Este es un fic escrito por mi y por una amiga. Los personajes son de J.K. Rowling y la historia de nuestra cabeza loca xD
Espero que os guste:
PROLOGO
Era 1 de Septiembre y el tren a Hogwarts estaba a punto de salir. El andén nueve y tres cuartos estaba repleto de madres despidiéndose y de padres dando consejos a sus hijos que en escasos minutos estarían de camino a la mayor escuela de magia y hechicería en Reino Unido. Habían alumnos asustados por el hecho de no conocer Hogwarts y habían otros que saludaban a sus amigos tras no verse en varias semanas porque… no esperarás que estén separados durante 2 meses, ¿no?
-¡Lunático! –gritó en medio de la multitud un muchacho de pelo negro y ojos grises. El aludido, un muchacho de pelo castaño claro y cicatrices por la cara, se giró lentamente y sonrió a aquel chico ahora rodeado de chicas.
-Hijo, cuídate –le dijo la mujer que tenía delante.
10:59. El tren silbó y todos los que no habían subido todavía al tren corrieron a entrar antes de que cerraran las puertas. Los padres despedían a sus hijos y los hermanos menores refunfuñaban al no poder ir con ellos. El tren se puso en marcha y una nueva aventura va a comenzar.
Capítulo 1: Encuentros
En el tren había un gran ajetreo, ya fuera por las voces apresuradas, de los alumnos que les estaban contando a sus amigos las cosas que les habían ocurrido este verano, o las de niños dudosos que hablaban con sus nuevos compañeros. Un chico bastante alto y larguirucho, de tez muy blanca, deambulaba por el tren buscando algún sitio libre, mientras escuchaba el gentío: Hola soy... o ¡cuanto tiempo! Te he echado de menos. La verdad es que él no añoraba a nadie, a excepción de su querida casa Slytherin y su asignatura predilecta, pociones.
Pasó por un vagón, dentro se oían unas risas inconfundibles, eran James Potter, Sirius Black y Remus Lupin, y luego una vocecita asustada, como siempre, Peter Pettigrew. Odiaba a esos niñatos, siempre con sus estúpidas bromas. De repente alguien le dio un golpecito en el hombro y se giró:
-Hola, ¿que tal el verano? -Era Lily Evans, esa chica por la que estaba colado desde que la conoció. No pudo evitar una sonrisa.
-B-bien ¿y tú? -Cuando estaba apunto de contestarle, James salio al pasillo con ese acostumbrado andar apuesto y arrogante.
-Vaya Quejicus ya casi ni me acordaba de ti. -Dijo con una voz pedante y burlona; cuando el chico de cabellos oscuros y pegajosos se dio la vuelta para marcharse, James le dio un empujón que por poco lo hace caer. Lily hizo ademán de seguirle pero James ya le había rodeado con un brazo y le apremiaba para que entrase al vagón.
Una chica de ojos grises y de cabello rubio platino, que había estado observando la situación, se le acercó.
-Hola, ¿estás bien? -El chico no le contesto, simplemente entró en un compartimento ignorándola. -Me llamo Rachel ¿y tú? -Se giró y con una mueca de desprecio, contestó:
-Que más da, como habrás comprobado no es que importe mucho -ella se le acercó con un gesto amistoso.
-Pues a mi me pareces un chico de lo más interesante, seguro que puedes contar muchas cosas sobre ti -dijo con una sonrisita. El chico la miró dubitativo.
-Me llamo Sanpe, Severus Snape. -Dijo con esos labios delgados; y ambos se sentaron en el cómodo asiento, observó que Rachel tenía mechas rosas en el pelo, miró por la ventanilla. Fuera la noche caía humeante sobre el expreso de Hogwarts.
·····
No había nadie en el pasillo exceptuando dos personas.
-Potter, suéltame ¡Ya! –James tenía agarrada a Lily por la cintura e intentaba hacerle entrar.
-Vamos Evans, quédate con nosotros.
-¡NO POTTER! –le gritó la pelirroja. James giró a Lily y sonrió.
-Entonces sal conmigo –le respondió el chico guiñándole un ojo.
-No Potter. Suéltame –le dijo Lily más calmada. Se libró de su abrazo y se marchó enfadada.
-Nada ¿no? –le preguntó a James uno de sus amigos mientras este entraba.
-No –le contestó James tristemente mientras cerraba la puerta tras él y se sentó.
En el compartimento habían cuatro chicos, a los lados de la puerta estaban Peter Pettigrew y Sirius Black. Peter era un chico bajito y rechoncho de pelo castaño oscuro y unos ojos azules pequeños y llorosos. Su nariz puntiaguda estaba siempre metida en las conversaciones de sus amigos.
Sirius era un muchacho alto y muy guapo, tras el que iban la mayoría de chicas en Hogwarts. Sus ojos grises y su pelo negro desordenado lo hacían aún más deseable. Ese pelo que llevaba por los hombros había sido discusión entre sus padres y él antes de irse a vivir con James ese verano tras haber huido de su casa.
A los lados de la ventana estaban Remus Lupin –al lado de Peter- y James Potter –al lado de Sirius-. Remus era un chico delgado y alto, con el pelo castaño claro y ojos color ocre. Entre sus manos había un ejemplar del Profeta, abierto por la parte de Reportajes sobre Lugares Mágicos.
James era junto a Sirius, el chico más guapo de Hogwarts. Siempre tenía a un corro de alumnas alrededor pero él las ignoraba, al contrario que Sirius. James quería a Lily Evans, una compañera de Gryffindor, hija de muggles. James tenía el pelo negro y no excesivamente corto, pero tampoco tan largo como Sirius. Al igual que Sirius y Remus, el pelo de James le caía sobre los ojos y siempre lo tenía despeinado, eso hacia que muchas chicas suspiraran por él. Tras sus gafas, se encontraban dos hermosos ojos castaño claro.
James y Sirius mantenían una conversación sobre como fastidiar ese año a Severus Snape, o como ellos lo llamaban Quejicus o Snivellus. Peter escuchaba la conversación pero no tomaba parte, como siempre.
-Hey Lunático, ¿cuando es la próxima luna llena? –preguntó James.
-Dentro de dos lunes –dijo simultáneamente Remus.
Todos conocían la fama de James, Sirius y Remus, y el aprecio que le tenían a Peter, pero había un secreto que no debería ser descubierto…
Iremos subiendo más cuando podamos ^^
