Los personajes, salvo excepciones, no me pertenecen.
Esta historia puede contener vocabulario y escenas fuertes en varios ámbitos
No todo sale de mi imaginación, por lo que es posible que me inspire en diálogos o escenas de otros lugares
No soy escritora, esto es por pura diversión, a cualquier duda o crítica con respeto, estoy abierta.
Amar peligrosamente parte II
Capítulo 1
El sonido de las gotas de agua impactando contra la loza del plato de ducha cesó súbitamente, seguido por el suave deslizar de la mampara translucida, envolviendo en silencio de nuevo aquel cuarto de baño hasta que las pisadas mojadas de Leon irrumpieron en la atmósfera.
El rubio secó su cuerpo con rapidez e indiferencia mientras un asunto ocupaba su mente, haciéndole sentirse emocionado ante la perspectiva de reunir a todos sus amigos de una buena vez, y de paso, hacerlo para alegrar con ello a Amy, dándole una sorpresa.
Mientras el hombre terminaba de vestirse poniéndose una camiseta negra, escuchó como su teléfono móvil sonaba a lo lejos, en el cuarto que comunicaba con aquel baño.
Leon pensó en varios nombres mientras salía al dormitorio que desde hacía ya ocho años compartía con Amy, dirigiéndose al móvil, cuando al cogerlo y observar el nombre en la pantalla, sonrió con cariño.
-¡Por fin te localizo, Sherry ¿cómo te va por Europa?
-Bueno, ya sabes cómo son estás cosas; Cuando te dedicas a proteger al presidente no tienes tiempo para ti, sólo para ser su sombra. Siento no haber podido contactar antes contigo, Leon. Quería haberte respondido a los mensajes. –Añadió la chica con un deje de tristeza en la voz, y algo de culpabilidad, pero pronto se esfumó al escuchar la alegría en la voz de su amigo.
-Tranquila, sabes lo mucho que te entiendo ¿Han acabado ya las cumbres de poderosos? Hemos estado viendo en las noticias el revuelo de las manifestaciones ¿Todo ha ido bien?
-Ha sido una locura precisamente por eso, seguridad máxima decretada en todo momento, pero sinceramente, entiendo que la gente esté cabreada. Entre la poca transparencia de los gobiernos después de lo ocurrido hace años, y la crisis económica, no entiendo que no hayan atentado contra la vida de algún presidente. Pero por fin he acabado; Volvemos esta misma tarde a Washington.
-¿Eso significa que podrás venir mañana al cumpleaños de Amy? –Preguntó con ilusión mientras su mirada se iluminaba, pensando que cada vez el plan parecía más redondo.
-Por supuesto, estoy deseando veros a todos después de más de dos años, y qué mejor que en una ocasión especial.
-Perfecto ¿Conversaste con Jake? Me es imposible localizarlo ¿Sigue en Oriente próximo?
-Sí... Apenas puedo hablar con él. Está obsesionado con acabar con esos hombres que eran socios de su padre y de Umbrella... Me parece que ahora él es el que se ha ganado el apelativo de héroe. –Se burló Sherry con nostalgia al recordar cómo su novio llamaba así a Leon años atrás, haciendo que su interlocutor riera levemente. Después de una breve pausa la mujer volvió a hablar. –Se comunica por e-mail y está bien, ha aprendido a ser prudente en estos años. Irá mañana también. Está ansioso.
-Fantástico, esto va a salir redondo. Gracias por todo, Sherry. Prepárate para el abrazo que voy a darte mañana. –Dijo Leon a modo de despedida mientras la rubia reía al otro lado de la línea, colgando ambos pocos segundos después.
Leon se sentó en la cama del cuarto tras depositar el teléfono en una cómoda cercana, sonriendo triunfalista pensando que todos al final podrían estar en aquel día, puesto que también contaba con el apoyo de Hunnigan, Helena, Chris y la madre de Amy. Ahora sólo debía esperar a que el momento llegara, y dejarse llevar por el agridulce sabor de la nostalgia que provocaban los recuerdos.
-Leon... ¡Leon! ¡¿Quieres levantarte ya?! –Riñó Amy al rubio mientras ella terminaba de vestirse con su uniforme de enfermera, y su marido emitía sonidos desde el colchón.
-Es mi día libre, Amy... Sólo un poco más.
-Con los años te has vuelto un perezoso, Kennedy ¡Mueve el culo! Prometiste a tu hijo que hoy le llevarías al colegio, para así poder fardar delante de los otros niños con el súper padre agente secreto que tiene, y que tan poco se deja ver.
Leon al recordarlo emitió un quejido de frustración y se incorporó lenta y cansinamente hasta salir de la cama, despejándose al momento al recordar aquel día especial. Rápido se dirigió hacia la morena, que se pintaba los ojos frente al gran espejo del cuarto, posicionándose tras ella, con la cabeza cerca de su hombro derecho, buscando su mirada en el espejo.
-¿Quién cumplía hoy 32 años, con todas las arrugas, kilos de más y achaques que eso atañe? –Se mofó de su esposa, quien buscó sus ojos con mala cara, comentando al instante.
-Muy gracioso ¿Te recuerdo que tú tienes ya 43 y con tu trabajo estás rozando la jubilación?
-Sí, pero me conservo muy bien... Soy como una estrella de Hollywood ¿Ves? –Dijo burlándose mientras se exhibía en calzoncillos ante su mujer, ofreciéndole su musculado cuerpo.
-Muy bien, estrella, ya puedes parar de meter tripa –Le devolvió la broma-. ¿Estás insinuando que estoy envejeciendo mal, y que estoy gorda?
-Claro que no, es más, ahora me gustas más que antes. En esa época estabas demasiado delgada. Ahora eres perfecta. –Dijo sonriendo acabando con las bromas, para después besar fugazmente a la mujer. –Feliz cumpleaños, cariño.
Amy volvió a besarle tras una tierna sonrisa mientras acariciaba su rostro y le agradecía el gesto, para después golpear al hombre en un brazo con rapidez y fuerza, haciendo que este se sobresaltara y se quejara ante el gesto, mirándola con incomprensión, a lo que ella respondió con un tono elevado y mirada severa.
-¡Son las 7 y cuarto! Vístete ahora mismo y lleva a Alex al colegio, porque como llegue tarde por tu culpa, te advierto que vas sufrir de verdad, Kennedy.
-Tranquila, ya voy, ya voy... –Comentó poniéndose unos vaqueros oscuros, para después coger una de sus camisetas al azar, poniéndosela de camino hacia el exterior del cuarto, parándose antes de salir. -Antes no tenías tan mal carácter por la mañana. –Dijo dibujando una sonrisa burlona, mientras Amy lanzaba en su dirección una de sus zapatillas de andar por casa, haciendo que el agente cerrara con una carcajada, abandonando el lugar.
Minutos más tarde, Leon conducía su todoterreno negro hacia la escuela de su hijo, quien andaba distraído mirando un libro. El agente observó por el espejo interior al niño de cabello corto y rubio, aunque algo menos que él, y comenzó a hablar para que le prestara atención, alzando sus ojos azulados hacia los de su padre.
-Has felicitado a tu madre ¿verdad?
-Sí, claro.
-Bien... Pero no habrás dicho nada sobre lo de esta tarde, ¿verdad? Ya sabes que tiene que ser una sorpresa. Mamá hace mucho que no ve a sus amigos y tiene que ser inesperado...
-Papá, no sabe nada, relájate. –Interrumpió Alex a su padre mientras miraba sus ojos por el espejo, justo cuando llegaban al colegio, aparcando el vehículo en un sitio libre.
-Perfecto, muy bien hijo, y como premio voy a salir contigo e iré hasta la puerta para que tus colegas admiren al padre tan molón que tienes, ¿qué te parece? –Dijo Leon con algo de sorna mientras salía del vehículo, y su primogénito le imitaba.
-Preferiría que me enseñases a disparar y a pelear como tú, papá. Con eso podría fardar mucho más, ¿sabes? –Murmuró para sí con algo de decepción mientras caminaban juntos, dándose cuenta de que a quien más atraía la presencia de su padre era a las madres de otros niños.
-Sabes que tu madre no quiere, eres pequeño todavía para esas cosas, aunque a lo de pelear me comprometo a empezar. Yo convenceré a tu madre, no te preocupes. Te recogeré luego, ¡aprende mucho! –Se despidió cuando sonó el timbre de la escuela, antes de que su hijo pudiera emocionarse con aquello.
Leon, al vislumbrar que el pequeño había salido de su campo de visión tomó su móvil y marcó el número de Hunnigan para ultimar detalles sobre la fiesta.
-¿Diga? –Respondió al otro lado una voz adormilada, que no correspondía con la de Ingrid, sino con la de Helena.
-¿Dónde está la propietaria del teléfono, mi encargada de la tarta?
-Está en la ducha, pero lo que tengas que decirle, puedes comunicárselo a la novia de la encargada de la tarta.
-Mmm... No sé si fiarme. Ten en cuenta que Hunnigan es la experta de inteligencia y logística, es por ello que es la encargada de la tarta. –Continuó el rubio con la broma, haciendo que Helena riera levemente.
-Sí, sé cuán valiosa es mi chica; Pero tranquilo, Leon. No se nos va a olvidar ir a recoger la tarta, puedes seguir respirando hasta entonces. –Respondió la castaña, para después colgar el teléfono haciendo que el rubio sonriera levemente guardando su móvil, para después meterse en el coche y volver a su hogar.
Cerca de las 9 de la noche, las llaves comenzaron a escucharse en la puerta principal de la casa de los Kennedy, anunciando la llegada de Amy de su jornada laboral, otro día más, como jefa de enfermería. La morena avanzó hacia el salón de la casa mientras anunciaba su llegada, parándose en el umbral de la puerta, sorprendida ante la visión de sus viejos y mejores amigos, quienes juntos corearon un entusiasta felicidades, para después dirigirse hacia la mujer, quien quedó atropellada por las emociones.
Desde luego, el primero en correr a abrazar a su amiga fue Jake, quien limpió un par de lágrimas en las mejillas de Amy antes que cayeran al suelo, y rieron mientras ella preguntaba miles de cosas al pelirrojo, al que no veía desde hacía unos dos años, y por el que había estado sufriendo tanto al saber de su intrépida misión en tierras orientales.
Mientras el emotivo momento discurría, el timbre de la casa alertó a Leon, que con suma tranquilidad y el sabor dulce de aquella sorpresa, se dirigió a abrir la puerta de su casa sin temerse lo que se avecinaba tras ella.
-Ada... –Susurró borrando su sonrisa al encontrarse cara a cara con la espía, quien se veía tan seria como él, tras 8 largos años sin ningún tipo de comunicación.
-Yo también me alegro de verte. –Se mofó ella, esbozando una sonrisa que más pareció una mueca.
¡Pues aquí estamos otra vez, espero que os guste y me digáis lo que os parece! Gracias de antemano y especial gratitud a Mire, quien revisa los capítulos antes de que los suba para terminar de subsanar algún que otro error.
P.D: Intentaré subir uno por semana
