-Hola Puta.
-Que cojo…-una tipa dejó de hablar, claro tenía ya en el cráneo una bala.
-Que aburrido.
La morena se fue tan tranquila como vino, incluso después de matar. Claro estaba que ya era una profesional, y todo gracias a su madre.
Teléfono móvil sonando.
-Dime.
-BB has…
-Si, temías que te decepcionara.
-Lo que temía era que te descubrieran, ven a casa tengo que hablar contigo sobre Bill.
-Llegaré en… media hora.
Mientras caminaba hacia su casa pensó en Bill, su difunto padre. Y en lo que le hizo a su madre: llamar a sus socios, pegarle una paliza, meterle una bala en la cabeza y hacerle una cesárea para sacarla del vientre de su madre. Claro su madre no tardó en vengarse, tres años y medio aproximadamente después de eso ella despertó del coma en el que se había sumido y en poco tiempo todos los implicados en el hecho estaban muertos. Adoraba a su madre y no le importaba que fuera una asesina en serie. Recordó el porqué de ese suceso en El Paso y la cara de disgusto que puso cuando se decidió a seguir sus pasos.
-Dime que quieres.
-Elle.
-¿Siguió viva?
-Me equivoqué al no rematarla cuando la dejé ciega.
-¿Y ella quiere venganza?
-Si… al parecer cantó en su momento, pero no al FBI.
-Entonces… habrá trabajo.
-Llevo un par de meses sin hacer nada ya que tú te encargas esto me revitalizará.
-No lo dudo. Tengo una pregunta. ¿Alguno de los 88 Locos sobrevivió?
-Si algunos, lisiados y un niño.
