Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Marathon Media que a su vez los tomó de un comic italiano.


Llevaba más de treinta minutos caminando de un lado a otro a través de la casa, subiendo y bajando las escaleras, demasiado ansiosa como para poder ocupar su mente en cualquier otra actividad que no fuese pensar en todas las posibles razones por las que aún no recibía señal alguna del chico que había hecho de su vida un sueño durante esas últimas semanas.

Habían quedado de juntarse aquel viernes por la noche para ir al cine, ella debía esperarlo en casa y aunque jugar a ser una princesa no era su estilo la idea de esperar a que su encantador novio apareciera ante la puerta de su casa con un ramo de flores le generaba una ternura vergonzosa. Tanta dulzura le hubiese parecido ridícula en circunstancias normales, pero con Martin todo tenía un encanto inesperadamente romántico y en el fondo no podía negar que lo disfrutaba.

Todo hasta ese viernes por la noche.

Al principio pensó que se trataba de un retraso normal, esos típicos quince minutos de cortesía usados como justificación para la impuntualidad, pero esos quince minutos ya se habían convertido en hora y media y cada segundo que pasaba no hacía más que aumentar sus temores.

21:30… ¿Sería demasiado exagerado llamarlo?

22:00... No, absolutamente correspondía llamarlo a esta altura.

Después de todo no podía ser posible que la hubiese dejado plantada, no Martin, no ese chico que parecía cuidar cada detalle como si sintiese pánico de arruinarlo todo, ese Martin jamás cometería un error así de grande.

Algo malo debió ocurrir, necesitaba llamarlo y saber lo que estaba sucediendo.

Tomó su celular y buscó entre los contactos el número de su novio con un leve temblor en las manos ¿Y si había tenido un accidente? ¿Qué tal si algo le había pasado y mientras ella actuaba como una novia celópata él yacía muerto al lado del camino? Quizás ella era en realidad la que debía sentir vergüenza por ser una novia egoísta y desconsiderada.

Marcando… marcando… marcando… buzón de voz.

Volvió a intentarlo una y otra vez pero el resultado seguía siendo el mismo ¿Y si realmente había pasado algo malo? La molestia se transformó en miedo y sin saber qué hacer comenzó a pensar incluso en salir corriendo a buscar a Martin por toda la ciudad, imaginando todos los posibles accidentes que podría haber experimentado en el camino desde Torrington hasta su casa.

Debía conservar la calma, precipitarse era una mala idea y generar alarma innecesaria en la ciudad podría terminar convirtiendo su cita fallida en la comidilla de la academia, y aunque no le importaba particularmente la opinión que un montón de niños ricos pudiesen tener sobre ella tampoco quería prestarse para sus juegos desagradables.

Pensó en la alternativa más conveniente dada la situación: Llamar a Diana. Tenía su número de teléfono y si había alguien que debía saber qué había sido de Martin era ella, eran dos hermanos sumamente unidos después de todo y si efectivamente la razón de su ausencia era algo de lo que preocuparse Diana podría confirmarlo.

Sin embargo la idea le desagradaba, sabía que la relación entre Diana y ella no era buena y desde el primer momento en que mostró interés por Martin pudo notar como su actitud se había vuelto especialmente tensa, ni hablar cuando comenzaron a salir. El desagrado inicial de Diana se convirtió en una agresividad enorme contra su persona que no hacía más que empeorar cada día, haciéndola incluso pensar que la hermana de Martin la odiaba a niveles exagerados.

- Yo creo que está celosa de ti, le quitaste a su hermano después de todo y ya sabes lo que se comenta acerca de esos dos.- Fue lo que una de sus amigas le había dicho al respecto, pero era ridículo pensar algo así.

O al menos eso era lo que intentaba forzarse a pensar, pues en el fondo no descartaba la posibilidad de que las rabietas de Diana fuesen por celos relacionados más a Martin que al sólo hecho de ser la hermana sin pareja del dúo, el chico era guapísimo después de todo y aunque se tratasen como hermanos no podía negar la realidad.

- Oh vamos, no digas tonterías, Martin es su hermanastro.

- Precisamente por eso, esos dos no son verdaderamente hermanos, no comparten ningún vínculo consanguíneo así que no sería tan raro que tuviesen una relación secreta o algo ¿Nunca has oído los rumores?

Y claro que los había oído, desde el momento en que declaró estar saliendo con Martin habían comenzado a bombardearla con miradas incómodas y comentarios desagradables respecto al mar de rumores circulantes.

- ¿Martin Mystery, el hermano de Diana Lombard? Vaya, buena suerte soportando su ira, nadie se puede acercar a su "hermano" sin ganarse su odio- Dijo la chica haciendo especial hincapié en las comillas alrededor de la palabra hermano realizando el gesto correspondiente con los dedos.

- Oh vamos, no pueden estar hablando en serio, deben ser sólo rumores absurdos.-

- ¿Por qué crees que ninguna chica se ha acercado a Martin? Ciertamente es bastante inmaduro y puede llegar a ser un idiota pero es guapo y tiene buen cuerpo, por supuesto que con su irritante actitud de casanova repele a muchas pero no a todas, y he oído que Diana se ha encargado de alejar a aquellas que han pensado en intentarlo, así que prepárate para aguantar su ira Caitlin.

Y habían tenido razón, el trato entre ambas había sido un desastre y sin importar cuanto intentase congraciarse con ella Diana seguía tratando a Caitlin como una molestia.

- ¡Tú no tienes ningún derecho a llamarme Di, especialmente después de haber convertido mi cuarto en tu chiquero personal!- Ese comentario le había caído como una espada sobre la cabeza. Sabía que la idea de Martin de apoderarse del cuarto de Diana para usar el televisor era mala pero esa frase estaba cargada de un desprecio mucho más grande que el debido, como si hubiese aprovechado la excusa para escupirle en la cara todo el odio que sentía contra ella.

Pero lo más raro de todo era lo que había ocurrido unos días después en el pasillo de la academia cuando finalmente había decidido armarse de valor para pedirle disculpas por lo de su cuarto. Su actitud había cambiado por completo y le respondió con una amabilidad totalmente inesperada gracias a lo de su admirador secreto.

- ¿Admirador secreto?- Dijo para sí misma mientras un escalofrío recorría su cuerpo.

No, no era posible, tenía que estar imaginando cosas, algo como eso era demasiado cruel para ser verdad y Martin no sería capaz de algo así ¿verdad?

- De todas formas si efectivamente hubiese algo entre esos dos no quisiera estar en el lugar de Diana, debe ser doloroso para ella ver a Martin persiguiendo a todas las chicas de Torrington.- Las frases oídas en la academia resonaban una tras otra en los recuerdos de Caitlin y alimentaban con ello su fructífera imaginación.

- Quizás Martin sólo busca un reemplazo para su hermana, y debe darse prisa antes de que Diana consiga novio y lo deje solo, si ella se va no tendría quién le hiciera compañía salvo el cocinero de la cafetería ¿Quién más podría aguantarlo después de todo?-

- ¿Chicas, de qué tonterías están hablando? Si esos dos se gustasen simplemente estarían juntos ¿No? Después de todo son hermanastros, si no fuera porque sus padres decidieron casarse no tendrían ninguna relación.-

- Pero no para ellos Caitlin, no creo que lo vean de ese modo. En el fondo son un par de niños buenos incapaces de romper las reglas, y en eso incluyo a Martin por más que intente ocultarlo.-

Buzón de voz, ni una señal tampoco de Diana.

El temor en su interior crecía mientras más pensaba al respecto, podía sentir un nudo en el estómago mientras la ansiedad se apoderaba de su mente ¿Estarían no respondiéndole a propósito? Quería llorar, estaba segura de que había algo horrible detrás de todo esto, algo demasiado cruel para asumirlo ¿Por qué estarían haciéndole esto, qué mal les había hecho?

Podía entender que Diana tramase algo en su contra, tenía razones suficientes como para querer vengarse por su cuarto y descargar sus celos de alguna forma ¿Pero Martin? ¿Cómo podría ser capaz de algo tan cruel? Si hubiese sabido que había algo entre ellos no habría pensado en intervenir, no por nada la pregunta respecto a la relación entre ambos hermanastros había sido una de las primeras que hizo al conocerlos, ella era alguien de principios y no tenía nada contra Diana como para querer lastimarla. De ser cierta su teoría ¿Por qué le habrían hecho algo tan cruel sin motivo?

Se esforzó en aguantar el llanto, no iba a permitir que algo tan insignificante le afectase tanto, especialmente cuando aún no tenía ninguna verdadera prueba de que su teoría fuese certera.

Agarró nuevamente el celular y a pesar de ser más de las doce decidió llamar a Alex, su amiga siempre había sido animal nocturno y rara vez se iba a dormir temprano así que estuvo segura de poder contar con su oído en ese momento en que tanto necesitaba descargarse.

- ¿No estarás exagerando con tu teoría? Quizás solo tuvieron una emergencia y debieron dejar la academia, quizás silenciaron sus celulares y por eso no han respondido. Debe haber una explicación para esto, tu teoría es demasiado exagerada.- Dijo Alex del otro lado de la línea sin mostrar signo alguno de cansancio en su voz, efectivamente la noche apenas comenzaba para ella.

- Lo sé, de seguro solo son temores absurdos de mi parte, Martin es un buen chico, no haría algo como eso.-

- ¿Estás segura de que lo es? Digo, no quiero fomentar tus temores pero creo que quizás has estado idealizándolo demasiado, apenas lo conoces desde hace un par de semanas ¿Cuánto sabes en realidad de ese tal Martin?-

Caitlin guardó silencio, en realidad no sabía casi nada sobre quién era Martin Mystery ¿Realmente podía estar segura de que fuese la clase de persona maravillosa que creía solo por tener gustos en común? ¿Y si guardaba secretos de los que ella no sabía en lo absoluto?

- Quiero ser honesto contigo, eres la primera persona con la que las cosas están resultando y no quiero arruinarlo por nada del mundo, prometo que sin importar qué jamás voy a mentirte.- Las palabras que dijo Martin aquel día habían calado hondo en ella, se habían sentido tan sinceras que no pudo poner en duda que era la persona de sus sueños, y quería creerle, pero quizás había acelerado demasiado las cosas y emparejarse tan rápido y sin conocerse no había sido la mejor de las ideas.

Necesitaba saberlo, debía descubrir quién era realmente Martin Mystery.

- ¿Cat, sigues ahí? Tampoco te lo tomes tan en serio, no creo que necesariamente ese chico tuyo sea mal sujeto, sólo creo que quizás aceleraste demasiado tu decisión de salir con él, eso es todo, o al menos es lo que pienso tras enterarme de que te dejó plantada apenas un par de semanas después de haber empezado a salir sin haberse dado el tiempo de darte una llamada para explicar la razón, no es como que llamarte le fuese a tomar mucho tiempo después de todo.-

- No, tienes razón, quizás aceleré demasiado las cosas, en realidad no conozco en lo absoluto a Martin y sería ridículo negarlo ¿Pero sabes lo que eso significa? Que es hora de que la detective Caitlin entre en acción.

- ¡Oh por dios! ¿Quieres que investiguemos al sujeto? ¡Sería genial! Tengo un amigo para nada peligroso que podría conseguirnos buena información, estoy segura de que le encantará la idea de ayudarnos.

- ¡Maravilloso! Aunque no es necesario llegar a tanto.- Dijo con notoria incomodidad, sabía que los amigos de Alex podían ser exageradamente detallistas cuando se trataba de investigar a alguien y no quería meterse en problemas. – Con investigar dentro de la academia Torrington bastará.-

- ¿Sabes? Creo que tengo amigas en Torrington que podrían ser útiles en esta misión, les preguntaré qué saben sobre ese tal Martin Mystery.-

- ¡Muy bien! Está decidido, empezaremos la operación de investigación en este mismo instante.- Dijo Caitlin con un renovado espíritu de aventura, pudiendo finalmente encontrar una motivación lo suficientemente grande como para distraerla de su tristeza.

Estaba segura de ello, iba a descubrir quién era realmente Martin Mystery.


Nota del autor:

¡Primera historia! Probablemente nadie la leerá dado que este fandom por poco nació muerto. Me encantaba Martin Mystery en mi adolescencia cuando la dieron por Nickelodeon pero en ese entonces solo dieron parte de la primera temporada y no fue hasta hace poco que me enteré de que después no solo habían terminado de dar la primera temporada en Latinoamérica sino que además habían dos temporadas adicionales y también las habían emitido aquí.

Después de enterarme de ello decidí volver a verla y me enamoró tanto como la primera vez. La necesidad de llenar mi vacío a falta de una cuarta temporada me llevó a escribir de ella.

Aunque Martin y Diana son mi pareja favorita Caitlin era un personaje con un potencial increíble, quería escribir su lado de la historia el cual quedó completamente a la imaginación de los fans, lo que en parte es bueno porque permite crear historias muy interesantes sobre ella.

Decidí hacerla vivir una pequeña aventura, originalmente estaba pensada para ser un one-shot pero fue tomando una forma muy distinta en el camino y terminó por ser mucho más larga de lo que esperaba ¡Espero la disfruten!

Nos vemos en el próximo capítulo.