Dynamic Chord ni KYOHSO me pertenecen, sólo alimento mi corazón shippeador con fics.

Advertencia: Gameverse, todo tiene como base la historia de los juegos, no del anime ni del próximo manga.

Notas: Este trabajo será una serie de viñetas con distintos personajes del juego de KYOHSO, es decir, habrá multishipps.

Canon: Yuu se muerde las uñas cuando está feliz o ansioso.


De cómo lidiar con los malos hábitos entre dos


Konoha terminó de pintar las uñas de Yuu. Estaba orgullosa de no ver nada de grumos ni imperfecciones. Era divertido para ella que hacer manicura en manos ajenas fuera más fácil a hacerlo con las suyas propias pero se quedó satisfecha. Aquella trivial actividad para cualquiera era un ritual íntimo dentro de su relación con Yuu. Él era reacio en cuanto al contacto con desconocidos, por ello no podía evitar sentirse especial de tener dicho acercamiento con el Kuroya. Le calentaba el corazón y la hacía sentirse más apegada.

Dedicó una mirada al bajista, quien pareció despertarse de un ligero adormilamiento para verse las manos con las uñas arregladas. Asintió en aprobación por el trabajo realizado y Konoha sonrió como si aquello fuera un enorme premio.

—Nada mal —halagó el de ojos grisáceos.

Los movimientos de Yuu eran cuidadosos, no quería echar a perder el trabajo de Konoha.

—Gracias —agradeció el cumplido pero también le recordó a Yuu su trabajo—. Puse mucho empeño en pintar las uñas de Yuu-san, así que nada de morderse las uñas.

Yuu suspiró.

—Ya te dije, no puedo evitarlo. Suelo hacerlo cuando estoy emocionado o ansioso.

—Y ambas cosas han sido frecuentes en Yuu-san. No es un buen hábito —negó la castaña—. Sé que Yuu-san puede evitarlo, poco a poco —la manager volvió a sonreír—. También sé que Yuu-san no se sentirá bien si muerde sus uñas y estropea el trabajo que con tanta dedicación le di a cuidar las uñas de Yuu-san.

Aquella frase aunada a la sonrisa que vino después fue un golpe en Yuu. Konoha podría parecer una mujer indefensa, pero sabía cómo utilizar sus armas. Ésa era una. Aprovecharse de la influencia que tenía sobre él. Desvió la mirada al saber que no podría debatir aquello y que sería sí o sí.

No recordaba con precisión cuándo adoptó el hábito de morderse las uñas. Quizá fue en su infancia, la cual no recordaba por malos recuerdos, o tal vez la presión de la presencia de su padre que lo volvió ansioso. Konoha había sido la única en señalarle aquel aspecto de sí mismo. Esa parte suya no la había mostrado en público, ni siquiera a sus más allegados. Konoha le ayudaba a no recurrir a esa manía pero no podía evitarlo. O bueno, hasta ahora, dado el dictamen de Konoha. Pasaría malos ratos.

—Está bien —susurró como respuesta ampliando la sonrisa de Konoha—. Pero —elevó los ojos— tú también deberás quitarte ese hábito.

—¿Eh? ¿Hábito?

Yuu asintió.

—Acordamos que ya no me llamarías "Yuu-san" mientras estuviéramos en casa o solos —la mueca del Kuroya fue seria—, lo sigues haciendo.

—Lo siento —la manager se disculpó avergonzada de no poder refutar—. Es la costumbre… temo que frente a todos pueda llamarte a secas y generar malos entendidos.

—Yo no veo el problema —para Yuu aquellas cosas eran irrelevantes—. En un futuro estaremos comprometidos y allá afuera deberán acostumbrarse a nuestro trato.

—Yuu-san…

—Prometo no morderme las uñas cuando tú dejes de llamarme así.

—E-Eso…

—¿Qué? ¿No puedes cumplirlo?

Ella hizo una mueca pero al final accedió. Internamente Konoha se dijo que jugar con Yuu-san era peligroso.

—Está bien… —las mejillas se le sonrojaron— Yuu.

Yuu sonrió con suavidad.

Los malos hábitos podían quitarse.


Notas molestosas:

Gracias por llegar aquí y leer en este fandom fantasmal. Haces feliz a esta ficker.

El título de esta serie de viñetas u oneshots, lo que sea primero, se baso en la canción precog de KYOHSO, la cual es hermosa y es interpretada por el sensual y carismático Yorito (cuyo seiyuu es Morikubo Shoutaro). Deberían darse una vuelta y escucharla, es una gran banda para ser ficticia.