CAPÍTULO 1

Notas previas: Hola! Muchas gracias por pasarte por esta hermosa historia inspirada por el autor original Feng Nong y que usé para poner a mi pareja favorita como protagonista. Cabe señalar que los personajes de CCS pertenecen a CLAMP. Esta es una historia escrita por una fan para otras fans. ¡Disfruten!


Julio, Reino de Kanon*

El sol era abrasador. Hacía mucho calor y la gente que pasaba por la ruta buscaba un pedazo de sombra para descansar unos momentos antes de proseguir por su camino. Cuatro o cinco personas encontraron refugio para el techo de un restaurante de té. Un hombre se les unió.

-Una taza de té, por favor-. Alcanzó su bolsa y sacó con cuidado algo de dinero y lo dejó sobre la mesa.

-Aquí tiene, una taza de té para que se refresque-. El anciano trajo el té y le sonrió-. Es un caluroso día, ¿a dónde se dirige?

-Sí, este endemoniado día es, en efecto, suficientemente caluroso como para tostar a alguien hasta la muerte-. Tras unos pocos sorbos, parecía más contento y dijo-: Estoy transportando algunos bienes. En estos años es difícil tener suficiente para comer por el incidente de Dong Lin. Afortunadamente, el hijo del duque de Mangetsu* está repeliendo a ese Li-algo. Pero, sigo sin saber cuándo puedo volver.

-¡Sí, el señorito de la casa de Mangetsu es increíble!

-Sé de quién están hablando. Es el hermano del gobernador de Dong Lin. Es fuerte también.

El cliente rió.

-La fuerza no es importante. Cuando se encontró con el señorito, le hizo volver a casa, ¿no?- Vació el resto de su taza y dejó algo más de dinero sobre la mesa-. ¡Otra taza, por favor!

Al oír eso, el anciano dueño sonrió y asintió.

-He oído que es un guerrero de Kanon muy orgulloso. Nunca ha perdido ninguna batalla.

De repente, interrumpió una voz.

-¿Todavía están hablando del señorito de Mangetsu? Ya ha sido derrotado.

Esto les golpeó como un rayo. Miraron fijamente al recién llegado aturdidos.

El vendedor de té rompió el silencio.

-¿Qué estás diciendo? El señorito de la casa de Mangetsu…

-¿No lo saben?- El recién llegado se sentó y empezó a abanicarse-. Acabo de llegar de la ciudad. Aparentemente ha escapado. En estos momentos, el nuevo gobernador ya ha ordenado que los seguidores de la casa Mangetsu deben de ser capturados. Al parecer la recompensa es bastante buena.

-¿Pero no acababa de volver como un héroe?

-Eres estúpido. Cuando volvió, intentó asesinar al gobernador. ¿Sabes lo peligroso que es ese hombre?- Para entonces ya había captado la atención de los demás clientes.

-Debe de haber alguna clase de error.-aventuró alguien.

-No lo escuchen-discutieron otros-. No me creo que el señorito de Mangetsu fuera a romper ninguna ley. Es uno de los oficiales más leales de Kanon. No rompería la ley.

El cliente vio el descontento.

-Buena, ha traicionado la confianza del principal gobernador y realmente intentó asesinarlo.

-Pero…

Estalló la discusión. De repente, escucharon un caballo. Había llegado un carruaje. El conductor era un hombre de con enormes músculos. Lanzó algo de dinero y gritó:

-¡Ey, viejo! ¡Dame algo de té!

-¡Enseguida!

-¡Este día es demasiado caluroso!

-Es verdad, es verdad. No dude en refrescarse aquí. Estábamos discutiendo acerca del señorito de la casa de Mangetsu.

-Tsk. Sólo estoy interesado en el negocio, no en un asqueroso de la realeza o política-. Se bebió de un trago el resto de su taza y sacó una enorme bolsa de agua-. Llena esto, que tengo que irme ahora.

El anciano vendedor llenó apresuradamente la bolsa de agua y se la devolvió. El hombre agarró la bolsa, bebió un poco más y después se alejó con el carruaje.

Dentro del carruaje de caballos, Sakura finalmente abrió un ojo.

Era un día húmedo y el sudor goteaba por su cara. Le llevó un rato que sus ojos se ajustaran a la luz. Se levantó. Su espalda estaba un poco dolorida.

¿Dónde estoy? Sakura miró alrededor, intentando despertarse. De repente, recordó una escena llena de fuego.

-Sakura, espera fuera de la ciudad. Vamos a entrar para salvar a padre.

-Entonces… Maestro, nos encontraremos de nuevo en el acantilado.

Había recordado la promesa y había ido al acantilado. Pero justo entonces, se había desmayado…

-¿Estás despierta?-la puerta se abrió y un hombre le echó un vistazo-, Deberías de haber abierto los ojos hace siglos. El jefe pensaba que te había matado.

¿Tráfico de personas?

Sakura les estudió con cautela.

Cuando me necesita el Maestro, me capturan unos traficantes de personas. Qué mala suerte. Sakura siempre había vivido en los cuarteles de la casa de Mangetsu y había sido capturada por traficantes de personas en el momento en el que los abandonó.

-Bien, voy a preguntarte una cosa-el hombre se sentó dentro del carruaje y miró fijamente a Sakura-. Si no me dices la verdad, te echo a los lobos.

Sakura casi se echó a reír con esto. ¿Por qué debería de estar asustada? Se había enfrentado a muchas dificultades dentro de los cuarteles de Mangetsu, y aunque todavía era bastante joven, había estado en situaciones peores.

En su lugar, le respondió con una pregunta:

-¿Me han capturado en la ciudad?

El hombre pareció sorprenderse y se rió entre dientes:

-Sí.

-¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?

-Dos días y medio-. Sakura se puso pálida.

Si he estado dormida durante los dos últimos días, ¿no significaría eso que el Maestro había estado esperando en el acantilado? Escogió sus palabras cuidadosamente.

-¿A dónde me están llevando?

-A…-el hombre se detuvo abruptamente-. ¿Eh? Sabes que yo soy el que hace las preguntas, ¿no?-hizo una pausa antes de seguir-. ¿De qué familia eres esposa fugitiva?

¿Huh? ¿Esposa fugitiva?

Sakura bajó la cabeza y se estudió a sí misma.

Aunque era una doncella, su Señor siempre le había tenido estimado y había cuidado de ella como una dama. Sus ropas parecían caras, así que el traficante había pensado naturalmente que había huido de su marido.

No era de extrañar que el hombre la hubiera dejado dormir durante tanto tiempo- probablemente había visto algún valor en ella.

Sakura sacudió su cabeza y se rió.

-Sólo soy una doncella, no una esposa fugitiva.

-Tsk, ¿desde cuándo tienen las doncellas buenas ropas?

Sakura le dio vueltas a qué debía decir. No quiero que sepa quién soy. Así que, en su lugar, puso los ojos en blanco y dijo:

-Robé algunas prendas de mi Señora porque quería estar guapa-. Había muchas mujeres así en Kanon de todas formas.

El hombre reaccionó a esto inmediatamente.

-¡Jefe! ¡Venga aquí!

-Voy-. Otro carruaje se había parado junto a ellos.

Poco después, un hombre rollizo echó un vistazo al interior.

-Masaru, ¿qué es lo pasa?

Así que su nombre era Masaru.

-¡Te voy a arrancar la cabeza! ¿No decías que esta chica podría ser una esposa fugitiva y valer mucho?

-¿Cuánto?-Masaru miró fijamente a Sakura-. Tan sólo es una doncella. Tsk, ¡y ha dormido durante dos días!

El Jefe se rascó la cabeza y estudió a Sakura con atención. Entonces se rió.

-Masaru-kun, no te enfades. Lo hecho, hecho está. Probablemente tenga algún valor de todos modos.

-Oh, ¿así que puedes vender basura?-rió el hombre, señalando con un dedo acusador la nariz de Sakura.

Cierto, Sakura nunca se había considerado una belleza. Incluso en la prefectura de Mangetsu su aspecto había sido bastante normal, probablemente incluso por debajo de lo normal. Uno podría decir que era – arreglada-.

Pero todos en la prefectura de Mangetsu sabían lo importante que era ella.

Sin embargo, cuando el desconocido la señaló con el dedo y declaró que no tenía valor alguno, no pudo evitar poner los ojos en blanco.

Masaru tosió dos veces y fingió estar deprimido.

-Da igual, al menos con sus ojos color jade debería de aumentarle el precio a unas cuarenta monedas. Estas zorras fantasiosas de verdad me dan falsas esperanzas; hasta la he dejado dormir en mi carruaje durante dos días enteros. Maldición, llévatela al otro carruaje.

En el momento en el que entró, el temor inundo sus sentidos y Sakura se dio cuenta de por qué Masaru estaba tan enfadado.

Comparado con el primer carruaje, este era viejo y polvoriento, demasiado caluroso. Dentro del segundo carruaje, había otras siete chicas como Sakura, sus manos estaban además estaban atadas a la espalda, amordazadas, el miedo se mostraba en sus ojos. Todos los ojos estaban posados sobre Sakura, al ser ella la nueva incorporación.

-¡Muévanse! Aquí viene otra-el jefe empujó a Sakura con fuerza e inesperadamente comezó a desenmordazar a las chicas-. En estos momentos estamos en un área deshabitada, así que dejaré que hablen un poco. Algunas de ustedes están destinadas a morir con este calor, de todos modos. Sean buenas y estén quietecitas, ¡¿nos entendemos?!-Se fue, probablemente para conducir el carruaje o algo.

Sakura forcejeó para sentarse.

-Cof…cof…cof…- El carruaje estaba temblando de tal manera que no podía evitar toser. De repente, la ansiedad empezó a extenderse dentro de ella.

¿Eh? ¿El Maestro me llevó al doctor la última vez… ¿todavía no me he recuperado? Sakura sacudió la cabeza, cerró los ojos y apoyó su cabeza contra la pared del carruaje. Aunque se sentía mejor, todavía no podía dejar de toser.

El príncipe, no, ahora era el nuevo rey. Odiaba la Prefectura de Mangetsu día y noche. Recientemente, el Maestro estaba teniendo mucho éxito y popularidad. Así que conspiró para acabar con su Maestro por sus celos. Afortunadamente, el Maestro había sido bien entrenado, así que el daño no había sido muy grande.

El Maestro debía de estar bien escondido en esos momentos.

No sé dónde se esconderán. Pero eso no importa, lo mejor sería si escaparan hacia algún sitio que nadie pueda adivinar. Nadie será nunca capaz de atraparles.

De repente, estallaron sonidos: la mayoría de las chicas estaban llorando por su desgracia. Sakura abrió un ojo y las miró fijamente.

Sip, son todas muy guapas. Debo de ser la más fea de aquí, ¿no?

Los traficantes de personas siempre iban a por chicas guapas. Cuantas más guapas fueran, más valor tendrían. Sakura pensó en Masaru: había estimado que ella valía cuarenta monedas, y se rió entre dientes. El dinero con el que su maestro le había recompensado era definitivamente suficiente como para hacerle perder el conocimiento.

Si Masaru hubiera sabido quién era ella, estaría francamente sorprendido.

-Um… - una chica al lado de Sakura le tocó el hombro-, ¿a ti también te han capturado?

Era muy linda, no era de extrañar que los traficantes estuvieran interesados en ella. Asintió:

-Sí.

-¿No estás asustada?

-No.

La pequeña chica la miró con sorpresa.

-¿No estás asustada?

Sakura vio que probablemente iba a decir algo más, así que empezó ella primero.

-¿Cómo te llamas?

-Mi nombre es… Akemi. ¿Cuál es el tuyo?

-Soy Hana-. Mintió automáticamente sobre su nombre. Definitivamente no iba a usar su nombre – Kinomoto Sakura-, pero tampoco servía el no tener ningún nombre.

-Bien, entonces…

-¿Sabes dónde estamos?-La interrumpió de nuevo, aprovechándose de su situación. No estaba asustada, sólo un poco emocionada. Era como acompañar a su Señor, ofreciendo sugerencias y consejos.

-De acuerdo con el hombre gordo y el hombre maleducado, deberíamos de ver vendidas en Dong Lin.

¿En el país enemigo? Las cejas de Sakura se arrugaron más aún.

La última batalla del Maestro fue contra las tropas de Dong Lin. Sakura había convencido al enemigo para que fuera a las montañas y tras una ardua batalla donde el enemigo había mordido el anzuelo, habían ganado. En aquel entonces, el Señor había dicho:

-Ahora todo el ejército sabe que tenemos una mujer como asesora de guerra. Cuando volvamos, haré que Padre te recompense. ¿Qué te gustaría esta vez?

Si era reconocida en Dong Lin, eso sería…

Parece que usar el carruaje de los traficantes de personas para escapar de la ira del rey es imposible. Tendré que encontrar el momento adecuado para abandonar este carruaje y buscar al Señor.

El carruaje brincó. Debido a la impresión, Sakura sintió que la energía la abandonaba y comenzó a toser de nuevo.

-Cof, cof…

-Ey…-Akemi la miró con compasión.

-Estoy bien-. Al fin habían parado, pero había dejado un nauseabundo sabor como a sangre en su boca.

Sakura de repente se quedó helada, ¿acababa de toser sangre? Lo primero era lo primero, ¿cómo podía escapar? No era débil, pero su enfermedad estaba lentamente pudiendo con ella. No se lo había dicho a su Maestro en el campo de batalla porque no quería preocuparle. Sus pensamientos seguían siendo un caos, no era de extrañar que su enfermedad hubiera ido a peor. Sakura levantó la vista y suspiró.

―Bueno, a Dong Lin entonces―. Había decidido ir a Dong Lin.

La prefectura de Mangetsu comandaba a unas mil personas en Kanon. El enemigo probablemente tendría unas fuerzas similares.

Unos cuantos días después, el carruaje llegó a Dong Lin.

Pero los traficantes no eran tan estúpidos como para vender a las chicas en un pueblo pobre, en las afueras de Dong Lin, así que continuaron viajando unos días más. Cuando llegaron a un pueblo llamado Moen, obligaron a salir del carruaje a las chicas, las lavaron y les dieron ropas limpias que ponerse.

Ese tipo de negocio no era raro, y los traficantes llevaron a las chicas a la plataforma central de la ciudad. Cada una de ellas fue empujada al escenario, una por una, y subastada.

Sakura era la menos popular y estaba hacia el final de la cola. La ropa que había llevado originalmente se la habían dado a Akemi y había sido vendida por un alto precio.

-¡Bellezas de Kanon ¡Ah, las hermosas mujeres de Kanon!

Sakura pensó en cómo ella era la chica más estimada de Kanon, Prefectura de Mangetsu, y en cómo iba a ser vendida ahora. Sacudió la cabeza y se rió amargamente. No era de extrañar que la gente siempre estuviera hablando de cómo la vida cambia tan rápido.

Se detuvo en el escenario y estudió a las chicas, la mayoría de ellas ahora vendidas. El que había comprado a Akemi era un pintor y parecía muy amable, muy rico. Akemi estaba siendo bastante ruidosa, gritando:

-¡Ey, ey! ―mientras agarraba la mano de Sakura.

Pero Sakura sabía que sólo una chica guapa como Akemi sería vendida en una buena familia. Si ella no hubiera sido salvada por su Señor, habría muerto en las calles.

―Ve, no tengas miedo ―Sakura la palmeó, siguiéndola con la mirada mientras se alejaba. Ella era la última. Las chicas feas nunca conseguirían una buena familia.

Los traficantes de personas al final la vendieron como una doncella destinada a hacer tareas domésticas, por cuarenta monedas. Cuarenta monedas, ¿eh? El Señor se habría muerto de risa ahora. Fue llevada frente a una enorme casa.

―Esta es la entrada principal, ¿entendido? Las doncellas de tareas domésticas deberían de usar la puerta lateral, sin embargo―. El ama de llaves señaló un signo por encima de sus cabezas.

Pingting levantó la vista y leyó:

―Prefectura de Hua.

Afortunadamente, no era la Prefectura de Zhejiang*, o habría intentado escapar.

Li Xiaolang, el famoso hermano pequeño del rey de Dong Lin, era también el mejor oficial del ejército… también fue el comandante de la última batalla en la que ella había participado con su Maestro.

―Sí, no está mal, al menos sabes leer―. El ama de llaves asintió mientras llevaba a Sakura a la llamada puerta lateral.― A partir de ahora, esta es tu nueva casa. La hija de nuestro señor es muy amable, así que si haces tu trabajo apropiadamente, nadie te molestará.

Y así sin más, la Prefectura de Hua se ganó a otra chica.

El principal papel de Sakura era el de lavar la ropa. No se lo podía creer, ya que nunca había imaginado ponerse a lavar ropa.

En la Prefectura de Mangetsu, aunque su rango era el de una doncella, era como si fuera la hermana pequeña de su señor. Nunca había hecho nada más aparte de llevar té o acompañar a su señor mientras pintaba o tocaba el qin*. En cuanto a su ropa, siempre se la había dado a las otras doncellas para que la lavaran.

―Por fin he acabado ―Cogió la ropa limpia, que había lavado con mucha dificultad, y la puso a secar. Sakura murmuró―: Caray, Sakura, ¿cuándo habías pensado en una vida tan fácil? ¿No es esto típico de una doncella? ¡Qué decepcionante! ―sonrió mostrando una encantadora sonrisa.

Su resplandor inundaba su entorno, aunque su aspecto era algo sencillo, tenía un aire grácil. Si Masaru la hubiera visto de aquella manera, nunca la habría vendido por unos simples cuarenta monedas.

La gente de la Prefectura de Hua era amable con sus empleados. El ama de llaves se dio cuenta de que Sakura tosía mucho y hasta le compró algunas medicinas. Aunque no funcionó exactamente, sí que se sintió mejor después de tomárselas.

Sakura esperaba en secreto a que se recuperara, pero pronto un pequeño incidente arruinaría todos sus planes de huida.

Continuará…

Notas

*Kanon: Significa literalmenteLa flor del sonido
*Mangetsu: Significa Luna Llena
*Zhejiang: Es una prefectura que existe en China.

Espero que les haya gustado y agradecería sus comentarios a través de sus reviews. Bye :)