Disclaimer: Los personajes de The Flash y Arrow no me pertenecen, ellos son de la Warner y DC.

N/A: Solo quería hacerles saber que aún me encuentro sin una computadora y que lo que publique a partir de ahora será a través de la aplicación del celular que no es muy buena, así que si ven algunas fallas sepan disculpar.

Capítulo Único: Veneno.

Oliver era como un veneno, poderoso y mortal. Barry a podido ver cada faceta en él para descubrir una nueva a la mañana siguiente.

El mayor le toma en brazos y lo acuna contra su pequeña cama, allí en su habitación de Central City. Lo besa con ansias y pasión desenfrenada, le roba cada gota de aire en sus pulmones y lo eleva al cielo sin ningún problema. Barry ya no lucha por separarlo de su cuerpo, ya no pelea contra las voces de su mente -extrañamente parecidas a las de Joe- que le advierten cual malo era entregarse de esa manera a Green Arrow, a Oliver Queen. No era la primera vez que tenían sexo, tampoco iba a ser la última y ambos lo saben.

Oliver acaricia y mima su cuerpo como si tuvieran todo el tiempo del mundo, lame y muerde la sensible piel de su cuello como si de miel se tratara. Su tibio aliento eriza cada vello de su cuerpo y Barry le regala un gemido de agradecimiento cuando sus manos se acercan a su sexo para darle un poco de alivio. El nombre de Oliver baila al son de una canción inexistente en la habitación del velocista.

Oliver se alza haciéndose lugar entre sus largas piernas y le regala una sonrisa que Barry no sabría calificar, cierra los ojos extasiado y deja escapar un suspiro. El veneno recorre sus venas y el otro hombre se encarga de que se quede allí en su interior, toca su cuerpo como si fuera de su propiedad, manchandolo con su esencia. Barry estira sus brazos hacia él por un abrazo y Oliver sonríe enternecido, no era la primera vez que el mayor le cumplía el pequeño capricho de abrazarle durante el acto. Ambos no saben cuando aquello, los abrazos y las muestras de afecto, empezaron a ser prioridad a la hora del sexo.

Barry no quiere ilusionarse, no quiere que Oliver le rompa el corazón si es que se decida a por Felicity luego de haberle entregado todo su ser.

Oliver le hace suyo nuevamente, lo envenena hasta que Barry no puede pensar en nada más, en nadie más. Se besan durante el acto, una muestra que no se habían permitido al principio de su extraño arreglo de compartir cama. Ahora les he imposible no besarse, ya fuera que estuvieran desnudos o no.

Ambos culminan suspirando el nombre del otro como si fuera un mantra, sudorosos y con sus manos unidas. Dedos entrelazados recostados sobre una mullida almohada blanca.

Oliver sale de su interior con cuidado, como si no hubiese arremetido con violencia cada embestida. Besa su sien de manera casta y obliga a Barry a ser la cuchara pequeña, atrapandolo con sus brazos por la cintura en un abrazo lleno de sudor y con aroma a sexo.

Barry suspira con cansancio y se permite dormitar un poco, disfrutándolo. Oliver resopla y su cuerpo entero se relaja con la idea de pasar la noche en el departamento del menor.

El chico sonríe y posa su mano sobre la de su amante.

Sonríe, porque a la mañana siguiente Oliver seguiría allí a su lado, listo para disfrutar un desayuno juntos.