo. Si solo Romano cocinase para su jefe también" bromeó España y desordenó el cabello de Italia, el cual simplemente se rio.
Por alguna razón, Romano se sintió molesto cuando escuchó a España reírse por Veneziano, más molesto de lo normal. No era que él no pudiese cocinar, de hecho, definitivamente podía hacer un mejor trabajo que su hermano. Pero no se molestaba en hacerlo, ya que España hacía toda la limpieza y cocina de todos modos.
Además, incluso si hacía la limpieza o la comida para España, todavía preferiría a Veneziano. Todos los demás lo hacían. Desde joven, fue eclipsado por su hermano. Todos pelearían por su hermano, y le dejarían ahí, solo. Todos excepto España. Pero parecía que incluso España iba a elegir a Veneziano sobre él.
"¿A quién le importa? No es como si quisiese que esté conmigo, de todos modos" espetó Romano y volvió a su habitación.
Eso era cierto, solo su hermano era suficiente para España. Pero, ¿por qué no se iba esa extraña sensación de su corazón?
"¿Mmm?" España alzó la mirada y miró en la dirección en la que Romana estaba originalmente escondido.
"¿Qué pasa, hermano mayor España?" preguntó Italia mientras cortaba los tomates que España cultivó él mismo, los mejores en el mundo.
"Ah, me pareció escuchar a Romano" España se rascó la nuca y se rio.
"¿Fratello?"
"Sí, pero creo que solo fue mi imaginación. Romaba debe estar todavía en la cama en estos momentos. Odia despertarse temprano. Una vez, le saqué de la cama a las siete de la mañana para ir a la huerta conmigo. Se molestó tanto que me tiró la almohada, entonces tomates e incluso platos cuando regresamos de la huerta" España lo recordó con una encantadora sonrisa en su rostro.
"Ve… eso suena, de algún modo, muy peligroso" pero exactamente lo que habría esperado de su propio hermano.
"¿Pero no crees que Romano es adorable de ese modo?" España simplemente disfrutaba de molestar a Romano tanto que casi parecía un hábito.
"Ve~ Nii-chan es realmente adorable a veces. La pasta está lista ya. España nii-chan, ¿puedes ir a despertar a Fratello por mí?" preguntó Italia mientras colocaba la pasta en tres platos grandes.
"Está bien. Estoy seguro de que disfrutará de tu cocina también" España sonrió y caminó hacia la habitación de Romano.
"Roma~ ¿Todavía estás durmiendo? Despierta o me comeré tu porción de pasta también" España llamó a la puerta y entró al cuarto, viendo de inmediato un bulto en la cama, cubierto por la manta.
"Vete bastardo, no tengo hambre" espetó Romano, escondido bajo las mantas.
"¿De verdad? Que mal, entonces~ Ahora puedo tener toda la deliciosa pasta de Ita-chan para mi~" bromeó España mientras un cojín le golpeaba en la cama. Por alguna razón, esperaba que esto ocurriese.
"¡No te atrevas a tocar la pasta! ¡Voy a comérmela!" gritó Romano y corrió hacia la mesa del comedor, dejando a España en la habitación.
España sonrió y recogió el cojín a sus pies, entonces lo colocó de nuevo en la cama. Su Romano nunca cambiaría, molestándose tan fácilmente. Aun así, algo se sentía mal y sentía como si Romano estuviese comportándose de un modo extraño. ¿Algo estaba preocupándole de nuevo?
