Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Esta historia participa de Desafíos "Buscando la inspiración" del Foro First Generation: The story before books".
Si había algo que a Lockhart le encantaba eran los Calderos de chocolate, en ocasiones se comía hasta dos docenas en tan solo una semana ¡era sorprendente cuán glotón podía llegar a ser! Cuando eso acontecía se imaginaba a él en situaciones muy raras y complicadas para que las escasas neuronas en funcionamiento que tiene lograrán saber que simplemente es una alucinación.
Una vez soñó despierto que se iba a Grecia a cazar a los hombres lobos que estaban allá, que tuvo que viajar a la ciudad de Atenas para conseguirlo ¡que era buen cazador de criaturas mágicas peligrosas! La realidad es que mientras se perdió en el mundo de las situaciones dementes que su mente creaba solo logró capturar una pequeña mariposa.
Esos dulces al rubio le provocaba una borrachera increíble ¡hasta una vez creyó que era un excelente profesor al que todos admiraban y respetaban! Pobre alma somnífera, dijeron en una ocasión los que lo oyeron gritar. Aquellos caramelos le afectaban más y más a su cerebro sin embargo a Lockhart no pareció interesarle quedarse como un idiota descerebrado.
Esperen, eso ya lo era.
—¡Seré el mejor profesor de la historia! —vociferó el blondo estúpido— ¡Todos me respetarán y querrán! ¡Seré reconocido por todo el mundo!
Su voz resonó en las paredes de su habitación, donde una docena de cajas estaban abiertas y vacías del contenido que antes estaba en ellas.
Es un verdadero imbécil sí cree todo lo que su mente ataviado de locuras le muestra ¡no es ni capaz de ver la realidad! Donde no es ni importante ni respetado ¡ni siquiera sus ex compañeros de Hogwarts lo hacían! Entonces, ¿por qué una nueva generación lo haría? Sin ninguna idea más que la de un soñador con delirios de grandeza.
Lockhart será un soñador crédulo, pero es uno que lo vive día a día como si fuese su realidad.
Desgraciadamente eso nunca pasará.
