Disclaimer: Los personajes de The Flash y Arrow no me pertenecen, ellos son de la Warner y DC.

N/A: Solo quería hacerles saber que aún me encuentro sin una computadora y que lo que publique a partir de ahora será a través de la aplicación del celular que no es muy buena, así que si ven algunas fallas sepan disculpar.

Capítulo Uno:

Como arruinar una cita: Interrumpidos.

Sonríe cuando lo ve llegar a la hora acordada, sin ni un minuto de retardo. Algo que anota en su mente sin darse cuenta, el gesto de verlo listo para su día y el empeño que seguro se autoimpuso para llegar a tiempo a pesar de no ser común en él. El restaurante italiano tiene mesas llenas pero no podía ser tachado de estar arrebatado, los murmullos suenan suaves sin llegar a ser molesto. Su pecho se hincha de orgullo al haber elegido correctamente.

- Hola, Barry -lo recibe cuando el menor se une a él en una mesa frente al ventanal, entregándole una margarita amarilla con cortesía coqueta.

El menor sonríe tímido, aceptando su regalo con cierta vergüenza adorable. Sus mejillas se tiñen de ligero rosa pero no parece importarle, pues guarda la pequeña flor en su mano, y se lanza hacia su cuerpo para abrazarlo. Su tacto es reconfortante y totalmente cálido, Oliver no duda en aceptarlo casi de inmediato, rodeando el otro cuerpo para devolverle la muestra de afecto. Su suave aroma le llena los sentidos y Oliver se embriaga con ellos. Puede que renegase con el velocista y su afán por abrazarlo, de tener contacto con su cuerpo, pero no se miente a sí mismo, ama sentir a Barry y si era con los brazos del menor estrujandolo mejor.

- No es justo -susurra Barry cuando se separan- Yo no te traje nada -se queja con remordimiento- Debí traerte algo...

Oliver suelta una suave risa por lo bajo, totalmente animado y de buen humor por su comentario. Barry infla las mejillas y entrecierra los ojos con cierta molestia, ello sólo lo hace ver más gracioso. El rubio niega intentando restarle importancia y se sienta en su silla, queriendo que Barry le imitara.

- No te hagas ideas raras, Allen... -le regaña- La próxima vez tu me traes algo y me hago el sorprendido ¿De acuerdo? -dice, y a pesar de que el comentario fue en burla para no darle verdadera importancia, Oliver no tiene corazón para decirlo en voz alta cuando Barry asiente con una sonrisa y ojos brillantes.

Oliver le devuelve la sonrisa tanto como puede, evitando que ésta se viera forzada o falsa pero la borra rápidamente cuando una camarera pelirroja en traje de invierno color blanco se acerca a ellos con un menú de almuerzos. Se los extiende de manera amable a los dos y se dirige solamente al alcalde de la ciudad para preguntar. Barry no puede evitar reírse por lo bajo ante la mirada nada agradable de su amigo -¿Amante? ¿Futura pareja?- Niega mentalmente para no pensar en eso, no ahora. No cuando estaba en su primera cita real con Oliver Queen, con aquel hombre que podía lograr acelerar su corazón con una sola mirada hacia su persona. Con aquel que cuidaba de los suyos bajo el manto de Green Arrow, el primer héroe real por el que Barry había perdido la cabeza y admirado como tal.

Ambos ordenan su comida, Barry pide el doble de su plato así como con su bebida y aderezos. La mujer solo lo observa extrañada pero no dice nada, solo toma los menú cuando terminan por elegir y se larga tan profesional como había llegado. Oliver no la culpa de sentir curiosidad respecto a la elección del menor ¿Cómo alguien tan delgado como Barry podía comer tanto?

- No debí pedir de más ¿Verdad? La gente siempre me mira raro -se avergüenza Barry una vez solos, bajando la mirada y jugando con la tela bordó del mantel.

Oliver gruñe en desacuerdo, ciertamente estando molesto. No quería que el chico se sintiera incomodo, no por algo tan estúpido como su comida.

- No les prestes atención, Barry -contesta Oliver- Y si alguien te molesta me dices y lo meto a la cárcel para que se pudra allí.

Barry ríe divertido ¡Como no hacerlo! El inesperado comentario del arquero le había caído en gracia, pero se detiene inmediatamente ante la seriedad de su mirada y lo tenso que estaba al sostener su tenedor. Sonríe y niega, Oliver era todo un caso.

- Gracias, Ollie... -agradece de verdad- Pero no vas a meter a nadie en la cárcel -sentencia con los brazos cruzados.

Oliver no le promete nada.

La platica luego de aquello transcurre con normalidad. Barry hablando fácilmente de cualquier tema y Oliver escuchando atento sin interrumpirlo. Se dicen lo que estuvieron haciendo cuando estuvieron separados en aquellos dos meses y las complicaciones por la que fueron sometidos -aka Damien y Zoom-. También hablan de cosas sin sentido y de los ánimos del menor por mudarse de su departamento a una casa en los suburbios. Oliver quiere decirle que si necesitaba de dinero, que no dudase en ir a él, que le ayudaría, pero se guarda el comentario y le cuenta a Barry sobre Thea y los avances pequeños que había tenido con Will.

Sus almuerzos llegan momentos después y el velocista le promete a su amigo llevarlo a un restaurante mexicano allí en Central City cerca del centro, donde el ambiente familiar era agradable y donde todo el mundo cantaba canciones en español que el chico se prometió aprender para la próxima vez que fuera. Oliver asiente para complacerlo, no es como si fuera que iría allí a cantar -Dios, no. Se negaba hacer de karaoke, aunque internamente disfrutase de la voz del menor- pero era partidario de probar cosas nuevas y la comida picante era su favorita.

Ambos se internan en un silencio cómodo y acogedor, Oliver le mira fijo y Barry se centra en su plato con las mejillas rojas. Se regalan pequeñas sonrisas cuando sus miradas -azul contra verde- chocan de vez en cuando y el velocista tiene el descaro de patearlo bajo la mesa cuando el arquero le guiña un ojo con coquetería. Ríen cómplices sin importarles las miradas de los demás y beben de sus bebidas para poder disimular sus sonrisas. El ambiente a su alrededor es tranquilo y ameno, tal y como lo habían querido para su cita.

Oliver deja sus cubiertos a un lado de su plato y se inclina solo un poco hacia Barry. Quiere pedirle que, una vez finalizado su almuerzo, fueran a su loft. Y no es como si Oliver quisiera insinuarse, no quiere que el chico lo malinterpretase -a no ser que Barry quisiera acostarse con él, entonces no había problema- sino que de verdad Oliver quería pasar más tiempo a su lado.

Pero antes de que pudiera siquiera decir algo, una mujer morena envuelta en un camperon negro se posa junto a ellos.

- Hola, Barry... -dice una sorprendida Iris West, aunque a oídos de Oliver sonó totalmente falso.

- ¿Iris? -pregunta Barry, y su mueca de sorpresa es totalmente cierta.

- ¿Que hacen aquí, chicos? -pregunta curiosa, sin irse.

Oliver rechina los dientes ¿Acaso era tonta? Pues no se debía ser muy inteligente para saber que estaban en algo íntimo, además, de ser solamente una salida inocente de amigos, era algo que solos los incluía a ellos. Pero no dice nada, muerde su lengua no queriendo que Barry se molestase con él por hablarle mal a su amiga.

No pasa demasiado para que a la conversación unánime de Iris se sumara otra voz feminina, Felicity Smoak se une a ellos con su cabello rubio suelto y altos tacones rojos a juego con su polar.

- ¿Había reunión y no me incluyeron? ¡Malvados! -dice bromeando.

- Claro que no, Feli -niega Iris y voltea para abrazarla- Espera que pediré que nos den una mesa más grande... -dice como si nada, como si no estuviera interrumpiendo en algo que no debía meter la nariz.

Felicity asiente feliz y se voltea a ambos hombres sin darles importancia, como si de verdad no notase que solo era una mesa de dos. Que solo había dos vasos y dos juegos de cubiertos. Como si no notase que tanto Oliver como Barry no estaban cómodos con ellas dos alrededor.

El hombre mayor voltea hacia el velocista de Central City, éste le devuelve la mirada. Ambos se notan deprimidos pero no hacen nada.

Barry no le dice a Iris que está en una cita con el arquero.

Oliver no echa a Felicity para hacerle saber que quiere intimidad con el menor.

Ambos se disculpan en silencio.

Su primera cita acababa de arruinarse.