Aclaratoria: los personajes pertenecen a E.L JAMES, la historia si es mía

UN BAILE ATERRADOR.

la velada en la mansión de la Sra. Delacroix estaba siendo un éxito. a pesar del viento helado que azotaba la mansión, los invitados habían llegado en sus coches de ultimo año.

no había venido por la bella y gentil anfitriona, la Sra. Delacroix lo sabia, sino para enterarme de las novedades. Se rumoreaba que vendría alguien importante pero nadie sabia quien era . Pero la Sra. Delacroix no podía perder la oportunidad de llamar la atención de todos en Seattle.

Aun así se podía bailar, comer y beber; la Sra. Delacroix era conocida por sus famosos banquetes. Todos venían por un propósito: ganar fama entre los mas ricos de todo Seattle

La música de los violines, el pianoforte, la trampa y la danza creaban una atmósfera de alegría. se conversaba sobre cosas que le interesaban a las familias de los lugares. se comentaba y criticaba, aunque se trataba de no ofender a nadie. el salón era grande habían cortinas sedosas y muy caras. Pero eso era lo que menos faltaba el dinero…

todos participaban menos yo claro..

todas eran muy bonitas voluptuosas y la verdad me apenaba mostrarme en publico simplemente me sentaba a observar silenciosamente. Solo venia a estas reuniones por mi amiga de piso Katherine Kavanagh ella quería ser periodista y tenia que conocer a toda la gente importante y rica. Según ella para darme a conocer.

— estas callada Anastasia — me dijo José.

— Lo se te pido que me disculpes, es que me duele un poco la cabeza — dije sonriendo

— Por que no me lo has dicho , no hubiéramos bailado, no moriré por eso Ana —me miro con calidez, preocupado y también se sonrojo.

— Te conozco — me burle —eres inquieto y tan seductor, que estoy segura que te aburrirías si no bailabas aunque sea una pieza.

— Y yo estoy seguro que si fuera tan seductor como dices, no hubieras bailado conmigo, a ninguna mujer le agradan los hombres así

— Que mal nos conocen — le dije sonriendo.

— Creo que te conozco bien, o eso debería ser , porque hemos crecido juntos — se burla – estarán en el festival de beneficencia el mes entrante?.

— No estoy segura Kate no me ha mencionado nada aun.

— Me aburriré si no vas…

— Hay José creo que deberías conocer a mas chicas te he dicho que no me interesas pero pareces no comprender — me enojaba que siempre quisiera insinuarse me, desde hace dos años a estado pidiendo me para ser novios, pero no es algo que me interese.

—Tendré paciencia como la que he venido teniendo estos dos últimos años — se levanto y me sonrío — te apetece otra copa de vino?

— Si por favor — agradecí, en estas velada lo que menos quería era hablar con los demás, y siempre que estas bebiendo, nadie se acerca eso es sinónimo de que estas con alguien, porque ¿ quien bebería en una fiesta sola?.

— Te esta molestando ora vez? — dijo acercándose Kate con su cámara.

— Si, sabes… a veces creo que nunca se cansará — dije pensativa.

— Eso acabaría, si te buscaras un novio — dijo sonriendo me — además estas en el lugar indicado, aquí hay muchos hombres ricos y apuestos, se a estado mencionando que vendrá alguien muy importante, que te parece flecharlo con tu corazón — se burlo Kate.

— Yo no necesito un hombre, y menos buscarlo, además no me hace falta, ya veré como sacudirme a José.

En ese momento se estaba acercando José con dos bebidas.

— OH, gracias José — dijo Kate tomando el vaso de su mano, que supuse era su bebida.

— No ay problema — dijo José dándome mi bebida — ya regreso.

— Gracias — l e sonreí — te falta mucho o ya nos podemos ir? Me matan estos zapatos.

— Ni loca nos vamos, nos quedaremos hasta que llegue el famoso soltero multimillonario, puedo tener un bueno reportaje para el periódico escolar.

— Un día te matare, Kate lo juro por el dolor que siento en mis pobres pies —ella solo sonríe tomo su cámara y se aleja para seguir tomando fotografías.

Pase la noche sentada bebiendo vino y hablando trivialidades con José. Se hicieron las once y media y nada del famoso millonario que todos hablaban.

— Kate, me marcho ya nos puedo mas, mejor nos vemos en el departamento si — le dije a Kate mientras ella tomaba unas fotos de una pareja sonriente que posaban alegremente.

— Espera me un momento que yo también estoy a punto de irme solo dame treinta minutos si? — me rogó con su carita de perro regañad

— Treinta minutos y ya — la advertí.

— Lo juro.

En ese momento la gente empezó amontonase en la entrada todos los fotógrafos que habían asistido empezaron a lanzar flash.

— por fin a llegado — dijo Kate mientras iba a la entrada a tomar fotos, la pareja que estaba posando hace un minuto, creo que se habían enfadados, pero no dijeron nada, solo se alejaron murmurando cosas que no pude distinguir.

Me fui a sentar a esperar que Kate terminara con sus fotos, moría por tirarme en mi cama, darme una ducha, mañana tendría que ir a trabajar y me sentía exhausta. Kate se acerco a mi sonriente.

— ya tengo suficientes, ahora solo quiero un baso de vino — dijo sentándose y tomando mi baso — ya nos vamos solo esperemos que la gente de la entrada se dispersen… a que no sabes quien era? — dijo asombrada — era Cristian Grey.

Quede un poco confundida Cristian Grey? Yo no se quien era.

— Ana no me digas que no sabes quien — dijo perpleja mi amiga — por dios Ana en que mundo vives…!?

— No se quien es — dije encogiendo me de hombros — quien es?

— El soltero mas bello y sexi de todos los EEUU y cabe mencionar que, ultramega millonario… — estaba emocionaba por las fotos que había conseguido yo solo quería irme a descansar.

Entre la multitud aparecieron hombre alto muy atractivo, atractivo en verdad, con un elegantísimo traje gris, camisa blanca y corbata negra, con un pelo rebelde de color cobrizo y brillantes ojos grises que me observan atentamente y note como ira en su mirada , ya te estas volviendo loca Ana me dice mi subconsciente. Necesito un momento para articular palabra.

— el quien es Kate? — pregunto observando lo atentamente.

— El es Cristian Grey ana — me responde sonriente — es mi imaginación o te esta observando a ti?

Y en realidad Kate tenia razón, me estaba mirando y no me gustaba para nada, su rostro era duro, me miraba con determinación. Demostraba poder y la voluntad implacable de una amenaza. Me estremecí, no podía apartar la mirada de el. El se volteo a tenderle le mano a la anfitriona eso me dio unos segundos para respirar.Ya estas paranoica Anastasia Rose Steele. Me reprocha mi subconsciente.

— claro que no me miraba a mi, simplemente miraba el salón — claro que no, eso no me lo creía ni yo misma, pero tenia miedo de ese hombre me transmitía mala vibra — vámonos mejor que ya es tarde y mañana tengo que trabajar.

— si, solo espera que acabe con este vino — dijo tomando n sorbo del vino.

Respire hondo y lentamente , nunca me dejaba dominado por la tensión, nada era igual desde que hace dos días mi prima Claire había aparecido en mi departamento pidiendo me que la ocultara porque temía por su vida. Lo curioso era que no me había contado nada mas. Desde ese día me he vuelto paranoica todo me asusta y siento que me siguen.

— esta bien, luego nos vamos.

— que crees que estén hablando — me pregunta distraía mientras menea el vino en su vaso.

— quien? Ellos — señalo con la vista hacia donde se encuentra Cristian Grey.

— no tu abuela — se burla — claro que el.

— no lo se, como voy a saberlo Kate si estoy aquí contigo me estaba ganando la tensión, ese hombre no dejaba de mirarme y ya me estaba poniendo nerviosa.

— que genio el tuyo hoy — se queja.

— lo siento, es que de verdad estoy cansada.

— pues vámonos mejor antes que me golpees — se burla con ironía.

Me río y nos levantamos de nuestros asientos. En ese momento siento a alguien parado detrás de mi me volteo y me encuentro con Cristian Grey con una falsa sonrisa en su rostro.

— Se retiran las señoritas — pregunto mirando me a los ojos.

— Si — respondió Kate viendo que yo no podía articular ningún tipo de respuesta.

— Antes de que se vallan me concederías el honor de esta pieza — me extendió su mano, pero yo no pude responderle, estaba perdida. Por que me pedía a mi un baile, siendo que habían mucha chicas muriendo por bailar con el?.

— Ana — me sacudió el brazo Kate — anda yo espero a que termines.

— no, no hace falta no me apetece bailar y como ya le dijo Kate, ya nos íbamos — tome mi cartera y eche andar pero un hombre se me apareció en frente impidiendo me el paso.

— sin embargo, insisto — me dedico una sonrisa forzada. Ese hombre me daba miedo. Había algo en su mirada que no me convencía.

— Anastasia diviértete un poco, un baile no te hará daño — me empujo Kate hacia el arrogante Cristian Grey. Ella siempre decía mi nombre completo cuando no estaba desacuerdo con algo que estaba haciendo.

— No tiene importancia—interrumpió el — si la señorita aquí presente esta atemorizada, no insistiré.

— en absoluto — dije indignada — yo no le tengo miedo a nadie — pero la verdad no estaba tan segura de eso.

— entonces — me estiro su mano elegantemente — bailemos — me sonrió.

Que otra alternativa tenia todos los presentes me miraban interesados. Con la cabeza erguida tome su mano y nos dirigimos al centro de la pista.

Su bailaba muy bien y con una elegancia incomparable, pero sin embargo ¿por qué yo?. Esto no me gustaba para nada.

Completamos una vuelta. Me sentía perturbada por sus ojos, que no dejaban de mirarme, nunca había estado tan pendiente de la mano de un hombre en mi cintura, del roce de sus piernas contra la mía o la mera presencia masculina.

— Anastasia — pronuncio mi nombre con voz profunda —te queda bien con la actitud que has adoptado esta noche, pero te conozco muy bien Claire — pronuncio el nombre de mi prima con ira y lentamente.

Me tense y lo mire directo a los ojos — ¿perdón?.

— ya he cumplido con las formalidades como correspondía. Pero no tengo intenciones de perder el tiempo con hechizos de encanto. Debo hablarte.

— me temo, Sr. Grey que estas en un error — dije con el ceño fruncido — yo no soy…

— ¿ has pensado que no te reconocería? — me interrumpió — nunca nos han presentado, es cierto, pero te he visto varias veces con mi hermano en reuniones y en casa de mis padres.

— creo que esta hablando de mi prima Claire. Dicen que nos parecemos mucho, pero le aseguro que soy Anastasia Steele.

Por que no me imagine que esto sucedería? Cuando herramos pequeñas todo el mundo creía que herramos mellizas, pero yo había dado por sentado que a medida creciéramos nos pareceríamos menos.

— la paciencia no es una de mis virtudes precisamente. No me importa como te llames. Quiero que me digas todo lo que sabes sobre la muerte de mi hermano menor Carlos y juro por su memoria que lo averiguare contigo o sin ti, y si pasa la segunda opción lo lamentaras mas aún.

La intensidad de su voz y las palabras que había utilizado, y como las pronunciaban me produjeron escalofrío. Al estoy segura de que no me creerá y ni si quiera me va a prestar atención.

— si su hermano ha muerto, lo siento, pero no tengo nada que ver con eso — dije segura y mirando lo a los ojos.

El vacilo un instante; su expresión se torno como el acero, y sus ojos se incendiaron de puro odio. Me tomo de la cintura con intensidad y fuerza. Me atrajo hacia el, mas de lo que indicaban los buenos modales, que era lo mas presente en estos eventos. Sus labios rozaron mi cien.

— ¿ tienes idea en el peligro que te encuentras? Yo no soy Carlos, todo decoro y lleno de amabilidad. Yo hago lo que me place, y muchos me condenarán por eso. Ten la plena seguridad de que te arrastraré y te humillare, si es necesario, hasta lograr mi propósito..

No pude respirar,trate de aparatar me de el, pero me sujetaba con fuerza. Lo mire con odio y el me sonrió.

Mire alrededor para ver si alguien estaba observando pero me di cuenta que en todo alrededor habían hombres de trajes negros bailando con chicas sonrientes y complacidas de que las hallan sacado a bailar. Menudas torpes.

Respire profundo, sentí que una llama se encendía en lo profundo de mi cuerpo.

— le he dicho que yo no se nada. ¡ el hecho que no me crea no le da derecho a insultarme y amenazarme! — grite bajito pero con intensidad, tenia miedo.

— no ha sido una amenazada, sino una promesa — me sonrío, como si estuviera hablando del tiempo.

Hay muchas cosas que mi prima me esta ocultando

— que no podrá cumplir aquí en público — tengo que razonar, por muy loco que parezca no se atrevería a perder su reputación.

— te equivocas — dijo suavemente., el estaba seguro de si mismo y de que podría controlar la situación. Había algo en su mirada que decía que era cierto. Me miraba con ironía.

Estaba respirando agitada sin darme cuenta. Mis mejillas se sonrojaron pero de la rabia que sentía.

— OK, ahora que hemos llegado a un entendimiento, quizás puedas explicarme como ha muerto mi hermano.

— no tengo nada que decir porque no se nada ¡! — perdí la clama —de que nunca he estado ahí, ni si quiera conozco a su hermano. No sabia que usted existía hasta que apareció esta noche.

— te han visto salir de la casa pasadas las dos de la mañana, algunas horas después que probablemente mi hermano fue asesinado en su cama. Entre las sabanas se encontraron cabellos castaños claros, como los tuyos. Y un camisón verde bordado que, según la ama de llaves, te pertenecía. Has estado ahí, no tengo la menor duda.

Saltee un paso y perdí el ritmo de la canción, perdí el equilibrio. El me sujetaba fuerte, me aprisiono contra su pecho varonil. Trate de librarme de el, como no pude, baje mi mirada para esconder mi perturbación.

— esto es un error — fue lo único que pude decir.

— claro que ha sido un error, el error fue el que cometió mi hermano cuando permitió que regresaras por una noche después que te había echado. Debo admitir que esta indecisión es mas entendible cuando se trata de relaciones tan intimas.

Su mensaje era muy claro. Claire había sido su amante. No quería creerlo, pero era demasiado obvio.

— te angustia que te halla desenmascarado, verdad?.

— si estoy angustiada — dije herida — es porque me has rebelado cosas sobre Claire que me hubiera gustado no saber.

Me era imposible leer su expresión, entre dientes dijo — de acuerdo, Anastasia, cooperaras o….

— por su puesto — acepte con valentía — ¿ quien puede haber deseado la muerte de su hermano? Entre nosotros dos Sr. Grey ¿ quien se hubiera beneficiado? ¿ quien hubiera ganado la riqueza, los honores, la buena posición?.

No podía creer lo que había acabado de decir, pero me domino la ira.

Pude ver que unos de sus hombres el que pude darme cuenta era el que siempre estaba mas cerca, me miraba sorprendido. El cambio que se produjo en los brazos del hombre que me sostenían era indescriptible, el miedo me paralizo.

— creo que seria mejor que conversáramos a solas, después de todo — dijo con tono sensual.

— seria en vano, aun cuando yo accediera, ¡ cosa que no haré!.

— los que se atreven no necesitan el consentimiento de ninguna mujer, y tu no eres la excepción.

Había adoptado una mirada burlona y le brillaban los ojos.

— no lo haría, no podría…

— ¿No?, haré cualquier cosa cariño, para encontrar al asesino de mi hermano, y así quedar libre de la acusación que me ha hecho mi padre y la que acabas de hacer tu con tanta sutileza.

La música se estaba apando. Ya no resistía mas y entonces el me sujeto con naturalidad. Había una cierta distancia entre nosotros pero yo sentía la tensión, era como una espada que el tenia en la mano. Vibraba en mi interior, temblaban mis dedos, no se que pasara cuando la música se detuviera completamente. Tampoco había forma de averiguarlo, tendría que esperar. Cuando sonó la ultima nota del Vals, trate de librarme de el y escapar.

— no puede ni debes dejarme así — me dijo suavemente.

— debo volver, Kate se extrañara si no lo hago, además ya me iba.

— que piense lo que quiera— dijo con actitud arrogante.

Kate se acerco saludo al Sr. Grey. Me miro a los ojos y noto algo en mi miraba ha de ser el auxilio! Que le pedía en silencio.

— ocurre algo — pregunto cortésmente.

— no, solo le decía al señor aquí presente que ya nos teníamos que ir

— si, solo le decía a su amiga, si me podía regalar una pieza mas— aun sostenía mi mano con fuerza, pero mi vestido impedía que Kate lo viera.

— OH, de verdad lo siento Sr. Grey, pero ya nos tenemos que marchar, para otra ocasión será — bendita seas Kate.

El no tuvo alternativa, su decisión fue instantánea. Me soltó y se separo.

Me sentí débil, como si hubiera librado una batalla. Trate de disimular una sonrisa forzada.

— que pena, pero le tomare la palabra señorita…— pregunto discretamente.

— dígame, Kate, solo Kate — Kate le extendió la mano.

— OK, mucho gusta Kate, Anastasia — saludo inclinando su cabeza —confío señorita Anastasia, que nos volveremos a ver.

Sus hombre se pusieron firmes y se retiraron de tras de el. Abandonaron la pista muy elegantemente y firmes. En el momento que salieron por la entrada exhalé todo el aire que había estado aguantando.

— que paso Ana? — me pregunto preocupada Kate — estas pálida.

No pude mas senti que me cai al suelo pero alguien me sujeto, despues de eso no supe mas, me había desmayado.