Hola, ¿Me extrañaron? hahaha, bueno aca continue la historia de 7 años despues, con despues de 7 años, contada esta vez, por nuestro rubio favorito, el hurón Draco Malfoy.
Aqui esta deque trata:
7 años antes, Despues de que su padre le hubiera escrito al amor de su vida unas horribles palabras, él, destrosado deside irse. Pero a los siete años de aquel día, va a volver a ver al amor de su vida, ¿Pero qué pasa si ella le viene con una sorpresa...? ¿Y una, no muy grata? ¿Lograra él predonarla por no haber luchado por su amor? ¿Lograra que ella se quede, esta vez para siempre?
Después de 7 años
Una promesa
Habían pasado 7 desde la última vez que la había visto. En esos siete años estuve viviendo en la miserable oscuridad que mi vida me había estado preparando con ilusión. Ella me había abandonado, por lo que me habían contado…
No fue a nuestra última cita… y se fue sin despedirse de mí… ¿Por qué? ¡Se suponía que nos amábamos! Pensé con frustración mientras golpeaba la mesita donde estaba mi bebida… un coñac con miel y canela. Sabia de la patada, pero no importaba, si por eso me recordaba a ella, bienvenido era.
Me pare de mi sillón y fui a esperar a la ventana…
La vida no era fácil para un antiguo sirviente de él… Pero sobrevivía. Seguía teniendo mi mansión, mis propiedades, mis millones, mis amantes… Pero había perdido más de lo que seguía teniendo…
-Maldita guerra…-murmuré con odio impregnado…
Gracias a ella, yo había perdido a mi familia, a buenos amigos, a conocidos, y había perdido mi infancia…
La guerra había sido desastrosa, vi gente morir, yo mate a algunos, para salvar a otros, aunque también mataba para sobrevivir. La gente mostró su lado oscuro por su supervivencia, mostró como eran realmente…
Hasta ella… pero no fue como yo esperaba, yo creía que se mostraría como una maldita arpía sin importarle sus amigos cuando llegara el momento en el que estuvieran apunto de morir. Pero fue contrario a eso. Se mostró más valiente, más fiel (a sus amigos), más positiva, más ruda, más fuerte, más capaz, más inteligente, más, más, más de todo. Se mostró como la mujer perfecta, la mujer perfecta para mí.
Pero ella andaba con un hombre pobretón, con el pelo todo pelirrojo (de una manera horrible). O como yo lo llamaba, con la zanahoria con patas. No se que veía en él, si era porque era su mejor amigo, o porque estaba siega, sorda, y muda. Bueno…. Muda no, porque siempre me contestaba…
En la escuela todos la llamaban la empollona, sabelotodo, monja, la rata esponjada, ¡Ha! Como me gustaría ver a la gente que se atrevió a decirle eso en el pasado, ahora en el futuro. Ella los rebanaría y con una sola mano.
Me lo imaginaba todo…
-Hola sabelotodo insufrible rata esponjada.-Diría alguien completamente estúpido.
-¡Mure!-Diría ella, y le partiría el trasero.
-¡Ha, ha, ha!-Reía de mi propia mente retorcida. De mi elocuencia que siempre se mostraba.
Pero… ¡bah!… ¿A quién intento engañar?... Después de tantos años, yo la amo aun… ¡Qué idiota soy! Pensé resentido.-Ella ya me a de haber olvidado…y a de haber olvidado la promesa…
¿Qué promesa? La que nos hicimos hacia siete años atrás… La de volver a vernos cada 7 años exactos. Pero yo digo que ni se a de acordar… En su perfección, debió de haber encontrado a alguien igual de perfecto que ella.
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta de cuando alguien entro a la puerta de alado. La curiosidad invadió mi mente, morbosa curiosidad, pensé mientras iba a la habitación haber quien había llegado. Solo era para ver a quien era, así que solo abrí un poco la puerta y… era ella…
Nuestra heroína perfecta.
La salvadora del mundo…
La perfección en carne y hueso…
Mi amada, mi sufrimiento, mi alivio, mi sueño, mi pesadilla, mi pensamiento, mi alegría, mi tristeza, mi sol, mi luna, mi estrella…Todo eso era ella para mi… Todo eso, había causado ella en mí.
La vi parada, con un vaporoso y hermoso vestido, ondulando a cada movimiento que daba. Seguía igual, o tal vez no.
Su pelo ahora estaba las largo, pero seguía igual de delgada. Se le veía más vivaz, más hermosa, más inteligente, más, pero siempre más. Ella nunca se quedaba atrás con nada. Ni con su belleza, ni con su alegría, o su maldito carácter.
Me quede viéndola unos segundos… Había venido… ¡Se había acordado!
-Viniste.-Dije al verla ahí parada, enfrente de la chimenea.-Pensé que no lo recordarías…
-¿Y por qué no?.-Preguntó mientras se acercaba hacia mí.-¿Creías que podrías liberarte tan fácil de mí?
-No, eso jamás, eres como una peste que no se puede sacar.-Dije sonriendo, sabiendo que la molestaría, como cuando éramos unos críos, ella la insoportable y yo el perfecto.-Pero lo decía porque éramos unos críos cuando hicimos la promesa.-Dije mientras le tomaba una mano, y le depositaba un suave beso en ellas, para luego guiarla hacia el sofá.
-Creía que sabias que era una mujer de palabra, o joven… como en ese entonces-Dijo mientras tomaba asiento y yo me paraba para servirle un coñac con miel y canela. Sabía que era la preferida de ella, y también el mío, cuando quería recordar el sabor a sus labios, el sabor de ella-Lo recordaste.-susurro impresionada, alagada, enternecida y entusiasmada de que yo recordara algo que tuviera que ver con ella.
-Si…Recuerdo que me asuste e impresione cuando te vi preparando eso. Era tan raro que se me antojo probarlo.-Dije sonriendo sinceramente…Cosa que no hacia muy a menudo, sino era con Ammy
-¿Y qué te había parecido?.-Preguntó sonriéndome a que le contestara.
-Que estabas loca, sabia a demonios…. Nunca logre quitarme su sabor de encima.-Deje mientras hacia mi mueca de asco (la de siempre), haciéndola reír. Y dejándome llevar, por aquella risa musical.-Y me imagino que aun te gusta, ¿Cierto?
-Cierto.-Contestó sonriéndome sinceramente, mientras acercaba con las copas en la mano.-Pero, te preparaste uno igual…-Dijo extrañada al darse cuenta del líquido que estaba en mi copa, era el mismo que le había dicho que odiaba.- ¿Por qué?.-Si, ¿Por qué?
No me había dado cuenta cuando lo había hecho, ¿Era ya tan adicto a esa bebida que me recordaba a ella, que no podía dejar de beberla? ¿Y qué se suponía que debía de decirle? ¿Una mentira? Me estaba estrujando el cerebro intentando saber que hacer, mientras jugaba con mi copa haciéndola girar y girar… Que entretenido era…
Pero lo sería mas, si me dijera que decir… No quiero mentirle, pues hacia 7 años que no la veía… ¿y mentirle en el momento del rencuentro?, no, seria una completa tontería…
Estaba incomodo el ambiente, tenso y alucinante. Me di cuenta de que ella bajo la cabeza y se mordio el labio…
Entonces me di cuenta de que ella estaba triste, confundida o contraída, y me sentí mal. Se suponía que ese era el momento que siempre había estado esperando, el poder verla, charlar, besarla, amarla, y no dejarla escapar… Pero creo, que era el momento de hablar, pero si lo hacia, no seria viéndola… porque si la veía, perdería el hilo que me decía que debía hacerlo.
-Porque…-Empezaba hablar, y fijo su vista en mí…Pero yo no levante la vista, no pensaba mirarla, que pena si ella no pensaba igual.-Porque es lo que me recuerda a ti…a tu sabor…a tus besos… a tus labios-Dije susurrando y con la mirada perdida ya en otro lugar que no fuera la copa.
-Y si yo, te dijera que cada vez que como una menta, te recuerdo… Recuerdo el sabor de tus labios…y que a veces mezclo menta y canela para imaginar el sabor de los besos dados, entre tu y yo… ¿Me creerías?-Dijo mientras con sus dulces, suaves y finos dedos se posaban en mi cara, para darme la vuelta y quedarme viéndola, me di cuenta de que quería que supiera que era verdad todo eso que me contaba.-Creerías que muchas de las cosas que hago ahora me recuerdan a ti…¿Me creerías?...-Preguntaba con los ojos llenos de lagrimas aun sin mostrar…Me sentó mal verla casi llorando, pero le creía, le creía con todo mi corazón… Y lo mejor, era que ella también hacía estupideces para recordarme, no era el único loco.
-Si, mi amor…Yo te creería…-Dije tocándole la mejilla con delicadeza, y mirándole con todo el amor que era capaz de demostrar.-Porque yo también e hecho lo imposible para no olvidarte jamás.
Le murmure palabras suaves y dulces, mientras que mis caricias eran como el toque de una mariposa. Mis manos iban y venían de recorrer su cuerpo, pero siempre eran toques y caricias suaves, y delicadas. Nunca trataría a una mujer con fuerza o brusquedad… Bueno… A ella ya le había tratado así… ¡Pero no fue mi culpa!
Empecé a perder el sentido… Con mis labios en su cuello, y mi mando recorriéndola para poder grabarme toda las curvas de su hermoso cuerpo.
Mi cuerpo pedía a gritos que le demostrara lo mucho que la extrañaba, lo mucho que aun le amaba. Pero de la nada ella agarro mi mano, que expertamente se dirigía a desabrocharle los botones de su blusa. Mis ojos estaban todos nublados de pasión. Una de mis manos yacía en un lugar pachoncito de su cuerpo. Y mi cabeza entre su hombro y su cuello. ¿Por qué me había parado? No importaba, me pare y me aleje un poco de ella… y me miro agradecida… ¡Nunca una mujer se había atrevido a pararme! Mis ojos aun tenían la pasión impregnada.
-¿Por qué paraste?.-Pregunté mirándola y dándome cuenta que ella también ardía en pasión, en una no consumada.-¿Te sientes insegura?
-No es eso…-Dijo mirándome tristemente.-Vine aquí por una misión. Y si hacemos esto, no la lograre. Y lo sabes perfectamente.-Comentó sin dejar de mirarme.
-Lo se…Lo siento.-Dije con cólera y rabia, enojado de cómo ella se comportaba.-Creía que habías venido porque me querías, me extrañabas, porque no podías vivir sin mi…Pero veo que me e equivocado. ¿Cierto? -Pregunté, mientras le miraba sus ojos, intentando de que viera la rabia, el rencor y dolor-Tu solo estas aquí por una estúpida promesa que nos hicimos de críos.
-Sabes que eso no es del todo cierto…En parte si vine por la promesa que hicimos, por la cual tú me esperabas. Y por otra, estoy aquí, para verte, saber que sigues vivo, que continuas con tu vida, que ya no eres una persona que solo odia en esta vida, sino que también ama. Sabíamos que lo nuestro no podía pasar, desde el momento en el que me aceptaron en la academia de aurores en el sur de Francia… sabíamos que no podía ser, porque podrían matarte o lastimarte, Draco.-Dijo por primera vez mencionando mi nombre, si, soy Draco Malfoy… y me enamore de una mujer que me dejo solo por estudios. .-Yo vine, para saber si tenias a alguien a tu lado, si compartías tu lecho con alguna amiga, novia, amante o esposa…Si tendrías hijos…de ojos grises y pelo amarillo…corriendo por la casa.-Empezó a divagar por sus pensamientos imaginándome esos hechos, y era tan doloroso que tuve que romper la imagen, pero creo que yo no era el único pensando en eso, pues también a ella le atravesó una mueca de dolor.-Como sea…ya sabes que preguntas responder, y tienes que contarme como has vivido estos 7 largos años.
-No fue gracias a ti.-Conteste en un murmullo de muy mal humor. Ya estaba excitado, y ella quería hablar, entonces, le diré que e hecho en mi vida.-Eh estado con cientos y cientos de mujeres a lo largo de los primeros tres años, para poder olvidarte…Me case, Hermione. Y si tengo una hija, llamada Mia…Pero mi esposa, Amelía Malfoy, murió en el parto… Y si sigo vivo, es por ella. Por Mia.-Dije mientras pensaba en Amelia, no había sido la esposa perfecta, pero era una mujer cariñosa y divina, juguetona y divertida. Estaba pensando en ella cuando una lágrima se cayo de mis ojos.
-¿La amabas, Draco? –Me preguntó con un hilo de voz.-¿La amaste como me amaste a mi? O ¿Fue más?-La respuesta era obvia, nunca la había logrado amar completamente, querer si, pero ¿amar? No, nunca logre hacerlo. Aunque Amelia siempre se esforzó por ser la esposa perfecta y ganarse todo mi corazón. Pero ella sabia que yo estaba colado por otro… Y aun así estuvo con migo… Me soporto, me mimo, me quiso y me ayudo. Esa mujer, nunca debió haber intentado demostrar que valía, porque yo ya lo sabía. Mire a Hermione, que había desviado su rostro del mío, y me di cuenta de que estaba llorando. Quien sabe en las tonterías que debía estar pensando en este momento.-¿Por qué no me esperaste?
-¡Qué te esperara! ¡Como te atreves a pedirme algo así, Granger!-Rugí saliendo de mis casillas, estaba furioso en ese momento, ¿Cómo se atrevía a decirme eso? Estaba como una cabra esa mujer, ya quisiera ser yo quien la olvidara, intente relajarme, y la volví a mirar tranquilamente, vi sus lagrimas que corrían por sus hermosas mejillas… ah… creo que me pase…y le conteste su escupida pregunta.-No sabia que volverías, tu misma lo dijiste…Tenía que vivir la vida, aunque tu ya no estuvieras en ella. Pensé que te habías olvidado de mí, porque nunca recibí ninguna carta de ti. Nada que demostrara que pensabas en mí, que me extrañabas, que me amabas. Pero era tonto pensar eso.-Dije mientras bajaba inconcientemente la mirada a la copa que aun tenia el liquido que me recordaba a ella… ¡Y ni siquiera le había podido besar esta vez! Pero mi inconciente siguió dándole una explicación a Hermione.-Pero no…Nunca pude amar a Amelía… ella se parecía a ti. En cuanto al físico, pero… Nunca la pude comparar con tigo, pues no había nada de ella que pudiese ser comparado. Me había casado con ella para olvidarte…Pero eso nunca sucedió…Pues me di cuenta de lo mucho que te amaba a ti.-Confesé en un murmullo apenas audible.
Acaba de confesar que aun la amaba… y ella… no en ningún momento me lo a dicho… ¿Será que me equivoqué? ¿Será que ella ya no me ama? O ¿Será que todo es un juego para ella? ¡No! Me dije a mi mismo, no debo de pensar en tonterías, si estamos aquí, si ella esta aquí, es porque aun siente algo por mi… ¿Cierto?
-Ah…-Suspire, ¿Dónde quedo el orgullo Malfoy? ¿Dónde esta todo lo que me enseñaron mis padres?
Pero…
De repente sentí que alguien acaba de tirarse me encima y voltee a ver que era. Y vi a Hermione abrazándome, no se por qué. ¿Sería por lo que le dije?, no me importo ya eso, y decidí también abrazarla, demostrarle todo el amor que sentía cuando estaba cerca de mí, demostrarle que el Draco Malfoy de antes, ya no existía.
-Tengo algo que contarte.-Susurró aun pegada a mi pecho y con su cara contra mi cuello.-Algo importante…Solo espero que no me odies…
-Yo jamás te podría odiar.-Le dije mientras le miraba directamente a los ojos, y colocaba el mechón caído en su oreja.-Nunca te odie cuando te fuiste… ¿Por qué e de odiarte ahora, que regresaste?
-Porque esto podría cambiar nuestras vidas…-Dijo mientras serraba fuertemente los ojos… Empecé a preocuparme de que me dijera que estaba casada, pues ella no me había contado aun como había sobrevivido y vivido estos últimos 7 años…-Y no solo las nuestras.-No creo estar preparado para lo que viene a continuación.-Si vine aquí, también fue por otra razón…Me fui cuando tenia 17 años, no solo por la academia…Sino porque además estaba embarazada…-¡Uff! No esta casada… esperen… ¡Estaba embarazada! ¿Cómo demonios sucedió?.-Un bebe tuyo…Un bebe que nació…Y vive con migo.-Tengo… tengo un hijo… y no es Mia… No… No… ¡NO!
Gritaba mentalmente, no podía ser, no, ella… yo… no… ¿Hijo? ¡No! Solo tuvimos una vez relaciones y ella se fue, no hay mucha probabilidad de que quede embarazada, o… ¿o si? Me di cuenta que aun estaba abrazada a ella, y me miro con sus ojos mieles, temiendo mi reacción. Que bien que tuviera miedo.
Estaba cabreado, enojado, furioso, y la mire con odio y resentimiento, porque, si fuese real lo que me acaba de decir, por su cobardía, no había conocido a mi hijo. ¡Me había perdido su jodida infancia! Busque algún indicio de que lo que decía fuera mentira, estudie su cara, perforándola con mis ojos. Pero… me di cuenta que no mentía. De repente, sus manos me quemaban la piel… y la solté como si fuera la misma plaga o el mismo Voltemort.
Aunque… para mí, ahora lo era. O era peor.
Vete, le dije sin darme cuenta, ya sin verle a los ojos. Porque sabia, que si lo hacia, perdería y la volvería abrazar, o la terminaría estrangulando por ocultarme tal verdad.
Se tenso al escucharme ordenarle tal cosa, pero me hizo caso y emprendió su marcha. Mis pies, inconcientemente fueron a abrirle la puerta, para que se marchara y no volviera… pero antes de irse, se giro hacia mi. Y me dijo…
-Si quieres venir a verlo…Seria un gran regalo para él.-Susurró mientras me dejaba una tarjeta en la mano y se iba…Tal vez, para siempre.
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Y aquí termina el capitulo. Espero RRs :)
bye besos :)
