Nuestro amor. Parte 1.
Los personajes aquí presentes no me pertenecen a mí, sino a Graig Batlett (a excepción de los que cree)
El Mustang 70 entro a considerable velocidad al estacionamiento de Hillwood High haciendo que más de uno voltearan a ver de quien se trataba, el auto se aparco a un lado de una camioneta pick-up que aun tenia a sus pasajeros dentro, el dueño del clásico modelo de deportivo se bajo dejando ver su bien formado físico: alto, aproximadamente 1.80, de piel blanca, los músculos de los brazos y abdomen perfectamente marcados siendo evidenciados por la falta de mangas y lo pegado de su camiseta negra, los rasgos de la cara muy masculinos, unos espectaculares ojos verdes, los dientes blancos perfectamente alineados, carnosos labios, y un arete en la oreja izquierda que junto con el cabello rubio completamente alborotado y la barba de dos días que llevaba le daba ese aire rebelde y varonil que traía locas a todas las niñas de la escuela , se asomo a la ventanilla de la camioneta para poder observar una escena muy usual, al menos para él. Dentro del vehículo había una chica de cabellos negros que no pasaba de los dieciocho años sentada en uno de los asientos y a su lado se encontraba un chico moreno de su misma edad, besándola.
-¡Que quieres viejo!- Grito enfurecido el chico mientras se bajaba de la camioneta y se arreglaba un poco la camisa, igual que el otro era bastante bien parecido pero con la diferencia que este era de un atractivo prolijo al contrario de su compañero, rasgos un poco más finos que el rubio, tez morena, mas alto que él, igualmente de cuerpo atlético y ojos marones.
-Deberías darme las gracias- Respondió el otro sin prestarle atención y sacando un cigarrillo y prendiéndolo.
-¿Gracias por qué? ¿Por arruinarme el buen tiempo que estaba pasando con mi novia? que tu no tengas con quien estar no es mi problema amigo ¿al final tu decidiste terminar con Lila, no?-
-No le hagas caso Arnold, ya sabes que cuando alguien interrumpe a Gerald se pone así- Dijo una femenina voz y el mencionado volteo a ver a la chica que ya se había terminado de arreglarse, toda una belleza, las curvas donde debían estar, ni un gramo de grasa de mas, hermosos ojos marones, blanca, casi pálida, pero eso era parte de su atractivo, de bonita cara con rasgos orientales y sedosa melena negra a media espalda, llevaba una falda corta que dejaban ver sus bien formadas piernas y una blusa no muy escotada, se acerco y le dio un beso en la mejilla, a modo de saludo.
-Hey Pheebs, no hay que hacer esto enfrente de tu novio, no ves que puede darse cuenta de lo que hay entre nosotros- Respondió Arnold acercando mas a la chica a su cuerpo y aventando el humo del tabaco a la cara del moreno.
-Eres hombre muerto Arnold Shortman.
-Te estás haciendo viejo Gerald, cada vez aguantas menos- dijo Arnold con una media sonrisa mientras tiraba la colilla del cigarrillo, soltaba a la chica y le daba unas palmadas en la espalda a su amigo.
-¿Con que viejo ehh, ahora veras lo que es viejo- el chico de cabello negro se abalanzo sobre Arnold y empezó a golpearlo a modo de juego en las costillas, mientras avanzaban al jardín principal de la escuela seguidos muy de cerca por Phoebe; el rubio lanzo un par de patadas que Gerald esquivo con gran facilidad, llegaron donde se encontraban un par de chicas acompañadas por un joven de la misma edad.
-¿Otra vez estos niños jugando?- Pregunto una exuberante adolescente de cabello negro y ojos castaños- ¿No sabía que esto era jardín de niños?- comento atrayendo la atención de ambos 'peleadores'.
-Mira Rhonda no hablemos, que si de niñerías se tratan contigo es más que suficiente- Se excuso rápidamente Gerald.
-Jajaja, seguramente lo interrumpiste en su ardua tarea- el otro hombre era llamativo, no tanto como sus dos compañeros, alto, delgado mas no escuálido, cabello negro, ojos profundos tan cafés que podrían considerarse negros, bonita cara, aunque con una nariz un poco exagerada, y un grandioso sentido del humor.
-Sid, mejor no opines- dijo Gerald.
-Ya basta Gerald, ya me hartaron tus lloriqueos- Le reto una mirada verde, perteneciente a una hermosa cara, cabello rojo por debajo de los hombros y un cuerpo de envidia.
-Mira Lila, que desde que Arnold te dejo te has vuelto una aguafiestas de lo peor.
-Uhhh, eso debió doler ¿no Lila?- Pregunto en tono de burla Sid.
-Cállense los dos.
-Ya, ya, mejor vean lo que viene ahí.
Todos voltearon hacia la dirección dicha, entre los demás estudiantes se distinguía a una jovencita, que igual que ellos ondeaba entre los diecisiete y los dieciocho, pero simplemente era todo lo contrario al grupito de los populares; su vestimenta parecía ser de medio siglo atrás, una horrible blusa blanca, la falda azul recta que le llegaba mas debajo de la rodilla, zapatos negros sin tacón, tal y como los usaban las niñas de la primaria, y un suéter tejido de un azul más oscuro, llevaba el cabello rubio algo enmarañado recogido en una cola alta, a pesar de que su cara era de lindas facciones su piel pálida no le ayudaba mucho, lo único que resaltaba de esa chica eran sus ojos, unas hermosas orbes azules que jamás nadie podría igualar, entre sus brazos llevaba un montón de pesados libros y en su espalda cargaba una mochila que igualmente parecía estar repleta…
-Señoras y señores con ustedes Helga Pataki, la perdedora más grande de esta escuela- anuncio mordazmente Rhonda Lloyd a sus amigos mientras todos reían a carcajadas y Arnold solo esbozaba una sonrisa.
-Bonito suéter- dijo sarcásticamente Lila cuando ella paso a su lado haciendo que se detuviera por un momento.
-¿En serio?- pregunto con ingenuidad Helga.
-Por supuesto- contesto sin cambiar su tono la chica de ojos verdes.
-Gracias- dijo Helga con una sincera sonrisa y continúo su camino dejando a todos muertos de la risa.
-Vaya si hay que ver cada cosa- decía Gerald mientras abrazaba a su novia quien también se burlaba de la que acababa de irse.
-Vieron como se le ilumino la cara cuando Lila le dijo que su suéter era lindo, jajaja, por favor que acaso no tiene un espejo- todos excepto Arnold, volvieron a estallar en carcajadas.
-Bueno, ya vámonos, que un reporte más y mi madre no me dará ni un quinto en un par de semanas- Arnold tomo su mochila y espero a que sus amigos hicieran lo mismo, cuando de pronto se acerco un rubio bastante fornido…
-Vaya, vaya, pero si es Johanssen y compañía- hablo el recién llegado haciendo que Gerald diera un paso al frente
-¿Que pasa Seta, no te vasto con la ultima vez?- pregunto el moreno con aire retador
-Si mal no recuerdo fuiste tú quien termino suplicando perdón- ante el comentario, el chico de cabello negro perdió los estribos y se abalanzó contra él, pero alguien lo intercepto poniéndose en medio…
-Vamos, déjalos, no tiene caso- Arnold intentaba calmar a su amigo y lo empujaba hacia donde estaban los demás.
-Si Johanssen, hazle caso a tu amigo, no queremos que luego todos se burlen de ti como la ultima vez- una vez más el chico se intento zafar de su compañero, pero Arnold simplemente puso más fuerza…- Lastima que los demás aun crean que eres machito, lo que no saben es que eres un cobarde y digo lástima porque tu novia esta de muy buen ver- uno de los brazos del rubio tomo a una desprevenida Phoebe y la atrajo hacia él.
-¡Suéltame animal!- grito Phoebe.
-A ella no la toques- lo último que sintió el tipo antes de caer al suelo fue un fuerte empujón…
-Eres un estúpido- el rubio que segundos antes había estado en el suelo se dejo ir contra Arnold hasta que los detuvo un árbol, le propino un par de golpes en las costillas hasta que nuevamente lo empujo para crear algo de distancia…
-¡Ya Váyanse!- grito Arnold a sus compañeros, estos tardaron unos segundos en reaccionar y después corrieron arrastrando a Gerald adentro de la escuela, ya que él quería quedarse a ayudar a su amigo.
Mientras la pelea seguía en el jardín, el rubio lanzo un par de golpes hacia la cara de Arnold, quien solamente pudo esquivar uno, y se sintió un poco aturdido por el puñetazo que lo alcanzo haciendo que empezara a sangrar de la boca ante esto se puso furioso y le saco el aire a Seta de un rodillazo, haciéndolo tambalear, para luego de un golpe derribarlo, y darle un par de patadas mientras estaba en el suelo, puso una rodilla en el piso y lo agarro del cuello de la camisa alzándole la cara.
-No te vuelvas a meter con nosotros entendiste- pero el rubio solo le escupió en la cara –Ahora veras…- Arnold una vez más le dio un par de golpes en la cara dejándolo en el suelo, tomo su mochila mientras se secaba la sangre de la boca y antes de que pusiera un pie dentro del edificio de la escuela escucho que alguien lo llamaba.
-Señor Shortman, sería tan amable de acompañarme a mi oficina un momento- ahí estaba el director Winter, rodó los ojos enfadado y siguió al profesor por un camino que él conocía bastante bien, al llegar a la oficina el hombre mayor se sentó en su escritorio, mientras que el chico se quedo parado junto a la puerta- Siéntate por favor, lo que tengo que decirte es algo delicado.
-Profesor juro que esta vez yo no empecé la pelea…- la explicación fue cortada por una seña del director.
-No es por eso por lo que te traje, bueno no completamente- antes de que Arnold dijera algo más, saco debajo de su escritorio unos envases de cerveza- Y aun hay más de donde salieron estos, ayer por la noche hubo alumnos tomando en la escuela.
-Perdón que le pregunte pero ¿Esto que tiene que ver conmigo?
-Que los guardias escucharon el motor de un Mustang 70 y creo que este encendedor con las iniciales A. S. que todo mundo te ha visto usar es prueba suficiente- explico pacientemente mientras le enseñaba el artefacto.
-¿Me va a expulsar?
-¿Y tenerte el próximo año, no, por esta vez no, pero digamos que vas a hacer un programa especial para que puedas graduarte- el chico lo miro retadoramente y dio un bufido- Así me gusta, dispuesto a cooperar… primero que nada, nada de peleas; segundo, vendrás todas las tardes a limpiar la escuela; tercero, ayudaras en el programa de tutorías, y por ultimo participaras en el proyecto de Teatro de la señorita Brooks.
-¿Se refiere a la estúpida obra de primavera?
-Exactamente, bueno, ya que sabes lo que vas a hacer puedes retirarte- el chico maldecía por lo bajo pero antes de que saliera el director le advirtió una cosa -Y Arnold con faltar a una de las cosas que te he dicho te tendremos por aquí el próximo año ¿entendido?
-Afirmativo- y salió de ahí azotando la puerta.
Continuara…
Notas de la autora:
Hola a todos! Aquí me tienen con otra historia, si lo notan las personalidades de nuestros personajes han cambiado pero es para dale sentido a esta historia que es muy especial para mí, también esta basada un poco en una película que vi hace poco.
Espero reviews y que les guste esta historia.
En memoria a Juan López 'Juancito' mi muy querido papá.
A + H 4 ever.
