Misión
Me encontraba como todos los días preparando mi desayuno, para luego ir a trabajar. Mi vida era rutinaria, siempre lo mismo; de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, de vez en cuando alguna salida a visitar a mis padres o una salida nocturna con mis mejores amigos. Limpie algunas pelusas de mi uniforme y coloque mi pistola en el cinturón, agarre mi bolso y salí del departamento.
Camine hasta el estacionamiento encendí mi auto y me dirigí a mi trabajo.
Al llegar a la oficina acomode mis cosas y fui a hablar con el jefe quien había solicitado mi presencia de inmediato.
-Buenos días- salude al entrar. Ya allí se encontraban los gemelos Jasper y Rosalie Hale mis mejores amigos y por supuesto el jefe Garret.
-Buenos días- respondieron a coro.
-Bien- hablo Garret en tono autoritario- Ya que nada ha funcionado para atraparlos he ideado un plan.
-De que se trata- pregunto Jasper.
-La misión está asignada a ustedes tres- dijo señalándonos- Consiste en entrar a la familia Cullen no trabajando para ellos, sino de una manera en la que no tengan ni la más mínima sospecha.
-¿Qué quiere decir eso Garret?- le pregunté.
-Tomen- extendió un sobre.
Rosalie lo abrió. Estaba la foto de tres jóvenes. Dos chico y una chica.
-Ellos- dijo apuntando las fotos- Son los hijos de Carlisle el jefe de la organización. Emmet, Alice y Edward. Su misión es entrar en sus vidas, no me importa de que manera- dijo serio- Todo menos trabajando para ellos, ya cuando se ganen su confianza comenzaran a investigar. Todo lo que encuentren lo traerán y cuando tengamos las pruebas suficientes daremos el golpe final.
-¿Cuándo empezamos?- preguntó Rosalie.
-Hoy si es posible- dijo tomando unos sobres del cajón- Rosalie tu te encargas de Emmet Cullen, es el mayor de los tres, estudio ingeniería automotriz. En el sobre esta su foto y todo sobre él.
-OK- dijo Rosalie y frunció el ceño.
-Jasper- dijo Garret- Te encargas de Alice Cullen es la menor y es una loca obsesionada por las compras espero y hagas un buen trabajo.
-De eso no tengas dudas- dijo Jasper sonriendo. De los tres Jasper era el más calmado, siempre se encontraba en paz con el mundo.
-Y tú Bella- me extendió el sobre- Edward Cullen, es médico. Aunque tengo entendido que ayuda a su padre al igual que Emmet.
-Bien- dije.
-Espero realicen un buen trabajo- inquirió serio- No podrán venir a la oficina hasta que yo lo indique, de ahora en adelante tendrán una vida distinta.- señalo a Jasper- Jasper empezaras a estudiar Marketing en la universidad a donde va Alice ya estas matriculado empiezas el lunes, Rosalie lleva tu auto al taller de Emmet impresiónalo hablando de autos se que se te da bien eso, trabajaras en la tienda de modas de mi hermana ella sabe todo sobre la misión.- Rosalie asintió- Bella saca una consulta con Edward lleva un libro que impresione o lee haber cual es su favorito y entabla conversación con él, también entraras a la universidad para estudiar literatura- dijo serio- Lo demás tienen que inventarlo- inquirió caminando hacia la puerta.
-Espero un buen trabajo chicos- dicho esto salio de la oficina.
Hubo unos minutos de silencio. Hasta que Jasper decidió hablar.
-Esta es la misión más complicada de mi vida- dijo viendo la foto- No sé como are para engañar a esta chica.
-Yo tampoco- confesé- Saben muy bien que no se me da eso de mentir.
-Lo sé chicos- dijo Rosalie- Pero debemos hacerlo es nuestro trabajo.
Asentimos.
-Eso de la universidad será interesante- les dije- Siempre he querido estudiar literatura.
-Pues si- dijo Rosalie sonriendo- Yo siempre he soñado con trabajar en una tienda de una diseñadora.
- Hay que disfrutarlo mientras dure- dijo Jasper pensativo.
-¿Cuánto tiempo crees que tome esto Jasper?- preguntó Rosalie.
- Sé de algunos compañeros que a veces toma años- dijo perdido en sus pensamientos.
-Creo que será un gran reto- inquirió Rosalie.
-Sí- coincidí.
-No se dejen gobernar por sus sentimientos- dijo Jasper- Esa es la regla número uno.
-Trataremos- dijo Rosalie- Aunque dudo mucho que llegue a sentir algo por un asesino.
-Estoy de acuerdo- dije.
-Bien- dijo Jasper- Creo que estudiare a la chica.
-Voy a mi departamento- les dije- Hoy mismo sacare cita con el doctor Cullen.
-De acuerdo- dijo Rosalie- Mañana mismo llevare mi auto al taller.
-Nos hablamos- les dije.
-Espera- dijo Jasper.
-Dime- le dije.
-Suerte amiga- dijo y sonrío. Y como siempre me sentí tranquila.
-Igual- le dije- Gracias.
Tome el sobre y salí de la oficina, fui por mi bolso y deje el edificio.
Cuando llegue al departamento abrí el sobre y quede paralizada al ver la foto. Edward Cullen era el hombre más bello que había visto. Poseía unos hermosos ojos verdes que te hipnotizaban, sus facciones eran rectas y perfectas, sus labios delgados pero carnosos. Y ni que decir de su glorioso cuerpo de Dios griego.
Empecé a leer todo acerca de él. Parecía increíble que tuviéramos gustos tan parecidos. No parecía ser una mala persona. Las apariencias engañan como iba ser buena persona si venia de una familia de matones.
Sentí una punzada de un dolor inexplicable en mi pecho al saber que le mentiría, no sé que me sucedía pero tenia que dejar el remordimiento para después, primero tenia que hacer mi trabajo. Mi carrera era muy importante.
Hablé al hospital donde trabajaba para concretar una cita con él, iba ser un poco vergonzoso ya que no pude estudiar otra cosa que no fuera ginecología. Genial ahora me hará preguntas y no sabre que responder.
La secretaria me informó que iba a ser la última en su consulta y que llegará a eso de las tres de la tarde.
Prepare unos tacos para almorzar, y me metí a la ducha. Necesitaba relajar mis músculos antes de comenzar con esta farsa. Que no sabía ¿por qué? pero presentía que iba a cambiar mi vida.
Decidí ponerme unos jeans con una blusa morada y unos zapatos bajos negros. Para entrar en su vida no iba a fingir nada solo iba ser yo Isabella Swan, creo que en lo único que mentiría seria en que estudie, pues lo demás seria la realidad.
Llegue al hospital diez minutos para las tres. Una enfermera que se presento como Lucía me dijo que esperara, pues el doctor estaba atendiendo a una embarazada y luego seguía yo.
Mientras tanto me dedique a leer mi libro favorito Cumbres Borrascosas a ver si me relajaba antes de comenzar la misión.
-Ya puede pasar- anunció la enfermera.
-Gracias- le dije.
Las piernas me temblaban y las manos me sudaban. Iba a estar frente a frente con Edward Cullen, hijo del más grande de la mafia del país y quizá uno de los mejores del mundo.
Al abrir la puerta de su consultorio supe que mi vida iba a cambiar para siempre.
Edward Cullen sería mi perdición...
