¡Hola a todos! Me siento nerviosa con este nuevo proyecto porque es mi primero y no sé si saldrá bien, así que aquí va. Es un Dramione, como habréis podido ver por la descripción y la verdad es que soy muy fan de la pareja. Sé que en el libro y la película la pareja no es canon, pero para mí siempre tendrán esa química innegable. La historia va a ser larga (al menos es espero) y trataré de subir un capítulo todos los domingos, pero sobre todo me encantaría que me mandarais feedback sobre como os está pareciendo la historia, como os parecen los personajes y las situaciones. Pondré además al final de cada capítulo una pregunta con tres opciones que tendrá que ver con el próximo capítulo ¡así que probad suerte a ver si adivináis la respuesta correcta!

Dicho esto agradecer mucho a los que lean la historia y hacer Disclaimer de que nada de esto me pertenece, es de la mente de J.K Rowling y todos los personajes son de ella.

Los fragmentos en cursiva serán flashbacks.

Los escritos entre comillas "" son pensamientos de Hermione.

PRÓLOGO: UNA DECISIÓN INESPERADA

Hermione miraba con resignación los papeles, aceptando la realidad de su situación. Ron la miraba desde el otro lado de la habitación, esperando a que ella firmara. Hermione suspiró una última vez y firmó, dando por concluido su matrimonio.

Todo había empezado muy bien, con los dos felizmente enamorados tras la Batalla Final, pero después de eso, todo fue para abajo. Ella había insistido en terminar Hogwarts y él comenzó en la escuela de aurores, lo que había puesto una pausa en su relación de largos nueves meses y eso había hecho pensar a Hermione sobre su futuro. Y al volver a Londres, la cosa ya no era lo mismo.

Ambos habían intentado que funcionara, pero eran demasiado distintos, y por mucho que se hubieran casado y fingieran ser felices, ninguno de los dos lo era. Ron quería una vida simple, en el campo con niños y rutina. Hermione por su parte no estaba lista para ser madre con tan solo 21 años, y mucho menos quería una rutina en su vida. 3 años habían pasado en esa monotonía de tirar y aflojar en sus sueños, y hacía un mes habían explotado. Y lo curioso es que había sido Ron.

Era un miércoles cualquiera y se encontraba en el trabajo. En su aburrido y monótono trabajo. Hermione estaba concentrada con un papel, y al principio ni siquiera levantó la cabeza cuando oyó la puerta abrirse. Esperó un minuto, hasta que la persona comenzó a hablar.

-Hermione…- Era Ron, mirándola con determinación en la cara. Ella ya sabía lo que iba a suceder, así que le miró con tristeza.

-Dilo ya.- Le miró sorprendida.

-Creo que tenemos que terminar esto. Ninguno de los dos es feliz y no vamos a poder cambiar para hacernos felices. No nos merecemos esto ninguno de los dos.-

-Tienes razón.- Y con eso volvió a irse. Ron, como siempre, era directo.

Los primeros días habían sido tensos en la casa, pero después de que las maletas estuvieran hechas y la casa vendida, los dos sonrieron y supieron que hacían lo correcto. Hermione se alojaba en casa de Luna Lovegood, que con los años se había convertido en una gran amiga de la castaña, mientras Ron había vuelto a la Madriguera. Ninguno de los dos quería poner a Harry entre la estaca y la pared, así que habían decidido dejarle fuera de ese trámite.

Y ahora se encontraban ahí, en el momento final, en presencia del abogado y con los papeles frente a ellos. Al acabar de firmarlos, ambos se despidieron del abogado, un alegre mago de barriga grande y ojos marrones, y salieron por la puerta.

-¿Te apetece una cerveza de mantequilla?- Ese era Ron, que como siempre tenía ganas de comer. Hermione sonrió, recordaba con cariño esa parte de él.

-Por supuesto.- Y los dos se encaminaron en un agradable silencio mientras la gente susurraba a su alrededor.

El rumor de que ambos se habían separado había corrido por todo el Ministerio y ahora todo el mundo tenía su propia teoría de lo sucedido. Hermione había oído algunas bastante poco originales (Como la que decía que Ron le había puesto los cuernos con alguna chica, o al contrario, que había sido ella la infiel), otras que aún la hacían estremecerse (¿A quién se le ocurre pensar que ella era su hermana? A un descerebrado de seguro), pero por lo general lo que más les molestaba a ambos era la prensa.

Hermione no iba a mentir diciendo que sabía llevar la fama, porque lo cierto es que la detestaba, al menos la fama que la perseguía. Nombres como: "El Trío de Oro", "Los Héroes del Señor Tenebroso" y "La amiga de Harry Potter" la seguían a todos lados. No es que odiara que se la reconociera por derrotar a alguien como Voldemort, pero empezaban a cansarla las constantes preguntas de periodistas del talante de Rita Skeeter.

Para los reporteros, la derrota de El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado era lo de menos, lo importante era preguntarla preguntas estúpidas como si la relación de ella con Harry era completamente platónica, o si durante la guerra habían sido amantes; ¿estaba celosa del hecho de que Ginny y Harry fueran la pareja Nº1 en las listas de popularidad? O la que más detestaba: ¿Estaban ella y Ron embarazados o estaba ella demasiado centrada en su carrera?

Al principio había reído con esas preguntas y había seguido adelante, pero con los años, se volvían cada vez más y más insistentes, hasta rozar lo maleducado, y ni ella ni Harry estaban por la favor de seguir siendo amables con ese tipo de gente, por el contrario Ron parecía disfrutarlo así que los dos terminaban dejándole a él las entrevistas y los momentos de fama.

Por suerte el pub estaba vacío cuando llegaron y Hannah les señaló una mesa apartada, lo que les daría una cierta intimidad. Hermione sonrió a su compañera y amiga mientras se sentaba, preguntándose si debería quedar con ella y con Neville para tomar el té algún día. Hannah había sido una gran amiga durante el último año de Hogwarts, y debía añadir, también una compañera de travesuras en algunos momentos. No que fuera a confesarlo nunca, por supuesto.

Ron volvió con las cervezas unos momentos después, y ambos dieron un sorbo antes de comenzar a hablar. De nuevo, fue Ron el que lanzó la primera pregunta.

-¿Qué vas a hacer ahora?- Hermione le miró con incertidumbre en la mirada. La verdad era que no tenía ni idea, su vida ahora parecía un barco sin sentido, y se encontraba perdida en esos momentos.

-La verdad es que no lo sé, creo que de momento me quedaré con Luna. ¿Y tú?-

-Me voy a una misión en una semana. Tardaré en volver unos meses.- Sonaba tan seguro de sí mismo que Hermione se sintió abrumada.

-¿A dónde vas?- La preocupación tiñó su rostro y voz. No podía evitarlo, Ron seguía siendo su mejor amigo y esas misiones a veces eran peligrosas.

-A Bulgaria, voy a un intercambio de aurores. No tendría que ser muy peligroso, pero con mi trabajo nunca se sabe.- Hermione se mordió la mejilla con fuerza y apoyó su mano sobre la de él.

-Ten cuidado por favor.- Ron sonrió y agarró su mano con cariño.

-No te preocupes Hermione, estaré bien.- Y con eso pasaron a temas menos tensos, como el inminente parto de Fleur o la jubilación de Arthur.

Hermione se sentía emocionada por lo primero sobre todo, porque con los años había llegado a apreciar a Fleur por lo que era: fuerte, valiente y una de las mejores amigas que podría tener en esos días. Y su hija mayor, Victorie, era la niña más adorable que Hermione había conocido. La apenaba no poder llamarse tía y cuñada, pero al menos sería una amiga, y no se haría una desconocida de ninguna.

La conversación duró unas horas, pero al llegar a la noche, Hermione se despidió de Ron y se apareció en su nueva casa, sintiéndose sola. De un plumazo la única familia que tenía había dejado de serlo, y sus padres seguían en Australia sin recordar aún quien era ella, y sin posibilidad de volver a hacerlo. Tal vez si ella no hubiera sido tan buena con los hechizos de memoria ahora podría tenerlos allí, pero prefería saber que estaban a salvo.

Suspirando entró en la casa, donde olió una suave salsa que despedía un magnífico olor a tomate, lo que abrió su apetito de inmediato. Luna tarareaba para ella misma mientras terminaba de colocar la mesa para las dos, y cuando vio a Hermione en la puerta sonrió y señaló un sitio.

-Sabía que vendrías a cenar. He hecho tu favorito.- Hermione se acercó y abrazó a Luna con fuerza.

Atrás había quedado la Luna fantasiosa que hablaba de criaturas extrañas que nadie conocía, y había dado paso a una bióloga mágica que recorría el mundo en busca de criaturas mágicas y que nunca estaba en casa más de un mes.

-No tenías que molestarte Luna, tendrías que estar descansando, mañana tienes un viaje largo.- Luna se quitó un mechón del cabello de la cara y se lo colocó en la oreja.

-No me importa, quería estar contigo hoy, creo que lo necesitas.- Y como siempre, Luna tenía razón.

La cena fue fantástica, pero al final de ella Hermione se sentía igual de perdida que antes. ¿Qué iba a ser de su vida ahora? ¿Seguiría trabajando en el Ministerio? ¿Conocería a alguien como Ron o se convertiría en la solterona de Oro? Seguro que eso último enloquecería a los tablones.

Hermione seguía divagando mientras fregaba los platos a la manera muggle, incapaz de dejar de pensar, hasta que Luna la cortó en seco.

-Deja de pensar tanto Hermione. Siente. Haz lo que tu corazón te dice y deja de dudar. Eres joven, soltera y tienes dinero. No lo pienses más.- Y con eso desapareció hacia su cuarto. Luna era así, misteriosa y llena de acertijos que había que resolver para llegar hasta dentro. Pero Hermione había aprendido a descifrarla hacía mucho tiempo, así que siguió fregando, pensado en las palabras de su amiga.

-"Tiene razón, aún soy joven, y nunca me dejó llevar por impulsos. Tal vez debería hacerlo por una vez y escapar de Londres un tiempo. Me vendría bien una temporada lejos del trabajo y de la ciudad para reordenar mi vida. Solo necesito un empujón".- Y con eso miró a la nada, esperando ese empujón de la vida para hacerlo.

Y puede que fuera cosa de magia, o simple casualidad, pero en ese momento la ventana se abrió a su lado y una dulce melodía invadió el aire a su alrededor. Y entonces Hermione supo su próximo destino, y no dudó un segundo.

¿Qué os ha parecido el primer capítulo? Espero que os haya gustado mucho, pero aquí vamos con la primera pregunta...

¿Dónde irá Hermione Granger para escapar de Londres?

a) Un pintoresco pueblo de Escocia.

b) Una isla de Grecia.

c) Una villa del sur de Francia.

Comentadme vuestras respuestas y prometo contestar a todos.

¡Hasta pronto!